martes, 31 de enero de 2012

LA LENGUA DEL MAL AMIGO...




El niño tenía muy mal genio, así que su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera los estribos debía introducir un clavo en la cerca del patio de la casa. ¡El primer día el niño clavó treinta y siete clavos en la cerca! Pero poco a poco fue calmándose al descubrir que era mucho más fácil controlar ese mal genio que meter los clavos en la cerca.

Por fin llegó el día en que el muchacho ya no perdía los estribos fácilmente. Cuando fue a comunicárselo a su padre, éste le sugirió que por cada día que tuviera éxito controlando su carácter, sacara un clavo de la cerca.

Con el paso de los días el joven pudo finalmente informarle a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca. Ante esto, el padre lo llevó de la mano a la cerca del patio y le dijo: «Mira, hijo, has hecho bien. Pero ahora quiero que te fijes en todos los agujeros que quedaron en la cerca. Esta cerca jamás volverá a ser la misma de antes. Cuando dices o haces cosas con enojo, dejas una cicatriz como este agujero en la cerca. Es como meterle un cuchillo a una persona.

Aunque lo vuelvas a sacar, no puedes hacer que desaparezca la herida, pues queda la cicatriz. No importa cuántas veces pidas perdón, la herida permanece y la cicatriz la acompaña. Y una herida física es igual de grave que una herida verbal. Los amigos son verdaderas joyas a quienes hay que valorar. Te apoyan y te animan a mejorar, te escuchan y te dan palabras de aliento. Siempre tienen el corazón dispuesto a recibirte. Por eso, trata a tus amigos de tal manera que no tengas que lamentar el haberlos herido con tus palabras.»

Aquel padre tenía toda la razón. Cuando herimos a otros con nuestras palabras, podemos pedirles perdón, pero siempre queda el recuerdo. No podemos exigirles que jamás vuelvan a acordarse de esas palabras tajantes. De ahí el refrán que dice: «La lengua del mal amigo más corta que el cuchillo.» Es por eso que en la lección que el padre le dio a su hijo, se concentró en la relación que tenemos con nuestros amigos. Esa relación es como una hermosa planta que debemos cultivar, no sea que la descuidemos y destruyamos.

Más vale que sigamos el consejo del sabio Salomón. «El que refrena su boca y su lengua se libra de muchas angustias»,1 afirma el proverbista, mientras que «el ligero de labios provoca su ruina».2 Porque así como insinúa el refrán: «El charlatán hiere con la lengua como con una espada».3

Hoy más que nunca es difícil hallar un buen amigo. Sin embargo, corremos el riesgo de perderlo por simple descuido. ¿Por qué no determinamos ser buenos amigos nosotros mismos? Resolvamos evitar a toda costa pronunciar a la ligera cualquier palabra que pueda herir a un amigo. Así no tendremos que desclavar palabras que han de dejar cicatrices desagradables.


1.- Pr 21, 23
2.- Pr 13, 3
3.- Pr 12, 18

A pesar de las tristezas de esta vida...





Yo Creo en Ti



A pesar de las tristezas de esta vida
A pesar de las traiciones y mentiras
A pesar de que los míos me abandonen
A pesar de los que acusan sin razones
A pesar de lo que sientan
A pesar de lo que digan creo en ti

A pesar de la soledad, de la distancia
A pesar de mis preguntas y mis ansias
A pesar del egoísmo, de los celos
A pesar que no te conocen y hablan de lleno
A pesar de lo que sufro y a pesar de mis temores
Creo en ti, yo creo en ti, y en tu poder
Tu amor inconmensurable es mi razón de ser
Yo creo en ti, yo tengo fe

A pesar de los que quieren que no siga
A pesar de los errores en mi vida
A pesar de los que hurgan las heridas
A pesar que el mundo diga lo que diga
A pesar de lo tenga o a pesar de lo pierda
Creo en ti,

Canto tus promesas, canto
Porque tú me amas canto
Y al mirar al cielo canto
Porque tú regreses canto
Canto

Yo creo en ti, y en tu poder
Tu amor inconmensurable es mi razón de ser
Yo creo en ti, yo tengo fe

Yo creo en ti, y en tu poder
Tu amor inconmensurable es mi razón de ser
Yo creo en ti, yo tengo fe.




El Color de una Sonrisa



Es una triste realidad. Todas las relaciones comienzan con

amor y promesas, pero demasiado frecuentemente las

vemos debilitarse, desmoronarse y finalmente, fracasar.

Qué triste que todas las relaciones no sean como las de

las aves. Sé que suena extraño, pero sigan leyendo.

Hace muchos años, cuando era sólo un muchacho,

una pequeña ave amarilla golpeó nuestra puerta frontal.

Cuando miré fuera, vi aquel diminuto cuerpo inmóvil

sobre el piso. Abrí la puerta para ver si estaba atontado o,

en caso extremo, muerto. Estaba arrodillado sobre ella

cuando mi mamá se me unió.

"Michael, creo que está muerta. Escuché el golpe contra

el vidrio. Se pegó muy duro".

"Mamá, ¿deberíamos enterrarla?"

"No estoy segura, Michael. Cuando miré la primera vez

vi a otra ave aterrizar junto a ella. Parecía querer recogerla

. Creo que deberíamos dejar que la naturaleza se encargase

de esto. Pongámosla en el techo del auto y veamos qué pasa".

Colocamos la avecilla inmóvil en el techo del auto de mi papá

y entramos a la casa. Desde la ventana de nuestra sala

observamos a la compañera del ave volar a su lado,

agarrando cuidadosamente el torso del cuello del

ave muerta en su diminuto pico, y con una fuerza que sólo

el amor y la devoción pueden proveer, la levantó en el aire.

Llevó el cuerpo desde el auto, al otro lado de la calle,

a unos árboles cercanos en un prado. Voló a sólo unos

pocos metros del suelo. A veces se remontó a unos dos

metros de altura, pero entonces el peso de su compañera

le hacía descender de nuevo. Su lucha fue grande, pero su

deseo de no separarse de su compañera fue mayor.

Treinta y cinco años después, salí de mi hogar en una

caliente mañana de verano. Miré en dirección de mi vecino

de al lado --vivíamos en casas adosadas-- y noté una hebra

sencilla de la tela de una araña atada del arbusto de la esquina

de su casa a la llanta de uno de sus autos. Pensé que era extraño

que una araña tejiera tal red, especialmente de una sola hebra.

Me acerqué para investigar. Cuando me incline para romper

la red descubrí que no era tal. Era parte de una cuerda

de pescar. Le di un jalón y vi que estaba enredado

en los arbustos, y que el otro extremo estaba atado

bajo el auto. Uno de los muchachos estaba sentado

en la cubierta frontal de la casa.

Comenté: "Parece que alguien camuflajeó una

trampa alrededor del auto de tu amigo".

Se acercó para ver de qué hablaba. Le di un jalón

a la cuerda. Estaba firmemente atorada debajo

de la llanta del vehículo.

"Qué extraño, parece que se extendiese totalmente

por debajo", dije.

Caminé hacia la parte de atrás del auto y vi a un petirrojo.

Batió las alas para alejarse, pero la cuerda, que estaba

enredada en su diminuta pata, la mantenía firmemente

atada. La pobre ave aleteaba alrededor del pavimento

con solo unos treinta centímetros de cuerda de movilidad.

Lentamente me acerqué e intenté agarrarla. Cuando

mis dedos tocaron primeramente sus plumas, graznó

y se alejó aleteando de mí. Me moví más rápido en mi

segundo intento y logré asir su tembloroso cuerpo.

Se retorció y giró su cabeza para picarme, pero

mantuve mi agarre.

El muchacho se acercó para mirar, y entonces fue

a buscar un cuchillo. Cuando regresó me di cuenta

de que probablemente le rompería la patita a la

pobre ave al estirar la cuerda antes de cortarla

así que le envié a buscar unas tijeras. Regresó y

con mucho cuidado removimos el hilo.

El ave quedó libre, pero la mantuve agarrada

un poco más, para poder quitarle la última hebra

de cuerda de su patita. Hizo un gran esfuerzo y escapó

de mi alcance. Voló bajo por sobre el pavimento, bajo

una fila de buzones, y hacia un árbol. Era libre de nuevo.

