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Nicetas el Godo, Santo |
Mártir
Martirologio Romano: A orillas del Danubio, san Nicetas Godo, mártir,
a quien el rey arriano Atanarico mandó quemar en odio
a la fe católica (c. 370).
Fecha de canonización: Información
no disponible, la antigüedad de los documentos y de las
técnicas usadas para archivarlos, la acción del clima, y en
muchas ocasiones del mismo ser humano, han impedido que tengamos
esta concreta información el día de hoy. Si sabemos
que fue canonizado antes de la creación de la Congregación
para la causa de los Santos, y que su culto
fue aprobado por el Obispo de Roma, el Papa.
San Sabas y San Nicetas fueron los
dos mártires más renombrados entre los godos. Al segundo, a
quien los griegos colocan en la categoría de los "grandes
mártires", se lo recuerda en la fecha de hoy.
Nicetas
era un godo nacido en las riberas del Danubio y
convertido a la fe en su juventud por Ulfilas un
brillante misionero entre aquellas gentes y traductor de la Biblia
a la lengua gótica. Fue Ulfilas quien ordenó de sacerdote
a Nicetas.
Hacia el año de 372, varios cientos de
godos que huían de los hunos invasores se refugiaron en
Moldavia y las autoridades romanas les hicieron un mal recibimiento,
los maltrataron y vejaron.
Inmediatamente, como represalia, el rey Atanarico,
señor de los godos de oriente, cuyo territorio lindaba con
el imperio romano en las regiones de Tracia, inició una
violenta persecución contra los cristianos. Por orden del rey, un
ídolo colocado sobre una carreta fue llevado a través de
todas las ciudades y aldeas donde se sospechaba que había
cristianos, y todo aquel que se negase a adorar al
dios, quedaba automáticamente condenado a muerte.
Para matarlos en masa
los perseguidores utilizaban el método de encerrar a los cristianos
capturados en casas o iglesias tapiadas y prenderles fuego. En
el ejército de mártires que glorificaron a Dios en aquella
ocasión, figuró San Nicetas, que selló su fe y su
obediencia con su sangre, se purificó de toda culpa al
morir en el fuego y entró triunfante a la vida
eterna. Sus reliquias fueron llevadas a Mopsuecia en Cilicia, donde
tuvieron su santuario; por lo cual, el mártir visigodo fue
venerado en las iglesias bizantinas y sirias.
SAN NICETAS EL GODO,(*) Mártir
(375 d. C.)
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San Sabas y San Nicetas fueron
los dos mártires más renombrados entre los godos. Al primero se le conmemora
el 12 de abril y al segundo, a quien los griegos colocan en la categoría de los
"grandes mártires", en la fecha de hoy. Nicetas era un godo nacido en
las riberas del Danubio y convertido a la fe en su juventud por Ulfilas un
brillante misionero entre aquellas gentes y traductor de la Biblia a la lengua gótica.
Fue Ulfilas quien ordenó de sacerdote a
Nicetas. Hacia el año de 372, varios cientos de godos que huían de los hunos
invasores se refugiaron en Moldavia y las autoridades romanas les hicieron un
mal recibimiento, los maltrataron y vejaron. Inmediatamente, como represalia, el
rey Atanarico, señor de los godos de oriente, cuyo territorio lindaba con el
imperio romano en las regiones de Tracia, inició una violenta persecución
contra los cristianos. Por orden del rey, un ídolo colocado sobre una carreta
fue llevado a través de todas las ciudades y aldeas
donde se sospechaba que había cristianos, y todo aquel que se negase a adorar
al dios, quedaba automáticamente condenado a muerte. Para malar en masa, los
perseguidores utilizaban el método de encerrar a los cristianos capturados en
casas o iglesias tapiadas y prenderles
fuego. En el ejército de mártires que glorificaron a Dios en aquella ocasión,
figuró San Nicetas, que selló su fe y su obediencia con su sangre, se purificó
de toda culpa al morir en el fuego y entró triunfante a la vida eterna. Sus
reliquias fueron llevadas a Mopsuecia en Cilicia,
donde tuvieron su santuario; por lo cual, el mártir visigodo fue venerado en
las iglesias bizantinas y sirias.
En Venecia, el 12 de septiembre, se celebra la fiesta de otro
San Nicetas, martirizado durante la persecución de
Diocleciano.
El texto en griego sobre la pasión de San Nicetas, tal como
lo presentó Metafrasto, se halla impreso con un comentario en Acta
Sanctorum, sept. vol. V. Pero en la Analecta
Bollandiana, vol. XXXI (1912), pp. 209-215, se imprimió
el relato original con anotaciones críticas y un comentario que ocupa las pp.
281-287 del mismo volumen.
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