domingo, 31 de agosto de 2014

Plegaria de una sola palabra


«Lo que hemos de decir con sobriedad y verdad es lo siguiente: la invocación del Nombre simplifica y unifica nuestra vida espiritual. No hay oración más simple que esta “plegaria de una sola palabra”, en que el santo Nombre se convierte en la única fuente de toda nuestra vida.

Los métodos complicados a  menudo cansan y disipan el pensamiento; en cambio, el Nombre de Jesús lo reúne fácilmente todo en sí mismo. Tiene el poder de integración y de unificación.

Una personalidad dividida, que podría decir: “Mi nombre es Legión, porque somos muchos” (Mc 5,9), recobrará su integridad a través del santo Nombre: “Que mi corazón, todo entero, venere tu Nombre” (Sal 85,11)».

“La invocación del Nombre de Jesús”,  Un monje de la Iglesia de Oriente

Santos José de Arimatea y Nicodemo, santos del NT


fecha: 31 de agosto
†: s. I - país: Israel
canonización: bíblico
hagiografía: Abel Della Costa
En Jerusalén, conmemoración de los santos José de Arimatea y Nicodemo, que recogieron el cuerpo de Jesús bajo la cruz, lo envolvieron en una sábana y lo depositaron en el sepulcro. José, noble decurión y discípulo del Señor, esperaba el reino de Dios, y Nicodemo, fariseo y principal entre los judíos, que había ido de noche a ver a Jesús para interrogarle acerca de su misión, defendió luego su causa ante los sumos sacerdotes y los fariseos que buscaban la detención del Señor.
En realidad la figura de José de Arimatea sólo nos es conocida por una única referencia que está, sin embargo, presente en los cuatro evangelios, respectivamente en Mateo 27,47, Marcos 15,43, Lucas 23,50-51, y Juan 19,38. A pesar de tan escasas menciones los cuatro testigos no parecen ponerse demasiado de acuerdo en cómo describir al personaje. Veamos:
-En Marcos se dice: «vino José de Arimatea, miembro respetable del Consejo, que esperaba también el Reino de Dios, y tuvo la valentía de entrar donde Pilato y pedirle el cuerpo de Jesús.»
-En Mateo se dice: «Al atardecer, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que se había hecho también discípulo de Jesús.»
-En Lucas, por su parte: «Había un hombre llamado José, miembro del Consejo, hombre bueno y justo, que no había asentido al consejo y proceder de los demás. Era de Arimatea, ciudad de Judea, y esperaba el Reino de Dios.»
-Y finalmente en Juan: «Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos, pidió a Pilato autorización para retirar el cuerpo de Jesús.»
Evidentemente resultó incómodo para esta generación cristiana que elaboraba los recuerdos de la época de Jesús constatar que podía haber sido discípulo de Jesús, o al menos haber sido afín a su predicación, alguien que de una manera u otra hubiera estado en el Consejo que emitió la condena. Marcos, de redacción más antigua que los otros tres, trae lo que podríamos llamar la expresión básica, sin pretender responder a la contradicción que señalábamos. Mateo y Lucas, cada uno a su manera, añadirán a la descripción algo que permita salvar el problema, así, mientras Mateo se libera del asunto omitiendo la pertenencia de José al Consejo, Lucas aclara que aunque pertenecía no asintió. Juan por su parte no dudará en incluir a José entre el grupo que los especialistas en su Evangelio llaman los «criptocristianos», es decir cristianos que no daban el paso valiente que suponía la ruptura con el judaísmo; aunque en beneficio de José debe tenerse presente que esta situación es propia de la época de Juan y no de la época de José de Arimatea.
