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Lorenzo Ruiz y 15 compañeros, Santos |
Mártires en Japón
Martirologio Romano: Santos Lorenzo de Manila Ruiz y
quince compañeros mártires, tanto presbíteros como religiosos y seglares, sembradores
de la fe cristiana en Filipinas, Formosa y otras islas
japonesas, a causa de lo cual, por decreto del supremo
jefe del Japón, Tokugawa Yemitsu, en dis tintos días consumaron
en Nagasaki su martirio por amor a Cristo, pero celebrados
en única conmemoración (1633-1637)
Integran el grupo: santos Domingo Ibáñez
de Erquicia, Jacobo Kyuhei Gorobioye Tomonaga, Antonio González, Miguel de
Aozaraza, Guillermo Courtet, Vicente Shiwozuka, Lucas Alfonso Gorda, Jordán (Jacinto)
Ansalone y Tomás Hioji Rokuzayemon Nishi, presbíteros de la Orden
dominicana; Francisco Shoyemon, Miguel Kurobioye y Mateo Kohioye, religiosos de
la misma Orden; Magdalena de Nagasaki, virgen de la Tercera
Orden de San Agustín; Marina de Omura, virgen de la
Tercera Orden dominicana; Lázaro de Kyoto, seglar.
Fecha de canonización: El
Papa Juan Pablo II beatificó a este grupo de mártires
el 18 de febrero de 1981 en Manila (Filipinas) y
los inscribió en el catálogo de los santos el 18
de octubre de 1987.
1633, (agosto
y octubre)
DOMINGO IBÁÑEZ DE ERQUICIA, español, sacerdote dominico. Nace en
Régil (San Sebastián), hijo de la Provincia de España hasta
su afiliación a la Provincia del Rosario. En Manila enseña
en el Colegio de Santo Tomás y predica el Evangelio
en diferentes lugares de Filipinas. Pasa a Japón en 1623,
donde trabaja clandestinamente. Denunciado por un cristiano apóstata, es encarcelado
y ajusticiado. Desempeñó un importante papel, como Vicario provincial de
la misión. Se conserva una parte de su epistolario. Edad,
44 años.
FRANCISCO SHOYEMON, japonés, cooperador dominico. Compañero de apostolado
del P. Ibáñez de Erquicia. Arrestado en 1633, toma el
hábito dominicano en la cárcel. Es ajusticiado junto a su
padre espiritual.
SANTIAGO KYUSHEI TOMONAGA DE SANTA MARÍA, japonés, sacerdote
dominico. De familia noble cristiana de Kyudetsu, estudia con los
jesuitas en Nagasaki. Es expulsado del Japón en 1614 cuando
era catequista. En Manila se ordena sacerdote, misionero en Taiwan,
regresa a su patria en 1632, con la finalidad de
ayudar a sus hermanos cristianos. Es arrestado y torturado, muriendo
por "ser religioso y haber propagado la fe evangélica". Es
el más anciano del grupo: 51 años.
MIGUEL KUROBIOYE, japonés,
catequista laico. Compañero de apostolado del P. de Santa María,
OP, es encarcelado y torturado, revelando el escondite del P.
de Santa María. Arrepentido, va con él al martirio, confesando
su fe.
LUCAS ALONSO DEI. ESPÍRITU SANTO, español, sacerdote dominico.
Nace en Carracedo (Astorga), dominico de la Provincia de España,
se pasa a la Provincia del Rosario en 1617. Profesor
en el Colegio de Santo Tomás de Manila, misionero en
Cagayan, en 1623 va al Japón donde trabaja con gran
coraje y riesgo de su vida durante diez años. Arrestado
en Osaka en 1633, fue torturado y martirizado en Nagasaki.
Edad, 39 años.
MATEO KOHIOYE DEL ROSARIO, japonés, natural de
Arima. Catequista y ayudante del B. Lucas Alonso, se hace
novicio de la Orden. Arrestado en Osaka en 1633, rechaza
toda propuesta de dinero y soporta horribles torturas, permaneciendo fiel
a Cristo, hasta la muerte. Tenía 18 años.
1634, (octubre-noviembre)
MAGDALENA DE NAGASAKI, japonesa, terciaria agustina y dominica. Hija de
cristianos martirizados, se consagra a Dios y es guiada espiritualmente
por los agustinos recoletos y después por el dominico Ansalone.
