29 de Mayo
BEATO MARCELINO
CHAMPAGNAT,
Fundador
Marcelino Champagnat fue un sacerdote francés, que fundó la congregación de los Hermanos Maristas. Nació el año 1789, el mismo año de la Revolución Francesa, en Rosey, una aldeita en las estribaciones de los montes de Pilat, al sur de Lyon. Sus padres, Juan Bautista y María Teresa, tuvieron 10 hijos, Marcelino fue el noveno. Durante su infancia, trabajó en casa: su familia poseía una pequeña granja y un molino. A los diez años comenzó a ir a la escuela, pero a los pocos días se desanimó y no volvió.
A los catorce años, pasó por su casa un buen sacerdote que iba "reclutando" jóvenes para el seminario; se fijó en Marcelino y le animó: "Tienes que estudiar para ser sacerdote. Dios lo quiere." Y Marcelino se decidió. Ingresó en el Seminario menor y comenzó sus estudios con muchos problemas: Como no había ido a la escuela, apenas sabía leer y escribir. Suspendió el primer curso y "le invitaron" a quedarse en su casa. Pero Marcelino no se desanimó y continuó estudiando. Después de muchos esfuerzos, fue pasando los cursos (aunque con notas más bien flojas) y pasó al Seminario mayor, en Lyon. Tenía ya 24 años. Allí, junto con otros seminaristas compañeros de estudios, empezó a madurar la idea de fundar una congregación de Hermanos, dedicados a la enseñanza y a enseñar el catecismo a los niños. Tres años después fue ordenado sacerdote y lo destinaron a La Valla, un pueblecito medio perdido en los montes de Pilat. Y allí se dirigió.
La verdad es que el pueblo estaba hecho una pena: los niños no tenían escuela ni nadie que les enseñara el catecismo, y los mayores apenas iban a la iglesia. Marcelino empezó a hablar con la gente, se hizo cercano a todos, y el pueblo lo aceptó de buen grado. Un día lo llamaron para atender a un muchacho que estaba muy enfermo en un caserío de los montes. El muchacho se llamaba Juan Bautista Montagne, tenía 17 años y se estaba muriendo. Marcelino intentó confesarlo, pero se dio cuenta de que nunca había ido a la iglesia y apenas había oído hablar de Dios. Marcelino lo instruyó brevemente en las verdades de nuestra fe, lo confesó y a los pocos momentos, el muchacho murió.
Esta triste experiencia impresionó fuertemente al P. Champagnat y, recordando sus proyectos del seminario, le decidió a fundar una congregación de Hermanos que se dedicaran a la enseñanza y a la instrucción religiosa de niños y jóvenes, especialmente de los más necesitados. Enseguida dio los primeros pasos, y el 2 de enero de 1817 reunió, en una casita alquilada cerca de la parroquia, a dos jóvenes que le habían manifestado su deseo de ser religiosos. Se llamaban Juan María Granjon y Juan Bautista Audras. Éste fue el principio de los Hermanos Maristas.
Pronto acudieron otros jóvenes. Marcelino les ayudó a organizar su vida en comunidad: oración y trabajo, formación personal, sencillez y pobreza. Inculcándoles una filial devoción a la Virgen María, bajo cuya protección se puso, desde el primer momento, la naciente congregación. Después de un periodo de formación, el P. Champagnat les dio un hábito religioso y los jóvenes hicieron sus primeros votos. Al cabo de un año, Marcelino abrió una escuela en La Valla y en seguida se hicieron cargo de ella los Hermanos. Después de esta primera escuela vinieron muchas más. Los párrocos y alcaldes de los pueblos vecinos se disputaban a los Hermanos. Así, el Instituto de los Hermanos Maristas comenzó a crecer, no sin dificultades, y hubo que construir una nueva casa, porque en La Valla ya no cabían todos.
Marcelino compró, con dinero prestado, un terreno en el valle del Gier, a unos kilómetros de La Valla, y allí empezó a construir la nueva casa. Él mismo la diseñó y trabajó de albañil; los Hermanos le ayudaban. Fue una gran casa, la llamó «Nuestra Señora del Hermitage»; todavía existe, rodeada de huerta y bosque. Actualmente es un gran centro de peregrinación y espiritualidad para hermanos, profesores y alumnos maristas.