Entonces observe a un segundo petirrojo volar desde

un árbol cercano y aterrizar junto al recién liberado

petirrojo. Había permanecido cerca, mientras su

compañero luchaba por su libertad, y no se hubiera

ido hasta que la libertad o la muerte terminase su relación.

Las aves que observé se apareaban de por vida y las

luchas que vienen con ella. ¿No desearía usted que

más de nuestras relaciones fuesen como las de las aves?

Yo sí lo desearía.

Michael T. Smith
Dios desea que mantengamos nuestra fidelidad a él y

luego a los demás. Fidelidad con fidelidad se paga.

«Bendito sea el Señor, el Dios de mi amo Abraham,

que no ha dejado de manifestarle su amor y fidelidad,

y que a mí me ha guiado a la casa de sus parientes.»

Genésis 24:27.

El Señor, el Señor, Dios clemente y compasivo,

lento para la ira y grande en amor y fidelidad. Exodo 34:6.
Su obra es perfecta, porque todos sus caminos

son justos; Dios de fidelidad y sin injusticia,

justo y recto es El. Deuteronomio 32:4.


El Color de una Sonrisa
Videos Cristianos


Es increíble como nuestro día cambia de color cuando sonreímos a la vida a pesar de las circunstancias adversas. Regala una sonrisa. Cuando regalamos una sonrisa a alguien expresamos la bondad del mejor regalo de paz y amor que sale del corazón.


Año Tras Año

"Año tras año es lo mismo, el mismo problema, la misma situación y la misma rutina. Unos celebran la entrada de un nuevo año con esperanzas que no se cumplirán. Yo no quiero ser un tonto más. Yo sé que el próximo año será lo mismo". Así me lo dijo esta persona la cual frente a mi, parecía totalmente deprimida por los sinsabores de la vida.

Tiene que ser así?


PowerPoint - La lección del Petirrojo

Un petirrojo nos enseña una lección
¿Porque preocuparnos?... estamos en las manos de Dios.
Con frecuencia nos preocupa el día de mañana y las
obligaciones, cargas y exigencias que pueda traer consigo.

Lutero escribe en su autobiografía:
"Hay un predicador al que amo mas que a ningún otro en este mundo.


Pensamiento - Geografía Y Espiritualidad

"Nunca subestimes la conexión que existe entre la geografía y la espiritualidad. Cada región donde vas, vives o te mueves está conectada espiritualmente con el propósito de Dios para tu vida. Donde tú estás geográficamente afecta lo que eres espiritualmente y lo que eres espiritualmente impactará donde te encuentras". Serafín Contreras G.


Hoy... En Dios Tendré Firmeza

Durante las "etapas de firmeza" desarrollamos las cualidades del carácter que Dios diseño que poseamos. Podemos transferir estas cualidades a otras áreas de nuestra vida. Por ejemplo, la paciencia que aprendemos como padres se transfiere cuando trabajamos con otros. Las cualidades de perseverancia y lealtad que desarrollamos en el trabajo se transfieren a nuestros matrimonios. Cualidades de carácter transferibles se pueden desarrollar, pero solo cuando se permanece en el trayecto y le permitimos a Dios trabajar en nuestras vidas.


Salmo 127:3
He aquí, don del Señor son los hijos.

No Temas Tomar Decisiones



Toma Decisiones

Promesas de Dios para Ti



Es un frío día de diciembre en la ciudad de Nueva York. Un jovencito de unos 10 años estaba parado, descalzo, ante una tienda de zapatos en Broadway, asomándose al escaparate, y temblando de frío.

Una dama se acercó al muchacho y le dijo: "Mi jovencito, ¿qué es lo que miras con tanta insistencia en el escaparate?

"Le estaba pidiendo a Dios que me diese un par de zapatos", fue la respuesta del muchacho.

La dama lo tomó de la mano y entraron a la tienda, le pidió al vendedor que trajese una media docena de calcetines para el muchacho. Entonces, le preguntó si podía conseguirle una vasija con agua y una toalla.

Él se las trajo rápidamente. Ella se llevó al muchacho a la parte trasera de la tienda y, quitándose sus guantes, se arrodilló, lavó sus piecitos y los secó con la toalla.

Para entonces, el vendedor había regresado con los calcetines.

Colocando un par en los pies del muchacho, entonces ella le compró un par de zapatos, y atando el resto de los pares de calcetines, se los entregó. Le dio una palmadita en la cabeza y le dijo: "No hay duda, mi amiguito, te sentirás más cómodo ahora".

Al salir, el asombrado muchacho le tomó la mano y, mirándola al rostro, con lágrimas en sus ojos, le contestó con estas palabras: "¿Es usted la esposa de Dios?"

Desconocemos el Autor
No hay duda que cuando somos compasivos nos parecemos a Dios, porque Dios es Compasivo. Extendemos nuestra mano amiga y tierna no sólo en Diciembre, sino todo el año.

Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Mateo 5:16.

Y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su compasión, como está escrito: "Por eso te alabaré entre las naciones; cantaré himnos a tu nombre."
Romanos 15:9.


Cuenta Conmigo
Videos Cristianos


Aunque a veces las circunstancias del día, y todo lo que rodea impide que nos veamos o estemos más cerca. Sabes que puedes contar conmigo, siempre estaré ahí.


Llamados A Libertad

Nuestra libertad tenía un precio y Jesús ya lo pago. Será necesario ponernos a cuenta con Dios, El está esperando nuestra sujeción y dependencia, que le contemos aquello que hicimos, que dijimos, que pensamos y sentimos y permitirle así, que nos enseñe a vivir en libertad.


PowerPoint - El Factor Dios

Prácticamente todo el mundo tiene dificultades, problemas económicos o, entre otras cosas, enfrenta situaciones difíciles o padece enfermedad.

Sin embargo, algunos saben sobrellevar esas situaciones mejor que otros...


Pensamiento - Sosteniendo Las Manos

"Las oraciones de Moisés golpearon fuertemente a los enemigos de Israel. Pero Moisés no estuvo solo en ese proceso, porque llegó un momento en que sus manos se cansaron y Aaron y Hur se pusieron a su lado para sostenerle las manos. Hoy no puedo estar solo en mi proceso de enfrentar al enemigo en oración. Necesito la compañía de otros". Serafín Contreras G.
Exodo 17:12.


Hoy... El Señor Es Mi Refugio

Hay períodos en mi vida cuando el sol parece desaparecer de mi sendero y ciertas nubes comienzan a arremolinarse sobre mi cabeza, hay momentos cuando me regocijo en la presencia de Dios , pero otras veces parece que ni la veo ni la siento. A veces parecen los días como especiales para tomar sol y otros días en que parece que el frío intenso penetra hasta mis huesos.


Salmo 37:5
Encomienda al Señor tu camino; confía en Él, y Él hará.

Fidelidad Emplumada


Fidelidad emplumada (fieles hasta la muerte)

Es una triste realidad. Todas las relaciones comienzan con amor y promesas, pero demasiado frecuentemente las vemos debilitarse, desmoronarse y finalmente, fracasar. Qué triste que todas las relaciones no sean como las de las aves. Sé que suena extraño, pero sigan leyendo.

Hace muchos años, cuando era sólo un muchacho, una pequeña ave amarilla golpeó nuestra puerta frontal. Cuando miré fuera, vi aquel diminuto cuerpo inmóvil sobre el piso. Abrí la puerta para ver si estaba atontado o, en caso extremo, muerto. Estaba arrodillado sobre ella cuando mi mamá se me unió.
"Michael, creo que está muerta. Escuché el golpe contra el vidrio. Se pegó muy duro".

"Mamá, ¿deberíamos enterrarla?"

"No estoy segura, Michael. Cuando miré la primera vez vi a otra ave aterrizar junto a ella. Parecía querer recogerla. Creo que deberíamos dejar que la naturaleza se encargase de esto. Pongámosla en el techo del auto y veamos qué pasa".

Colocamos la avecilla inmóvil en el techo del auto de mi papá y entramos a la casa. Desde la ventana de nuestra sala observamos a la compañera del ave volar a su lado, agarrando cuidadosamente el torso del cuello del ave muerta en su diminuto pico, y con una fuerza que sólo el amor y la devoción pueden proveer, la levantó en el aire.

