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Juan Bautista Faubel Cano, Beato |
Mártir
Martirologio Romano: En la región de Valencia, España, beatos mártires
Juan Bautista Faubel Cano y Arturo Ros Montalt, padres de
familia que, durante la persecución contra la Iglesia, recibieron la
muerte por parte de los hombres, pero la vida eterna
por parte de Dios (1936).
Fecha de beatificación: El 11 de
marzo del año 2001, el papa Juan Pablo II beatificó
a 233 mártires de la persecución religiosa en
España.
Nació el 3 de enero
de 1889 en la ciudad de Liria, provincia y diócesis
de Valencia, y fue bautizado en la iglesia parroquial de
la Asunción de Nuestra Señora de la ciudad de Liria.
Recibió el sacramento de la Confirmación y el sacramento de
la Eucaristía en la iglesia arciprestal de Liria. Frecuentó la
escuela nacional y aprendió la profesión de pirotécnico de sus
padres y completó su formación estudiando privadamente. Estaba considerado uno
de los mejores pirotécnicos de la región. Obtuvo premios en
Valencia y Zaragoza. Contrajo matrimonio con Patrocinio Beatriz Olba Martínez.
De dicho matrimonio nacieron tres hijos: Patrocinio, Josefina y Juan
Bautista.
Vivió auténticamente su vocación laical, tratando de impregnar de espíritu
evangélico las realidades temporales en las cuales vivió su condición
de esposo y padre de familia y su profesión de
pirotécnico, destacándose siempre por su integridad moral en la profesión
y como excelente ciudadano católico. Hombre de fe profunda, participaba
a la Misa y recibía la comunión diaria. Tenía su
momento de meditación, rezaba el Rosario en familia, era devoto
del Sagrado Corazón de Jesús y de la Madre de
Dios.
En esta intensa vida de piedad fue disponiendo su persona
a una respuesta generosa a la acción Espíritu Santo que
la lanzó al apostolado organizado siendo desde su juventud miembro
de las asociaciones católicas locales, participando en ellas de una
manera activa. En ellas se formó y esta condición cristiana
tuvo a gala confesarla en los momentos más graves de
su vida.
Pertenecía a la Acción Católica, a la Cofradía del
Santísimo Sangre, a la Corte de María, a las Cofradías
de la Virgen de los Dolores, de la Virgen del
Remedio, de San Vicente Ferrer, a la Orden Terciaria Franciscana
y a la Adoración Nocturna. Apóstol social ejercía la caridad
ayudando a los pobres en sus necesidades. Era presidente de
la Derecha llevando una sección de socorro de pobres.
Por la
intensa actividad apostólica que realizaba, era considerado por los enemigos
de la Iglesia como un católico ferviente, por ello lo
arrestaron y asesinaron.
El 6 de Agosto de 1936, a medianoche,
llegaron a su casa milicianos armados de pistolas a detenerle.
En este momento, después de tranquilizar a su esposa, tomó
el crucifijo y salió de su casa. Los milicianos lo
llevaron, junto con otros detenidos, a una zona del término
de Liria llamado ‘Els Olivarets’ y allí lo atormentaron pinchándolo
con una aguja y disparando al aire para aterrorizarlos. Después
lo llevaron a la cárcel de Liria donde estuvo un
par de días, y posteriormente fue trasladado a la prisión
de San Miguel de los Reyes; así lo testimonian su
esposa y su hija.
La vida en prisión estuvo caracterizada por
malos tratados y vejaciones morales que él supo llevar con
entereza cristiana. Pocos días después de su detención, cuando su
familia le visitó en la cárcel, les dijo que le
habían hecho sufrir mucho en ‘Los Olivarets’; así lo testimonia
la hija y el primo del Beato, Sr. José María
Cano Novella. La hija de Juan Bautista, afirma: "Tanto en
Liria como en San Miguel de los Reyes, vi a
mi padre muy sereno. He oído decir que en San
Miguel de los Reyes recibió la comunión varias veces".
El Sr.
Luis Soler Pérez, compañero de prisión, llegó a encontrarse ante
el pelotón para ser fusilado, afirma: "El día 28 de
agosto de 1936, a la una de la madrugada estando
durmiendo, los milicianos llamaron al Beato Juan Bautista y a
once más, entre ellos dos sacerdotes, un diputado republicano llamado
Angel Puig y a mí. Subimos a un autobús y
custodiados por tres coches con milicianos rojos. Desde el penal
de San Miguel de los Reyes nos condujeron por la
carretera de Liria a la Cañada y frente a la
misma Cañada en un montículo nos colocaron en fila para
fusilarnos. El citado Angel Puig se destacó de la fila
haciendo protestas de republicanismo y distrajo la atención de los
asesinos y cuando fueron a darle el tiro de gracia
aproveché esa circunstancia para escapar aprovechando la obscuridad de la
noche".
La Sra. Carmen Silvestre Izquierdo, vecina de Juan Bautista, relata
"Estando yo limpiando la acera de mi casa un miliciano
que salía del local de la CNT situado enfrente y
a quien no conozco me dijo: ‘Liriana, esta noche han
matado a cuatro paisanos tuyos, uno es el pirotécnico, el
otro un cura con una mano enguantada’, yo pensé que
sería el Beato Juan Bautista y el sacerdote D. Miguel
Aliaga... mi padre me confirmó que cuando los llevaban al
martirio iban gritando: ‘¡Viva Cristo Rey!’".
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