Una fuente apócrifa, Evangelio de Pedro 6,21-24, narra más detalladamente las acciones de José con el cuerpo de Jesús, que corresponden al ritual de enterramiento de un muerto: «Entonces, los judíos sacaron los clavos de las manos del Señor y lo depositaron en el suelo. En ese momento, tembló toda la tierra y cundió el pánico entre la gente. Pero el sol a lucir, y se comprobó que era la hora nona. Los judíos se alegraron y entregaron el cuerpo de Jesús a José para que lo enterrase, pues había sido testigo de todo lo bueno que él [Jesús] había realizado. José tomó al Señor, lo lavó, lo envolvió en unos lienzos, y lo colocó en su propio sepulcro, en el lugar llamado Jardín de José». No nos agrega demasiado a lo dicho en los Evangelios, sino sólo el rito de lavado, que, naturalmente, no habrá faltado en el sepultamiento de Jesús. El pueblo de Arimatea es de localización incierta, aunque en la actualidad tiende a identificarse con Rentis, a unos 30 Km al NE de Jerusalén. Que fuera miembro del Consejo -lo que se supone que indica el Sanedrín, aunque con ese nombre sólo se lo menciona aquí-, no indica que fuera sacerdote ni anciano. No hay más datos históricos sobre este personaje, aunque leyendas posteriores lo hacen transmisor del Santo Grial con la sangre de Jesús, ideal de la búsqueda caballeresca en el medioevo.
Junto a él, en la misma escena del sepultamiento, el evangelio de Juan nos muestra a otro personaje, que sólo conocemos por esa tradición, aunque no aparece una única vez; se trata de Nicodemo, un personaje que nos es familiar por el bellísimo relato de Juan 3, la visita nocturna que le hace a Jesús, en la que en un diálogo catequístico puesto en boca de Jesús, se le introduce -a Nicodemo y al lector- en los puntos centrales de la teología del Cuarto Evangelio. El diálogo ocurre en la noche, porque precisamente se tratará de los conocimientos que permitiran al discípulo pasar de las tinieblas de la ignorancia-noche, a la luz del día-sabiduría.
No llegamos a saber, propiamente, nada sobre Nicodemo, tan sólo que es un «magistrado judío», sin que se nos especifique más, y que debía ser de muy buena posición económica, para costear, más tarde, los ricos perfumes de la unción de Jesús. El nombre Nicodemos, aunque es griego, no era desconocido ni inusual entre los judíos de época de Jesús, y se conoce, por ejemplo, un fariseo, Naqdimon ben Gurion, anterior a los 70. Por supuesto, eso no significa que ese fariseo sea nuestro Nicodemo, sino sólo que el nombre no es completamente atípico. La existencia histórica de Nicodemo parece fuera de toda duda, pero esa existencia histórica no debe distraer del punto central, que es que Juan no lo menciona por su historicidad, sino por un papel altamente simbólico que cumple en su narración: representando a todos aquellos que, aunque formados y conscientes de la verdad de Jesús, temen dar el salto hacia la fe, porque no terminan de deponer su propia sabiduría -humana- y abrirse a la acción del Espíritu que, puesto que es viento (espíritu y viento son la misma palabra en griego), «sopla donde quiere» (Jn 3,8).
El arte los suele representar juntos, ya sea en la escena del descendimiento, en la unción o en el momento de la sepultura. Los creyentes también los recordamos unidos, pero no sólo por la acción del sepultamiento, sino también por ese carácter de «cristianos sin animarse del todo», que, como la inscripción del Martirologio piadosamente nos recuerda, también pueden llegar, por el soplo del Espíritu, a las alturas de los coros celestiales. Gran consuelo para muchos de nosotros.
Comentario Bíblico san Jerónimo, tomo III, n. correspondientes a las citas mencionadas; Brown, El Evangelio según Juan, Tomo I, comentario al cap 3; J. Fitzmyer, El evangelio según Lucas, Tomo IV, comentario al sepultamiento. Cuadro: Hans Memling: detalle del Descendimiento, con Nicodemo (izquierda), José de Arimatea (derecha), y, como se sabe por otras composiciones de Memling, Andrés (atrás). Hacia 1490, en el Groeninge Museum in Brügge, Bélgica.

