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Marta de Betania, Santa |
Hemana de Lázaro y María
Martirologio Romano: Memoria de santa Marta,
que recibió en su casa de Betania, cerca de Jerusalén,
a Jesús, el Señor, y muerto su hermano Lázaro, proclamó:
«Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo, que
has venido al mundo» (s. I).
Etimoligía: Marta = ama de
casa, señorial, atractiva. Viene de la lengua hebrea.
Marta es hermana
de María y de Lázaro y vivía en Betania, pequeña
población distante unos cuatro kilómetros de Jerusalén, en las cercanías
del Monte de los Olivos.
Jesús Nuestro Señor vivía en Galilea
pero cuando visitaba Jerusalén acostumbraba hospedarse en la casa de
estos tres discípulos en Betania, que, tal vez, habían cambiado
también su morada de Galilea por la de Judea. Marta
se esforzó en servirle lo mejor que pudo y, más
tarde, con sus oraciones impetró la resurrección de su hermano.
San
Juan nos dice que "Jesús amaba a Marta y a
su hermana María y Lázaro" (Jn 11:5).
Lucas añade:
"Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y
una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía
ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies
del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada
en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa
que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile,
pues, que me ayude.» -Lucas 10:38-40
No podemos estar seguros
de la motivación de Marta al hacer su petición al
Señor pero todo parece indicar que se quejaba contra su
hermana. Nuestro Señor aprecia el servicio de Marta, pero al
mismo tiempo sabía que era imperfecto. Muchas veces nuestro servicio,
aunque sea con buena intención, esta mezclado con el afán
de sobresalir, la compulsión por ser protagonistas, la competencia para
sentirnos que somos los mejores. Es entonces que salen las
comparaciones. ¿Por que la otra no hace nada y soy
la que trabajo?
El Señor corrige a Marta, penetra en
su corazón afanado y dividido y establece prioridades:
«Marta, Marta, te
preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad
de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido
la parte buena, que no le será quitada.» -Lucas
10: 41-42
Esa única cosa de la que hay necesidad es
de poner todo el corazón en amar a Dios, atender
a Jesús que nos habla, que quiere levantarnos de nuestra
miseria.
Toda vida activa debe surgir de la contemplación. La
vida activa sin contemplación lleva al alma a dispersarse perder
de vista el fin. La vida contemplativa se concentra en
Dios y se une a El por la adoración y
el amor. La vida contemplativa es una especie de noviciado
del cielo, pues la contemplación es la ocupación de los
bienaventurados del paraíso. Por ello, Cristo alabó la elección de
María y afirmó: "sólo una cosa es necesaria". Eso significa
que la salvación eterna debe ser nuestra única preocupación.
Si
contemplamos como van las cosas en cualquier Iglesias podremos ver
muchas actividades, programas, ideas... Es relativamente fácil hacer cosas por
Jesús, pero cuanto nos cuesta estar en silencio ante su
Presencia. En seguida pensamos en cosas que hacer. No
comprendemos que lo primero y mas importante es atenderlo a
El directamente por medio de la oración.
Jesús encontró
más digna de alabanza la actitud contemplativa de María. Cuanto
quisiera El Señor que todos, como María, nos sentáramos ante
el para escucharle. Ella se consagraba a la
única cosa realmente importante, que es la atención del alma
en Dios. También el Padre nos pide que, ante
todo, escuchemos a Su Hijo (Mt 17-5).
Entonces, ¿no es necesario
trabajar? Claro que sí lo es. Pero para que
el trabajo de fruto debe hacerse después de haber orado.
El servicio de Marta es necesario, pero debe estar subordinado
al tiempo del Señor. Hay que saber el momento
de dejar las cosas, por importantes que parezcan, y sentarse
a escuchar al Señor. Esto requiere aceptar que somos criaturas
limitadas. No podemos hacerlo todo. No podemos
siquiera hacer nada bien sin el Señor
San Agustín escribe: "Marta,
tú no has escogido el mal; pero María ha escogido
mejor que tú". San Basilio y San Gregorio Magno
consideran a la hermana María modelo evangélico de las almas
contemplativas y su santidad no está en duda, sin embargo,
es curioso que, de los tres hermanos, solo Marta aparece
en el santoral universal.
