miércoles, 30 de noviembre de 2011

AMAME


Sumérgeme en la vorágine
de amaneceres sin temores ni sombras
Anídame en tus brazos
sedientos de pasiones mudas, ciegas y sordas

Entrégate... sin miedo al futuro
y sin nostalgia del pasado
no te pido promesas del mañana
ni cuentas del ayer

Solo quiero que me ames hoy
sin pensar en el después.
Despierta mis sentidos
dormidos en lo que fue..

Yo te regalaré magia de imposibles
vestiré de flores los cerezos en abril
te embriagaré con mi pasión encendida
y luminosa cual candil
resucitado solamente para ti

Querido amor:



Tengo que decirte algo.

Te echo tanto de menos que no me hallo en mi cuerpo.
Es tan larga tu ausencia, que necesito gritar tu nombre para sentir que estoy vivo, que no he muerto.

Quiero que vuelvas.

Necesito contarte cómo me afecta que no estés cerca.
Pienso en ti y me cuesta respirar.
Extraño tanto tus manos acariciando mi piel,
y esa humedad de tu boca saboreando mi cuerpo, que mis días son eternos esperando tu regreso, y mis noches,
¿qué decirte de mis noches?.
Se han convertido en un prolongado desvelo.

¿Acaso es tarde para un nuevo comienzo?.

Ven del Líbano – Cantar de los Cantares 4,8ss



Monte Hermón

Ven del Líbano, esposa,
ven del Líbano, ven.
Tendrás por corona la cima de los montes,
la alta cumbre del Hermón.
Tú me has herido, herido el corazón.
¡Oh, esposa, amada mía!
Ven del Líbano, esposa,
ven del Líbano, ven.

BUSQUÉ EL AMOR DEL ALMA MÍA,
LO BUSQUÉ SIN ENCONTRARLO.
ENCONTRÉ EL AMOR DE MI VIDA,
LO HE ABRAZADO Y NO LO DEJARÉ JAMÁS.

Yo pertenezco a mi amado y él es todo para mí.
Ven, salgamos a los campos,
y nos perderemos por los pueblos.
Salgamos al alba a las viñas
y recogeremos de su fruto.
Yo pertenezco a mi amado y él es todo para mí.

Levántate deprisa, amada mía,
ven, paloma, ven.
Porque el invierno ya ha pasado,
el canto de la alondra ya se oye.
Las flores aparecen en la tierra,
el fuerte sol ha llegado.
Levántate deprisa, amada mía,
ven, paloma, ven.

Como un sello en el corazón,
como tatuaje en el brazo.
El amor es fuerte como la muerte,
las aguas no lo apagarán.
Dar por este amor
todos los bienes de la casa
sería despreciarlo.
Como un sello en el corazón,
como tatuaje en el brazo.

Los puros de corazón ven a Dios (Mt 5,8). Esta visión de Dios es inagotable, pues cada manifestación de Dios suscita el deseo de una mayor manifestación. La fuente, que sacia la sed, enciende nuevamente la sed: Ven del Líbano, novia mía, ven del Líbano conmigo. La fuente misma dice: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba” (Jn 7,37). Quien ha gustado el agua, experimentando cuán bueno es el Señor (1Pe 2,3), desea beber de nuevo. A ello invita el amor con sus continuos y repetidos reclamos: “Ven, amada mía”, “ven, paloma mía”, “ven al reparo de la roca”, “ven del Líbano, esposa mía”. Ven tú, que me has seguido en las experiencias pasadas y has llegado conmigo al monte de la mirra, donde has sido sepultada conmigo en el bautismo, ven tú, que has llegado conmigo al monte del incienso, donde te has hecho partícipe de mi resurrección (Rom 6,4).

El Líbano, con su cadena montañosa, ciñe como una corona a la Palestina del norte. Pero el Líbano es también símbolo de la idolatría (Is 17,10; Ez 8,14). En medio de la idolatría viven los exiliados, más allá del Tigris y el Eufrates.

Como guarida de fieras estos montes son lugares peligrosos, de donde el amado quiere sacar a la amada: ¡Ven, novia mía! Ven a mí, sal del dominio del maligno, que ha sido juzgado y condenado. Escapa de los cubiles de leones y panteras. Conmigo subirás al Templo, donde te ofrecerán dones los jefes del pueblo, que habitan junto al Amaná (2Re 5,12), los que moran en la cima del monte de las nieves, las naciones que están sobre el Hermón (Is 66,20; Sal 72,10). Desde la cumbre de los montes, donde están los manantiales del Jordán, contempla el misterio de tu regeneración. En esas aguas has dejado el hombre viejo, con todas sus fieras, leones (Sal 9,30-31) y leopardos, para renacer a una vida nueva. Contempla de donde te ha sacado el Señor, para transformarte en su esposa, a través de las aguas del Jordán.

Al hacerte su esposa, el amado te ha hecho hermana suya: “A partir de ahora, tú eres su hermano y ella es tu hermana. Tuya es desde hoy para siempre” (Tob 7,11;8,4ss). La amada es para el esposo hermana, en todo igual a él (Flp 2,7;Heb 2,17), su ayuda adecuada, hija del mismo padre (Jn 20,17). Jesús lo proclama en casa de Pedro: “¿Quién es mi madre y mis hermanos? Y mirando en torno a los que estaban sentados en corro, a su alrededor, dice: Estos son mi madre y mis hermanos. Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre” (Mc 3,31-35;Mt 12,46-50;Lc 8,19-21). La familia de Jesús se halla constituida por aquellos que cumplen la voluntad del Padre.

Yo soy de mi Amado y hacia mí tiende su deseo. La esposa, que ha hecho del esposo la roca de su corazón, siente que “su bien es estar junto a Dios, pues se ha cobijado en el Señor, a fin de publicar todas sus obras” (Sal 72,28). Con firmeza proclama: “Yo exulto a la sombra de tus alas; mi alma se aprieta contra ti, tu diestra me sostiene” (Sal 62,8-9). Con esta confianza, desea salir al mundo a proclamar las maravillas que él ha hecho en ella. Por ello dice al Amado: ¡Ven, Amado mío, salgamos al campo!, pasemos la noche en las aldeas, amanezcamos en las viñas. Las mandrágoras han exhalado su fragancia. A nuestras puertas hay toda clase de frutas. Las nuevas, igual que las añejas, Amado mío, que he guardado para ti. “El campo donde ha sido sembrada la semilla de la Palabra es el mundo” (Mt 13,38). Por todas partes se ha extendido el Evangelio y las Iglesias han surgido en todas las aldeas. La predicación ha florecido en las viñas; en ellas se ha esparcido el suave aroma de los granados, teñidos del color de la sangre de Cristo. Los pechos de la Iglesia han nutrido a los fieles, las mandrágoras han exhalado su fragancia, con el aroma de la fe.

El campo, por otra parte, se contrapone a la ciudad por su aire abierto; ofrece a los amantes la posibilidad de sumergirse en la primavera en flor. La naturaleza se llena de vida, signo de la recreación que hace el amor. El día despierta con la aurora invitando a recorrer los campos, para ver si ha brotado la vid en “la viña de Yahveh, que es la casa de Israel” (Is 5,7). La hija de Sión, que lleva en su seno la esperanza mesiánica desde Eva, suspira por la llegada del Mesías. Cuando Israel pecó, el Señor lo desterró a la tierra de Seír, heredad de Edom. Dijo entonces la Asamblea de Israel: Te suplico, Señor, que acojas la oración, que elevo a ti desde la ciudad de mi exilio, en la tierra de las naciones. Los hijos de Israel se dijeron el uno al otro: Alcémonos pronto, en la mañana, busquemos en el libro de la Torá y veamos si ha llegado el tiempo de la redención, el tiempo de ser rescatados del exilio; veamos si ha llegado el tiempo para subir a Jerusalén y allí alabar al Señor, nuestro Dios.

Antes era el esposo quien invitaba a la amada a salir (2,10-14). Ahora es ella quien le invita a él a salir al campo en la madrugada para descubrir los signos de la primavera; a recorrer los senderos de los prados perfumados por el brotar de la vida. Apenas despunte la aurora recorrerán la viñas, que están echando sus yemas. Con la mirada saltarán de las flores a los granados, símbolo del amor y la fecundidad. El áspero aroma de las mandrágoras les mantendrá despierto el amor. Todo será una invitación al amor: “Allí te daré mi amor”, los frutos exquisitos del corazón: frutos frescos y fragantes y también frutos conservados de la estación anterior: “Comerán de cosechas almacenadas y sacarán lo almacenado para hacer sitio a lo nuevo” (Lv 26,10). El amor antiguo se hace nuevo cada día: “Queridos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo, que tenéis desde el principio. Este mandamiento antiguo es la palabra que habéis escuchado. Y sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, lo cual es verdadero en él y en vosotros, pues las tinieblas pasan y la luz verdadera brilla ya” (1Jn 2,7-8).