Después del arresto del P. Ansalone, Magdalena se presenta a
la guardia proclamándose cristiana. Torturada en forma cruel, inamovible en
su fe, es colgada del patíbulo donde permaneció viva durante
trece días.
MARINA DE OMURA, japonesa. En 1626 ingresa en
la Tercera Orden Dominicana, siendo de gran ayuda para los
misioneros. Arrestada en 1634, es sometida a vergonzosas humillaciones y
finalmente conducida a la hoguera, dando un sublime ejemplo de
"mujer fuerte".
JACINTO JORDÁN ANSALONE, italiano, sacerdote dominico. Nativo de
S. Stefano Quisquina (Agrigento), habiendo profesado en la Provincia de
Sicilia, pasa a la Provincia del Santo Rosario. En Filipinas
desarrolla su apostolado entre los pobres y enfermos. En el
año 1632 va al Japón, donde trabaja por dos años.
Arrestado en el 1634, soporta con firmeza las torturas, y
es colgado del patíbulo. Edad, 36 años.
TOMÁS HIOJI NISHI
DE SAN JACINTO, japonés, sacerdote dominico. Hijo de cristianos martirizados
de Hirado, y discípulo de los jesuitas de Nagasaki. Expulsado
de su país por la persecución, emigra a Manila en
el año 1614. Estudiante en el Colegio de Santo Tomás,
se traslada a las misiones de Taiwan, regresando posteriormente a
su patria en plena persecución religiosa. Entre grandes peligros trabaja
durante cinco años. Arrestado, es torturado y condenado a muerte.
Edad, 44 años.
1637, (septiembre)
En el año 1636 los
dominicos de Manila organizaron una expedición de voluntarios a fin
de ayudar a los cristianos del Japón. Cuando llegaron a
la isla de Okinawa fueron arrestados y permanecieron en la
cárcel más de un año antes de ser trasladados y
condenados a muerte por el tribunal de Nagasaki. Ellos son:
ANTONIO GONZÁLEZ, español, sacerdote dominico. Natural de León, se hace
dominico en la Provincia de España y después se pasa
a la Provincia del Rosario, trasladándose a Manila en 1631,
en donde será profesor y rector del Colegio de Santo
Tomás, siendo un hombre de mucha oración y penitencia. En
1636 guía un grupo de misioneros al Japón, donde es
rápidamente arrestado y muere en la cárcel después de un
año, extenuado por los tormentos. Edad, 45 años.
GUILLERMO COURTET o
TOMAS DE S. DOMINGO, francés, sacerdote dominico. Nacido en Sérignan
(Montpellier), de familia noble, ingresa como dominico en la Congregación
reformada de San Luis, pasa a la Provincia del Rosario
y se traslada a Filipinas, en 1634, en donde es
profesor del Colegio de Santo Tomás. En Japón murió entre
torturas elevando alabanzas a la Virgen del Rosario y recitando
salmos. Edad, 47 años.
MIGUEL DE AOZARAZA, español, sacerdote dominico.
Natural de Oñate (Guipúzcoa), ingresa como dominico en la provincia
de España y posteriormente se pasa a la Provincia del
Rosario. En Filipinas trabaja en la Misión de Bataan (Luzón).
Refutó apostatar de su fe y aceptó con alegría tremendos
suplicios. Edad, 39 años.
VICENTE SCHIWOZUKA DE LA CRUZ, japonés,
sacerdote dominico. De familia cristiana, discípulo de los jesuitas de
Nagasaki, catequista. En 1614 es expulsado del Japón por ser
cristiano. En Manila se ordena de sacerdote y desarrolla su
apostolado entre los exilados japoneses. Antes de regresar a su
patria con el P. González, toma el hábito dominicano en
1636. Después de un año de cárcel y torturado cede
a la apostasía, pero rápidamente se arrepiente y sale con
los demás compañeros camino del patíbulo, profesando su fe.
LÁZARO
DE KYOTO, japonés, laico. Atacado por la lepra, es deportado
con otros leprosos cristianos en Filipinas. En 1636 se une
como guía e intérprete del grupo del P. González; no
resistiendo las torturas, reniega por pocas horas de la fe,
pero arrepentido muere por Cristo junto a los demás.