Llevó el cuerpo desde el auto, al otro lado de la calle, a unos árboles cercanos en un prado. Voló a sólo unos pocos metros del suelo. A veces se remontó a unos dos metros de altura, pero entonces el peso de su compañera le hacía descender de nuevo. Su lucha fue grande, pero su deseo de no separarse de su compañera fue mayor.

Treinta y cinco años después, salí de mi hogar en una caliente mañana de verano. Miré en dirección de mi vecino de al lado --vivíamos en casas adosadas-- y noté una hebra sencilla de la tela de una araña atada del arbusto de la esquina de su casa a la llanta de uno de sus autos. Pensé que era extraño que una araña tejiera tal red, especialmente de una sola hebra.

Me acerqué para investigar. Cuando me incline para romper la red descubrí que no era tal. Era parte de una cuerda de pescar. Le di un jalón y vi que estaba enredado en los arbustos, y que el otro extremo estaba atado bajo el auto. Uno de los muchachos estaba sentado en la cubierta frontal de la casa.
Comenté: "Parece que alguien camuflajeó una trampa alrededor del auto de tu amigo".

Se acercó para ver de qué hablaba. Le di un jalón a la cuerda. Estaba firmemente atorada debajo de la llanta del vehículo.

"Qué extraño, parece que se extendiese totalmente por debajo", dije.

Caminé hacia la parte de atrás del auto y vi a un petirrojo. Batió las alas para alejarse, pero la cuerda, que estaba enredada en su diminuta pata, la mantenía firmemente atada. La pobre ave aleteaba alrededor del pavimento con solo unos treinta centímetros de cuerda de movilidad.

Lentamente me acerqué e intenté agarrarla. Cuando mis dedos tocaron primeramente sus plumas, graznó y se alejó aleteando de mí. Me moví más rápido en mi segundo intento y logré asir su tembloroso cuerpo. Se retorció y giró su cabeza para picarme, pero mantuve mi agarre.

El muchacho se acercó para mirar, y entonces fue a buscar un cuchillo. Cuando regresó me di cuenta de que probablemente le rompería la patita a la pobre ave al estirar la cuerda antes de cortarla así que le envié a buscar unas tijeras. Regresó y con mucho cuidado removimos el hilo.

El ave quedó libre, pero la mantuve agarrada un poco más, para poder quitarle la última hebra de cuerda de su patita. Hizo un gran esfuerzo y escapó de mi alcance. Voló bajo por sobre el pavimento, bajo una fila de buzones, y hacia un árbol. Era libre de nuevo.

Entonces observe a un segundo petirrojo volar desde un árbol cercano y aterrizar junto al recién liberado petirrojo. Había permanecido cerca, mientras su compañero luchaba por su libertad, y no se hubiera ido hasta que la libertad o la muerte terminase su relación.

Las aves que observé se apareaban de por vida y las luchas que vienen con ella. ¿No desearía usted que más de nuestras relaciones fuesen como las de las aves? Yo sí lo desearía.


Dios desea que mantengamos nuestra fidelidad a él y luego a los demás. Fidelidad con fidelidad se paga.
«Bendito sea el Señor, el Dios de mi amo Abraham, que no ha dejado de manifestarle su amor y fidelidad, y que a mí me ha guiado a la casa de sus parientes.» Genésis 24, 27.
El Señor, el Señor, Dios clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor y fidelidad. Exodo 34, 6.
Su obra es perfecta, porque todos sus caminos son justos; Dios de fidelidad y sin injusticia,justo y recto es El. Deuteronomio 32, 4.

La existencia del demonio y su actuación sobre el hombre



El demonio es como un gran perro encadenado, que solamente muerde a quienes se le acercan demasiado



Citas de la Sagrada Escritura sobre el demonio


1. Existencia


He visto a Satanás caer del cielo a manera del relámpago. Lc 10, 18.

Vosotros sois hijos del diablo [...]. El fue homicida desde el principio, no permaneció en la verdad. Jn 8, 44.

Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que, amarrados con cadenas infernales, los precipitó al abismo donde son atormentados. 2 Pdr 2, 4.

A los ángeles que no conservaron su dignidad, sino que abandonaron su morada, los echó (Dios) en el abismo tenebroso con cadenas eternas. Jud 6.

Apartáos de mí, malditos, al fuego eterno, que fue destinado para el diablo y sus ángeles. Mt 25, 41.

2. Oposición entre Jesús y el diablo

Jesús fue conducido por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo [...]. El diablo le dijo: Todas estas cosas te daré si postrándote ante mí me adorares. Respondióle Jesús: Apártate de mí, Satanás. Mt 4, 1-9; Mc 1, 12-13; Lc 4, 1-13.

El enemigo que sembró la cizaña es el diablo. Mt 13, 39.

Los escribas decían: Esta poseido de Belcebú, y así por arte del príncipe de los demonios es como lanza los demonios. Mas les contestaba con estos similes: ¿Cómo puede Satanás arrojar al mismo Satanás? Si un reino se divide no puede subsistir Mc 3, 22-24; Mt 12, 24-32, Lc 11, 15-20.

Curó (Jesús) a muchas personas, afligidas de varias dolencias, y lanzó a muchos demonios, sin permitirles decir que sabían quien era. Mc 1, 34.

Señor, ten compasión de mi hijo, porque es lunático [...] y lo he presentado a tus discípulos y no han podido curarle. Jesús dijo: Traédmelo acá. Y Jesús amenazó al demonio y salió del muchacho, que quedó curado. Mt 17, 14-17; Mc 9, 17-28; Lc 9, 38-44.

Los que creyeren lanzaran los demonios en mi nombre. Mc 16, 17.

Señor, hasta los demonios mismos se sujetan a nosotros por la virtud de tu nombre. Lc 10, 17.

Un hombre poseido del espíritu inmundo exclamó diciendo: ¿Qué tenemos nosotros que ver contigo, oh Jesús Nazareno? ¿Has venido a perdernos? Mt 8, 29; Mc 1, 24; 5, 7; Lc 8, 28.

Ahora "el príncipe de este mundo" va a ser lanzado fuera. Jn 12, 31.

¿Qué compañía puede haber entre la luz y las tinieblas? ¿qué concordia entre Cristo y Belial? 2 Cor 6, 14-15.

3. Su actuación sobre el hombre

Sed sobrios y vigilantes: porque vuestro enemigo el diablo anda girando como león rugiente alrededor de vosotros, en busca de presa que devorar. I Pdr 5, 8.

Quisimos pasar a visitaros y en particular yo, Pablo, lo he resuelto varias veces; pero Satanás nos lo ha estropeado [...]. I Tes 2, 18.

Los que contradicen la verdad [...] están enredados en los lazos del diablo, que los tiene presos a su arbitrio. 2 Tim 2, 25-26.

Dijo también el Señor: Simón, mira que Satanás va tras de vosotros para zarandearos como el trigo. Mas yo he rogado por ti. Lc 22, 31 -32.

El que oye la palabra del reino y no para en ella su atención, viene el mal espíritu y le arrebata aquello que se había sembrado en su corazón. Mt 13, 19.

Se me ha dado el estímulo de mi carne, un angel de Satanás para que me abofetee. 2 Cor 12, 7.

El mismo Satanás se transforma en angel de luz, así no es mucho que sus ministros se transfiguren en ministros de justicia. 2 Cor 11, 14-15.

Satanás se apodero de Judas, el cual fue a tratar con los príncipes de los sacerdotes Lc 22, 3-4; Jn 13, 17.

Temo que así como la serpiente engañó a Eva con su astucia, así sean manchados vuestros espíritus. 2 Cor 11, 3.

Revestíos de toda la armadura de Dios, para poder contrarrestar las asechanzas del diablo, pues [...] nuestra pelea es contra los espíritus malignos. Efes 6, 11 - 12.

Si os enojáis, no queráis pecar [...]. No déis lugar al diablo. Efes 4, 26-27.

Éstos son espíritus de demonios, que hacen prodigios y van a los reyes de la tierra para coaligarlos en batalla el gran día del Dios todopoderoso. Apoc 16, 14.

Satanás saldrá de su prisión y engañará a las naciones que hay sobre los cuatro ángulos del mundo. Apoc 20, 7.

Quien comete pecado, del diablo es; porque el diablo desde el momento de su caída continúa pecando. Por eso vino el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. I Jn 3, 8.

Estad, pues, sujetos a Dios y resistid al diablo y huirá de vosotros. Sant 4, 7.

