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Arnulfo de Metz, Santo |
Obispo
Martirologio Romano: En Metz, ciudad de Austrasia, san Arnulfo, obispo,
consejero de Dagoberto, rey de Austrasia, cargo al que renunció
para abrazar la vida eremítica en los Vosgos (640).
Etimología: Arnulfo
= Aquel que es fuerte y astuto, es de origen
alemán.
También conocido como Arnold, Arnaldo,
Arnoldo o Arnulf.
Hombre de Estado y obispo bajo la dinastía
Merovingia, nacido por el año 580, muere alrededor del 640.
Sus padres pertenecían a una distinguida familia franca y vivía
en la sección este del reino fundado por Clodoveo I.
En la escuela donde fue puesto durante su infancia sobresalió
por su talento y su buen comportamiento. De acuerdo a
las costumbres de la época fue enviado a su debido
tiempo a la corte de Teodeberto II; rey de Austrasia
(595-612) para ser iniciado en las diversas ramas del gobierno.
Bajo la guía de Gondulfo, el Alcalde del Palacio, pronto
se volvió tan hábil que fue colocado en la lista
regular de oficiales reales y entre los primeros ministros del
rey. El se distinguió como comandante militar y en la
administración civil; al mismo tiempo el tuvo bajo su cuidado
seis provincias diferentes.
A su debido tiempo, Arnulfo se casó con
una mujer franca de linaje noble, de quien tuvo dos
hijos, Ansegisel y Clodulfo. Mientras Arnulfo estaba disfrutando emolumentos y
honores mundanos no se olvidó de cosas más elevadas y
espirituales. Sus pensamientos daban vueltas frecuentemente en monasterios y con
su amigo Romarico, oficial de la corte al igual que
él, planeó hacer un retiro a la abadía de Lérins,
evidentemente con el propósito de dedicar su vida a Dios.
Pero, mientras tanto, la sede Episcopal de Metz quedó vacante.
Arnulfo fue designado universalmente como un candidato valioso para el
oficio y fue consagrado obispo de esa sede cerca del
611. En su nueva posición el estableció el ejemplo de
una vida virtuosa para sus súbditos y atendía asuntos del
gobierno eclesiástico. En el 625 tomó parte en un concilio
llevado a cabo por los obispos francos en Reims. Con
todo esto, Arnulfo retuvo su puesto en la corte del
rey y tomó una destacada parte en la vida nacional
de su gente. En el 613, después de la muerte
de Teodoberto, él, con Pipino de Landen y otros nobles
llamaron a Austrasia a Clotario II, Rey de Neustria. Cuando
en el 625 el reino de Austrasia le fue confiado
a Dagoberto el hijo del rey, Arnulfo se convirtió no
sólo en el tutor, sino también en Ministro en Jefe
del joven rey. En el momento del alejamiento entre los
dos reyes en el 625, Arnulfo junto a otros obispos
y nobles trató de efectuar una reconciliación. Pero Arnulfo temía
las responsabilidades de la oficina episcopal y se cansó de
la vida de la corte. Cerca del año 626 obtuvo
la designación de un sucesor a la oficina Episcopal de
Metz. Él y su amigo Romarico se retiraron a un
lugar solitario en las montañas de los Vosgos. Allí vivió
en comunión con Dios hasta su muerte. Sus restos, enterrados
por Romarico, fueron transferidos cerca de un año más tarde
por el obispo Goerico, a la basílica de los Santos
Apóstoles en Metz.
De los dos hijos de Arnulfo, Clodulfo se
convirtió en su tercer sucesor en la sede de Metz.
Ansegisel permaneció al servicio del estado; de su unión con
Begga, hija de Pipino de Landen, nació Pipino de Heristal,
el fundador de la dinastía Carolingia. De esta forma Arnulfo
fue el ancestro de los poderosos soberanos de esa casa.
La vida de Arnulfo muestra hasta cierto punto la oficina
episcopal y la carrera en el Estado Merovingio. Los obispos
eran muy considerados en la corte; sus consejos eran escuchados,
ellos tomaban parte en el reparto de justicia por los
tribunales, tenían una voz en la designación de oficiales reales;
fueron usados frecuentemente como embajadores del rey y sostenían altas
posiciones administrativas. Para la gente bajo su cuidado, eran protectores
de sus derechos, sus portavoces frente al rey y el
vínculo uniendo a la realeza con sus súbditos. Las oportunidades
para el bien eran por lo tanto ilimitadas; y Arnulfo
las usó para buen provecho.
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