LORENZO
Ruiz, filipino, laico. Nacido en Binondo (Manila) de padre chino
y madre filipina. Educado por los dominicos y ayudante de
ellos, se hace miembro de la Confraternidad del Rosario. Se
casa y es padre de tres hijos. Implicado en un
oscuro hecho de sangre, se unió al grupo del P.
González para salvarse. En Japón fue arrestado y se declaró
dispuesto a dar mil veces la vida por Cristo. Es
el Protomártir de Filipinas.
El milagro propuesto para la Canonización
Ocurrió en Manila el año 1983 por la invocación al
grupo en favor de Cecilia Alegría Policarpio, niña de dos
años, curada de forma completa y definitiva de una parálisis
cerebral anatómica y funcional, sin ninguna terapia eficaz. El milagro
ha sido reconocido por Juan Pablo II el 1 de
junio de 1987.
Las razones de los perseguidores
" Los
seguidores de Cristo, llegados imprevistamente en Japón, no solamente vienen
trayendo mercancía en sus naves, sino también, sin permiso alguno,
han extendido y propagado su malvada ley, destruyendo aquella buena
y legítima y conspirando para derrocar el poder en nuestro
país. Esto es el inicio de una gran calamidad, que
con todo medio es necesario evitar. El Japón es un
país shintoista y budista, que venera a los Dioses, honra
a Buda y tiene en gran estima el camino de
la benevolencia (confucionismo).
Los seguidores de los Padres (los cristianos)
han desobedecido todos a las órdenes dadas por gobierno, despreciando
la religión ... y destruyendo el bien. Viendo aquellos que
deben ser ajusticiados (los mártires) se alegran y corren detrás
de ellos, espontáneamente, los adoran y los saludan. Tal es
el supremo ideal de esta religión. Si no se la
prohibe inmediatamente, vendrán calamidades sin fin sobre el Estado. Que
estos cristianos sean exterminados sin demora en todas las regiones
del Japón, de forma que no tengan lugar donde poner
sus pies o sus manos. Si alguno se atreviera a
contravenir esta orden, sea castigado con la muerte". (Tomado del
edicto de 1614, cuya doctrina es retomada substancialmente en los
de 1633 y 1636).
28 de septiembre
VENERABLE LORENZO RUIZ y COMPAÑEROS,
Mártires( 1637 d. C)
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En el siglo XVII en la ciudad de Nagasaki, Japón, dieciséis mártires
derramaron su sangre por Cristo. Era un grupo formado por misioneros
provenientes de Europa y de Asia, que en diferentes años y
circunstancias, predicaron la fe cristiana en las Islas Filipinas,
Formosa y en el Japón. En una forma maravillosa manifestaron la
universalidad de la fe cristiana y con el ejemplo de su vida y de su
muerte esparcieron la semilla para los futuros trabajos misionales de la
Iglesia. Entre ellos estaba Lorenzo Ruiz.
El
Venerable Lorenzo
Ruiz,
es el primer
mártir filipino. Lorenzo tiene mucho que enseñarnos en estos tiempos de
prueba. Nació en Manila, alrededor de 1600
su padre era
chino y
su madre
tagala. Trabajó como escriba en la parroquia dominica de Bindono. Se casó con
una tagala y tuvieron tres hijos. Fue acusado
injustamente de
un crimen y el 10 de junio de 1636 huyó de las Islas Filipinas con la ayuda de
los padres dominicos, que creyeron en su inocencia.
El barco
fue al Japón donde Lorenzo y sus compañeros predicaron la fe en Nagasaki. Hacía
40 años, el 5 de febrero de 1597, veintiséis cristianos, incluyendo a San
Felipe de Jesús, fueron colgados en cruces sobre una colina en las afueras de
Nagasaki. Otra vez en 1637 hubo una persecución contra los cristianos y ellos
fueron arrestados.
Lorenzo y
sus compañeros sufrieron torturas increíbles, por ejemplo metieron agujas bajo
las uñas. Colgado de los pies en una fosa, el gobernador le ofreció la
libertad si él renunciara su fe. Le respondió:
“Soy
cristiano y me quedo cristiano aun hasta el punto de morir. Ofrezco mi vida
solamente a Dios. Aun si tuviera mil vidas, las ofrecería a Él. Por eso
vine al Japón, para dejar mi tierra nativa como cristiano y morir aquí
como cristiano, ofreciendo mi vida únicamente a Dios.”
Después de
varios días de tortura, Lorenzo falleció el 29 de septiembre de 1637.
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