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El buen amor en el matrimonio |
PRESENTACIÓN
Estimado lector:
En estas páginas he reunido preguntas y mis respuestas
intercambiadas con esposos que me han consultado personalmente o por
correo electrónico. Varias de esas preguntas han sido publicadas antes
en el Blog del Buen Amor , que funciona como
consultorio o clínica virtual del Buen Amor. Todas las consultas
se publican con la expresa autorización de los interesados, pero
obviamente bajo pseudónimo. Ellos han comprendido que tanto su pregunta
como la respuesta podrían iluminar a muchos novios que pasan
por situaciones semejantes y no saben qué hacer.
Los que
me preguntan son creyentes católicos, que no necesitan demostración de
las verdades en que creen. Mis respuestas a estas preguntas
suponen esa fe y se basan en los principios revelados
por Dios acerca de la creación del varón y la
mujer y del amor derramado por Dios en sus corazones.
Es éste un don divino que ellos comparten y que
los impulsa a unirse para siempre en matrimonio fecundo y
fiel.
Mis respuestas aplican a los casos concretos los principios
revelados por Dios que he expuesto en los libros: “La
Casa sobre Roca” y “¿Qué le pasó a nuestro
amor?”. Si en las obras anteriores expuse la doctrina, en
ésta ofrezco sus aplicaciones prácticas que permitirán asimilarla mejor. Si
aquellas obras eran saludablemente contraculturales - como lo es nuestra
fe -, también lo es, inevitablemente, ésta.
Estos diálogos son apenas
un ramillete selecto. No pretenden agotar la problemática del amor
matrimonial. Pero aún así espero que contribuyan a que otros
jóvenes creyentes comprendan mejor la sabiduría que encierra la doctrina
revelada acerca del amor humano, creado, caído y elevado por
la gracia de Dios a sacramento y misterio grande. Y
que a su luz puedan orientarse por sí mismos en
el gozoso ejercicio del sagrado ministerio esponsal.
Tengo que advertir al
lector que a estas respuestas escritas a preguntas concretas formuladas
también por escrito, no se les puede pedir que sean
aplicables tal cual a otros casos. Son ejemplos concretos que
pueden inspirar comportamientos, pero no siempre pueden imitarse al pie
de la letra, sino mediante una creatividad espiritual ayudada por
la gracia. La variedad de circunstancias individuales exigiría muchas veces
variedad de respuestas y consejos. Se puede aplicar aquí lo
que advierte Aristóteles acerca de los principios generales del comportamiento
humano, porque a su manera vale para las aplicaciones casuísticas
de esos principios:
“En la consideración de los asuntos del espíritu
no debe exigirse una precisión igual a la que se
exige en los trabajos de precisión. […] Así pues, cuando
se trata de asuntos de este género y se parte
de este tipo de principios, es preciso saber contentarse con
un bosquejo un poco grosero de la verdad. […] De
aquí que deba acogerse con indulgente reserva todo lo que
vamos a decir. Un espíritu cultivado no debe exigir en
cada género de objetos más precisión que la que permita
la naturaleza misma de la cosa que se trate. Y
tan irracional sería exigir de un matemático una mera probabilidad,
como exigir de un orador demostraciones en forma” (Aristóteles.
Ética a Nicómaco, Libro I, capítulo 1)
Montevideo, 13 de setiembre
de 2010 Exaltación de la Santa Cruz
INDICE
1.- La conversación
entre esposo y esposa
2.- Mercedes: tentada
contra el marido
3.- Ana: Desde que
escucho a mi esposo: ¡cuánta gracia!
4.- Gerardo:
El defensor de la esposa
5.- María: La
alegría de engendrar y criar un hijo en Dios
6.- Marta: Carta al esposo que se fue
7.- Ester: Descubrí que mi esposo me era infiel
8.- Santa Mónica: Cómo tratar con un esposo
difícil
9.- Renata: Motivos de la infidelidad femenina
10.- Angélica: De repente somos dos extraños
11.- Celina: ¿Qué le pasó a nuestro
amor?
TEXTOS DE NUESTROS SABIOS
12.- San Agustín:
El Bien del Matrimonio y la Concupiscencia
13.-
Santo Tomás de Aquino: El matrimonio de María y José
14.- Juan Pablo II: El adulterio en el
corazón
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