Cuando llegó la mañana (Ex 12,22), el amado tomó la palabra y dijo: Levántate, ven, asamblea de Israel, amada mía desde el principio. ¡Parte! ¡Sal de la esclavitud de Egipto! ¡Mira! El invierno ha pasado, han cesado ya las lluvias y se han ido. El tiempo de la esclavitud, que es como el invierno, se ha acabado; y el dominio egipcio, que es como la lluvia incesante, ha pasado y se ha ido; ya no lo veréis nunca más (Ex 14,13). Aparecen las flores en la tierra, el tiempo de las canciones ha llegado, el arrullo de la tórtola se deja oír en nuestra tierra. Moisés y Aarón, que son como las flores de la palma, han aparecido para obrar prodigios en la tierra de Egipto (Ex 4,29s). El tiempo de la poda de los primogénitos ha llegado. Y la voz del Espíritu, arrullo de la paloma, anuncia la redención de que hablé a Abraham; ya llega a su cumplimiento. Ahora me complazco en hacer lo que juré con mi palabra.

Echa la higuera sus yemas y las viñas en ciernes exhalan su fragancia. Levántate, amada mía, hermosa mía, y vente. La Asamblea de Israel, que es como los primeros frutos de la higuera, abrió su boca y dijo el cántico del Mar Rojo (Ex 15,1). Hasta los pequeños y lactantes, las yemas y las viñas en ciernes, alabaron al Señor con sus lenguas (Sab 10,20; Sal 8,3). Incluso los embriones en el seno de sus madres son invitados a cantar: “En las asambleas bendecid a Dios, al Señor, fuente de Israel” (Sal 68,27). “Fuentes de Israel” son las madres; por consiguiente, desde el seno de las madres, bendecid al Señor. Al oír el cántico, el Señor dijo: ¡Levántate, ven, Asamblea del Israel! Amada mía, bella mía, sal de aquí, ven hacia la tierra que juré a tus padres que te daría (Ex 13,5; 33,1). La misma voz anuncia a Israel cautiva que llega su salvación: “¡Despierta, despierta! ¡Levántate, Jerusalén!” (Is 51,17). Es la voz que repite en cada cautiverio: “Despierta, despierta! ¡Vístete tus ropas de gala, Jerusalén, ciudad santa! Sacúdete el polvo, levántate, cautiva Jerusalén. Líbrate de las ligaduras de tu cerviz, cautiva hija de Sión. Soy yo quien dice: Aquí estoy” (Is 52,1ss). “¡Arriba, resplandece, que ha llegado tu luz, y la gloria de Yahveh sobre ti ha amanecido!” (Is 60).

Es también la voz del Rey Mesías que pregona: “¡cuán bellos son sobre los montes los pies del que trae buenas noticias” (Is 52,7). Mirad, se ha parado tras la tapia, está mirando por la ventana, atisba por las celosías. Las ventanas y celosías son la ley y los profetas, por los que llega a la casa del mundo la luz verdadera (Jn 1,9), iluminando a los que habitan en tinieblas y sombras de muerte (Lc 1,79). Con la voz de los profetas, el Amado dice a la Iglesia: ¡Levántate, amada mía, hermana mía! ¡Vente! Ha pasado el invierno, el tiempo del hielo de la idolatría, en que se han convertido quienes han hecho los ídolos y cuantos en ellos han puesto su confianza (Sal 113,16). Como quien contempla a Dios se asemeja a Dios, quien mira a los ídolos se hace semejante a ellos (Ez 36,25-26), se congela. Pero llega el sol de justicia (Mal 3,20) y con él el deshielo. El hielo se hace agua que salta hasta la vida eterna (Jn 4,14): “Envía su palabra y hace derretirse el hielo, sopla su viento y corren las aguas” (Sal 147,7), pues “cambia la peña en un estanque y el pedernal en una fuente” (Sal 113,8).

Para las aves, el tiempo del canto es el tiempo del amor. La tórtola, que durante el invierno emigra, vuelve con la primavera y deja oír su voz en nuestra tierra. Hay un tiempo para todo, tiempo para llorar y tiempo para cantar (Eclo 3). Y cada cosa tiene sus signos anunciadores: “Cuando la higuera echa sus brotes se sabe que está cerca el verano” (Mc 13,18). El amado dice: ¡Levántate de la nada y vive! ¡Levántate del sueño de la muerte y recobra la vida! ¡Levántate del pecado y vuelve a mí! ¡Responde al amor con amor! ¡Levántate y ven! ¡Yo he abierto para ti un camino desde la muerte a la vida! ¡Yo soy el camino y la vida! ¡Ven!

Contemplo el cielo...


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Y puedo figurarte en los brazos de un ángel, sé que habitas ahí. ¿Sabes? Con tu partida te has llevado momentos que jamás volverán a ocurrir.

Sí tan solo consiguiera disfrutarte una vez más, te abrazaría, acariciaría pacientemente y te expresaría; “hasta pronto mi linda princesa, mi compañera, mi novia, mi amante.,mi esposa, mi vida.. Hoy te marchas y, te llevas un pedazo de mi corazón, el brillo de mis ojos y, me dejas apenas escasas ganas de existir”.

Hoy recuerdo, que eternos se hacían los minutos en los que esperaba tu llegada. Pero más difícil es esperar y saber que nunca más volverás. Acabas de partir y, ya comienzo a extrañarte.

Ya solo me queda contemplar el cielo y percibirte a través de él, en el recuerdo calmas mi alma y colmas de armonía a mi corazón. Espérame ahí adónde duermen las quimeras y se vive perpetuamente sin fin.

TE VI ALEJAR


Hoy te vi,María hermosa
y aunque no te tuve volví a sentirte
sentí el calor de tu aliento,
sentí la ternura de tus manos,
el abrigo de tus brazos.

Hoy te vi,
y aunque no me tocaste sentí tus caricias
tu mirada penetró mi cuerpo
tus ansias colmaron mi anhelo
sin querer el deseo nos envolvió.

Hoy te vi
y aunque no estuviste a mi lado
me hiciste tuya con solo mirarme
me besaste sin acercarte
me tomaste sin tocarme

Hoy te vi
y aunque de lejos igual te tuve cerca
más cerca incluso que tu sombra
mas dentro que tu piel
más intensamente que el placer

Y te vi alejar
sentí un dolor profundo
tu mirada me dijo adiós
tus pasos marcaron tu partida
pero tu calor aún se quedó

Y te vi alejar
quise hablarte, pedir que te quedes
pero entendí que debías partir
solo el silencio dijo adiós
un vació inundó la separación

Y partiste
en medio de aquel barullo profano
tus pasos guiaron la huída
una nube cubrió los vestigios que quedaron
la sombra calló un suspiro

Y te fuiste
de aquel sueño eterno nada quedó
aquella utopía que suspendida quedó
en el triste andar de nuestro adiós
te vi alejar, solo dije adiós.

Carta de Amor


Esposa Mía , después de pensar un poco si hacer estas letras publicas que brotan de mi corazón con las mas sincera pasión . Digo y escribo lo que siento por ti al mundo , porque no hacer a todos testigos de nuestro amor .Hace unos minutos mi fuente de energía ( mi heart) me pidió que te dijera que te amo y lo hago de esta forma . No se si dejar que entres a mi blog por casualidad o avisarte para que veas mis sentimientos plasmados en frases y letras . Amiga , esposa , madre de mi hijos , mujer que ha enseñado a mi cerebro a Amar , tu delicadeza y entendimiento a llenado mis días de una ferviente fiebre amorosa . No se que adjetivos colocar cuando la única palabra que te describe es Amor . Espero no te moleste que este tonto que te ama halla publicado a los cuatro vientos lo feliz que me siento a tu lado .



Gracias por regalarme la sonrisa , la paz y mi mas preciado tesoro , Mis Hijos , mi bombón , mi bebona . Ay amor que bien me hacen tus besos , que tranquilidad me brindan tus caricias . Que reflejo mas puro sale de tus ojos negros . Tu pelo me incita a soñar y tus manos me dan la luz para esta alma que econtro el rumbo de solo amarte desde aquel dia en que te vio ,aquella noche o aquel instante en que alguien me mostro tu fotografía , desde aquel dia me dije que serias para mi . Quisiera regalarte una estrella pero es un regalo conocido , mejor te regalo mi ser para que me controles y me tengas cuando quieras .


De momento este loco que te AMA.

El vals...


Hoyte vi esposa
despuesde da varios mesesy mis hormanas
todavia por ti esposa mía

Mi vals...

Tú eres mi vals,

Mis margaritas,

Mis violetas,

Mis rosas,

Mis amapolas,

Mi música de Beethoven,

Tú mi atardecer,

Mi anochecida,

La alborada,

Tú eres mi propio amor.