No cabe duda de que Marcelino Champagnat fue un gran hombre que llevó a cabo una obra extraordinaria: cuidó como un buen pastor a la gente de su parroquia, atendió a huérfanos y ancianos, pero sobre todo se consagró a la educación religiosa de la juventud.
Ciertamente, aquello no fue nada fácil: Tuvo que luchar contra los celos y la incomprensión de algunos de sus superiores eclesiásticos y contra la hostilidad de ciertos políticos de su tiempo, enemigos de todo lo religioso, pero puso su confianza en Dios y en la Virgen María, y logró superar todas las dificultades.
Su austeridad personal y el trabajo incansable fueron minado su salud. Murió en la madrugada del 6 de junio de 1840, a los 51 años, rodeado de sus Hermanos. Sus restos descansan en la capilla de Ntra. Sra. del Hermitage. En el momento de su muerte, la congregación tenía cerca de 300 Hermanos (más 50 que habían muerto ya), 50 casas y escuelas, y alrededor de 7.000 alumnos.
Marcelino Champagnat
Marcelino Champagnat | |
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Retrato de Marcelino Champagnat por M. Ravery (1840) |
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Información personal | |
Nombre secular | Marcelino José Benito Champagnat Chirat |
Nacimiento | 20 de mayo de 1789 Marlhes, Ródano-Alpes, Francia |
Fallecimiento | 6 de junio de 1840 (51 años) Saint-Chamond, Ródano-Alpes, Francia |
Congregación | Congregación de los Hermanos Maristas (fundador) |
Santidad | |
Beatificación | 29 de mayo, 1955 por el Papa Pío XII |
Canonización | 18 de abril, 1999, Ciudad del Vaticano, por el Papa Juan Pablo II |
Festividad | 6 de junio |
Venerado en | Iglesia Católica Romana |
Patronazgo | Educación, Profesores |
= Vida en seminario
Cuando en las vacaciones de Pascua de 1804 un sacerdote pasa por Marlhes buscando vocaciones sacerdotales, se fija en Marcelino a quien le dice: Hijo mío, tienes que estudiar el latín y hacerte sacerdote, Dios lo quiere. Su decisión desde entonces será irrevocable, a pesar de que su cuñado el maestro Arnaud, ante el escaso progreso de su alumno, dictamina que no es apto para los estudios eclesiásticos.En la fiesta de Todos los Santos de 1805, Marcelino entra en el seminario menor de Verrières (departamento de la Loire), a la edad de 16 años. Debe sentarse con los principiantes, a pesar de su edad y de su estatura (mide 1,79 m) y el primer año fracasa como estudiante: el director del seminario le recomienda quedarse en casa en las vacaciones de verano. Marcelino hace una peregrinación a pie, junto con su madre, a La Louvesc, donde está la tumba del apóstol de la región, San Francisco Régis, y consigue que le den otra oportunidad.
El segundo año en el seminario y los siguientes verán subir el nivel de rendimiento del tenaz Marcelino. En 1813 pasa al seminario mayor de Lyon, junto con Juan Claudio Colin y San Juan María Vianney, futuro Santo Cura de Ars, para empezar su primer año de teología.
En el curso del año escolar de 1815, un nuevo seminarista proveniente del Puy, Juan Claudio Courveille, comunica a algunos de sus compañeros su proyecto de una Sociedad de religiosos Maristas, la llamada "Sociedad de María (Maristas)". Se unen a esta idea, entre otros, Marcelino Champagnat y Juan Claudio Colin. Marcelino, más tarde, incorporara al proyecto su idea de los Hermanos para la educación cristiana y la alfabetización de los niños de las zonas rurales.
El 22 de julio de 1816, junto con Colin, Courveille y otros 50 compañeros, Marcelino es ordenado de sacerdote; tiene entonces 27 años. Al día siguiente, los 12 signatarios de la promesa de constituir la Sociedad de María, capitaneados por el promotor de la idea, P. Courveille, suben al santuario de Ntra. Sra. de Fourvière. Courveille celebra la misa, los demás comulgan de sus manos y todos se consagran a María y prometen solemnemente dedicarse a establecer la Sociedad de María. Su vida fue ejemplo de amor.
