rostro vuelto hacia el Padre
“Quiero decirte Padre, como Jesús…”
- Una ermita en el Monasterio
-
Manos a la obra.
"¡Cantaré al Señor toda mi vida...!"
“¡Manos a la obra!.
Porque Yo estoy con ustedes”
¡¡¡Con esta certeza se comenzó Su Obra…!!!
Ni la lluvia, ni el frío, ni el
viento de este invierno pudieron impedir que emprendiéramos la
construcción, poniendo los primeros cimientos de la nueva Fundación.
Sabiendo que “Si el Señor no construye la casa en vano se cansan los albañiles…” (Sal 126,1), cada día nos sentimos impulsadas a dejarlo todo en Sus Manos, para que sea él quien guíe y lleve a buen término este comienzo.
En nuestra Fraternidad vivimos
en una continua gratitud y en un gozo permanente, al hacer experiencia
de la Providencia del Padre, manifestada en nuestros hermanos chilenos,
quienes con tanto cariño esperan nuestra llegada.
Reconociendo que el tiempo no
nos pertenece y que en Él, ya todo está dispuesto seguimos caminando
tras Sus Huellas, siendo canales de su querer, para todos sus hijos.
Lo primero que se empezó a edificar fue la hospedería, lugar donde acogeremos a nuestros hermanos en la oración y para la oración.
Ésta cuenta con una pequeña
Capilla circular, en la que Jesús como centro, atraiga nuestras miradas y
vuelva nuestros corazones hacia lo Único necesario.
Nuestras primeras hermanas
estarán partiendo en Agosto y se quedarán un tiempo prudencial para
seguir conociendo y amando a la gente, su cultura, sus costumbres… nos
confiamos a sus oraciones para que juntos podamos clamar Abba, en
nuestro querido Kawellucó, Pucón, sur de Chile.
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