Diversos Textos sobre el demonio

Escogió el mal

Si miras hacia el sol serás inmediatamente iluminado; si miras hacia la sombra, necesariamente quedarás rodeado de tinieblas. El diablo es malo por haber escogido la maldad libre y conscientemente, no porque su naturaleza esté de por si en oposicion con el bien (SAN BASILIO, Sermón 15).

Su actuación constante cerca del hombre

Siempre está ojo avizor contra nosotros el enemigo antiguo; no nos durmamos. Sugiere halagos, pone celadas, introduce malos pensamientos y, para llevarnos a dolorosa ruina, pone delante lucros y amenaza con perjuicios. Todos ahora y cada uno es probado, cada cual a su modo (SAN AGUSTÍN, Sermón 6).

Las cosas que proceden de la naturaleza y las que parten de nuestra voluntad, son de poca importancia, comparadas con la guerra implacable que nos tiene declarada el demonio. (SAN JUAN CRISÓSTOMO,en Catena Aurea,vol I, p.374).

Nos dice también San Pedro: Vigilad constantemente, pues el demonio esta rondando cerca de vosotros como león rugiente, que busca a quien devorar. Y el mismo Jesucristo nos dice: Orad sin cesar, para que no caigais en la tentación: es decir, que el demonio nos acecha en todas partes. De manera que es preciso contar con que, en cualquier parte o en cualquier estado que nos hallemos, nos acompañará la tentacion. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre las tentaciones).

Nuestro enemigo el diablo nos rodea siempre, tratando de quitarnos la semilla de la palabra que ha sido puesta en nosotros. (SAN ATANASIO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 396).

La tentación

Como general competente que asedia un fortín, estudia el demonio los puntos flacos del hombre a quien intenta derrotar, y lo tienta por su parte mas débil. (SANTO TOMÁS, Sobre el Padrenuestro, 1. c., p. 162).

Sus armas son la astucia, el engaño y la torpeza espiritual y sus despojos los hombres engañados por él. (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 30).

Dos pasos del diablo: primero engaña, y después de engañar intenta retener en el pecado cometido. (SANTO TOMÁS, Sobre el Padrenuestro, 1. c. , p. 163).

Las tentaciones de Nuestro Señor son también las tentaciones de sus servidores de un modo individual. Pero su escala, naturalmente, es diferente: el demonio no va a ofreceros a vosotros ni a mi todos los reinos del mundo. Conoce el mercado y, como buen vendedor, ofrece exactamente lo que calcula que el comprador tomará. Supongo que pensará, con bastante razón, que la mayor parte de nosotros podemos ser comprados por cinco mil libras al año, y una gran parte de nosotros por mucho menos. Tampoco nos ofrece sus condiciones de modo tan abierto, sino que sus ofertas vienen envueltas en toda especie de formas plausibles. Pero si ve la oportunidad, no tarda mucho en señalarnos a vosotros y a mi como podemos conseguir aquello que queremos si aceptamos ser infieles a nosotros mismos y, en muchas ocasiones, si aceptamos ser infieles a nuestra lealtad católica. (R. A.KNOX, Sermones pastorales, P. 79).

Trata siempre de sembrar la confusión

El diablo no permite a aquellos que no velan, que vean el mal hasta que lo han consumado. (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p. 345).

Suponed, por ejemplo, que sobre las calles de una populosa ciudad cayera de repente la oscuridad; podeis imaginar, sin que yo os lo cuente, el ruido y el clamor que se produciría. Transeuntes, carruajes, coches, caballos, todos se hallarían mezclados. Así es el estado del mundo. El espíritu maligno que actúa sobre los hijos de la incredulidad, el dios de este mundo, como dice S. Pablo, ha cegado los ojos de los que no creen, y he aquí que se hallan forzados a reñir y discutir porque han perdido su camino; y disputan unos con otros, diciendo uno esto y otro aquello, porque no ven. (CARD.J. H. NEWMAN, Sermón para el Domingo 11 de Cuaresma. Mundo y pecado).

El lobo roba y dispersa las ovejas, porque a unos los arrastra a la impureza, a otros inflama con la avaricia, a otros los hincha con la soberbia, a otros los separa por medio de la ira, a este le estimula con la envidia, al otro le incita con el engaño. De la misma manera que el lobo dispersa las ovejas de un rebaño y las mata, así también hace el diablo con las almas de los fieles por medio de las tentaciones. (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 14 sobre los Evang.).

Siendo un angel apóstata, no alcanza su poder más que a seducir y apartar el espíritu humano para que viole los preceptos de Dios, oscureciendo poco a poco el corazon de aquellos que tratarían de servirle, con el propósito de que olviden al verdadero Dios, sirviéndole a él como si fuera Dios. Ésto es lo que descubre su obra desde el principio. (SAN IRENEO, Trat. contra las herejías, 5).

Perverso maestro es el diablo, que mezcla muchas veces lo falso con lo verdadero, para encubrir con apariencia de verdad el testimonio del engaño. (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. IV, p. 76).

En la hora de la muerte

Debemos procurar pensar con santo temor cuán furioso y terrible se presentará el demonio en el dia de nuestra muerte, buscando en nosotros sus obras; cuando vemos que se presentó a Dios al morir en su carne, y buscó alguna de sus obras en Aquel en quien nada pudo encontrar. (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 39 sobre los Evang.).

Trata de aprovechar cualquier circunstancia y estado de ánimo especialmente la tristeza

Alguien podría quiza preguntar: ¿cómo se explica que el diablo utilice las citas de la Sagrada Escritura?

No tiene mas que abrir el Evangelio y leer. Encontrará escrito: Entonces el diablo lo tomó -se trata del Señor, del Salvador- y lo puso sobre lo alto del templo y le dijo: si eres el Hijo de Dios, échate de aquí abajo; pues está escrito: te he encomendado a los ángeles, los cuales te tomarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra (Mt 4, 5-6).

¿Qué no hará a los pobres mortales el que tuvo la osadía de asaltar, con testimonios de la Escritura, al mismo Señor de la majestad? (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 26).

Después (de cometido el mal) el diablo exageró de tal manera su tristeza que llegó a perder al desgraciado. Algo semejante pasó en Judas, pues después que se arrepintió no supo contener su corazón, sino que se dejo llevar por la tristeza inspirada por el diablo, la cual le perdió. (ORIGENES, en Catena Aurea, vol. III, p. 346).

El pecador queda, en cierto modo, bajo la potestad del demonio

De la misma manera que la nave (una vez roto el timón) es llevada a donde quiere la tempestad, así también el hombre, cuando pierde el auxilio de la gracia divina por su pecado, ya no hace lo que quiere, sino lo que quiere el demonio. (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p.

Cuando el demonio se aparta de alguno, acecha el instante oportuno, y cuando le ha inducido a un segundo pecado, acecha la ocasión para el tercero. (ORIGENES, en Catena Aurea, vol. III, p. 346).


No tiene tanto poder para vencernos como para tentarnos. Incluso tiene limitado el poder de tentar

El afirmar que éstos enemigos se oponen a nuestro progreso, lo decimos solamente en cuanto nos mueven al mal, no que creamos que nos determinen efectivamente a él. Por lo demás, ningún hombre podría en absoluto evitar cualquier pecado, si tuvieran tanto poder para vencernos como lo tienen para tentarnos. Si por una parte es verdad que tienen el poder de incitarnos al mal, por otra es tambien cierto que se nos ha dado a nosotros la fuerza de rechazar sus sugestiones y la libertad de consentir en ellas. Pero si su poder y sus ataques engendran en nosotros el temor, no perdamos de vista que contamos con la protección y la ayuda del Señor. Su gracia combate a nuestro favor con un poder incomparablemente superior al de toda esa multitud de adversarios que nos acosan. Dios no se limita únicamente a inspirarnos el bien. Nos secunda y nos empuja a cumplirlo. Y más de una vez, sin percatarnos de ello y a pesar nuestro, nos atrae a la salvación. Es, pues, un hecho cierto que el demonio no puede seducir a nadie, si no es a aquel que libremente le presta el consentimiento de su voluntad. (CASIANO, Colaciones, 7).

El diablo tiene un cierto poder; sin embargo, las más de las veces quiere hacer daño y no puede porque éste poder está bajo otro poder [...], ya que Quien da facultad al tentador, da tambien su misericordia al que es tentado. Ha limitado al diablo los permisos de tentar. (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña, 2).

