lunes, 30 de julio de 2012

Las Escalonias, vida cisterciense

 

 

La vida cisterciense se caracteriza por la búsqueda de Dios en la sencillez, en el trabajo y en la oración, según la estructura de vida marcada por la Regla de San Benito


Las Escalonias
Las Escalonias

Somos una comunidad Cisterciense (trapense) fundada en 1986 por el Monasterio de La Oliva (Navarra) 

La tradición monástica cisterciense, con sus más de 900 años de antigüedad, forma parte de la tradición monástica benedictina, que a su vez data de hace más de 1500 años. Y a través de ella hunde sus raíces en el monacato cristiano primitivo, surgido en los primeros siglos de la historia de la Iglesia. Esto muestra bien cómo el fenómeno monástico trasciende por sí mismo los tiempos y, más allá de las formas concretas, más o menos caducas, que a lo largo de los siglos ha ido tomando, posee una gran fuerza auto regeneradora.
Estamos situados en la provincia de Córdoba, cerca del límite con la de Sevilla. Muy cerca desciende pausado hacia la capital hispalense el rió Guadalquivir, y dos pequeños ríos desembocan en él, pasando primero por nuestra finca plantada íntegramente de naranjos, que inundan de verdor los alrededores, en medio de los cuales está enclavado el blanco monasterio. Zona hermosa, tranquila, puro campo de amplios horizontes. Nuestra comunidad es pequeña, entre 13 y 15 monjes.También somos la única comunidad monástica masculina de toda Andalucía
• El Lugar 
En el entorno del denominado “parque natural” de Hornachuelos www.hornachuelosrural.com/patrimonio.htmse encuentra situado el monasterio cisterciense de Santa María de las Escalonias. Emplazado en la falda de la serranía cordobesa, y en el margen derecho del río Guadalora, forma parte de lo que fue el marquesado de las Escalonias. En los deteriorados edificios de la casa solariega de dicho marquesado, se ha asentado el actual monasterio cisterciense.
Parece que se tienen noticias escritas de Las Escalonias desde el año 1441 que aluden a Don Lope Gutiérrez de los Ríos, canónigo con dignidad de maestrescuela, de la catedral de Córdoba que, al ser elegido obispo de Ávila, hizo donación de la finca a un sobrino suyo. En 1680, el nombre de Escalonias con título de marquesado pasó por Real Decreto a manos de Don Gutiérrez de los Ríos y Messía de la Cerda, nieto del séptimo señor de Escalonias. Por los avatares de la historia, el marquesado vendió la hacienda a principios de siglo (alrededor del 1918) a la familia García-Verde que aunque sorianos de nacimiento se habían asentado en Argentina, en donde prosperaron sobradamente. Sus descendientes (la familia García Llorente), donaron al monasterio de La Oliva la casa solariega y algo de terreno, con el fin de que se hiciera la fundación de un monasterio cisterciense en el lugar.
Después de los veinte años de presencia monástica en el lugar, se han ido transformando los edificios y los cultivos. En la actualidad la finca se encuentra totalmente reforestada de naranjos, y los edificios en gran parte restaurados, y adaptados a las nuevas exigencias de la vida monástica. Conservando la hermosa entrada de eucaliptos, con el reposo que da el verdor de los naranjos, el abundante fluir de las aguas del Guadalora y el canal, se ha conseguido crear un espacio de paz y sosiego para el espíritu, que es algo fundamental para los moradores del monasterio cisterciense, y para todos aquellos que los visitan, buscando un lugar de solaz para el espíritu.
El conjunto de edificos se encuentras totalmente remodelado salvo la construcción de otra hospedería, de mayor capacidad cuyas obras comenzarán el próximo mes de noviembre. Notable ha sido el acondicionamiento del terreno, cuyo estado salvaje ha sido transformado en una hermosa plantación de naranjos. Fueron los monjes pioneros en este tipo de plantación en esta región de la provincia cordobesa, y ha tenido tanto éxito que todo el entorno sea ahora un inmenso y bello naranjal. Los naranjos son una ayuda para el principal medio de subsistencia que actualmente consiste en una lavandería industrial.
• La fundación 
En la tarde del 8 de enero de 1986 llegaron el Abad de La Oliva, Dom Mariano Crespo, y los dos primeros monjes que se hicieron cargo de la donación y comenzaron la vida regular en régimen de Pre-fundación, con el P. Francisco Sánchez Alías como primer superior. En la mañana del día 9 se celebró la primera eucaristía en el lugar y a partir de entonces, los monjes cistercienses han asegurado día a día el rezo de la Liturgia de las Horas y la celebración eucarística. Comenzaron por ser una célula monástica germinal, y en la actualidad es una fundación consolidada, aprobada como tal por la Orden y constituida oficialmente el día de la solemnidad de Santa María de las Escalonias -17 de Mayo- de 1994. El noviciado, abierto en la fundación desde el domingo primero de adviento de 1994, cuenta actualmente con varios jóvenes en proceso de formación. Como medio principal de trabajo y subsistencia, la comunidad tiene desde 1998 una lavandería industrial, dotada de la mas actualizada tecnología.
