(Méjico)
La advocación de Nuestra Señora de los Remedios va unida, en Méjico, a la entrada de los españoles con Hernán Cortés y a la famosa "Noche triste". En aquellos heroicos momentos, fue Ella su auxiliadora y consoladora, llegando hasta a aparecérseles en el cerro de Totoltepec, según asegura la tradición. Todavía se levanta en su honor, cerca de Méjico, una suntuosa iglesia, cuya imagen es llevada a la Catedral , en la Octava de su festividad, para satisfacer la devoción del pueblo fiel.
Según Cayetano de Cabrera y Quintero, desde 1575 se colocó la imagen en una iglesia nueva, "acabada perfectamente-, y con casi los adornos que hoy tiene; bien que techada como se practicaba entonces, de maderas, y esculpida techumbre, que después, sufriéndolo las primeras paredes, que acaso se hicieron bastantemente fuertes a este intento, se labró, y edificó de bóveda. Añadiremos que en esa iglesia hubo unas pinturas al pincel de Alonso de Villasaña donde se daba cuenta del magnífico portento, o sea la aparición de la Virgen
Nuestra Señora de los Remedios, gozó de la devoción de los españoles. Por eso resulta conmovedor el empeño de criollos como Cayetano de Cabrera y Quinteto quién señala que si para su tiempo -mediados del siglo XVIII existían dos saantuarios importantes cerca de México, era porque la Virgen quiso tener dos recompensas por los favores que había hecho a los indígenas a quienes se había aparecido y a sus respectivos parientes que sanaron por su intercesión. Esa doble recompensa no era sino "dos templos, y dos casas que fuesen la de la salud para todos; la de Guadalupe, donde se apareció para darla: y la de los Remedios, donde se quiso aparecer para aplicarlos, y donde como en oficina de arcanos mezclando los que -habían traído de la Europa, los templó yy ajustó a nuestro clima, uniéndolos o haciéndolos uno, con los que ya en flores, y sus quintaesencias había alambicado en Guadalupe, y los que como antes a los Indios, quiso franquear aquí a los españoles, poniéndolos como en botica para todos, en la casa de sus remedios, que es muy suya, por serlo el suelo de esta tierra, y más porque se la ingenió y mandó hacer, a su otra imagen, a la que con franqueza de indiana, no sólo labró casa, cuando por conquistadora, y venida de España estaba (como suelen decir) por los suelos, sino que quiso alternar con ella su poder para nuestro bien, y salud especialmente cuando la combatiesen pestilencias".
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