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Nicolás Hermansson, Beato |
Obispo
Martirologio Romano: En Linköping, en Suecia, beato Nicolás Hermansson,
obispo, el cual, exigente consigo mismo, se entregó totalmente a
su Iglesia y a los pobres, y recibió la custodia
de las reliquias de Santa Brígida (1391).
Etimológicamente: Nicolás
= Aquel que es vencedor por el pueblo, es de
origen griego. Nicolás (Nils)
Hermansson fue un destacado obispo y poeta de la Suecia
medieval, estrechamente asociado con el Santa Brígida. Nicolás
nació un Skanninge (Ostergotland). Temprano en la vida decidió ser
un sacerdote. Estudió en París y Orleans; en su retorno
a Suecia en 1358 fue canónigo en Linköping y Uppsala.
En 1361 era al mismo tiempo archi-diácono y vicario
general de la antigua e importante diócesis de Linköping, misma
que administró durante la ausencia de su obispo. En 1374
fue elegido obispo de Linköping, cargo en el que lo
ratificó el Papa Gregory XI, pero por la oposición del
Rey Alberto no pudo tomar posesión hasta 1375.
Nicolás
siempre tuvo una alta reputación. Severo consigo mismo,
estaba totalmente consagrado a la Iglesia y a los pobres.
Activo en su trabajo pastoral, visitó todas las parroquias
de su diócesis, promoviendo la dignidad de culto y la
moralidad en el clero. Era un predicador incansable, siempre accesible
al creyente. Visitaba frecuentemente los monasterios, sobre todo el
que Santa Brígida estaba fundando en Vadstena. Fue
Nicolás quien presidió el entierro de Santa Brígida en Vadstena
en 1374 y quien bendijo el monasterio en 1384. También
ayudó substancialmente en su proceso de canonización que se completó
en 1391. Él era un fiel devoto de los santos
suecos; revivió el culto a San Oscar, el
apóstol de Suecia, tenía una devoción especial por San Sigfrido y San Botvido (28 julio). También era
poeta litúrgico, escribió los himnos para el oficio de Santa
Brigida cuyas Revelaciones él usó como una llamada al arrepentimiento
y renovación. Colaboró en cuanto fuera necesario para resistir
la opresión abusiva de los reyes, llegando incluso a excomulgar
a Alberto y Haakon VI.
Nicolás murió el 2 de
mayo de 1391. La fama de su santidad se extendió
por toda la Escandinavia, y pronto se comenzaron a reportar
milagros al pie de su tumba en la catedral de
Linköping. Éstos acontecimientos serían registrados en 1402. En 1414
todo el episcopado sueco solicitó al cardenal Baldassare Cosa (el
antipapa Juan XXIII) las canonizaciones de Brinolf de Skara, Ingrid
de Skanning, y Nicolás de Linköping. El Concilio de
Constanza autorizó la apertura del proceso de la canonización.
El proceso formal sobre su vida y milagros fue sustentado
en Linköping y Vadstena; es interesante y particular el
analizar las virtudes de Nicolás y la vida religiosa en
Suecia en momentos en que se vivía el Cisma de
Occidente, mismo que terminó en 1417 con la elección de
Martin V quien depuso a sus predecesores sismáticos. El
Papa Martin V confirmó el trabajo de la comisión para
la canonización de Nicolás, pero el proceso nunca se finalizó
formalmente. El traslado solemne de sus reliquias tuvo lugar
en Linköping en 1515. Posteriormente en 1523 el obispo autorizó
la impresión del Oficio y Misa. Su festividad era
anteriormente el 24 de julio pero se ha restaurado recientemente
a la fecha de su muerte: 2 de mayo.
Nicolás
no ha sido canonizado todavía formalmente, sería apropiado orar para
que pueda darse la culminación de su proceso. Su
culto y memoria deben ser una inspiración para la Iglesia
Católica en Suecia, muy herida por la reforma protestante y
sus consecuencias, pero que ha experimentado un pequeño pero significativo
resurgir.
¡Felicidades a quien lleve este nombre!
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