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Sansón de Dol, Santo |
Abad y Obispo
Martirologio Romano: En Dol, ciudad de la Bretaña
Menor (Francia), san Sansón, abad y obispo, que propagó en
Domnonia el Evangelio y la disciplina monástica, que había aprendido
en Gales del abad san Iltudo (c. 565).
Etimología: Sansón =
hombre de gran fortaleza, del arameo
San Sansón
fue uno de los principales misioneros ingleses del siglo VI.
Actualmente se le venera en Gales del Sur y en
Bretaña. Nació hacia el año 485. Su padre, Amón, era
originario de la provincia de Dyfed y su madre, Ana,
de Gante. El nacimiento del niño fue la respuesta del
cielo a las incesantes oraciones de sus padres. Por ello,
cuando Sansón tenía apenas cinco años, sus padres le consagraron
a Dios en el monasterio fundado por San Iltud en
Llantwit de Glamorgan, que fue un verdadero almacigo de santos.
Sansón fue desde el primer momento muy virtuoso, de inteligencia
despejada y de gran austeridad de vida. San Dubricio le
ordenó primero diácono y después sacerdote. Como Sansón era todavía
muy joven, ello despertó la envidia de dos monjes que
eran hermanos entre sí y sobrinos de San Iltud, ya
que uno de ellos aspiraba a suceder a su tío
en el gobierno del monasterio. Dichos monjes trataron de envenenar
a Sansón, pero el veneno no le produjo efecto alguno.
Entonces, uno de los dos hermanos se arrepintió. El otro
fue víctima de un ataque en el momento en que
recibía la comunión de manos de su victima, pero las
oraciones del santo le restituyeron la salud. Sansón obtuvo permiso
de trasladarse a una isla en la que había un
monasterio gobernado por un tal Piro. Se cree que se
trataba de la isla de Caldey, frente a la costa
de Pembrokeshire. Ahí, el santo "pasaba día y noche en
oración y comunión con Dios y llevaba una vida de
admirable paciencia y recogimiento y, sobre todo, de gran amor
de Dios. Empleaba el día entero en el trabajo manual,
con la mente puesta en Dios." Como el padre de
Sansón sintiese que se acercaba la hora de su muerte,
mandó llamar a su hijo. Este se resistió al principio
a volver al mundo, pero Piro le reprendió y le
dio a un diácono por compañero. Cuando Sansón administró los
sacramentos a su padre, éste recobró la salud. Entonces el
padre y la madre del santo determinaron abandonar el mundo.
Después de encontrar acomodo a su madre en un convento,
Sansón regresó a la isla con su padre, su tío
Umbrafel y el diácono que le había acompañado. San Dubricio
había ido a la isla a pasar la cuaresma, según
la costumbre de la época y, cuando se enteró de
las maravillas que había obrado Sansón durante el viaje, decidió
llevarle consigo a su monasterio. Poco después falleció Piro y
Sansón fue elegido abad. Viviendo casi en completa clausura, Sansón
consiguió restablecer poco a poco la disciplina en el monasterio.
También hizo un viaje a Irlanda y dejó a cargo
de Umbrafel un monasterio que se le confió en aquel
país. A su vuelta a la isla, renunció al cargo
de abad y se retiró con su padre y otros
dos monjes a una ermita de las cercanías del río
Severn.
Pero la paz se vio pronto turbada
en aquella soledad, ya que Sansón fue nombrado abad del
monasterio que, "según se dice, había fundado San Germán." Poco
después, San Dubricio le confirió la consagración episcopal. La víspera
de la Pascua, Sansón tuvo una visión en la que
se le ordenó que partiese al otro lado del mar.
Así pues, se trasladó a Cornwall con sus compañeros; al
cabo de un "viaje feliz, con viento favorable", desembarcó en
los alrededores de Padstow. Inmediatamente, se dirigió al monasterio de
Docco (actualmente de San Kew). En cuanto los monjes supieron
que se hallaba en las cercanías, enviaron al hombre más
prudente del monasterio, Winiaw, quien poseía el don de profecía,
para que saliese a su encuentro. Ello no significa que
le hayan recibido particularmente bien, ya que, cuando Sansón decidió
quedarse en el monasterio, Winiaw le indicó con gran tacto
que no lo hiciese, "pues nuestra observancia ya no es
la que solía ser. Prosigue tu camino en paz..."
Sansón interpretó esas palabras como una señal de Dios
y atravesó todo Cornwall en una carreta que había llevado
de Irlanda. En el distrito de Trigg convirtió a muchos
idólatras al resucitar un niño que se había caído del
caballo. Fundó una iglesia en Southill y otra en Golant,
siguió el río Fowey hasta la desembocadura y ahí se
embarcó con rumbo a la Bretaña, dejando al cuidado de
su padre el monasterio de Southill. No es imposible que
durante su larga estancia en Cornwall haya visitado las Islas
Scilly, ya que una de ellas tomó el nombre del
santo.
Los biógrafos de Sansón hablan, sobre todo,
de los milagros que realizó en la Bretaña. Viajó por
toda la región predicando el Evangelio y llegó hasta las
Islas del Canal; uno de los pueblecitos de Guernsey lleva
su nombre. Igualmente fundó dos monasterios: uno en Dol y
otro en Pental, en la Normandía. El santo fue uno
de los que ayudaron al legítimo príncipe Judual a recobrar
el trono que le había arrebatado su rival, Conmor, el
año 555. En una visita que hizo a París, Sansón
atrajo sobre sí las miradas del rey Childeberto; según se
cuenta, el monarca le nombró obispo de Dol. Probablemente nuestro
santo fue el "Sansón, Pecador, Obispo" que firmó las actas
del Concilio de París el año 557. Pero es cierto
que Dol no constituyó una sede episcopal regular sino hasta
el siglo IX. San Sansón murió apaciblemente entre sus monjes,
el año 565.
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