Y... mi ópera.

Suenan violines

Trompetas y arpas

Al son de esa melodía cadenciosa

Bailando en dulce sinfonía

Como acordes al compás

De esas nuestras caricias.

Mezclándose miradas

Ellas se van aposentando

Como cuerdas de violín

Son todas ellas tocadas

Recorriendo nuestros cuerpos

Para hallarse en explosión

De pasiones y alborozos.

Un perfume embriagador

Salpica toda la estancia

¡Es el delirio!

Pasión contenida

Que sale flotando

A nuestro ansiado encuentro.

Me miras

Te miro

Ambos enardecidos

Suspiramos al unísono

Se aunan nuestros alientos.

El Danubio no puede contenerse

Es tan inmensa su crecida...

Que nos inunda en su desvarío

Me nombras... Te acercas

Me susurras cánticos

De amor y dulzura.

Fundiéndose nuestras manos

Ya no me dices nada

Sin darme cuenta

Tú me vas atrayendo

Como danzante sigiloso

Colándose en mi alcoba

Lleno de algarabía

Regalándome tu fragancia

A lo largo y ancho de una noche

Largo y ancho como toda una vida.

ESPOSA MIA





Esposa mía, hoy cuando amanezca,


antes que la luz del nuevo día hiera tus ojos,



ahora que regreses del lugar


a donde todas las noches vas,



porque dormida te veo,


pero sè que aquí no estas,


porque tú no descansas


tu cuerpo si.



Cuando duermes mis ojos recorren todo tu cuerpo,


te admiro y lo hago muchas veces.



Pienso que tú no me miras,


pero te mueves y siento tu mirada,


como si sonrieras


complacida porque te contemplo.



Crèo que unas veces que amaneces de mal humor,


es porque tuviste mucho que hacer,


o àlgo no salio bien.



Porque tú vas más allá de las estrellas


y te reúnes con las semidiosas como tú


y se ponen a arreglar otros mundos..



Pero despierta ya estas conmigo.



Besaré tu frente, luego tus ojos


y esperaré a que los abras.


.


Hoy quiero ver el brillo en èllos


que me dirá que aún vives para mi.



Algún día hace tiempo,


soñé con que fueras mi novia.



Hoy a muchos años,


nuestros hijos ya son adultos.



Nosotros, yo, aún te amo,


nosotros , tu y yo origen.




Los días, meses, años, que el mismo sol,


que la misma luna han aparecido por el mismo horizonte


y que han desaparecido por el mismo lugar,


el mìsmo cielo constelado.



Tu y yo quizá los mismos,


amándonos como al principio


y nuestro amor


igual.



Algún día hace tiempo,


te decía al oído palabras de, te quiero, amor.



Hoy, te diré las mismas palabras,


pero ahora esas palabras ya no son las mismas.



Las palabras de antes eran reales,


recién nacidas.


.


Tenían toda la fuerza del amor,


un amor que apènas empezaba.



Las de ahora son las mismas,


pero con la edad de nuestro amor.



Ahora, tienen cada minuto que hemos vivido,


cada sonrisa, cada desvelo,


tienen encantos y desencantos.



Èsa es la diferencia, de lo que te digo ahora


y lo que te dije antes.



Porque los besos y las palabras de amor que te doy ahora,


tienen la edad de, desde que te vi por vez primera,


y me enamore de ti..

Dichosa Espera






EL ANGELUS


V. El Ángel del Señor anunció a María. R. Y concibió por obra del Espíritu Santo.
Dios te salve, María... Santa María...

V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María... Santa María...

V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María... Santa María...

V. Ruega por nosotros, santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.

Oremos:
Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión y su cruz, a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.


Gracias por ser Santa María.
Gracias por haberte abierto a la gracia,
y a la escucha de la Palabra, desde siempre.
Gracias por haber acogido en tu seno purísimo
a quien es la Vida y el Amor.

Gracias por haber mantenido tu “Hágase”
a través de todos los acontecimientos de tu vida.
Gracias por tus ejemplos dignos de ser acogidos y vividos.

Gracias por tu sencillez, por tu docilidad, por esa magnífica sobriedad,
por tu capacidad de escucha, por tu reverencia,
por tu fidelidad, por tu magnanimidad,
y por todas aquellas virtudes que rivalizan en belleza entre sí
y que Dios nos permite atisbar en Ti.

Gracias por tu mirada maternal, por tus intercesiones, tu ternura,
tus auxilios y orientaciones.
Gracias por tantas bondades.
En fin, gracias por ser Santa María, Madre del Señor Jesús y nuestra.
Amén

ORACION DE CUMPLEAÑOS

Virgen Maria, intercede ante tu Amado Hijo Jesus por:MARIA LUISA que hoy celebran sus CUMPLEAÑOS, para que las(o) colmes de abundantes Bendiciones, Salud, Paz y Prosperidad. Que reciban el dia rodeadas(o) del amor de todos sus seres queridos y amigos. Gracias por este nuevo año que les concedes. Amen.

LLAMADAS DE EMERGENCIA





Son más efectivos que el 911.

Cuando te sientes…. Llama:

Triste ......................................................................................... Juan 14
Pecador o que haz pecado............................ Salmo 51
En peligro inminente...................................................................... Salmo 91
Que la gente te ha fallado........................................................... Salmo 27
Que Dios esta lejos de ti.......................................................... Salmo 139
Necesidad de estimular tu fe......................................................... Hebreos 11
Solo y temeroso............................................................................ Salmo 23
Preocupado ....................................................................... Mateo 8:19–34
Herido y criticado ............................................................. 1 Corintios 13
Con dudas de la cristiandad ........................................ 2 Corintios 5:15-18
Fuera de lugar ............................................................... Romanos 8:31-39
Necesitado de paz ............................................................ Mateo 11:25-30
A Dios más pequeño que el mundo ............................................. Salmo 90
La necesidad de Cristo como tu seguro ............................. Romanos 8:1-30
Si sales de viaje ............................................................. Salmo 121
La falta de valor para realizar una tarea ......................................... Josué 1
Abrumado por tus inversiones bancarias y en la Bolsa de Valores .... Marcos 10:17-31
Deprimido ................................................................... Salmo 27
Tus cuentas bancarias en ceros, ...................................... Salmo 37
Perdida tu fe en la humanidad ...................................... 2 Corintios 13
Que las personas no son amigables .................................... Juan 15: 12-27
Perdida tu esperanza, .......................................................... Salmo 126
Que no hay justicia................................................................... Salmo 19
Sin frutos en tu vida ................................................................... Juan 15
Necesitado del secreto de la felicidad ......................... Colosenses 3:12-17
Con una gran oportunidad o haz descubierto algo.................... Isaías 55
Sin saber como actuar ...................................................... Romanos 12
Que tu salario es bajo......................................................... Mateo 20: 1-16

OTROS NUMEROS

Para enfrentar el miedo................................................................... Salmo 3
Para seguridad.................................................................. Salmo 121,3
Para certidumbre........................................................ Marcos 8,5-36
Para reafirmarte.................................................................. Salmo 145,8

Todos estos números son directos
No se requiere asistencia de la Operadora
Todas las líneas están disponibles las 24 horas del día.

Cuando crees que todo ha fallado, solamente dile a tu Padre:

Padre nuestro, que estas en el cielo, santificado sea Tu nombre; venga a nosotros Tu reino; hágase Tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amen.

ALIMENTA TU FE Y LA DUDA MORIRA DE HAMBRE!

Tenemos que recibir al Hijo...





Un hombre rico y su hijo tenían gran pasión por el arte. Tenían de todo en su colección; desde Picasso hasta Rafael. Muy a menudo, se sentaban juntos a admirar las grandes obras de arte. Desgraciadamente, el hijo fue a la guerra. Fue muy valiente y murió en la batalla mientras rescataba a otro soldado. El padre recibió la noticia y sufrió profundamente la muerte de su único hijo.
Un mes mas tarde, justo antes de la Navidad, alguien tocó a la puerta. Un joven con un gran paquete en sus manos dijo al padre: Señor, usted no me conoce, pero yo soy el soldado por quien su hijo dio la vida. El salvo muchas vidas ese día, me estaba llevando a un lugar seguro cuando una bala le atravesó el pecho, muriendo así instantáneamente. El hablaba muy a menudo de usted y de su amor por el arte.

El muchacho extendió los brazos para entregar el paquete: “Yo se que esto no es mucho. Yo no soy un gran artista, pero creo que a su hijo le hubiera gustado que usted recibiera esto.”
El padre abrió el paquete. Era un retrato de su hijo, pintado por el joven soldado. El contempló con profunda admiración la manera en que el soldado había capturado la personalidad de su hijo en la pintura. El padre estaba tan atraído por la expresión de los ojos de su hijo que los suyos propios se arrasaron de lágrimas. Le agradeció al joven soldado y ofreció pagarle por el cuadro.

