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Nazario y Celso, santos |
Mártires
Martirologio Romano: En Milán, de la provincia de Liguria, santos
Nazario y Celso, mártires, cuyos cuerpos fueron hallados por san
Ambrosio (inventio 395).
Etimología: Nazario = Aquel consagrado a un fin,
del hebreo. Celso = elevado, del latín
Nazario nació en Roma. Su
padre era un acaudalado caballero pagano, oriundo del norte de
África. Su madre, fervorosa cristiana había nacido en Roma; la
Iglesia la venera con el nombre de santa Perpetua. Se
cree que fue bautizado por el papa san Lino, sucesor
de san Pedro en la sede romana, Inflamada su alma
de amor divino, resolvió salir de Roma para dedicarse a
la salvación de las almas menos favorecidas,
Predicó en nombre
de Jesucristo. "Los pobres son su prójimo" , decían los
del lugar. A lo que él replicaba; "Son más que
mi prójimo; son mis hermanos, mis hijos en espíritu" .
Y en provecho de ellos vendió sus vastas heredades, vistió
el sayal de peregrino y comenzó su misión evangelizadora con
los menesterosos, los enfermos y los huérfanos.
Recorrió Florencia y
se dirigió a la ciudad de Milán. El gobernador Anolino
interrogó a los guardias: "¿,Quién es ese hombre que habla
sobre la fe de un nazareno llamado Jesús y todos
lo siguen?" Dio orden de que lo encarcelaran y al
día siguiente se presentó en su celda. Su presencia llevaba
un fin: persuadirlo a que adorase a los dioses de
Roma.
Como Nazario se negase, fue flagelado y expulsado de
Milán. Llevó entonces a la Galia su prédica evangelizadora. Un
domingo, orando en la población de Melia, una mujer, llamada
Marionilla, llegó con un niño, su hijo. "Aquí está Celso
le dijo , para que lo bautices y lo
instruyas en tu fe, la que recompensa con la vida
eterna".
La gracia del Señor resplandeció sobre Celso. Nazario y
Celso maestro y discípulo, sembraron, con sus eficaces pláticas y
la ejemplaridad de sus vidas, aquella semilla de la cual
habla el evangelio; y esta semilla "cayó toda en tierra
fértil".
En la ciudad de Tréveris ambos realizaron milagros. En
compañía de los recién convertidos entonaban cánticos sagrados y en
las procesiones pregonaban la paz entre los hermanos y entre
los pueblos.
Arrestados los dos y llevados a la cárcel,
se los condenó a muerte. La tradición refiere que fueron
milagrosamente salvados y volvieron a Italia. En Milán, el gobernador
Anolino por segunda vez los hizo encarcelar. Como Nazario era
ciudadano romano y pertenecía a la nobleza, el gobernador consultó
la sentencia con Nerón.
Conducidos a la plaza mayor de
Milán, fueron decapitados, el 28 de julio del año 68.
Los cristianos recogieron sus cadáveres y los sepultaron en un
huerto de extramuros.
Más de trescientos años después, en 395,
fue revelado a san Ambrosio como él mismo ha
escrito el lugar donde estaban los sagrados despojos. Refieren
las crónicas que éstos estaban como si ese mismo día
hubiesen sido sepultados. San Ambrosio los hizo trasladar a la
iglesia de los Apóstoles, que acababa de hacer construir.
Los
habitantes de Milán reverencian a estos dos santos como a
sus dos patronos. Otros Santos cuya fiesta se celebra
hoy: Santos: Acacio, Eustasio, Furadrán, Lúcido, Peregrino, Raimundo, confesores;
Botvido, David y compañeros, mártires; Víctor I, Inocencio I, papas;
Catalina Thomás, religiosa; Pedro Poveda, fundador de la Institución Teresiana,
beato.
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