Véase también: Sociedad de María (Maristas)
Los Hermanos Maristas
El 12 de agosto de 1816 Marcelino Champagnat es nombrado vicario parroquial en el pueblo de La Valla-en-Gier, con una población de 2.000 habitantes dispersos en múltiples y lejanas aldeas por las faldas de la cadena de montañas del Pilat, en el Macizo Central. Inicia oficialmente su apostolado el día 15 de agosto, fiesta de la Asunción de María. Pronto transforma totalmente la parroquia: predica, visita a los enfermos aún de las aldeas más alejadas, hace la catequesis a los niños, implanta la práctica del mes de María, distribuye libros para extender las buenas lecturas, combate el trabajo en domingo, las borracheras, los bailes.El 28 de octubre, en la alejada aldea de Les Palais, asiste en su lecho de muerte al joven de 16 años Jean Bautiste Montagne. Es entonces cuando se da cuenta de que Jean Bautiste nunca ha oído hablar de Dios. Al día siguiente, cuando regresa para contarle sobre Dios, descubre que el joven ya falleció. Esto lo decide a poner en práctica inmediatamente su proyecto de Hermanos para la educación a través del adoctrinamiento infantil. Inicia con un ex granadero del ejército de Napoleón, Juan María Granjon, de 23 años, a quien el Padre debe enseñarle a leer. Al poco tiempo, se le añade Juan Bautista Audras, de 15 años, y el P. Marcelino los instala en una casita alquilada, luego comprada con la ayuda del P. Courveille. (Éste, vicario parroquial en Rive-de-Gier a pocos km de La Valla, lo visitaba con frecuencia, de acuerdo con la promesa de Fourvière).
Es el 2 de enero de 1817: fecha del nacimiento de la congregación de los Hermanos Maristas (Fréres Maristes). Champagnat les da el nombre de Hermanitos de María (Petits Fréres de Marie), en honor de la Sma. Virgen en quien ha depositado toda su confianza. En noviembre de 1818 funda la primera escuela en su pueblo natal, Marlhes. Y al año siguiente en su parroquia, La Valla. En adelante, los pedidos de nuevas fundaciones se harán tan perentorios, que en el lapso de 22 años, deja a su muerte 48 escuelas fundadas donde se educan unos 7.000 alumnos. María bendice igualmente su congregación con abundantes vocaciones. En el mismo lapso, Champagnat deja 280 Hermanos, más 49 que ya habían fallecido, y 92 que se había retirado .
En tan pocos años, Marcelino Champagnat se prodiga sin medida: forma a los Hermanos, religiosa y pedagógicamente, funda y visita las escuelas, construye cerca de Saint-Chamond el vasto noviciado de Notre Dame de L' Hermitage (trabajando personalmente como albañil y carpintero), atiende la administración de lo temporal (con grandes problemas financieros), gestiona ante las autoridades de París la aprobación legal de su Instituto, entrevista a obispos, sacerdotes, alcaldes y otras autoridades civiles para asentar sus fundaciones escolares, etc., etc .Esta febril actividad se une a su gran espíritu de mortificación: viaja a pie o a caballo, ayuna con frecuencia días enteros para poder celebrar la misa, reza de noche y lleva la contabilidad y la correspondencia después de que todos se retiran a descansar.
No es de extrañar que, a pesar de su fuerte constitución campesina, su salud se quebrantara. Desde una fuerte caída en su salud a fines de 1825, arrastró durante 15 años, hasta su muerte, una gran debilidad de estómago que, amén de fuertes dolores, lo obligaba a privarse a menudo de todo alimento, pues le resultaba intolerable. Añádase a esto las múltiples contrariedades, sobre todo en los comienzos de su obra, pues hasta sus colegas sacerdotes lo tildaban de orgulloso, de obrar por vanidad de ostentar el título de fundador; hasta lo consideraron loco y falto de toda prudencia (incluso su confesor y director espiritual lo abandonó). Ciertamente, considerada desde el solo espíritu humano, su acción no podía menos de sorprender y escandalizar. Pero Marcelino Champagnat era hombre de fe y de una profunda humildad. Puso toda su confianza en Dios y en María, a quien llamaba Nuestra Buena Madre, y cuando - con la venia de sus superiores los Obispos - juzgaba que se trataba de la voluntad de Dios, nada ni nadie podía detenerlo.