Festividad de San Ramón








HIMNO A SAN RAMÓN
Bendice Señor y fortalece
Con Tu Gracia Divina y Tu Amor
A quienes tienen la dicha
De ser padres del corazón.
Patrono de la vida y del amor
Bendito sos por siempre San Ramón
La mano salvadora del Señor
En tu vida se nos manifestó
Bendice Señor y fortalece
La súplica que te presentan hoy
Y que puedan tener entre sus brazos
Al hijo que engendrará el amor.
Bendice Señor y fortalece
A las madres que darán a luz
Y en medio de temores y ansiedades
Experimenten la ternura de Jesús.
Bendice Señor y fortalece
A estas madres que vienen hasta ti
Concédeles que el hijo que esperen
En tu amor hallen la luz para vivir.
Bendice señor y fortalece
A estos niños que son fruto del amor
Se alimenten con la vida de tu Hijo
Y se amparen en la Madre del Amor.-


San Ramon Nonato / Himno


La súplica que te presentan hoy

Y que puedan tener entre sus brazos

Al hijo que engendrará el amor.

Bendice Señor y fortalece

A las madres que darán a luz


SAN RAMÓN NONATO

Su fiesta se celebra el 31 de Agosto. Fue presbítero (+ 1240)
San Ramón Nonato
Un buen ejemplo para las madres de hoy que tratan de limitar la descendencia y algunas, lo que es peor, traman quitar la vida a los indefensos no nacidos.
En la provincia de Lérida (España), en una casita de campo, cerca del pueblo del Portell, y descendientes de las nobles familias de los Fox y Cárdenas, vino al mundo este niño de modo milagroso ya que fue extraído del vientre de su madre cuando ella ya estaba muerta, de aquí el sobrenombre con que es conocido, No-Nato, no nacido.
Los planes de Dios no son nuestros planes. Tampoco los planes de los padres, a veces, son los mejores para sus hijos. En muchas ocasiones, ellos buscan su propio egoísmo en lugar del bien de sus hijos. El padre de Ramón le envío a Barcelona para que hiciera amistad con gente rica, hiciera carrera, y el día de mañana fuera su orgullo y su sostén.
Al poco tiempo de llegar a Barcelona, Ramón se entregó a una vida de profundo estudio pero no menos se dedicó a la vida de piedad. Para ello, en lugar de hacer amistad con ricos, se preocupaba de los libros y de los necesitados. Al enterarse, su padre le mandó volver a Portell y allí le encargó el cuidado de unas ovejillas. Hizo amistad con otros pastores, pero como el demonio no duerme, pronto algún envidiosillo le acusó al amo de las ovejas de que abandonaba el ganado. El amo le creyó y cierto día le siguió de lejos para ver si era verdad. Y ciertamente así era: El jovencillo Ramón se retiraba a un lugar solitario, y, puesto de rodillas, se entregaba a la oración. Pero la maravilla del amo subió de emoción al ver que un joven bien apuesto, con alas de ángel, cuidaba de su rebaño y alimentaba en los mejores pastos a sus ovejas. De hecho eran las que más lana y leche producían. La envidia se trocó en admiración y respeto.
Por este tiempo es cuando se puso al servicio total de la Virgen María y bajo su amparo. Un día, mientras cuidaba de sus ovejillas, le habló así: "Madre mía, tú sabes que yo no he tenido la dicha de conocer a mi madre en la tierra, pero te conozco a Ti y te amo ¿no querrás suplir a mi madre de la tierra?" - Y la Virgen María le contestó: "Sí, sí, hijo mío, acepto con gusto ser tu madre..."
Hasta los oídos de Ramón llegaron los prodigios que obraba en Barcelona un joven  llamado Pedro Nolasco (posteriormente Santo) que trataba de fundar una Orden para redención de los pobres cautivos, que, caídos en manos de los sarracenos, eran llevados a las mazmorras de África. Marchó a Barcelona y se encontró con él y se puso a su servicio y bajo su dirección espiritual.
En Barcelona se entregó a hacer obras de caridad por las calles y en los domicilios particulares. Sobre todo, dejó huellas de su gran caridad para con toda clase de enfermos en el Hospital de Santa Eulalia. Una antigua biografía nos lo pinta así: "Era de caridad incandescente, que amaba las letras y aprovechaba mucho en ellas. De pueblo en pueblo iba llevando la Buena Nueva del Evangelio; todos los caballeros y nobles le respetaban; todos los pobres le amaban y todos seguían sus huellas...
Por fin iba a llegar al heroísmo su caridad: Se entregó a cambio de un cautivo y estuvo en las cárceles de Argel. Grandes sufrimientos padeció allí por amor a Jesucristo y a sus hermanos los hombres. Era por el 1237. Predicaba tanto y con tanto enardecimiento de Cristo que, para evitarlo, los moros le pusieron un candado en su boca. Como premio, el Papa le hizo cardenal de la Iglesia pero no se enorgulleció por ello. Enamorado de Jesús Eucaristía y de María, partía a la eternidad por el año 1240.
Texto de "El Santo de cada día", por Justo y Rafael Mª López-Melús

NOVENA A SAN RAMÓN NONATO
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro.

Acto de contrición:
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podeís castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.



Dios, Padre de bondad, que me has dado el inmenso beneficio de engendrar un hijo, gracias por habernos hecho partícipes de tu paternidad, dando la existencia a un nuevo ser. Ante la espera de su alumbramiento vengo a pedir tu protección, por intermedio de mi abogado San Ramón Nonato, para que este fruto de mis entrañas llegue a feliz término. Así lo espero por los méritos infinitos de nuestro Señor Jesucristo tu Hijo y los de su Santísima Madre María. Amén.

Oración a San Ramón

A ti acudo glorioso San Ramón en estos días que preceden a mi maternidad, para implorar de tu mediación la gracia de un parto feliz que, colmando mis deseos, premie mis esperanzas. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

V. Glorioso San Ramón Nonato R. Ruega por nosotros.

Preces a la Virgen Madre

Señor, ten piedad (bis)
Cristo, ten piedad (bis)
Señor, ten piedad (bis)

Dios, Padre celestial, Ten misericordia de nosotros.
Dios, Hijo Redentor, Ten misericordia de nosotros.
Dios, Espíritu Santo, Ten misericordia de nosotros.


V. Santa María,
R. Ruega por nosotros.
V. Santa Madre de Dios,
R. Ruega por nosotros.
V. Hija del Eterno Padre,
R. Ruega por nosotros.
V. Esposa del Espíritu Santo,
R. Ruega por nosotros.
V. Madre de Jesucristo,
R. Ruega por nosotros.
V. Madre del Redentor,
R. Ruega por nosotros.
V. Madre del Salvador,
R. Ruega por nosotros.
V. Madre de la Iglesia,
R. Ruega por nosotros.
V. Madre de todos los hombres,
R. Ruega por nosotros.
V. Madre nuestra,
R. Ruega por nosotros.
V. Madre de Mercedes,
R. Ruega por nosotros.
V. Madre de nuestra esperanza,
R. Ruega por nosotros.
V. Por tu Concepción inmaculada,
R. Ruega por nosotros.
V. Por tu felicísimo nacimiento,
R. Ruega por nosotros.
V. Por tu maternidad divina,
R. Ruega por nosotros.
V. Por el nacimiento de tu Hijo,
R. Ruega por nosotros.
V. Por tu maternidad universal,
R. Ruega por nosotros.
V. Por tu amor a Jesús, tu Hijo,
R. Ruega por nosotros.
V. Por tu amor maternal hacia nosotros,
R. Ruega por nosotros.