“Oh no, Señor, yo nunca podría pagarle lo que su hijo hizo por mi. Es un regalo.” El padre colgó el retrato arriba de la repisa de su chimenea. Cada vez que los visitantes e invitados llegaban a su casa, les mostraba el retrato de su hijo antes de mostrar su famosa galería.

El hombre murió unos meses más tarde y se anunció una subasta con todas las pinturas que poseía. Mucha gente importante e influyente acudió con grandes expectativas de hacerse con un famoso cuadro de la colección.
Sobre la plataforma estaba el retrato del hijo.
El subastador golpeó su mazo para dar inicio a la subasta. “Empezaremos los remates con este retrato del hijo, quien ofrece por este retrato?”
Hubo un gran silencio. Entonces una voz del fondo de la habitación grito:
“Queremos ver las pinturas famosas” “Olvídese de esa”.
Sin embargo el subastado persistió: Alguien ofrece algo por esta pintura? ¿$100.00? ¿$200.00?” Otra voz grito con enojo: “No venimos por esa pintura, Venimos por los Van Goghs, los Rembrandts. Vamos a las ofertas de verdad”.

Pero aún así el subastado continuaba su labor: “El Hijo, El Hijo, ¿Quien se lleva El hijo?”

Finalmente una voz se oyó desde atrás, el viejo jardinero del padre y del hijo. Siendo un hombre muy pobre, era lo único que podía ofrecer.
“Tenemos $10 ¿Quien da $20?”, grito el subastado.” La multitud se estaba enojando mucho. No querían la pintura de “El Hijo”. Querían las que representaban una valiosa inversión para sus propias colecciones. El subastado golpeo por fin el mazo: “Va una, van dos, VENDIDA por $10”

“Empecemos con la colección!”, grito uno. El subastado soltó su mazo y dijo: “Lo siento mucho, damas y caballeros, pero la subasta llego a su final” “Pero, y las pinturas?”, dijeron los interesados. “Lo siento” Contestó el subastado “Cuando me llamaron para conducir esta subasta, se me dijo de un secreto estipulado en el testamento del dueño.”

Yo no tenia permitido revelar esta estipulación hasta este preciso momento. Solamente la pintura de “EL HIJO” seria subastada. Aquel que la aceptara heredaría absolutamente todas las posesiones de este hombre, incluyendo las famosas pinturas. El hombre que aceptó quedarse con “EL HIJO” se queda con TODO”.

REFLEXION:
Dios nos ha entregado a su Hijo, quien murió en una cruz hace 2,000 años. Así como el subastado, su mensaje hoy es:

“EL HIJO, EL HIJO, ¿QUIEN SE LLEVA EL HIJO?” Quien ama al Hijo lo tiene todo.
Mateo 6:33 “Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas, se os darán por añadidura.”

¿Enfadado de escuchar esto continuamente?, vamos!!! no te preocupes!!!
simplemente olvida todo lo que aquí se dice, es tan fácil y sencillo, al fin y al cabo nadie se dará cuenta... ¿verdad?

¿NADIE...? Ahora si piensas de otra forma... Mejor aun... también con quienes están lejos de ti física, afectiva y sentimentalmente. A nosotros nos separa el espacio, y tal vez el tiempo, pero nos une un sentimiento de amistad y amor, que jamas se perderá...

A PROPOSITO DE LA PARTIDA DE LOS SERES QUERIDOS










MORIR PARA VIVIR

Queridos hermanos en Cristo Jesús,
Hablar de vivir, hablar de morir, es hablar de dos temas que como simples palabras, al parecer se contradicen. Cualquiera que comprenda la palabra plana, podría decir que si vives no estas muerto y si estas muerto, no puedes estar vivo; mas pensar solo de esa manera, es pensar materialmente, es pensar terrenalmente como una simple realidad biológica.

Si la muerte la vemos como una negación de la vida, entonces vale lo que decía san Pablo: “comamos y bebamos, que mañana moriremos”, pues según la concepción vacía de la simple palabra, no hay nada mas que hacer.
Debemos entonces regresar toda la película y empezar a descubrir que hay en lo profundo de cada una de estas palabras; hay culturas que le han dado un sentido más alto: la muerte es una oportunidad de construir destino, es decir finalidad real y clara desde el saber que ocurre por algo y para algo.

Como Cristianos, la realidad de la muerte no puede ser contraria a la realidad que también es la vida, pues la muerte debe ser vista como un invento de la vida para poder dar sentido definitivo a una verdadera vida. En ese contexto, llegar a la muerte no es un objetivo-término, debe ser mejor un fin-meta, es decir el arribo a un punto del que se parte a otro en donde se nos acogerá definitivamente.

La muerte (que significa el fin ni significa ello), debe ser fiesta. Por ejemplo, San Francisco de Asís balanceó todas las cosas, desde oscuras a claras, viendo de esta manera la muerte como hermana que acompaña y no como enemiga que quita; así, mientras ocurría su trance cantaba salmos y alabanzas a quien lo recibiría, Dios mismo. Por ello al hablar que nuestra realidad no es vivimos para morir; sino morimos para vivir. Mejor aun con la muerte obtenemos la resurrección a la vida verdadera.

A partir de estas cortas claridades, concentrémonos en el morir para vivir.

Una primera forma de verlo es a partir de lo que estrictamente ocurre con nosotros; fijémonos en lo que nos dice Jesús "En verdad les digo: Si el grano de trigo no cae en tierra y no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida, la destruye; Y el que desprecia su vida en este mundo la conserva para la vida eterna" (Jn. 12: 24-25). Con esta comparación, el Maestro nos lleva a entender claramente que en esta vida terrenal, somos semilla, que al morir (dejar de ser semilla, dejar de ser terrenos) y ser enterrados, brotamos en una nueva forma (la planta) que no es más que resucitar a la vida eterna, la misma semilla pero transformada.
Observemos ahora en II Timoteo lo que morir es para Vivir. "Si hemos muerto con él, con él también viviremos. Si sufrimos pacientemente con él, también reinaremos con él." (2 Tim. 2:11-12)

También morir para vivir, debe contemplarse que aun estando vivos terrenalmente, debemos morir en y para algunas cosas, por ejemplo “vivir como muertos al pecado y vivos en Cristo”. (Rm. 6:10-11).
Entonces si en vida debemos morir, pero continuando vivos, ¿a que es lo que debemos morir?. En nuestra vida terrena debemos hacer morir cosas que nos alejan de la vida definitiva y eterna, esas cosas son el pecado que nos aleja de Dios.

De nosotros depende que muera la falta de amor por Dios, el prójimo y por nosotros mismos, el odio, el rencor, el chisme, los pensamientos y las acciones impuras, el adulterio, la fornicación, la pereza, la gula, la mentira, la ambición yen general todo acto que va en contra de lo que Dios y su hijo nos han enseñado. Es definitivo, necesario e indispensable que nuestra vida muera a todo esto.
Ahora, ¿es fácil desde nuestra condición humana, hacer que todo esto muera?; la respuesta sin duda alguna es no!, pues tal y como somos creación de Dios, también somos objetivo del mal que cada vez se preocupa de tener mas y mejores estrategias para sucumbamos ante sus tentaciones.

Entonces, ¿Qué debemos hacer?. Ante nada, debemos reconocer que solos no venceremos y por ello necesitamos de una ayuda permanente, la ayuda del Paráclito, el Espíritu Santo. S.S. Juan Pablo II nos advierte con gran insistencia: "Tenemos que dejarnos guiar por el Espíritu Santo".

Cuando por medio de nuestra oración continua y fervorosa invocamos la ayuda del Espíritu, esta no se hace esperar, por el contrario acude de inmediato para defendernos de todo aquello que nos aleja de la vida verdadera; Y es que el poder de todo Cristiano debe ser la Oración, la invocación, la entrega a Dios; de esta manera venceremos en todo tiempo y momento la fuerzas del mal, esas fuerzas a las que debemos morir y que siempre buscaran herir nuestra fe y desviar el camino que Dios no ha trazado.

Si podemos morir a las ofertas de un mundo que nos absorbe constantemente, entonces viviremos para Jesús.

Hacer realidad esa vida demanda de nosotros una misión: “Amar a Dios con todo el corazón, el alma y las fuerzas y amar al prójimo, incluso a nuestros enemigos, como a nosotros mismos” (Lc. 6:27; 10:27); “hacer discípulos a todas las naciones” (Mt. 28:19); “ser sal de la tierra y luz en el mundo” (Mt. 5:13-14); “ser perfectos” (Mt. 5:48); “vivir en paz con el prójimo” (Mc. 9:59); “Tengan entre ustedes los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús” (Fl. 2:5).