El diablo no puede dominar a los siervos de Dios que de todo corazón confían en Él. Puede, sí, combatirlos, pero no derrotarlos. (PASTOR DE HERMAS, Epílogo sobre los Mandamientos, 2).

No conoce directamente la naturaleza de nuestros pensamientos

Los espíritus inmundos no pueden conocer la naturaleza de nuestros pensamientos. Únicamente les es dado columbrarlos merced a indícios sensibles o bien examinando nuestras disposiciones, nuestras palabras o las cosas hacia las cuales advierten una propensión por nuestra parte. En cambio, lo que no hemos exteriorizado y permanece oculto en nuestras almas les es totalmente inaccesible.

Inclusive los mismos pensamientos que ellos nos sugieren, la acogida que les damos, la reacción que causan en nosotros, todo ésto no lo conocen por la misma esencia del alma, antes bien, por los movimientos y manifestaciones del hombre exterior. (CASIANO, Colaciones, 7).

Es como un gran perro encadenado, que solamente muerde a quienes se le acercan demasiado

Nos dice San Agustin, para consolarnos, que el demonio es un gran perro encadenado, que acosa, que mete mucho ruido, pero que solamente muerde a quienes se le acercan demasiado. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre las tentaciones).

Ayuda de los Sacramentos, de la oración, de la limosna y de los sacramentales para vencer la tentación

Me dices que por qué te recomiendo siempre, con tanto empeño, el uso diario del agua bendita. Muchas razones te podría dar. Te bastará, de seguro, ésta de la Santa de Avila: "De ninguna cosa huyen más los demonios, para no tornar, que del agua bendita" (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 5t2).

Dios nos envía amigos, ora sea un santo, ora un angel, para consolarnos [...]; nos hace sentir con mayor fuerza la eficacia de sus gracias a fin de fortalecernos y armarnos de valor. Mas, al recibir los sacramentos, no es un santo o un angel, es Él mismo quien viene revestido de todo su poder para aniquilar a nuestro enemigo. El demonio, al verle dentro de nuestro corazón, se precipita a los abismos; aquí tenéis, pues, la razón o motivo por el cual el demonio pone tanto empeño en apartarnos de ellos, o en procurar que los profanemos. En cuanto una persona frecuenta los sacramentos, el demonio pierde todo su poder sobre ella. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la perseverancia)

(Mas líbranos del mal). Nada queda ya que deba pedirse al Señor cuando hemos pedido su protección contra todo lo malo; la cual, una vez obtenida, ya podemos considerarnos seguros contra todas las cosas que el demonio y el mundo pueden hacer. ¿Qué miedo puede darnos el siglo, si en el tenemos a Dios por defensor? (SAN CIPRIANO, en Catena Aurea, vol. II, pp. 371-372).

Ningún poder humano puede ser comparado con el suyo y sólo el poder divino lo puede vencer y tan sólo la luz divina puede desenmascarar sus artimañas. El alma que hubiera de vencer la fuerza del demonio no lo podrá conseguir sin oración ni podrá entender sus engaños sin mortificación y sin humildad (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual, 3, 9).

Donde se da limosna no se atreve a penetrar el diablo. (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre la l.a Epístola a los Colosenses, 35).

La ayuda del Ángel Custodio

Acude a tu Custodio, a la hora de la prueba, y te amparará contra el demonio y te traerá santas inspiraciones. (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 567).

El humilde vence al demonio

Refiérese en la vida de San Antonio que Dios le hizo ver el mundo sembrado de lazos que el demonio tenía preparados para hacer caer a los hombres en pecado. Quedó de ello tan sorprendido que su cuerpo temblaba como la hoja de un árbol, y dirigiéndose a Dios le dijo: "Señor, ¿quién podre escapar de tantos lazos?" Y oyó una voz que le dijo: "Antonio, el que sea humilde; pues Dios da a los humildes la gracia necesaria para que puedan resistir a las tentaciones; mientras permite que el demonio se divierta con los orgullosos, los cuales caerán en pecado en cuanto sobrevenga la ocasión. Mas a las personas humildes el demonio no se atreve a atacarlas" (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la humildad).

La ayuda de la Virgen

El príncipe de este mundo ignora la virginidad de Maria y su parto y la muerte del Señor: tres misterios resonantes cumplidos en el silencio de Dios. (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a los Tralianos, 9, 1).

¿Que por momentos te faltan las fuerzas?-¿,Por que no se lo dices a tu Madre: consolatrix afflictorum, auxilium christianorum... spes postra, regina apostolorum? (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 515).

¡Que cosas nos dicen los santos de Maria! ¡Quien volvio a su casa sin alegria ni gozo, despues de haber pedido a Maria, la Madre del Señor, lo que deseaba? (SAN AMADEO, Homilias).

Asi como Eva fue seducida por un angel para que se alejara de Dios, desobedeciendo su palabra, asi Maria fue notificada por otro angel de que llevaría a Dios en su seno, si obedecia su palabra. Y como aquella fue inducida a no obedecer a Dios, asi esta fue persuadida a obedecerlo, y de esta manera la Virgen Maria se convirtio en abogada de la virgen Eva. (SAN IRENEO, Trat. contra las herejias, 5).

En todo peligro puedes alcanzar la salvacion de esta Virgen gloriosa; por eso se dice: Mil escudos-mil remedios contra los peligros-cuelgan de ella (Cant 4, 4). Igualmente, para cualquier obra virtuosa puedes invocarla en tu ayuda; por eso dice Ella misma: En mi esta toda esperanza de vida y de virtud. (Eclo 24, 25) (SANTO TOMAS, Sobre el Avemaria, 1. c., p. 182).

Demonio

"Nadie conoce los lazos en que está preso, ni los que el demonio le prepara: nosotros somos semejantes a las gentes entregadas al vino, que no perciben los cordeles con que los van a atar, ni sienten cuando los atan. (s. Efren., -de morb.ing.- sent. 9, Tric. T. 3, p.78.)"

"Dios clama por sus Profetas, por sus Apóstoles y Evangelistas, y pocos oyen su voz; el diablo llama a los hombres por medio de los bailes, canciones y músicas, y junta una infinidad de gentes. (S. Efren., -Cont. neg. resurrec.- sent. 16, Tric. T. 3, p. 80.)"

"Cuando los demonios se esfuerzan en abatir al alma con el temor y desesperación, otro tanto la levanta la memoria de la misericordia divina con la esperanza de los bienes eternos. Porque Aquel que nos dijo, que era necesario perdonar, no sólo siete veces, sino setenta veces siete, perdonará con más bondad a los que esperan de El su salud. (S. Efren., -de Humilit. compar.- sent. 22, Tric. T. 3, p. 80.)"

"El demonio no se introduce tan fácilmente con la tentación de la gloria humana en los espíritus perezosos y tibios, o en los rudos y pesados, como en los que son más fervorosos y más ricos de méritos y buenas obras: muchas veces derriba con la elevación del orgullo a los que no ha podido mover en otros puntos con los esfuerzos más violentos; pues juzga que cuanto más se han elevado en santidad, más proporcionados los tendrá para caer en sus emboscadas. (S. Ambrosio, -Epist. 84,- sent. 168, Tric. T. 4, p. 348.)"

"Veía yo a Satanás que caía del cielo como un rayo: no temamos, pues, a un enemigo tan débil que tiene que caer. Le dio el Señor libertad para tentar; pero no le concedió facultad para derribar, si el afecto, por no invocar el auxilio, no se resbala con facilidad. (S. Ambrosio, lib. de Parad., c. 2, sent. 2, adic. Tric. T. 4, p. 393.)"

"Todo nuestro trabajo y toda la perfección de nuestra vida, consiste en la vigilancia de nuestro corazón y en el desasimiento de nuestra propia voluntad, por ser incapaces de ver sus tinieblas y de descubrir las emboscadas que nuestro enemigo tiene ocultas, si nuestro espíritu no se desprende de] cuidado de las cosas exteriores, y no entra con aplicación con el examen de sí mismo. (S. Paulino, Ep. 24, ad Sever., sent. 3, Tric. T. 5, p. 330.)"