Jesús, Hijo del Eterno Padre, perdónanos. Señor. Jesús, Hijo de María Virgen, escúchanos, Señor. Jesús, hermano nuestro, ten misericordia de nosotros.

V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Oración. Dios Padre nuestro que escogiste a la Virgen María para ser la Madre de tu Hijo Jesucristo y preparaste en ella una digna morada para que tomara nuestra carne, acoge benignamente las súplicas que te dirigimos, para que, por su intercesión, atiendas favorablemente nuestra plegaria. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor, Amén.
(Tres Padre nuestros, Ave Marías y Glorias) 
Oración final:

Oh Dios, que manifestaste de modo admirable tu amor a tu siervo Ramón Nonato trayéndole a la vida de modo maravilloso y lo pusiste como protector de las que vamos a ser madres, por sus méritos e intercesiones te suplico que la nueva vida que has hecho germinar en mí venga felizmente a aumentar el número de tus hijos. Por Jesucristo nuestro Señor, Amén.


V. Piadosísima Madre de la Merced.
R. Ruega por Nosotros.
V. San Ramón Nonato.
R. Ruega por nosotros.
V. Ave María Purísima.
R. Sin pecado concebida.

ACCIÓN DE GRACIAS DESPUÉS DEL NACIMIENTO DE UN/A  HIJO/A.


Acción de gracias después del nacimiento del hijo.

Hoy, Señor, vengo ante tu altar con el alma henchida de alegría y agradecimiento para darte gracias por todos los beneficios que he recibido de tu bondad y especialmente porque ha terminado felizmente nuestra espera, con el nacimiento de este hijo que nos has dado y que más que nuestro es tuyo. Por eso venimos a ofrecértelo. Tuyo es, como todos somos tuyos y, tuyos queremos seguir siendo siempre. Nos comprometemos a presentárselo a la Iglesia para que, al ser bautizado, quede consagrado a Ti. Nos comprometemos a educarle en la fe cristiana con nuestro ejemplo y con nuestro consejo. Que la ayuda maternal de María sea guía en esta misión.

Queremos darte las gracias por mediación de San Ramón Nonato, protector nuestro. Que su intercesión nos ayude también a dar a nuestro hijo una santa educación. Te lo pedimos por tu amado Hijo Jesucristo nuestro Señor que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.


(Tres Padre Nuestros)



SAN RAMÓN NONATO

CARDENAL


SAN RAMON NONATO



Religioso, cardenal, Patrón de las parturientas

PALABRA DE DIOS DIARIA



En Cardona, de Cataluña, san Ramón Nonato, que fue uno de los primeros socios de san Pedro Nolasco en la Orden de la Bienaventurada Virgen María de la Merced, y es tradición que, por el nombre de Cristo, sufrió mucho para la redención de los cautivos (c. 1240).

Fecha de canonización: Fue canonizado en 1657 por el Papa Alejandro VII

Nació en los mismos comienzos del siglo XIII.

Su nombre deja boquiabierto a quien lo oye o lo lee por primera vez. Nonnato -Nonato por más breve- sugiere a un santo sólo potencial; como si la palabra fuera un slogan publicitario que estuviera invitando a quien lo lee o escucha a que se decidiera a iniciar una programa que acabara con la santidad del guión preestablecido. De hecho, significa no-nacido. ¿Pretenderá decir el extraño nombre que, por no haber nacido todavía el santo que rellene el expediente completo de sus cualidades y virtudes, está como esperando la Iglesia a que haya uno que se decida de una vez a reproducirlas? Eso sería, lógicamente, confundir la santidad como algo que brota de la voluntad y decisión humana, cuando ella es en verdad el resultado de la acción del Espíritu Santo con quien se coopera libremente. Sería sencillamente pelagianismo.

El calificativo -que ha pasado ya a ser nombre- le viene a Ramón por el hecho de haber sido sacado del claustro materno, por medio de una intervención quirúrgica, cuando ya había muerto su madre. Por eso no nació como nacen normalmente los niños, lo extrajeron. Fue en Portell, en Lérida, cuando se iniciaba el siglo XIII.