Es así hermanos como abrimos los ojos a la vida y auque es una gran tarea la que Jesús nos ha dejado, gracias a Dios que contamos con su promesa sobre que no desfalleceremos porque ya "no hay ninguna condenación para los que están unidos a Jesús” (Rm. 8:10); “Para aquellos en cuyo corazón habita el Espíritu Santo, todo lo que merecíamos conforme a la ley, fue eliminado por la muerte y resurrección de Jesús” (Rm 8:1-4).

Vivir así "en el Espíritu" es algo maravilloso, es vivir de verdad, pues experimentamos la magnífica verdad: “no es uno el que vive, sino que es Cristo el que vive en uno” (Gál. 2:20).

En nuestro tiempo, pareciera que todo cuanto nos rodea es una prueba, un llamado de la muerte eterna, una limitación cada vez mayor a cumplir la voluntad de Dios; seguramente caeremos, pero también sabemos que al no estar solos, nos levantaremos y nunca mas ese abismo nos atraerá. Todos podemos tener esperanza, porque el poder del Espíritu Santo actúa en nosotros y su poder es ilimitado.

La patria Celestial es la meta de nuestra vida, es el propósito real para el que vivimos en este mundo. Fuimos creados para vivir con Dios viéndolo cara a cara, muriendo a la seducción del mundo y viviendo para la misión que nos ha encomendado. ¡El cielo es nuestro hogar! contemplemos a Jesús sabiendo, por fe que cuando El regrese en gloria, nos resucitará y nos llevará consigo.

Pensemos hoy en nuestro bautismo, ese fue el comienzo de nuestra marcha hacia el cielo. Con el nuestro ser interior, comienza a anhelar la plenitud de la vida, a sentirse atraída por ella. "no tenemos aquí ciudad permanente, sino que vamos buscando la futura" (Hb. 13:14).

Reflexionar sobre el Credo Apostólico... Hermosa confesión de la Fe


MEDITACION, REFELXION Y ANALISIS

El Credo es un símbolo de la fe en el cual se articula toda la creencia de la Iglesia. Los dos símbolos mas importantes son: el Símbolo de los Apóstoles, que es el antiguo símbolo bautismal de la Iglesia de Roma y el Símbolo niceno-constantinopolitano, fruto de los dos primeros Concilios Ecuménicos de Nicea (325) y de Constantinopla (381), y que sigue siendo aún hoy el símbolo común a todas las grandes Iglesias de Oriente y Occidente.
Cuando proclamamos nuestra fe, lo hacemos con el Credo y su contenido debe no solo recitarse, sino llevar con cada palabra el verdadero sentimiento de nuestro corazón.

Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra,
Creo que existe y reconozco un Dios que nos ha creado a nosotros y a todo el universo, Reconocemos que El es lleno de poder, Sabiduría y Amor; El es el autor de todo lo que existe.
Jesús lo confirma en el NT: “es el único Señor” (Mc. 12, 29).
Por lo anterior, al profesar a Dios único, todopoderoso y creador de todo, mis acciones, palabras, hechos y en general mi ser, debe cerrar la posibilidad a que cualquier cosa o persona que no sea Dios mismo, desvíe mi atención de El.

y en Jesucristo su Único Hijo, Nuestro Señor,
Cuando se menciona el nombre de Jesús en esta frase y al ser el verbo de la misma, expresamos que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios vivo; Mesías, ungido; único Hijo engendrado de Dios, que eternamente está unido a El; es la Palabra de Dios, hombre verdadero y Dios verdadero. Al llamarlo nuestro “SEÑOR” reconocemos que El ha recibido poder sobre toda la creación.

Jesús, ha sido enviado al mundo “para dar testimonio de la Verdad” (Jn. 18, 37), que es re-afirmar al mundo lo que Dios es y quiere. Al ser hijo de Dios, hace parte de su esencia divina y verdad eterna. De esta manera lo reconocemos.

que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; nació de Santa María Virgen,
En esta parte de nuestra proclama de fe, reconocemos y creemos que la Palabra de Dios hizo carne (encarnación), volviéndose hombre para el propósito de nuestra salvación. Jesús es concebido por el poder del Espíritu Santo en el vientre de la Santísima Virgen María (misterio). De esta manera decimos creer que Jesús el hijo de María, es el hijo de Dios.

Jesús encarnado, está compuesto de alma racional y de cuerpo; consubstancial con el Padre según la divinidad, y consubstancial con nosotros según la humanidad; “en todo semejante a nosotros, menos en el pecado” (Hb. 4, 15); nacido del Padre antes de todos los siglos según la divinidad y, por nosotros y nuestra salvación, nacido en estos últimos tiempos de la Virgen María, la Madre de Dios, según la humanidad».

En cuanto a María, al mencionarla en nuestra profesión de fe, reconocemos que por la gracia de Dios, permaneció sin pecado personal durante su existencia. Ella es la «llena de gracia» (Lc. 1, 28). También reconocemos en María la obediencia libre que tiene a Dios, pues cuando el ángel le anuncia que va a dar a luz «al Hijo del Altísimo» (Lc. 1, 32), ella da libremente su consentimiento «por obediencia de la fe» (Rm. 1, 5).

En este sentido, vemos la pureza total de Jesús, al creer en un Dios encarnado (Divinidad de su esencia), en una mujer limpia de pecado y obediente al Padre (carne limpia).

padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, Padecer es vivir el sufrimiento. De esta manera reconocemos que Jesús, hijo de Dios, renuncia a toda su Divinidad para poder sufrir por y como nosotros. Creemos entonces que El tomó sobre si mismo el castigo que nuestros merecían y solo El pago el precio de la debido por nuestros pecados y murió como cualquier ser humano.

Jesús que como hombre (carne) y como Dios con amor, padece por el mundo, proclamado en esta parte del Credo, debe ser nuestro único camino de salvación, ejemplo de vida para amar a Dios padre y motivo para morir en esta vida y nacer a la verdadera vida eterna.

Por lo anterior, proclamar nuestra fe en la muerte y resurrección de Jesús, es declarar al mundo nuestra disposición de cargar con el la cruz, morir al pecado y nacer a la presencia de Dios.

descendió a los infiernos,
Jesús no termina su misión muriendo y resucitando, entre estos dos momentos creemos que fue al lugar donde todos aquellos que no habían recibido su redención, se encontraban esperando su liberación. Con esto, nos comprometemos a mantener las puertas del infierno cerradas, a no tocarlas ni abrirlas, pues nuestras puertas meta deben ser las del Cielo.

al tercer día resucitó de entre los muertos;
Creer en la resurrección de Jesús, es manifestar nuestra fe completa en el misterio pascual. Jesús venció la muerte por el poder de Su resurrección. Los tres días son un signo para los creyentes, una confirmación de la santidad de sus palabras. El destruyó la muerte porque no tenia pecado y la muerte es el precio por nuestros pecados. El murió para que nosotros podamos vivir eternamente a través de Su resurrección.
La Resurrección es la culminación de la Encarnación. Se constituye en prueba de la divinidad de Jesús, confirma todo lo que hizo y enseñó y realiza todas las promesas divinas en nuestro favor. Es el principio de nuestra resurrección.

subió a los cielos, está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso;


Decimos en esta parte que somos creyentes de la fidelidad de Jesús, Quien esta sentado a la derecha de Dios como Rey de Reyes y Señor de Señores, allá El prepara un lugar para nuestras almas y envía el Espíritu Santo para darnos Esperanza y Confianza en El.

desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.



Jesús nos prometió un regreso, su segunda venida, por ello expresamos aquí nuestra convicción sobre ese regreso en Gloria. Sabemos que después de muertos a esta vida seremos juzgados y también creo en el Juicio Final para todo el mundo.

