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Ángel Dario Acosta Zurita, Beato |
Presbítero y Mártir
Martirologio Romano: En Veracruz, México, beato Darío Acosta
Zurita, presbítero y mártir (1931).Nació
el 13 de diciembre de 1908, en Naolinco, Veracruz. Fue
bautizado en la iglesia parroquial de San Mateo Apóstol, el
23 de diciembre, con el nombre de Ángel Darío.
El
ambiente familiar era cristiano y sencillo y su infancia transcurrió
tranquila. Recibió la primera Comunión a la edad de seis
años y posteriormente el sacramento de la Confirmación.
Desde niño
conoció las limitaciones y los sacrificios, ya que en las
revueltas armadas por la revolución su padre perdió el ganado
que poseía y los medios económicos necesarios para el sostenimiento
de su familia, enfermó de gravedad y al poco tiempo
falleció. La joven viuda tuvo que hacer frente a la
situación de extrema pobreza en que quedó. Darío la ayudó
en el sostén de sus cuatro hermanos.
Con el apoyo
de su madre y la ayuda del señor cura Miguel
Mesa, pudo ingresar en el seminario del obispo Guízar y
Valencia; primero como alumno externo, y al poco tiempo, por
su excelente aprovechamiento y óptima conducta, con la ayuda de
una beca, como seminarista.
Eran tiempos difíciles para la Iglesia
por la revolución y las continuas luchas por el poder
que asolaban el país, y mons. Guízar decidió trasladar su
seminario a la ciudad de México.
Recibió la ordenación sacerdotal
el 25 de abril de 1931, de manos de mons.
Guízar y Valencia y cantó su primera misa el día
24 de mayo, en la ciudad de Veracruz. Mons. Guízar
lo nombró vicario cooperador de la parroquia de la Asunción,
en la ciudad de Veracruz, donde se desempeñaba como párroco
el señor canónigo Justino de la Mora. También estaban ahí
de vicarios el p. Rafael Rosas y el p. Alberto
Landa.
Desde su llegada a Veracruz, fue notable para la
gente su fervor y bondad, su preocupación por la catequesis
infantil y dedicación al sacramento de la reconciliación.
El vendaval
de la persecución rugía con gran violencia, y el párroco
llamó en varias ocasiones a sus vicarios para manifestarles la
gravísima situación en que se encontraba la Iglesia y el
peligro constante que corrían sus vidas, por el simple hecho
de ser sacerdotes, dejándoles en absoluta libertad de ocultarse, si
así lo consideraban; o de irse a sus casas, si
así lo deseaban. La respuesta que obtuvo de los tres
fue siempre: "Estamos dispuestos a arrostrar cualquier grave consecuencia
por seguir en nuestros deberes sacerdotales". La disposición al martirio
era manifiesta y constantemente renovada en aquellos días en que
el perseguidor mostró todo su odio a Dios y a
la Iglesia católica, al promulgar el decreto 197, Ley Tejeda,
referente a la reducción de los sacerdotes en todo el
Estado de Veracruz, para terminar con el "fanatismo del pueblo".
De parte del gobernador, fue enviada a cada sacerdote una
carta exigiéndoles el cumplimiento de esa ley. Al p. Darío
le correspondió el número 759 y la recibió el 21
de julio.
El día 25 de julio era la fecha
establecida por el gobernador para que entrara en vigor la
inicua ley. Era un día lluvioso, y en la parroquia
de la Asunción todo transcurría normal. Las naves del templo
estaban repletas de niños que habían llegado de todos los
centros de catecismo, acompañados por sus catequistas. Había también un
gran número de adultos, esperando recibir el sacramento de la
reconciliación. Eran las 6.10 de la tarde, cuando varios hombres
vestidos con gabardinas militares entraron simultáneamente por las tres puertas
del templo, y sin previo aviso comenzaron a disparar contra
los sacerdotes. El p. Landa fue gravemente herido, el p.
Rosas se libró milagrosamente, al protegerse en el púlpito y
el p. Darío, que acababa de salir del bautisterio, en
donde había bautizado a un niño, cayó acribillado por las
balas asesinas, alcanzando a exclamar: "¡Jesús!".
Al escuchar los
disparos, salió de la sacristía el señor cura De la
Mora pidiendo que a él también lo mataran, pero los
asesinos ya habían huido. El señor cura se acercó al
p. Darío para darle los últimos auxilios.
Fue beatificado el
20 de noviembre de 2005, en Guadalajara, México.
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