La buena y alta situación de su padre le posibilitó crecer en buen ambiente y formación, aunque sin el cariño y los cuidados de una madre. Cuentan de su primera juventud la devoción especialísima a la santísima Virgen que le llevaba con frecuencia a visitar la ermita de san Nicolás donde pasaba ratos mientras sus rebaños pastaban. Luego su padre quiso irlo incorporando poco a poco a las tareas de administración de sus posesiones y esa fue la razón por la que se le encuentra en Barcelona en el intento de aprender letras y números. Allí tuvo ocasión de trabar amistad con Pedro Nolasco -que por aquel entonces era comerciante- y de compartir mutuamente los deseos de fidelidad a la fe cristiana vivida con radicalidad, llegando incluso a considerar la posibilidad de entrar en el estado clerical.

Como el padre disfruta de un gran sentido práctico, lo reincorpora al terruño de Portell y le encarga la explotación de varias de sus fincas. Pero, sigue diciendo la antigua crónica, que la misma Virgen María le comunica su deseo de que ingrese en la recién fundada Orden de la Merced y allí está de nuevo en Barcelona puesto a disposición completa en las manos de su antes amigo Pedro Nolasco.

Noviciado, profesión, ordenación sacerdotal y ministerio en el hospital de santa Eulalia se suceden con la normalidad propia de quien tiene prisa para cumplir el cuarto voto mercedario consistente en redimir a los cautivos y servir de rehén en su lugar si procede.

En el norte del continente negro predica, consuela, cura, fortalece, atiende y transmite paciencia a los cautivos de los piratas berberiscos; comprende bien su situación y se hace cargo de que están rodeados de todos los peligros para su fe. Incluso él mismo tuvo que soportar cárcel y la tortura de que sellaran sus labios por ocho meses con un candado para impedirle la predicación.

A su vuelta a España entre el clamor de las multitudes, lo nombra Cardenal de la Iglesia el papa Gregorio IX, reconociendo sus méritos y virtud de la caridad practicada de modo heroico; pero no le dio tiempo a llegar a Roma por morir, antes de cumplir los cuarenta años, cuando se disponía a hacerlo.

Por el empeño de hacerse cargo de su cuerpo tanto los frailes mercedarios como los nobles señores de Cardona, decidieron de común acuerdo darle sepultura allá donde lo decidiera una mula ciega que lo llevó a lomos hasta que quiso pararse ante la ermita de San Nicolás, de Portell.

Desaparecieron las reliquias, irrecuperables ya para la veneración, en el año 1936.

Lo que no ha sido relegado al olvido por sus paisanos es la figura del santo y su acción caritativa. Esa devoción secular que se refleja incluso en las fiestas y en el folclore. No digamos nada sobre la devoción que le profesan todas las parturientas que lo tienen como especial patrón para su trance.

Se divulgó por el mundo la pintura que lo muestra con la Custodia en la mano derecha expresando así la fuente de su caridad con los hombres.


ENSEÑANZA DE SAN ANTONIO DE PADUA


ORACIÓN A SANTA ROSA DE LIMA




ORACIÓN A SANTA ROSA DE LIMA 


Santa Rosa, "Rosa y Reina del Perú", encendida en el amor a Dios y a la fe, te apartaste del mundo y te entregaste a Cristo en medio de admirables penitencias. 


Quisiste ser apóstol y llevar a todos los hombres hacia Jesús. Para ello renunciaste a tu hermosura y a tus atractivos humanos, mortificando tu cuerpo... Alcánzanos el camino de la verdadera vida para que lleguemos a gozar un día de los bienes eternos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. 

SANTA ROSA DE LIMA, PATRONA DE PERÚ, AMÉRICA Y LAS FILIPINAS



Rosa de Lima, Santa
La primera mujer declarada santa de todo el continente americano,  Patrona de Perú, América y las Filipinas


Etimológicamente significa” rosa, jardín florido”. Viene de la lengua latina. 

La primera mujer declarada santa de todo el continente americano 

El Papa Inocencio IX dijo de esta santa un elogio admirable: "Probablemente no ha habido en América un misionero que con sus predicaciones haya logrado más conversiones que las que Rosa de Lima obtuvo con su oración y sus mortificaciones". Lo cual es mucho decir. 

Isabel Flores de Oliva, hija de Gaspar de Flores y María de Oliva, que por su belleza recibió popularmente el nombre de "Rosa" al que ella añadió "de Santa María" En el bautizo le pusieron el nombre de Isabel, pero luego la mamá al ver que al paso de los años su rostro se volvía sonrosado y hermoso como una rosa, empezó a llamarla con el nombre de Rosa. Y el Sr. Arzobispo al darle la confirmación le puso definitivamente ese nombre, con el cual es conocida ahora en todo el mundo. 

En los años en que nació Santa Rosa de Lima, la sociedad de su época, propia de un periodo colonial, esta orientada en varios aspectos por el ideal de tener más. Hay allí familias pudientes, otras de pequeños propietarios y la gran mayoría de campesinos, negros y mulatos, que son tratados como esclavos. La familia de Rosa es de pequeños propietarios. Los padres de Rosa se esfuerzan en darle una seria educación humana además de proporcionarle una sólida formación en la fe. 