A pesar de las grandes dificultades iniciales, la comunidad ha ido creciendo y actualmente está formada por 12 hermanos. Vocaciones, pues, no faltan, quizá porque actualmente somos el único monasterio de vida contemplativa existente en toda Andalucía, después de haberse cerrado la antigua Cartuja de Jerez. Esto es para nosotros un reto, a pesar de la pobreza humana y espiritual de que nos sabemos portadores. Quiera Dios que esta fundación llegue a afianzarse, para que no quede desarraigada de Andalucía el testimonio, siempre tan antiguo y tan nuevo de la vida monástica.
• La hospedería 
A mediados de marzo de 2003, la comunidad inauguró el nuevo edificio de la hospedería, que consta de dos pisos con amplio comedor y 16 habitaciones con capacidad para más de veinte personas. La tradicional hospitalidad benedictina sigue siendo importante en nuestros monasterios, por lo que nuestra hospedería está abierta a todos nuestros hermanos, hombres y mujeres, a quienes debemos acoger como a Cristo. Los monjes gozamos cuando las personas que nos visitan participan en nuestras oraciones, se benefician del ambiente de soledad, silencio y recogimiento que podemos ofrecerles. Y más aún cuando, dentro de nuestras limitaciones, podemos ayudarles a sanar las heridas que traen en su interior. Por eso no admitimos a personas que vengan con fines simplemente turísticos, buscando más o menos un hotel barato, sin más finalidad.
• La Orden 
El monasterio de Las Escalonias pertenece a la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia , (O.C.S.O.), cuyos monjes son popularmente conocidos como Trapenses . Los Cistercienses son una rama de la corriente monástica benedictina, predominante en la iglesia católica latina. Surgieron a finales del siglo XI y comienzos del XII, en un monasterio benedictino llamado Cister , situado en la región francesa de Borgoña, para responder a las exigencias de renovación espiritual y monástica de aquella época, y desde entonces ha formado uno de los patrimonios espirituales más ricos de la iglesia.
Los historiadores han presentado el siglo XII como la edad de oro de la Orden, sobre todo en Francia. Otros países de Europa, como Alemania y Países Bajos, conocieron su edad de oro en los siglos XIII y XIV, y España más tarde todavía: en los siglos XVI y XVII, coincidiendo con el Siglo de Oro español. Actualmente, la familia cisterciense está formada por dos órdenes masculinas y varias congregaciones femeninas diseminadas por todo el territorio español, contando además con monasterios en casi todas las partes del mundo.
Nota espiritual 
Junto a organizadores sabios y prudentes que aseguraron las bases jurídicas de la Orden, Císter conoció desde sus mismos orígenes un número impresionante de escritores espirituales. En la segunda mitad del siglo XII fue tan fecunda esta corriente literaria que se puede hablar con razón de una escuela mística cisterciense. El más universal de sus santos es Bernardo de Claraval, que es la figura más importante e influyente de la cristiandad del siglo XII. Orador consumado, reformador del monacato y de la institución eclesial de su tiempo, predicador de la segunda Cruzada, consejero de las más altas personalidades de la época, defensor incansable de la fe, hábil polemista y escritor insigne, hombre de iglesia y místico por experiencia y vocación, arrastró a la vida monástica con su ejemplo a los espíritus más fervientes y animosos de su tiempo.
A su lado brillan con luz propia otros maestros espirituales, como Guillermo de Saint-Thierry, Elredo de Rieval, Guerrico de Igny, Isaac de la Estrella, Gilberto de Hoyland, Balduino de Ford y otros muchos. El siglo XIII será, por su parte, la época dorada de la mística femenina cisterciense. La actividad literaria de unos y otras constituye un cuerpo de doctrina espiritual, que es la base del Patrimonio cisterciense tal como se desarrollará a través de los siglos.
Más modernamente, el monje americano Thomas Merton, cuyos escritos se siguen editando sin cesar aun después de su muerte, es una de las fuentes de inspiración espiritual más respetadas y leídas en todo el mundo y el último gran cisterciense universal. Junto a él hemos de añadir, en España, al Hermano Rafael Arnáiz Barón, actualmente Beato Rafael, monje del monasterio hermano de San Isidro de Dueñas, en tierras palentinas, que es una de las figuras espiritualies más sobresalientes del siglo XX.
La vida cisterciense se caracteriza por la búsqueda de Dios en la sencillez, en el trabajo y en la oración, según la estructura de vida marcada por la Regla de San Benito.
Visita nuestro sitio web en: www.monasterioescalonias.org

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