La resurrección de Lázaro
El capítulo 11 de
San Juan narra el gran milagro de la resurrección de
Lázaro. En aquella ocasión vuelve a hablarse de
Marta. Lázaro se agravó de muerte mientras Jesús estaba lejos.
Las dos hermanas le enviaron un empleado con este sencillo
mensaje: "Señor aquel que tú amas, está enfermo". En un
mensaje de confianza en que Jesús va actuar a su
favor.
Pero Jesús, que estaba al otro lado del Jordán, continuó
su trabajo sin moverse de donde estaba. A los
apóstoles les dice: "Esta enfermedad será para gloria de Dios".
Y luego les añade: "Lázaro nuestro amigo ha muerto. Y
me alegro de que esto haya sucedido sin que yo
hubiera estado allí, porque ahora vais a creer".
A los cuatro
días de muerto Lázaro, dispuso Jesús dirigirse hacia Betania, la
casa estaba llena de amigos y conocidos que habían llegado
a dar el pésame a las dos hermanas. Tan pronto
Marta supo que Jesús venía, salió a su encuentro y
le dijo: "Oh Señor, si hubieras estado aquí no habría
muerto mi hermano; pero aún ahora yo sé que cuánto
pidas a Dios te lo concederá"
Jesús le dice: "Tu hermano
resucitará".
Marta le contesta: "Ya sé que resucitará el último día
en la resurrección de los muertos".
Jesús añadió: "Yo soy la
resurrección y la vida. Todo el que cree en mí,
aunque haya muerto vivirá. ¿Crees esto?"
Marta respondió: "Sí Señor, yo
creo que Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios,
el que tenía que venir al mundo."
Jesús dijo: "¿Dónde lo
han colocado?". Y viendo llorar a Marta y a sus
acompañantes, Jesús también empezó a llorar. Y las gentes comentaban:
"Mirad cómo lo amaba".
Y fue al sepulcro que era una
cueva con una piedra en la entrada. Dijo Jesús: "Quiten
la piedra". Le responde Marta: "Señor ya huele mal porque
hace cuatro días que está enterrado". Le dice Jesús: "¿No
te he dicho que si crees verás la gloria de
Dios?". Quitaron la piedra y Jesús dijo en voz alta:
"Lázaro ven afuera". Y el muerto salió, llevando el sudario
y las vendas de sus manos.
El Banquete
Marta aparece también en
un banquete en el que participa también Lázaro, poco después
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Marta de Betania, Santa |
de su resurrección: también esta vez aparece Marta como la
mujer ocupada en el servicio, pero puede ser que para
entonces ya lo sabía someter al Señor con mas amor,
sin quejarse ni compararse.
De los años siguientes de
la santa no tenemos ningún dato históricamente seguro, aunque según
la leyenda de la Provenza, Marta fue con su hermana
a Francia y evangelizó Tarascón donde según cuenta la leyenda
Santa Marta derroto a la Tarasca, un dragón que amenazaba
a la ciudad. Ahí se dice que encontraron, en 1187,
sus pretendidas reliquias, que todavía se veneran en su santuario.
Los
primeros en dedicar una celebración litúrgica a santa Marta fueron
los franciscanos en 1262, el 29 de julio, es decir,
ocho días después de la fiesta de santa María Magdalena,
identificada por algunos como su hermana María.
S. Marta es la
patrona de los hoteleros, porque sabía atender muy bien.
ORACIÓN DE
LAS MADRES DE FAMILIA A SANTA MARTA Oh Santa Marta dichosa, que
tantas veces tuviste el honor y la alegría de hospedar
a Jesús en el seno de tu familia, de prestarle
personalmente tus servicios domésticos, y que juntamente con tus santos
hermanos Lázaro y María Magdalena, gozaste de su divina conversación
y doctrina, ruega por mí y por mi familia, para
que en ella se conserve la paz y el mutuo
amor, para que todos sus miembros vivan en la observancia
de la Ley de Dios, y para que sólo Dios,
y no el mundo ni el pecado, reine en nuestro
hogar. Libra a mi familia de toda desgracia espiritual y
temporal, ayúdame en el cuidado de mis hijos y subordinados,
y concédeme la dicha de verlos unidos bajo la mirada paternal
de Dios en la tierra, para volver a verles reunidos
en las moradas del cielo. Amén.
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