Si su obra en la fundación de los Hermanos es lo más conocido y admirado, no menos admirable fue su dedicación en la realización del proyecto Marista total del seminario, los PP. Maristas en particular. En torno a él, se formó un grupo de 10 sacerdotes Maristas que, unidos a los 10 del P. Colin, formaron el núcleo fundacional de la Sociedad de María. Durante bastantes años el P. Champagnat se encargó de la formación en El Hermitage de los Hermanos de servicio de los Padres, al mismo tiempo que a sus propios Hermanos de enseñanza. En 1830 fue elegido como Rector Provincial Marista para la diócesis de Lyon (el grupo de Colin estaba en la diócesis de Belley). Es pues considerado, a justo título, como co-fundador de los PP. Maristas a la vez que fundador de los Hermanos Maristas. En 1836 hizo profesión de los votos religiosos como sacerdote de la Sociedad de María. El mismo año parte para las misiones de Oceanía el primer contingente Marista: 1 obispo (Mons. Pompallier), 4 sacerdotes Maristas (uno muere en el viaje; otro, morirá mártir y será el primer santo Marista: el Obispo San Pedro María Chanel) y 3 Hermanos Maristas del P. Champagnat. Grande fue su deseo de ir él mismo a las misiones, pero la obra de los Hermanos lo retenía; lo compensó enviando varios otros contingentes de sus Hermanos como colaboradores de los Padres y dando a la Iglesia los primeros Hermanos mártires.
En el campo educativo, Marcelino Champagnat fue un pionero, pues siempre estuvo abierto a lo nuevo que fuera más eficiente. Adoptó el método simultáneo-mutuo de enseñanza, zanjando así la polémica entre el método llamado de los Hermanos (de la Salle) y el método sajón o Lancasteriano. Adoptó igualmente un nuevo método de lectura, el fonético-silábico, en remplazo del tradicional del deletreo. Introdujo la enseñanza del canto en la escuela, la educación física, la teneduría de libros y la agrimensura. Introdujo igualmente el catecismo mariano, hizo practicar la disciplina preventiva y prohibió todo castigo físico. Decía: "Para educar hay que amar" y este es el lema de los educadores Maristas en todos los países del mundo.
Beatificación y canonización
Muere un 6 de junio de 1840, cuando los Hermanos estaban cantando la alabanza mariana de la Salve como inicio de la jornada, práctica que él había introducido como escudo contra todos los disturbios políticos y sociales que en la Francia convulsionada de su tiempo tuvieron él y los Hermanos que soportar.- El 29 de mayo de 1955 es beatificado por el Papa Pío XII luego del reconocimiento de 3 milagros: la curación de un cáncer terminal obrado a favor de una estadounidense (la Sra. Grondin), la de una meningitis mortal a favor de un joven de Madagascar, llamado Renaivo y la expansión del instituto marista.
- El 3 de julio de 1998, el Papa Juan Pablo II firma el decreto de canonización después de reconocer el 4to. milagro, la curación súbita de una histoplasmosis, a favor de un Hermano Marista uruguayo. Fue canonizado por el Sumo Pontífice, en una solemne Eucaristía celebrada en la Plaza de San Pedro, Ciudad del Vaticano, el 18 de abril de 1999, con la presencia de miles de personas, entre ellos, numerosos miembros de la Familia Marista.1
Véase también
Referencias
- ↑ Santos proclamados durante el pontificado de Juan Pablo II - Sitio oficial de la Santa Sede. En italiano
Véase también
Enlaces externos
- Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Marcelino Champagnat.
- Página Oficial Congregación de los Hermanos Maristas
PARTE PRIMERA
Vida del Beato Marcelino Champagnat
CAPÍTULO I.