"En toda la figura de este mundo que pasa, y por medio de los ojos, da deleite al corazón, tiene el demonio tendidas las redes; en su hermosura está el lazo y la espada de la muerte. (S. Paulino, Ep. 2, ad Sever., sent. 3, adic. Tric. T. 5, p. 360.)"

"El demonio se esfuerza contra vosotros con mayor rabia cuando ve que procuramos arreglar nuestra vida; y cuando advierte que hemos trabajado en llenar el navío de nuestro corazón con más preciosos tesoros de gracias, hace todo cuanto puede para causarnos un naufragio mortal. (S. Juan Crisóst., sent. 1, Homil. 1, ad popul. Antioch., Tric. T. 6, p. 300.)"

"Si el demonio no se atreve a entrar en ninguna casa en donde está el Evangelio, mucho menos se atreverá a entrar o introducir el pecado en un alma que continuamente se emplea en leerle. Santificad, pues, vuestra alma y vuestro cuerpo teniendo siempre en vuestro cuerpo y en vuestra alma el Santo Evangelio. (S. Juan Crisóst., Horni. 32, in c. 3, S. Joann., sent. 79, Tric. T. 6, p. 313.)"

"Entre tanto que el demonio nos combatiere sólo por fuera, seremos bastante fuertes para resistirle; pero si le abrimos una vez la puerta de nuestra alma y dejamos entrar este peligroso enemigo, sabed que ya no tendremos fuerzas para defendernos. (S. Juan Crisóst., Sern. de pec. non evulg., n. 4, sent. 224, Trie. T. 6, p. 345.)"

" ¡Qué astuto es el diablo! Como sabe que en la oración alcanzamos de Dios grandes gracias, se esfuerza cuanto puede para apartar las almas imprudentes de un ejercicio tan útil. (San Juan Crisóstomo, Sen-n. de Canan., n. 10, sent. 247, Tric. T. 6, p. 350.)"

"Dios prometió un Reino y los hombres le desprecian. El diablo les prepara un infierno, y le honran y obedecen, siendo así, que el uno es Dios, y el otro no es más que un demonio y la más vil de todas las criaturas. (S. Juan Crisóst., Homi. 6, c. 2, sent. 263, Tric. T. 6, p. 354.)"

"Aunque el demonio es el que nos inspira el amor carnal, con todo eso, de nosotros mismos viene; porque proviene de las compañías, de las lisonjas y de la ociosidad. A la verdad, que tiene tanta fuerza la costumbre, que impone como una necesidad a la naturaleza.

Si la costumbre tiene eficacia para producir el amor malo, no tiene menos para extinguirlo, y así hemos visto que muchos han dejado de amar, porque han cesado de ver. (S. Juan Crisóst., Homi. 5, c. 5, ad Corinth., sent. 335, Tric. T. 6, p. 373.)"

"Así como los que cantan los Salmos están llenos del Espíritu Santo, así los que cantan canciones disolutas y diabólicas están llenos del espíritu inmundo. (S. Juan Crisóst., Hom]. 19, sent. 346, Tric. T. 6, p. 376.)"

"El que siempre tiene el infierno delante, no caerá en él: como al contrario, no le evitará el que le desprecia. (S. Juan Crisóst., Homl. 2, in e. 1, ad Tesal., sent. 365, Tric. T. 6, p. 379.)"

"Dios no permite que el demonio tiente a los fieles, sino en lo preciso para su adelantamiento espiritual. (S. Agust., Saim. 63, sent. 98, Tric. T. 7, p. 4o3.)"

"El diablo sólo persigue a los buenos y no a los malos, porque estos son sus amigos y hacen siempre su voluntad. (S. Cesáreo de Arnés, Serm. 10, sent. 2, Tric. T. 9, p. 44.)"

"Acuérdate, infeliz, que vas caminando entre los lazos del demonio; los cuales, pro todas partes nacen debajo de tus pies: despierta temiendo que tu sueño te precipite en la sombra de una funesta muerte. Desengáñate de la ilusión de una vida larga sobre la tierra, no sea que este error te mantenga en el estado de la culpa y te tenga por más tiempo encerrado en los hábitos perniciosos. Ruega sin cesar a Jesucristo, tu Salvador, que haga que todas las aficiones de tu corazón lleven los frutos de una tierra excelente, y que toda tu vida sea como una fecunda vid, cuyo fruto merezca ser ofrecido a Dios, y que la reciba su Divina Majestad con complacencia. (S. Anselmo, Exhort., ad Contempt. temporal., sent. 2, Tric. T. 9, p. 338.)"

"Más atrevido es el enemigo para envestir por la espalda, que para resistir cara a cara. (S. Bern., Ep. 11, n. 12, sent. 36, Tric. T. 10, p. 324.)"

"No hay seguridad para el que duerme cerca de una serpiente. (S. Berna., Ep. 241, sent. 60, Trie. T. 10, p. 325.)"

"El que rehusa seguir los preceptos, favorece al tentador. (S. Bern., Serm. 77, in Cant., sent. 133, Tric. T. 10, p. 330.)"

"Lo que principalmente persigue el demonio es la perseverancia, porque sabe que a sólo ella se corona. (S. Bem., Ep. 24, sent. 147. Tric. T. 10, p. 330.)"

"Es cambio infeliz y de la mayor locura, por huir del trabajo humano, escoger con el demonio los ardores eternos. (S. Bern., Tract.de Cont. mund., ad Cler., n. 27,ent. 167, tric. T. 10, p. 332.)".

En Que te Estas Enfocando?





Un profesor comenzó su conferencia sosteniendo en su mano un billete de $20.
En el aula habían 200 estudiantes a quienes preguntó:

"A quién le gustaría tener este billete de $20?" Inmediatamente se levantaron muchas manos.

El profesor entonces dijo:

"Le voy a dar estos $20 a quien...pero primero déjenme hacer esto."

Procedió a estrujar el billete. Luego preguntó: "Alguien lo quiere todavía?".

Las manos se levantaron nuevamente y en mayor número que antes.

"Bien," replicó, "qué pasa si yo hago esto?" Lo tiró al suelo y comenzó a pisarlo con su zapato.

Lo levantó del piso, ahora completamente aplastado y sucio.

"Ahora, quién de ustedes todavía lo quiere?

Otra vez las manos de casi todos los estudiantes se levantaron rápidamente.

"Mis amigos, esta mañana ustedes han aprendido una valiosa lección.

No importa lo que le hice al billete, ustedes todavía lo deseaban, porque no había perdido su valor. Todavía valía $20."

"Muchas veces en nuestras vidas, somos pisoteados, estrujados, y enlodados por decisiones que hicimos y por las circunstancias que se cruzaron por nuestro camino.

Nos sentimos como si fueramos inservibles. Pero no importa lo que haya ocurrido o lo que ocurrirá, ustedes nunca perderán su valor ante los ojos de Dios."

"Pisoteados, arrugados, o impecablemente planchados, ustedes son apreciables para Él."

El valor de nuestras vidas no se establece por lo que hacemos ni por a quien conocemos sino por los que SOMOS.


Aprendamos de la Hormiga!
Videos Cristianos


Cuántas veces nos quejamos por los problemas, las cargas y las pruebas, y no aprovechamos esas mismas cargas para convertirlas en puentes que nos ayuden a triunfar.
Aprendamos de la hormiga...

¿En qué me estoy Enfocando?

"Un individuo enfocado a una meta es muy parecido a un rayo láser. Cuando haces de luz se concentran y se sincronizan producen energía de gran poder. Pueden realizar cirugía ocular o traspasar superficies tan sólidas como el diamante." ...


PowerPoint - Un Empujoncito

Un empujoncito cuando el camino es penoso
puede ayudarnos a remontar la cuesta.
Una oracioncita en un día gris
puede tornar nuestra amargura en fiesta.
Una alzadita cuando la carga es gravosa
puede ser la fuerza que nos saque adelante.


Pensamiento - La Materia Prima

"No fuimos llamados para vivir en temor. Fuimos llamados para ser pueblo de Fe. Temor es la materia prima con la cuál Satanás trabaja. Fe es la materia prima con la que Dios construye. La Base de la fe es el amor, porque el amor echa fuera el Temor". Serafín Contreras G.