Lima tiene una comunidad pionera en la evangelización: el convento de Santo Domingo. Allí los seglares pueden participar en la liturgia, reunirse a meditar la Palabra de Dios y colaborar temporalmente en los puestos misionales o "doctrinas". 

Desde pequeñita Rosa tuvo una gran inclinación a la oración y a la meditación. Un día rezando ante una imagen de la Virgen María le pareció que el niño Jesús le decía: "Rosa conságrame a mí todo tu amor". Y en adelante se propuso no vivir sino para amar a Jesucristo. Y al oír a su hermano decir que si muchos hombres se enamoraban perdidamente era por la atracción de una larga cabellera ó de una piel muy hermosa, se cortó el cabello y se propuso llevar el rostro cubierto con un velo, para no ser motivo de tentaciones para nadie. Quería dedicarse únicamente a amar a Jesucristo. 

Rosa en su interior vive un dilema: por un lado siente vocación de religiosa contemplativa y, por otros, percibe la imperiosa llamada a realizar esta vocación en el interior de su familia, trabajando por el Reino de Dios desde fuera del convento, esto sucedió así: 

Se había propuesto irse de monja agustina. Pero el día en que fue a arrodillarse ante la imagen de la Virgen Santísima para pedirle que le iluminara si debía irse de monja ó no, sintió que no podía levantarse del suelo donde estaba arrodillada. Llamó a su hermano a que le ayudara a levantarse pero él tampoco fue capaz de moverla de allí. Entonces se dio cuenta de que la voluntad de Dios era otra y le dijo a Nuestra Señora: "Oh Madre Celestial, si Dios no quiere que yo me vaya a un convento, desisto desde ahora de su idea". Tan pronto pronunció estas palabras quedó totalmente sin parálisis y se pudo levantar del suelo fácilmente. 

A sus 20 años encuentra el camino: ser pobre por la fraternidad universal ingresando en la Orden de Predicadores, en su movimiento seglar, había sucedido que ella vino a saber que la más famosa terciaria dominica es Santa Catalina de Siena (29 de abril) y se propuso estudiar su vida e imitarla en todo. Y lo logró de manera admirable. Se fabricó una túnica blanca y el manto negro y el velo también negro para la cabeza, y así empezó a asistir a las reuniones religiosas del templo. 

Su padre fracasó en el negocio de una mina y la familia quedó en gran pobreza. Entonces Rosa se dedicó durante varias horas de cada día a cultivar un huerto en el solar de la casa y durante varias horas de la noche a hacer costuras, para ayudar a los gastos del hogar. Como dominica seglar da clases a los niños, incluyendo aprendizaje de instrumentos musicales (guitarra, arpa, cítara). En aquel hogar la vida es sencilla, pero lo necesario nunca falta. 

Participa en la Eucaristía en el Convento de Santo Domingo. Al fondo de su casa, en la huerta de sus padres, construye una cabaña, una ermita, con el fin de asimilar más el Evangelio en la oración; allí entra en comunión con Dios, con los hombres y con la naturaleza. Sólo Dios la va retribuyendo y ella se va forjando como mujer de "contemplación en lo secreto". A esto une una serie de mortificaciones. Explica en sus escritos que la mortificación es necesaria para ser saciados por el Espíritu de Dios, para vivir orientados por el Espíritu Santo, para renovar la faz de la tierra a partir de uno mismo. Frente a sus prójimos es una mujer comprensiva: disculpa los errores de los demás, persona las injurias, se empeña en hacer retornar al buen camino a los pecadores, socorre a los enfermos. Se esfuerza en la misericordia y la compasión. 

Es difícil encontrar en América otro caso de mujer que haya hecho mayores penitencias, lo primero que se propuso mortificar fue su orgullo, su amor propio, su deseo de aparecer y de ser admirada y conocida. Y en ella, como en todas las cenicientas del mundo se ha cumplido lo que dijo Jesús: "quien se humilla será enaltecido".- 

Una segunda penitencia de Rosa de lima fue la de los alimentos. Su ayuno era casi continuo. Y su abstinencia de carnes era perpetua. Comía lo mínimo necesario para no desfallecer de debilidad. Aún los días de mayores calores, no tomaba bebidas refrescantes de ninguna clase, y aunque a veces la sed la atormentaba, le bastaba mirar el crucifijo y recordar la sed de Jesús en la cruz, para tener valor y seguir aguantando su sed, por amor a Dios. 

Dormía sobre duras tablas, con un palo por almohada. Alguna vez que le empezaron a llegar deseos de cambiar sus tablas por un colchón y una almohada, miró al crucifijo y le pareció que Jesús le decía: "Mi cruz, era mucho más cruel que todo esto". Y desde ese día nunca más volvió a pensar en buscar un lecho más cómodo. 