Creo en el Espíritu Santo,
Con esta proclama, reconocemos la tercera persona de la Santísima Trinidad, el Espíritu Santo quien nos ha hecho templos de su Gloria. El Espíritu Santo es Dios nuestro abogado, maestro y consolador. El es el Espíritu de Amor y de Paz del Padre y del Hijo. El Espíritu Santo “ha sido enviado a nuestros corazones” (Ga. 4, 6), a fin de que recibamos la nueva vida de hijos de Dios.
Con esta parte, junto con las dos primeras, reconocemos a Dios trino y uno.

en la Santa Iglesia Católica,
Jesús fundo Su Iglesia sobre Pedro la roca, y que esta Iglesia todavía esta firme por el poder de Sus palabras a través de sucesión apostólica hasta el día de hoy; reconocemos entonces que nosotros debemos de someternos a las enseñanzas del Magisterio de la Una, Santa Iglesia: Católica, Apostólica y Romana.
Reconocer a la Iglesia en toda su dimensión nos compromete a trabajar en ella, pues somos parte integral de la misma bajo una sola cabeza, Cristo.

en la Comunión de los Santos,
La Iglesia es el cuerpo de Cristo, El es cabeza y nosotros somos los miembros. Por Gracia de Dios permanecemos en su Espíritu y entramos en comunión con las almas de aquellos quienes ya han ido ante El. Los que ya han partido, siendo en su vida terrenal Iglesia, son ahora Iglesia del cielo.
Así confirmamos nuevamente que lo que somos como hombres terrenos, seremos cuando por la muerte, debamos integrarnos a la iglesia celeste que alaba a Dios en el cielo.

en el perdón de los pecados,
Al reconocernos pecadores y que el pecado nos aleja de nuestro fin, la patria celestial, debemos buscar el perdón de los mismos. Por ello decimos que todos los pecados cometidos, excepto aquellos cometidos en contra del Espíritu Santo pueden ser perdonados, pues Jesús es el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo.
Afirmamos en este frase que reconocemos el poder de perdonar los pecados dado por Cristo a los Apóstoles y continuado por sucesión apostólica a todos los Sacerdotes Católicos y Ortodoxos, en el Sacramento de la Penitencia donde nosotros somos reconciliados con Dios.

en la resurrección de la carne, y en la vida eterna. Amén.
Esta última frase, sella nuestra firme creencia en las palabras de Jesús: "Yo te levantaré en el ultimo día.". Al terminar con el AMEN, puntualizamos que lo dicho así es y así será.



REFLEXIÓN GLOBAL

Comprender que el Credo no es solo un juego de palabras, sino una síntesis de todo lo que nuestra vida siente y alberga al creer en Dios, su obra y su amor, debe ir mas allá de la proclama. Cada palabra dicha debe meditarse a profundidad y con todo lo que ella contiene. Actuar como lo que decimos es vivir como Dios quiere.

¿Que podemos aprender del Buen Samaritano?




PARABOLA DEL BUEN SAMARITANO
Lc. 10, 25-37

La parábola narrada por Jesús para ilustrar que la piedad es un sentimiento de gran importancia y que cumplir el espíritu de la ley es tan importante como cumplir la letra de la ley.
La elección de la figura de un samaritano, considerado un herético para los sectores más ortodoxos de la religión hebrea, sirve para mostrar que no es la ortodoxia en la propia religión la que conduce a la vida eterna, sino la caridad de las propias acciones.
Revisión por Versículos

25 Se levantó un legista, y dijo para ponerle a prueba: «Maestro, ¿que he de hacer para tener en herencia vida eterna?».

Esta pregunta en otra oportunidad la hace un joven con cierta ingenuidad; pero en este caso, el legista no es ingenuo, es oportunista.
Tal vez nosotros mismos hemos caído mil veces en esta situación, a sabiendas que no solo la letra salva, preguntamos a Dios si estamos obrando correctamente, cuando pese a conocer la “ley”, sabemos que no le damos vida a la misma con nuestras acciones.

26 El le dijo: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?»

Jesús que conoce el corazón y lo que en se guarda, juega con el legista al mismo juego de ley.
Hoy nosotros debemos saber leer para poder actuar conforme a la esencia de la ley y no con la letra estricta con que se graba.

27 Respondió: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.»

De esta manera el legista demuestra su conocimiento, pero no hace manifiesto su actuar.
El conocer no da derechos, los derechos se ganan practicando lo que conocemos a favor de los demás.


28 Díjole entonces: «Bien has respondido. Haz eso y vivirás.»

Conocer es importante, pero con lo que se conoce debemos general acciones. Jesús invita al legista a pasar del sustantivo al verbo que el es demanda.

29 Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «Y ¿quién es mi prójimo?»

Talvez sabemos una y mil veces lo que Dios pide de nosotros, pero bajo el argumento de querer estar seguros y no tener malas interpretaciones, indagamos sobre a quien buscar, en donde está, si yo supiera…. Etc.
Justificarse, como lo hace el legista, es ignorar lo que sin demasiadas complicaciones Dios solicita con nuestro actuar

30 Jesús respondió: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que, después de despojarle y golpearle, se fueron dejándole medio muerto.

Ilustrar geográficamente la situación nos ubica en nuestro propio mundo, en donde existen situaciones que llevan al hombre al extremo del peligro espiritual y material. Ir de lo santo (Jerusalén) bajando hacia el peligro de la oferta que nos hace perder (como es el camino hacia Jericó con salteadores). Jesús sencillamente ilustra la situación que en el mundo puede vivir cualquiera de los que lo habitan.

31 Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo.

El sacerdote que encarna en la historia al que conoce e interpreta la ley, aquel que al parecer sabe todo lo bueno y lo malo, pero que al momento de llevar la letra a la acción piensa, analiza, juzga, encasilla, etc. Mientras que aquel que lo necesita sucumbe lentamente hasta que tal vez se pierde.

32 De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo.

El Levita, el servidor, no se diferencia del sacerdote, pues de la misma manera trata de atar todo lo que sabe eliminando la posibilidad de actuar frente a lo que en realidad requiere su servicio.

Para los dos casos anteriores, el pensar que el problema de un hermano, encarnado por el hombre mal herido de la parábola, puede contaminar y es mejor “no meterse”, es una actitud que refleja la indiferencia que hoy reina en el mundo y con la cual hasta se es indiferente frente a lo que Dios nos muestra.





33 Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión;

El Samaritano, hombre que es criticado por su posición, quizá desconocedor de la ley, tiene en su corazón la forma de amar de Dios.

34 y, acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él.

No actúa según la letra, actúa según lo que la ley debe inspirar en el corazón de quien recibe a Dios.
El romper la indiferencia puede parecer en oportunidades que no cumplimos con la rigurosidad de lo escrito, pero sin dudas el ejemplo de Jesús nos invita a que nos dejemos llevar por los sentimientos que el recibir la ley, a Dios mismo debe, despiertan en un corazón que como tierra fecunda hace brotar de la semilla (letra), fruto que sirve (verbo).

35 Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: "Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva."

Mas allá de un acto de misericordia, debemos dar continuidad a la acción que hemos realizado; vivir la misericordia, saca de la tentación de la indiferencia y saca de la ley mosaica, de esta manera es que mejor se cumple la ley de Dios de amar con misericordia.

36 ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?»

Ahora el interrogado es quien preguntaba; el que con la ley preguntó, ahora es cuestionado con la misma ley, pues ella habla del prójimo y el prójimo se había ignorado al querer buscarlos y no hacerse.


37 El dijo: «El que practicó la misericordia con él.» Díjole Jesús: «Vete y haz tú lo mismo.»

Por este motivo es que Jesús invita a este legista a que toda palabra que ha grabado en la mente, sea ahora dinamizada en el corazón y así no solo se lea, sino que se cumpla con acciones que muestren al mundo que Dios obra desde nuestra propia vida.

El silencio de Dios




Este es un hermoso mensaje que recibí por E-mail. Aunque desconozco al autor, estoy seguro que su finalidad de divulgar este mensaje ampliamente se está cumpliendo. Disfrutenlo por favor.!!!

EL SILENCIO DE DIOS

Cuenta una antigua Leyenda Noruega, acerca de un hombre llamado Haakon, quien cuidaba una Ermita. A ella acudía la gente a orar con mucha devoción.

En esta ermita había una cruz muy antigua. Muchos acudían ahí para pedirle a Cristo algún milagro. Un día el ermitaño Haakon quiso pedirle un favor. Lo impulsaba un sentimiento generoso. Se arrodillo ante la cruz y dijo:

“Señor, quiero padecer por ti. Déjame ocupar tu puesto. Quiero reemplazarte en la cruz.” Y se quedo fijo con la mirada puesta en la Efigie, como esperando la respuesta.

El Señor abrió sus labios y hablo. Sus palabras cayeron de lo alto, susurrantes y amonestadoras:
“Siervo mío, accedo a tu deseo, pero ha de ser con una condición.”

*Cual, Señor?, - pregunto con acento suplicante Haakon.

**Es una condición difícil?

!Estoy dispuesto a cumplirla con tu ayuda, Señor!, - respondió el viejo ermitaño.

Escucha: suceda lo que suceda y veas lo que veas, has de guardarte en silencio siempre.

Haakon contesto: “Os, lo prometo, Señor!” Y se efectuó el cambio.

Nadie advirtió el trueque. Nadie reconoció al ermitaño, colgado con los clavos en la Cruz. El Señor ocupaba el puesto de Haakon. Y este por largo tiempo cumplió el compromiso. A nadie dijo nada.

Pero un día, llego un rico, después de haber orado, dejo allí olvidada su cartera. Haakon lo vio y callo. Tampoco dijo nada cuando un pobre, que vino dos horas después, se apropio de la cartera del rico. Ni tampoco dijo nada cuando un muchacho se postro ante el poco después Para pedirle su gracia antes de emprender un largo viaje. Pero en ese momento volvió a entrar el rico en busca de la bolsa. Al no hallarla, pensó que el muchacho se la había apropiado. El rico se volvió al joven y le dijo iracundo:

! Dame la bolsa que me has robado!.