Hoy... Mi Alma Será Prosperada

Si quiero la prosperidad de mi alma, no debo amontonar tesoros, sino repartirlos entre los pobres.
El camino de la fortuna, según el mundo, es ser avaro y mezquino; mas no es éste el camino de Dios, porque nos dice: «Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes son escasos más de lo que es justo, mas vienen a pobreza»...


Efesios 6:7-8
Sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres, sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre.



Pecado Original



El primer pecado que se cometió en la Tierra, en los principios de la humanidad.

43.- Empezamos a vivir la vida de la gracia con el sacramento del bautismo.


2. Cuando nacemos a la vida natural, nacemos muertos a la vida de la gracia, porque nacemos con el pecado original.

El pecado original se lava con el bautismo.

El bautismo es como un segundo nacimiento: un nacimiento a la vida sobrenatural.

Dios creó a nuestros primeros padres en estado de gracia.

Dios en señal de su soberanía les dio un mandato para que ellos cumpliéndolo mostraran su aceptación. Ellos cediendo a la tentación del demonio desobedecieron32.

«Puesto que el fin propio del precepto era probar la obediencia, no podemos medir la gravedad de la culpa por la acción exterior en que se manifiesta»
33.

«El hombre creado por Dios en la justicia, sin embargo, por instigación del demonio, en el mismo comienzo de la historia, abusó de su libertad, levantándose contra Dios»
34.

Este pecado de desobediencia
35 fue el pecado original, llamado así porque fue el primer pecado que se cometió en la Tierra, en los principios de la humanidad. Dice San Pablo que Adán introdujo el pecado en el mundo36.

El pecado original es origen de otros muchos.

El pecado original es la raíz de los demás pecados de los hombres
37.

La realidad del pecado original es dogma de fe
38.

Con este pecado de desobediencia nuestros primeros padres perdieron la gracia para ellos y para nosotros sus hijos
39.

Lo mismo que lo pierden todo los hijos del que se arruina en el juego de la ruleta.

Si un monarca concede a una familia un titulo nobiliario con la condición de que el cabeza de familia no se haga indigno de semejante gracia, ¿quién puede protestar si después de una ingratitud de este cabeza de familia, el monarca retira el título a toda la familia?

Lo mismo que cuando el embajador de una nación firma un tratado compromete a todo su país, lo mismo nos afecta a todos el pecado de Adán, que fue la cabeza del género humano.

«En su voluntad estaba incluido nuestro destino. Las aguas corren putrefactas porque la fuente está contaminada»
40.

El Concilio de Trento «el más trascendental de toda la Historia de la Iglesia»
41 define como de fe que el pecado original se transmite por generación, por herencia42.

Dice Pablo VI en el Credo del Pueblo de Dios: "Mantenemos, siguiendo el Concilio de Trento, que el pecado original se trasmite juntamente con la naturaleza humana, por generación"
43.


2. Nosotros no somos responsables del pecado original porque no es pecado personal nuestro
44; pero lo heredamos al nacer45.

«Por eso el pecado original es llamado "pecado" de manera análoga: es un pecado "contraído", no "cometido"; es un estado, no un acto»
46.

En virtud de la ley de solidaridad de Adán con toda la humanidad, por ser su cabeza físico-jurídica
47, nos priva de los dones extraordinarios que Dios había concedido en un principio a Adán para que los comunicara a sus descendientes48.

«Del mismo modo que entre Adán y sus descendientes hubiera existido solidaridad si hubiera sido fiel, del mismo modo existe también solidaridad en su rebeldía»
49.

El gran desastre del pecado de Adán fue que arrastró consigo a toda la naturaleza humana
50.

De igual manera que si Adán se hubiese suicidado antes de tener hijos, hubiera privado de la vida a todo el género humano, así con su pecado nos priva de la gracia. Fue un suicidio espiritual.

No debemos protestar por sufrir nosotros las consecuencias del pecado de Adán. ¿Habríamos sabido nosotros conservar estos dones?
51 ¿No son nuestros pecados personales una prueba de que también nosotros habríamos prevaricado?

El pecado original fue un pecado de soberbia.

El pecado de Adán y Eva es un pecado muy frecuente hoy día.

Hombres y mujeres autosuficientes, independientes, rebeldes a toda norma, orden o mandato, aunque venga del Papa.

Para ellos sólo vale lo que ellos opinan, y lo que ellos quieren.
No se someten a nadie.

Quieren ser ellos los que deciden lo que es bueno y lo que es malo.
Quieren ser como dioses.

Ése fue el pecado de Adán y Eva.


3. Antes de pecar, el demonio dijo a nuestros primeros padres que si pecaban serían como dioses.

Ellos pecaron y se dieron cuenta del engaño del demonio.

Con esto el demonio logró lo que pretendía: derribar a Adán de su estado de privilegio.

El demonio es el «padre de la mentira».

Eva fue seducida por él
525354.

El que peca se entrega al espíritu de la mentira.

En la medida que somos pecadores somos «mentirosos»
55, pues el pecado es el abandono de la verdad, que es Dios, por la mentira.

El demonio también nos engaña a nosotros en las tentaciones
56 presentándonos el pecado muy atractivo, y luego siempre quedamos desilusionados, con el alma vacía y con ganas de más.

Porque el pecado nunca sacia. Pero el demonio logra lo suyo: encadenarnos al infierno.

El demonio nos tienta induciéndonos al mal
57, porque nos tiene envidia58 , porque podemos alcanzar el cielo que él perdió por su culpa59 .

Todas las tentaciones del demonio se pueden vencer con la ayuda de Dios
60.

El demonio es como un perro encadenado: puede ladrar, pero sólo puede morder al que se le acerca
61.

«En el estado de pecado original el hombre carece de la gracia y amistad de Dios, y su libertad está debilitada e inclinada al mal; no podemos ser totalmente dueños de nosotros mismos y de nuestros actos»
62.

La vida de la gracia que empieza con el bautismo necesita respirar para no ahogarse.

Lo mismo que la vida del cuerpo que, si no se tiene aire para respirar, también se ahoga.

Dice San Agustín que la respiración de la vida del alma es la oración.


Pecado original

Para otros usos de este término, véase Pecado (desambiguación).
Pergamino ilustrado custodiado en la Real Biblioteca de San Lorenzo, El Escorial, España.

Para varias de las religiones del tronco bíblico —entre ellas el judaísmo y el cristianismo— el pecado original es el pecado cometido por los primeros padres de la humanidad (Adán y Eva) al desobedecer el mandato divino de no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. El pecado, es cometido por la persuasión de una serpiente (que posteriormente sería identificada con el demonio), fue castigado con la expulsión de la humanidad del jardín del Edén y su sujeción a la muerte, y el sufrimiento eterno; de acuerdo con algunas interpretaciones cristianas, notablemente la católica, dañó también de manera perdurable la naturaleza humana de Adán y Eva, así como la de todos sus sucesores. La historia, narrada en Génesis 3, es común a las tres grandes religiones monoteístas; la interpretación de la naturaleza exacta del pecado cometido y del castigo impuesto, sin embargo, varía entre las citadas religiones.


Precedentes históricos

Muchos pueblos antiguos poseen relatos del pecado original en una época de un trato familiar con Dios, roto por cometer una desobediencia, comer un fruto, encender un fuego, o por falta de atención. Los brahmanes narran que el «primer hombre» desencadena su miseria al comer de un árbol sagrado. En el Avesta, el «primer hombre» pierde su felicidad por mentir. En el Bundehes, la «primera pareja» es seducida a comer frutos por Arimán. En la epopeya de Gilgamesh, una astuta serpiente le hace perder la «hierba de la vida». En el relato de Enguidú, los animales se revelan tras ser seducidos por una mujer. Los autores del Génesis parecen querer amalgamar los relatos asirios y acadios, haciendo aparecer el árbol, la fruta, la serpiente y la mujer.1

Pecado original en el judaísmo

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De acuerdo al texto bíblico del Génesis 1-3, tras haber sido creados Adán y Eva residían en el jardín del Edén en perfecta armonía con Dios; el único mandato al que debían acogerse era la abstención de comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, cuyo consumo ocasionaría la muerte Génesis 2:17). Sin embargo, Eva —y por su intermediación Adán— cedieron a la tentación de la serpiente (identificada con Satán o Shaitan, "el tentador") y descubrieron, comiendo del árbol, su desnudez. La consecuencia de la violación de su mandato llevó a la muerte —"[volverás] a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás", Génesis 3:19— y la expulsión del jardín del Edén.