Los últimos años vivía continuamente en un ambiente de oración mística, con la mente casi ya más en el cielo que en la tierra. Su oración y sus sacrificios y penitencias conseguían numerosas conversiones de pecadores, y aumento de fervor en muchos religiosos y sacerdotes. En la ciudad de Lima había ya una convicción general de que esta muchacha era una verdadera santa.- 

Rosa de Lima, pasó los tres últimos años de su vida en la casa de Don Gonzalo de Massa, desde 1614 a 1617. Don Gonzalo era un empleado rico del gobierno y su esposa, María de Uzategui, tenía un gran aprecio por Rosa. Durante la penosa y larga enfermedad que precedió a su muerte, la oración de la joven era: "Señor, auméntame los sufrimientos, pero auméntame en la misma medida tu amor". 

Desde 1614 ya cada año al llegar la fiesta de San Bartolomé, el 24 de agosto, demuestra su gran alegría. Y explica el porqué de este comportamiento: "Es que en una fiesta de San Bartolomé iré para siempre a estar cerca de mi redentor Jesucristo". Y así sucedió. El 24 de agosto del año 1617, después de terrible y dolorosa agonía, expiró con la alegría de irse a estar para siempre junto al amadísimo Salvador a los 31 años. 

Y a esta muchacha de condición económica pobre y sin muchos estudios, le hicieron un funeral poco común en la ciudad de Lima. La primera cuadra llevaron su ataúd los monseñores de la catedral, como lo hacían cuando moría un arzobispo. La segunda cuadra lo llevaron los senadores (u oidores), como lo hacían cuando moría un virrey. Y la tercera cuadra lo llevaron los religiosos de las Comunidades, para demostrarle su gran veneración. El entierro hubo que postponerlo porque inmensas multitudes querían visitar su cadáver, y filas interminables de fieles pasaban con devota veneración frente a él. Después la sepultaron en una de las paredes del templo 

Su cuerpo se venera en la Basílica dominicana de Santo Domingo en Lima. Fue canonizada por Clemente X el 12 de abril de 1671. Desde ese año Toda América Meridional y Filipinas la veneran como patrona. 

Así es, como es celebrada como la primera flor de santidad de América, insigne por la fragancia de su penitencia y oración. Dotada de brillantes cualidades y dotes de ingenio que tuvo ya desde niña se consagra al Señor con voto de virginidad. Sintió profunda veneración por Santa Catalina de Siena , con quien se advierte una sorprendente afinidad, así fue como por ello decidió en 1606, inscribirse en la Orden Seglar Dominicana para darse más plenamente a la perfección evangélica. Esta amante de la soledad dedicó gran parte del tiempo a la contemplación deseando también introducir a otros en los arcanos de la "oración secreta", divulgando para ello libros espirituales. Anima a los sacerdotes para que atraigan a todos al amor a la oración. 

Recluida frecuentemente en la pequeña ermita que se hizo en el huerto de sus padres, abrirá su alma a la obra misionera de la Iglesia con celo ardiente por la salvación de los pecadores y de los "indios". Por ellos desea dar su vida y se entrega a duras penitencias, para ganarlos a Cristo. Durante quince años soportará gran aridez espiritual como crisol purificador. También destaca por sus obras de misericordia con los necesitados y oprimidos. 

Rosa arde en amor a Jesús en la Eucaristía y en honda piedad para con su Madre, cuyo rosario propaga con infatigable celo, estimando que todo cristiano "debe predicarlo con la palabra y tenerlo grabado en el corazón".

Los milagros empezaron a sucederse en favor de los que invocaban la intercesión de Rosa, y el sumo pontífice la declaró santa y la proclamó Patrona de América Latina, Rosa de Lima, es la más bella rosa que ha producido nuestro continente. 

MEDITACIONES DE SANTA ROSA DE LIMA



MEDITACIONES DE SANTA ROSA DE LIMA
30 DE AGOSTO 


Amor a Dios, la fuente de su vida plena 

"Ah mi Dios si yo te amara, ah, si te amara, mi Dios,y amándote me quedaraardiendo en llamas de amor. ¿Cómo te amaré Dios mío, cómo te amaré Señor, siendo yo tu criatura, siendo Tú mi creador…?'" 

"Las 12 son dadas, mi amante no viene ¿quién será la dichosa que lo entretiene? ¡Ay de mi!, a mi amante ¿quién le suspende? Ya llega el mediodía y no aparece. Mientras en otra parte sin mí lo pasa, Corazón, alma y vida se me desmayan…"

“Señor mío y Dios mío! ¿cómo es posible que haya quien que deje de amaros?...Pero yo, mi buen Jesús, ¿cuándo comenzaré a amaros como merecéis?...¡Ay de mí, y qué lejos estoy de aquel amor perfecto, íntimo, robustísimo que os debo!¡Oh, cómo me avergüenza mi tibieza!¿De qué me sirve este corazón que tengo?, para qué lo quiero si hasta ahora no se ha reducido a cenizas al fuego de tu amor...”



Amor a la Eucaristía

Rosa prefería morir antes que ver el santo Nombre de Dios ultrajado.