El joven sorprendido, replico:

!No he robado ninguna bolsa!. !No mientas, devuélvemela enseguida!.

Le repito que no he cogido ninguna bolsa! , afirmo el muchacho. El rico arremetió, furioso contra el. Sonó entonces una voz fuerte: ! Detente! El rico miro hacia arriba y vio que la imagen le hablaba.

Haakon, que no pudo permanecer en silencio, grito, defendió al joven, increpo al rico por la falsa acusación. Este quedo anonadado, y salió de la ermita. El joven salió también porque tenía prisa para emprender su viaje.

Cuando la ermita quedo a solas, Cristo se dirigió a su siervo y le dijo:

Baja de la Cruz. No sirves para ocupar mi puesto. No has sabido guardar silencio”.

“ Pero, - dijo Haakon - , *Como iba a permitir esa injusticia?”.

Se cambiaron los oficios. Jesús ocupo la Cruz de nuevo y el ermitaño se quedo ante la Cruz.

El Señor, siguió hablando: “Tu no sabias que al rico le convenía perder la bolsa, pues llevaba en ella el precio de la virginidad de una joven mujer. El pobre, por el contrario, tenia necesidad de ese dinero e hizo bien en llevárselo; en cuanto al muchacho que iba a ser golpeado, sus heridas le hubiesen impedido realizar el viaje que para el resultaría fatal.

Ahora, hace unos minutos acaba de zozobrar el barco y el ha perdido la vida.

Tu no sabias nada. Yo si. Por eso callo.

Y el Señor nuevamente guardo silencio”.

Muchas veces nos preguntamos por que razón Dios no nos contesta..? Por que razón se queda callado Dios?. Muchos de nosotros quisiéramos que el nos respondiera lo que deseamos oír... pero, Dios no es así. Dios nos responde aun con el silencio... Debemos aprender a escucharlo. Su Divino Silencio, son palabras destinadas a convencernos de que, el sabe lo que esta haciendo.

En su silencio nos dice con amor;

!CONFIAD EN MI, QUE SE BIEN LO
QUE DEBO HACER!

Las Bodas de Cana




LAS BODAS DE CANÁ

Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos.
Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre: «No tienen vino.», Jesús le responde: «¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora.».
Dice su madre a los sirvientes: «Haced lo que él os diga.». Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una.
Les dice Jesús: «Llenad las tinajas de agua.» Y las llenaron hasta arriba.
«Sacadlo ahora, les dice, y llevadlo al maestresala.» Ellos lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba de dónde era (los sirvientes, los que habían sacado el agua, sí que lo sabían), llama el maestresala al novio y le dice: «Todos sirven primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el inferior. Pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora.»
Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus señales. Y manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos.


COMENTARIO

Desde el capítulo 2 al capítulo 12,50 del Evangelio de San Juan, encontramos el denominado Libro de los Signos, el cual contiene siete hechos extraordinarios realizados por Jesús, a los que el evangelista llama “signos”. Es común que cada signo esté acompañado de discursos y diálogos de Jesús, con los que explica el sentido de los signos y que al final tienen por objetivo revelar el misterio de Jesús.

La transformación del agua en vino, realizada por Jesús en Caná, es el primer signo narrado por Juan, siendo este episodio de gran riqueza, pues a partir de un hecho como una boda realizada en un pueblo, Juan construye la narración que carga de símbolos que trasmiten el mensaje central del evangelio: una nueva alianza que nace del amor a cambio de la alianza fundada en la ley (Cfr. Jn. 1,14-17)

Así mismo, este primer signo mencionado por Juan, puede interpretarse como un milagro de epifanía, pues con el Díos se manifiesta definitivamente en Jesús.

En el contexto matrimonial, igualmente podemos encontrar una gran riqueza de símbolos y mensajes para la vida conyugal, los cuales al ser revisados e interiorizados profundamente, nos ayudan a dar un profundo sentido al sacramento.

A partir de esta introducción, se analizarán los elementos del signo:

TRES DIAS DESPUES
Una frase que cobra valor y se repite a lo largo del Evangelio es esta, y en le primer signo relatado por Juan inicia anunciando que habían pasado tres días, quizá como anuncio que la obra de Dios no se tarda. El primer signo, como su acción definitiva ocurre solo tres días después.

ES UNA BODA
A lo largo de la tradición e historia de Israel, las relaciones entre Dios y su pueblo se asimilado a un matrimonio. En el matrimonio entre Dios e Israel existe una alianza, que es vieja y poca importancia recibe por parte del pueblo. Que mejor entonces que una boda, en donde solo Jesús es llamado por su nombre y se hace centro de la misma, sea el inicio la nueva alianza entre Dios y su pueblo, en donde quien la realiza es quien la presenta.

Desde el sacramento del matrimonio, se debe reconocer que la boda es una alianza en la que obra lo nuevo y se cambia lo viejo.

SON INVITADOS JESUS Y SUS DISCIPULOS
Seguramente Jesús llegó Caná, en donde Jesús es invitado por los protagonistas de la Boda. La boda como acontecimiento propio del pueblo representa al Israel expectante por la llegada de aquel que dará sentido a todo y la invitación puede ser el reconocimiento que se hace de Jesús como quien lo cambia, lo renueva.
Los Discípulos por su parte, integran esos escogidos que deben, al lado Jesús, descubrir como se transforma desde lo viejo a lo nuevo, desde lo “bueno” a lo “mejor”, de tal forma que al ser encargados ellos de la expansión del Reino, lo hagan según la enseñanza y rectitud obrada por el Maestro.

Para el Matrimonio, la invitación a Jesús a que obre en el, da sentido y futuro a lo que se inicia; la expectativa por la vida de los novios cobra norte y fortaleza en la medida que Jesús es invitado a participar; la supremacía de lo Divino sobre lo social; la alegría conyugal, frente al sin sentido humano que hoy olvida como se fue creado.


LA MADRE DE JESUS ESTABA ALLI
No dice el Evangelio el nombre de María, habla de la madre lo cual corresponde a una expresión respetuosa para referirse a ella. Se podría ver a María como la representación del pueblo que espera la llegada del Salvador, de aquel en quien se debe depositar la confianza. Está igualmente María presente en el lugar en que se requiere la presencia de Jesús para hacer su manifestación entre lo que le necesitan.

NO TIENEN VINO
Es la expresión que emplea la Madre de Jesús para referirse a la necesidad que los novios tienen para que su festejo no termine. La intervención maternal en este caso deja en claro la gran fuerza que Maria tiene por nosotros para con su hijo. Intercede para que nuestra fuente de vida no acabe.

En cuanto al matrimonio, la bendición de Dios sobre el, por la invitación que se hace a Jesús para que participe en la fiesta y siembre la alegría, es algo que permanece vigilado y cuidado por la madre del Señor. Su amparo e intercesión , hacen que siempre Jesús llegue ante la necesidad que la conyugalidad requiere.


¿QUE TENGO YO CONTIGO MUJER?
Lo que parece ser una expresión que muchos pueden interpretar como despectiva, especialmente de un hijo para con su madre, debe ser comprendida mas allá y en el contexto social existente. Esta expresión es vista varias veces en el lenguaje de la época (Cfr. Mr. 5, 7-8; Mt..8,29; 1Re. 17,18) y con ella se pretende dar confianza a quien se le dice de tal forma que comprenda que en realidad las cosas están controladas. Así mismo el que Jesús llame a Maria mujer, no le quita su lugar de Madre, al contrario es la expresión de sumo respeto para quien ocupa la importancia del caso.


FALTA EL VINO
En el contexto de la historia, el vino es un elemento indispensable en las bodas y celebraciones como señal de alegría y compartir; entre esposos, el vino es símbolo de amor (Cantar de los Cantares). Es igualmente símbolo de la fiesta mesiánica (Cfr. Is. 25, 6).

A partir de lo anterior, el que agote el vino en la boda significaría la tristeza en torno de lo celebrado; la alianza vieja que se torna triste y la incapacidad que ella aliente y alegre al hombre, pues el mismo hombre la tiene fuera de sí.

En el matrimonio, ese vino que se deja agotar es la falta de dedicación mutua; la renovación de pareja y sin duda la monotonía y costumbre que seca la fuente del vino que alegra.

En Juan Jesús se revela con un signo que en el contexto de la época se convierte en centro de la alegría; la nueva alianza que inicia con la intervención del salvador en la vida del hombre.

