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Luis Monza, Beato |
Sacerdote y Fundador de las Pequeñas Apóstoles de la Caridad
Martirologio Romano:
Don Luis Monza, sacerdote de la Archidiócesis de Milán y
fundador de las Pequeñas Apóstoles de la Caridad.
Fecha de beatificación:
30 de abril de 2006 por el Papa Benedicto XVI,
en ceremonia realizada en Milán, Italia.
Nació en Cislago, provincia de Varese (Italia), el 22 de
junio de 1898, en una familia campesina cuyas únicas riquezas
eran el trabajo y la fe. Entró en el seminario
a los dieciocho años, después de haber conocido a fondo
la fatiga del trabajo del campo.
El 19 de septiembre
de 1925 recibió la ordenación sacerdotal, incardinado en la Archidiócesis
de Milán.
Como primera labor pastoral, fue destinado al Oratorio
masculino de la parroquia de Vedano Olona. El inicio de
su ministerio sacerdotal estuvo marcado por todo tipo de pruebas,
incluida la cárcel durante el régimen fascista: fue acusado
injustamente de haber organizado un atentado. Tras cuatro meses de
prisión fue absuelto y liberado.
En 1929 el arzobispo metropolitano
lo trasladó al santuario de la Virgen de los milagros
de Saronno, donde se dedicó a la animación de la
juventud.
Allí, ensanchó su mirada al mundo entero, marcado por
la soledad, la tristeza y el egoísmo, pues estaba convencido
de que "urgía ayudarle a experimentar el amor de Dios".
Se trataba de una gran intuición, aunque tuvo que esperar
que el Señor le indicara cuál era el camino concreto
que debía seguir.
En particular, ante el mundo "paganizado" tuvo
la intuición de ver en la caridad de los primeros
cristianos el medio más apto para acercarse al hombre contemporáneo
y anunciarle el Evangelio de Cristo. Los cristianos debían ser
testigos del amor de Dios dentro de la sociedad misma,
en la vida diaria y en la actividad profesional. "Cada
uno de vosotros —decía— debe ser un artista de almas.
Debemos reproducir la belleza de Jesús no en una tela,
sino en las almas. Y el pincel del apostolado no
debe caer nunca de nuestra mano".
En 1936 fue nombrado
párroco de San Giovanni, en Lecco, donde destacó como "sacerdote
según el corazón de Dios". Siempre estaba disponible para los
pobres, los enfermos y los perseguidos injustamente. Durante la segunda
guerra mundial se esforzó en particular por ayudar a sus
feligreses que estaban en el frente de batalla.
En 1937
encontró el camino que el Señor le tenía preparado:
fundar el instituto secular de las Pequeñas Apóstoles de la
Caridad. Primero creó la asociación "Nuestra Familia" para la asistencia
socio-sanitaria, la instrucción y la formación de las personas discapacitadas
y menos favorecidas, sobre todo niños, a fin de que
pudieran luego insertarse en el difícil contexto social. Las Pequeñas
Apóstoles de la Caridad siguen realizando ese apostolado. Están presentes
en Italia, Sudán, Brasil, Ecuador; y colaboran también en China,
Marruecos y Palestina. Sin embargo don Luigi Monza no pudo
ver el desarrollo de su obra: murió, a causa
de un infarto, el 29 de septiembre de 1954.
Su
celo en el ministerio parroquial, el esmero que ponía en
la catequesis y la liturgia, la predicación fervorosa y concreta,
y la cercanía a la gente pobre del barrio, hicieron
de él un modelo de vida sacerdotal.
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