Cuando llegaron noticias de la invasión de un pirata holandés a la ciudad de Lima (lo cual traería consigo grandes disturbios, robos y sacrilegios en los Templos) Rosa no dudó en correr hacia la Basílica de santo Domingo, su lugar de oración y aguardar la oportunidad de defender y ofrecer su vida en martirio antes que profanasen a Jesús Sacramentado. La gente quedó admirada al ver como esta humilde doncella se transformaba en valiente guerrera y arengaba a todos a ofrecer su vida en defensa del Santísimo Sacramento. Estas fueron sus palabras en la Basílica, al esperar el ataque de los enemigos de la fe.

“Aquí pondré mi cuerpo para que lo hagan pedazos y se detengan en hacer las injurias que temo ¡ay de mí! , han de hacer después a mi dulce Jesús”.

Sin embargo no dejó de rogar para que Dios librase de este peligro a su amada ciudad, como ocurrió efectivamente. Por eso sus imágenes también la presentan con un ancla en la mano.


Amor a la Virgen, nuestra Madre

Visitaba de ordinario la imagen de Nuestra Señora del Rosario de la Basílica de Santo Domingo, donde hoy en día veneramos sus reliquias.Ante ella tuvo lo que en teología mística se denomina el desposorio místico.

Le componía “vestidos espirituales” “tejidos” con sus oraciones y sacrificios.


A su ángel custodio

Con él tuvo una relación cotidiana, le hacía favores espirituales y materiales.

“Ángel de mi guarda,vuela y dile a mi Diosque porqué se tarda..”

"Joven celestial,vuela al Creador,dile que sin vidaya viviendo estoydiles de mis ansiasel grande rigorpues vive el que esperay me muero yo.Ruégale que venga,hacia mí veloz,y muéstreme su rostro que muero de amor".


A los sacerdotes les decía

"Recuerden siempre que mi Señor los ha llamado para ser pescadores de hombres.Suelten y extiendan anchurosamente las redes del Evangelio…".

Llevada por su amor a Cristo sacerdote quiso ella misma adoptar un niño, recién nacido y abandonado, decidida a sustentarlo con sus trabajos y limosnas y suplicarle por su amor de madre que se consagrara a la predicación.
Lo bello habla de Dios

Rosa tejía y bordaba hermosamente. Tenía una muy bonita y bien timbrada voz y decía “quitarme a mi el cantar es quietarme el comer”. Solía cantar muchas alabanzas a Dios. Su hermano Hernando le preguntó:-“¿Quién te enseña tantos cantaritos, hermana?”A lo que respondió: “Hermano, como hay tanto que decir de nuestro Buen Padre, se ofrecen con facilidad sus alabanzas”.


La Visión de los arcos...

"Porque entonces no le veía como otras veces de lado, ni sólo se manifestaba cabeza y pecho sino que le contemplaba derechamente, cara a cara, de la cabeza hasta los pies. Saliendo de la Humanidad de Jesucristo sentí que llegaban hasta el fondo de mi alma llamas inexplicables de gloria, de suerte que pude pensar que estaba ya totalmente libre de las prisiones de esta carne corruptible y trasladada a los goces de la fruición eterna".


Caridad concreta en el servicio

"No tenga miedo- le decía su madre- de que manche mis vestidos con las llagas de los pobres,que más feamente mancharon el rostro de Jesús.Cuando servimos a los enfermos, a Jesús servimos".


Apostolado, espíritu misionero !salvar almas!

Rosa anhelaba profundamente salir como misionera a anunciar a su Esposo en las tierras de misión. Pero en su época esto aún no se daba. Rogaba por ello, hacía constante penitencia y suplicaba al Señor por el éxito de los predicadores en el mundo entero. “Oh, quien fuese varón - decía- para poder ir a las regiones más peligrosas a anunciar el Evangelio”.




Jaculatorias favoritas:

Jesús, Jesús sea conmigo.... 
¡Gracias a Dios! 
Alabado sea el Santísimo Sacramento. 
Amemos mucho a Dios, a Dios amemos, Amor es Dios, Dios es Amor.


HIMNO A SANTA ROSA DE LIMA


HIMNO A SANTA ROSA DE LIMA



Cuando, Señor, en quieta lotananza 

Se encienden los fulgores de este día, 

No dejes avivar nuestra esperanza, 

Atiende al corazón que en ti confía. 


Van a pasar por manos laboriosas 

Los granos de un rosario de ilusiones, 

Acógelas, Señor, que son hermosas, 

Amor y don de nuestros corazones. 


Mujer llena de Dios, oh Santa Rosa, 

Vivir para el Señor, para el Amado, 

Fue el ansia de tu amor, gracia divina, 

Llevada de su fuerza y de su mano. 


No olvides los que vamos de camino 

Siguiendo en el desierto tus pisadas, 

Aboga ante el Señor favor divino, 

Seguir como seguiste sus llamadas. 


Proclamen nuestros labios la grandeza 

Del Padre qu en el Hijo nos dio gozo, 

Y, siendo nuestra herencia la pobreza, 

Nos colma de su amor el Fuego Santo. Amén