TINAJAS VACIAS
Estos elementos tienen una descripción detallada que podría asemejarse al estado de la antigua alianza: su número, seis, puede indicar que algo falta para la perfección; el material, de piedra, el lugar en que se escribió la ley; capacidad, 2 o 3 medidas, pero sin nada que las llene; se suponen vacías (Jesús dice que las llenen).
Es precisamente Jesús quien da vida y sentido a la alianza, pues las llena de agua (bautismo), convierte su contenido en alegría y da sentido a lo que ya está algo olvidado. La relación con Dios está renovada y la alegría del hombre por su salvación es definitiva, siendo Jesús quien la representa.

LOS SIRVIENTES, LA PRUEBA DEL MAESTRESALA Y LA INDICACION AL NOVIO.

Cierra el signo con los sirvientes que llevan el vino, quienes sin duda al ser testigos de lo que Jesús ha hecho están dispuestos a llevar esa alegría que representa el Vino. Todos somos esos sirvientes que llamados a anunciar, debemos llevar la alegría que Jesús ha preparado.
Entre tanto, el Maestresala que recibe lo nuevo, lo reconoce no solo como tal, sino como lo mejor. En efecto, la transformación que Jesús realiza en la vida de las personas no puede ser una mas, es la definitiva que rompe con lo habitual.
La indicación al novio sobre el mejor para el final, se constituye en la invitación para mantener aquello que obra y cambia, que renueva y salva.


CONCLUSIÓN
Juan presenta a Jesús en este primer signo como la novedad que cambia toda situación pasada; por eso, es el vino nuevo que llena de alegría y gozo la vida entera.

Es entonces claro con este signo que todo lo anterior queda cesante; solo Jesús, con su presencia, palabra y acciones puede hacer revivir y provocar una nueva realidad entre Dios y el hombre.

Ante el nuevo rumbo que Jesús representa, es necesario estar en actitud de apertura y colaboración, tal como lo están María, los sirvientes, el grupo de Jesús, etc., quienes disponiéndose a caminar con El conocerán la ruta que muestra a los que se renuevan. Par participar de esto, no es posible quedarse anclado o quieto, pues de esta manera no observaremos eso que Dios nos muestra por medio de los signos de Jesús y en especial este que lo revela.

Amar como Dios Ama!


div-misericordia

Los Anteojos de Dios

El cuento trata de un difunto. Ánima bendita camino del cielo donde esperaba encontrarse con Tata Dios para el juicio sin trampas y a verdad desnuda. Y no era para menos, porque en la conciencia a más de llevar muchas cosas negras, tenía muy pocas positivas que hacer valer. Buscaba ansiosamente aquellos recuerdos de buenas acciones que había hecho en sus largos años de usurero.

Había encontrado en los bolsillos del alma unos pocos recibos “Que Dios se lo pague”, medio arrugados y amarillentos por lo viejo. Fuera de eso, bien poca más. Pertenecía a los ladrones de levita y galera, de quienes comentó un poeta: “No dijo malas palabras, ni realizó cosas buenas”.

Parece que en el cielo las primeras se perdonan y las segundas se exigen. Todo esto ahora lo veía clarito. Pero ya era tarde. La cercanía del juicio de Tata Dios lo tenía a muy mal traer.

Se acercó despacito a la entrada principal, y se extraño mucho al ver que allí no había que hacer fila. O bien no había demasiados clientes o quizá los trámites se realizaban sin complicaciones. Quedó realmente desconcertado cuando se percató no sólo de que no se hacía fila sino que las puertas estaban abiertas de par en par, y además no había nadie para vigilarlas. Golpeó las manos y gritó el Ave María Purísima. Pero nadie le respondió. Miró hacia adentro, y quedó maravillado de la cantidad de cosas lindas que se distinguían. Pero no vio a ninguno. Ni ángel, ni santo, ni nada que se le pareciera. Se animó un poco más y la curiosidad lo llevó a cruzar el umbral de las puertas celestiales. Y nada. Se encontró perfectamente dentro del paraíso sin que nadie se lo impidiera.

-¡Caramba — se dijo — parece que aquí deber ser todos gente muy honrada! ¡Mirá que dejar todo abierto y sin guardia que vigile!
Poco a poco fue perdiendo el miedo, y fascinado por lo que veía se fue adentrando por los patios de la Gloria. Realmente una preciosura. Era para pasarse allí una eternidad mirando, porque a cada momento uno descubría realidades asombrosas y bellas.

De patio en patio, de jardín en jardín y de sala en sala se fue internando en las mansiones celestiales, hasta que desembocó en lo que tendría que ser la oficina de Tata Dios. Por supuesto, estaba abierta también ella de par en par. Titubeó un poquito antes de entrar. Pero en el cielo todo termina por inspirar confianza. Así que penetró en la sala ocupada en su centro por el escritorio de Tata Dios. Y sobre el escritorio estaban sus anteojos. Nuestro amigo no pudo resistir la tentación — santa tentación al fin — de echar una miradita hacia la tierra con los anteojos de Tata Dios. Y fue ponérselos y caer en éxtasis. ¡Que maravilla! Se veía todo clarito y patente. Con esos anteojos se lograba ver la realidad profunda de todo y de todos sin la menor dificultad. Pudo mirar profundo de las intenciones de los políticos, las auténticas razones de los economistas, las tentaciones de los hombres de Iglesia, los sufrimientos de las dos terceras partes de la humanidad.

Entonces se le ocurrió una idea. Trataría de ubicar a su socio de la financiera para observarlo desde esta situación privilegiada. No le resulto difícil conseguirlo. Pero lo agarró en un mal momento. En ese preciso instante su colega esta estafando a una pobre mujer viuda mediante un crédito bochornoso que terminaría de hundirla en la miseria por sécula seculorum. (En el cielo todavía se entiende latín). Y al ver con meridiana claridad la cochinada que su socio estaba por realizar, le subió al corazón un profundo deseo de justicia.

Nunca le había pasado en la tierra. Pero, claro, ahora estaba en el cielo. Fue tan ardiente este deseo de hacer justicia, que sin pensar en otra cosa, buscó a tientas debajo de la mesa el banquito de Tata Dios, y revoleándolo por sobre su cabeza lo lanzó a la tierra con una tremenda puntería. Con semejante teleobjetivo el tiro fue certero. El banquito le pegó un formidable golpe a su socio, tumbándolo allí mismo.

En ese momento se sintió en el cielo una gran algarabía. Era Tata Dios que retornaba con sus angelitos, sus santas vírgenes, confesores y mártires, luego de un día de picnic realizado en los collados eternos. La alegría de todos se expresaba hasta por los poros del alma, haciendo una batahola celestial. Nuestro amigo se sobresalto. Como era pura alma, el alma no se le fue a los pies, sino que se trató de esconder detrás del armario de las indulgencias. Pero ustedes comprenderás que la cosa no le sirvió de nada. Porque a los ojos de Dios todo está patente. Así que fue no más entrar y llamarlo a su presencia. Pero Dios no estaba irritado. Gozaba de muy buen humor, como siempre. Simplemente le preguntó qué estaba haciendo.

La pobre alma trató de explicar balbuceando que había entrado a la gloria, porque estando la puerta abierta nadie la había respondido y el quería pedir permiso, pero no sabía a quién.

-No, no — le dijo Tata Dios — no te pregunto eso. Todo está muy bien. Lo que te pregunto es lo que hiciste con mi banquito donde apoyo los pies. Reconfortado por la misericordiosa manera de ser de Tata Dios, el pobre tipo fue animado y le contó que había entrado en su despacho, había visto el escritorio y encima los anteojos, y que no había resistido la tentación de colocárselos para echarle una miradita al mundo. Que le pedía perdón por el atrevimiento.

-No, no — volvió a decirle Tata Dios — Todo eso está muy bien. No hay nada que perdonar. Mi deseo profundo es que todos los hombres fueran capaces de mirar el mundo como yo lo veo. En eso no hay pecado. Pero hiciste algo más. ¿Qué pasó con mi banquito donde apoyo los pies?

Ahora sí el ánima bendita se encontró animada del todo. Le contó a Tata Dios en forma apasionada que había estado observando a su socio justamente cuando cometía una tremenda injusticia y que le había subido al alma un gran deseo de justicia, y que sin pensar en nada había manoteado el banquito y se lo había arrojado por el lomo.

-¡Ah, no! — volvió a decirle Tata Dios. Ahí te equivocaste. No te diste cuenta de que si bien te había puesto mis anteojos, te faltaba tener mi corazón. Imaginate que si yo cada vez que veo una injusticia en la tierra me decidiera a tirarles un banquito, no alcanzarían los carpinteros de todo el universo para abastecerme de proyectiles. No m’hijo. No. Hay que tener mucho cuidado con ponerse mis anteojos, si no se está bien seguro de tener también mi corazón.

Y el hombre se despertó todo transpirado, observando por la ventana entreabierta que el sol ya había salido y que afuera cantaban los pajaritos.

Hay historias que parecen sueños. Y sueños que podrían cambiar la historia.

diostebendiga