La tradición talmúdica identifica este acto como החטא הקדמון (en hebreo hajet hakadmon, "la falta primordial") de la desobediencia al mandato divino. Sin embargo, los efectos del pecado se reducen a la expulsión del paraíso, con la necesidad aparejada del trabajo, la enfermedad y la muerte.

Las corrientes renovadoras dentro del judaísmo interpretan la caída como el primer acto de libre albedrío del hombre, y lo consideran como parte del plan divino, puesto que la falta representaría la admisión de la responsabilidad; en otras palabras, el mito de la caída sería una elaborada alegoría del pasaje a la adultez y la autonomía.

Pecado original en el cristianismo

La doctrina cristiana católica con respecto al pecado original se fijó en el concilio de Cartago, y se precisó posteriormente en el concilio de Orange y el concilio de Trento. Los detalles de su forma actual probablemente procedan de la influencia de la doctrina maniquea en los escritos de san Agustín de Hipona, a través del cual la noción de una corrupción fundamental de la naturaleza humana hizo pie en la Iglesia. Los escasos fragmentos de doctrina sobre el pecado original contenidos en los escritos de los Apóstoles (especialmente Romanos 5:12) no efectúan mayores precisiones sobre el texto del Génesis.

La teología escolástica distingue entre el pecado original originante (peccatum originale originans), el acto concreto de desobediencia cometido por Adán y Eva, y el pecado original originado (peccatum originale originatum), las consecuencias que el mismo provocaría sobre la constitución de la especie humana. En virtud del peccatum originale originatum, no sólo se perderían los dones preternaturales de la inmortalidad y la exención del sufrimiento, sino que las capacidades del espíritu humano —tanto las morales como las intelectuales— carecerían de su vigor natural, sometiendo la voluntad a las pasiones y el intelecto al error. De acuerdo a la doctrina fijada en el concilio de Trento, la condición de "naturaleza caída" (natura lapsa) se transmite a cada uno de los nacidos tras la expulsión del Edén.

En los concilios se estableció el pecado original como la razón del bautismo católico, ya que éste liberaría al bautizado de las culpas del género humano, de acuerdo con una interpretación lata de 1Corintios 15:21 que contrapone el pecado de Adán con la pasión de Jesús. La iglesia Católica y otras que practican el culto mariano excluyen, sin embargo, de las consecuencias del pecado original a la Virgen María, en virtud de una gracia especial de Dios para que Jesucristo no tuviera el pecado original.

El pecado original en el Catecismo de 1992

Presenta la doctrina del pecado original como el “anverso de la redención” (cf. CEC 389). Recuerda que aunque el relato está hecho de imágenes o se encuentre redactado usando figuras literarias, se trata de un acontecimiento real de los inicios de la historia y que la marca (cf. CEC 390).2

Luego, entre los números 396 y 4093 analiza los diversos elementos relacionados con este pecado: La prueba que implicaba el no poder comer del árbol del conocimiento del bien y del mal como una muestra del límite que la libertad humana tiene por el hecho de ser una criatura; el pecado presentado como un acto de desconfianza primero y de desobediencia después; las consecuencias: pérdida de la santidad original, se destruye la armonía del mundo y del interior del hombre, la muerte entra en la historia. La universalidad del castigo a partir del pecado original se sostiene con textos tomados de san Pablo:

Como el delito de uno solo atrajo sobre todos los hombres la condenación, así también la obra de justicia de uno solo (la de Cristo) procura a todos una justificación que da la vida. Por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores
Rm 5, 18-19

En el número 404 se dice que el pecado de Adán es el pecado de todos los hombres que vienen después de él ya que, según una expresión de Tomás de Aquino, la humanidad es en Adán como el cuerpo de un único hombre. Ahora bien, el catecismo afirma que la transmisión de ese pecado es un misterio,4 y que, por tanto, la expresión “pecado” se usa de manera análoga ya que no se trata de una falta “cometida” sino de un pecado “contraído”.

Herejías relativas al pecado original

El pelagianismo, que rechaza la condición caída de la naturaleza humana como una corrupción maniquea de la doctrina cristiana, fue declarado herético en el concilio de Cartago; el primer partidario de esta doctrina del que se tienen noticias fue Teodoro de Mopsuestia, aunque su influencia fue mayor en la iglesia occidental a través de Pelagio y Celestio. Según los pelagianos, la introducción del pecado por Adán se limita a proporcionar un mal ejemplo a sus descendientes, pero no hiere sus facultades.

El socinianismo, una rama protestante escindida del catolicismo tras la reforma, negaba, entre otros rasgos de la doctrina católica, la realidad de la natura lapsa.

Numerosas iglesias protestantes en la actualidad descartan la noción de la caída de la naturaleza, aunque mantienen la creencia en el pecado de desobediencia de Adán.

El texto del Genésis puede relacionarse directamente con el Libro de Enoc, libro apócrifo etiquetado de seudoepigráfico, en el que se unifica la historia del pecado original y la caída de Lucifer y sus seguidores. La trama está bastante más elaborada pero también se señala directamente a la mujer como principal responsable. A pesar de ser apócrifo este libro está incluido en la biblia de la Iglesia etíope.

Pecado original en cristianismo evangelico

El concepto de pecado original ya no existe como tal ya que ¨el pecado estaba ya presente en el universo desde antes de la caída deAdán y Eva genesis 3:1s cf.cf. confer (lat.), compárese juan 8:44; 2 Pedro 2:4; 1 Juan 3:8; Judas 6). La Biblia, sin embargo, no se ocupa directamente del origen del mal en el universo, sino que trata más bien del pecado y su origen en la vida del hombre (1 Timoteo 2:14; santiago 1:13s). El verdadero impacto de la tentación demoníaca en la narración de la caída en Gn. 3 radica en la sutil sugerencia de la aspiración humana a llegar a ser igual a su hacedor (“seréis como Dios …”, 3.5).5 ¨

Pecado original en el Islam

En el Islam no existe la noción de pecado original, más bien, se rechaza rotundamente.6

De acuerdo con el Corán, la transgresión cometida por Adán y Eva —y que fue responsabilidad de ambos, y no de Eva en mayor grado— quedó zanjada con el castigo recibido, es decir, con la expulsión del Paraíso. El Islam no condena a la naturaleza humana como tal y además rechaza explícitamente que otro pague por los errores de los demás: "Nadie cargará con la culpa ajena" (Sura 17, versículo 15).

La ausencia del pecado original acentúa la idea de responsabilidad individual, que es central en el Islam. Esa libertad es la base sobre la cual puede Dios decidir castigar o premiar.

Interpretaciones racionalistas del pecado original

En vista de que el texto de Génesis 3:7 muestra la conciencia de la desnudez como evidencia de la comisión del pecado original, interpretaciones antropológicas o psicoanalíticas del texto bíblico sostienen que el pecado de Adán y Eva es una alegoría del acto sexual.

Se han aducido numerosos rasgos que pudieran reforzar esta hipótesis: la naturaleza fálica de la serpiente, el hecho de que los castigos impuestos a la mujer sean el parto y la sujeción de su deseo carnal al mandato del marido Génesis 3:16, y el hecho de que, tras el castigo, Adán diera su nombre a Eva "pues era la madre" (Génesis 3:20).

No obstante, existen detalles del texto bíblico original que aparentemente contradicen esta interpretación:

  • Eva comió primero del fruto y después se lo dio a Adán (Génesis 3:6)

Por lo tanto, se deduce del relato solamente que Dios había dado un mandato al cual el hombre desobedece, y que esta desobediencia es principalmente motivada por la soberbia.

Referencias

  1. Blaschke, Jorge (2006) Enciclopedia de las creencias y religiones, p. 291.
  2. El catecismo añade citas de documentos del Magisterio: Concilio de Trento, DS1513; Pío XII, DS 3897; Pablo VI, discurso del 11 de julio de 1966.
  3. Catecismo de la Iglesia Católica
  4. Véase también: Concilio de Trento, DS1511 y 1512.
  5. diccionario biblico certeza
  6. EL ISLAM EN LÍNEA - ¿Qué piensan los musulmanes del Pecado Original?

Bibliografía adicional

Christoph Schönborn (2001). Sobre el pecado original. Edicep. ISBN 978-84-7050-662-8.