- Nacimiento de Marcelino. - Sus padres. - Años de su
infancia Vida del Beato Marcelino Champagnat
CAPÍTULO II. - De cómo llamó Dios a Marcelino al estado sacerdotal. - Dedúcense algunas consideraciones. - De la ejemplar conducta que Marcelino observó en el Seminario y de los rápidos progresos que hizo en los estudios
CAPÍTULO III. - En el que se trata de cómo pasaba las vacaciones el seminarista Champagnat. - De cómo visitaba a los enfermos y recorría las aldeas para enseñar la Doctrina a los niños. - De cómo su salud sufrió menoscabo debido a la austeridad y mortificación en su método de vida. - Del acuerdo que tomaron él y otros seminaristas de fundar la Sociedad de Padres Maristas. - Del cuidado con que se preparó a recibir los órdenes sagrados y de su elevación al sacerdocio
CAPÍTULO IV. - De cómo el abate Champagnat fue de coadjutor a La Valla, y de la situación religiosa en que halló esta parroquia. - De cómo se trazó un reglamento de vida. - Del respeto sumo y sumisión perfecta que tuvo al reverendo señor párroco, y de cómo le consultaba en toda su actuación. - Del cuidado que puso en conocer el carácter de sus feligreses y de su esmero en ganarse la confianza de los mismos. - De su especialísima atención a los niños...
CAPÍTULO V. - Del admirable cambio que sufrió el ambiente religioso de La Valla debido a los sermones y pláticas familiares del coadjutor Marcelino Champagnat. - De cómo consiguió mejorar las costumbres y extirpar los abusos. - De su abnegación y caridad con los enfermos
CAPÍTULO VI. - De cómo don Marcelino Champagnat fundó el Instituto de los Hermanos Maristas. - De los primeros discípulos que tuvo y de las Reglas que les dio
CAPÍTULO VII. - De cómo los Hermanos se hicieron cargo de la escuela de La Valla. - Resuelve don Marcelino ir a vivir con los Hermanos. - De cómo los formó en la práctica de la enseñanza y particularmente en la del Catecismo. - Invítales a ir por grupos de a dos a enseñar la doctrina en las aldeas de La Valla
CAPÍTULO VIII. - En que se trata de la fundación de los establecimientos de Marlhes y de Saint-Sauveur. - De cómo el Hermano Luis se mostró admirable en su proceder. - De la fundación de las escuelas de Tarantaise y de Bourg-Argental
CAPÍTULO IX. - De cómo don Marcelino, al verse sin novicios ni postulantes, acudió al cielo con muchas y fervientes plegarias. - Extraño modo que tuvo Dios de enviarle postulantes
CAPÍTULO X. - De cómo don Marcelino Champagnat se determinó a construir para ensanchar la casa noviciado. - Del cuidado que ponía en formar a los novicios en la piedad y en la práctica de las virtudes propias de su estado. - Señálase cuán grande era el fervor, tanto en la casa noviciado como en las escuelas
CAPÍTULO XI. - Donde se refieren las contrariedades y persecuciones que la obra de los Hermanos acarreó a su Fundador. -De cómo monseñor de Pins, Administrador de la diócesis de Lyón, tomó bajo su protección al instituto
CAPÍTULO XII. - De las contrariedades y disgustos que el desplazamiento del Noviciado ocasionó al Padre Marcelino Champagnat, y de la construcción de la casa del Hermitage
CAPÍTULO XIII. - De cómo el sacerdote señor Courveille se asoció al Padre Marcelino, y de las intrigas que puso en juego para hacerse nombrar superior por los Hermanos. - De la grave enfermedad que sobrevino al Fundador, y de las funestas consecuencias que tuvo en la comunidad por la imprudente dirección del señor Courveille
CAPÍTULO XIV. - De cómo la virtud del Padre Marcelino Champagnat se vio sometida a nuevas pruebas por la conducta del señor Courveille y por la defección de algunos Hermanos
CAPÍTULO XV. - De cómo el Padre Champagnat admitió a los Hermanos a ligarse al Instituto con los votos religiosos. - De la fundación de nuevas escuelas. - Se señala la importancia de las Reglas concernientes a las relaciones con los seglares
CAPÍTULO XVI. - De cómo el Padre Marcelino Champagnat completó el hábito de los Hermanos. - De la nueva pronunciación de las consonantes en la enseñanza de la lectura. - Del conflicto ocasionado por la posición de algunos Hermanos con respecto a las medias de paño y al nuevo método de lectura, y de sus intrigas
CAPÍTULO XVII. - Del incesante incremento y prosperidad del Instituto. - De las gestiones del Padre Champagnat para que el Gobierno reconociera y autorizara el Instituto. - De cómo los acontecimientos políticos de 1830 hicieron naufragar aquellas gestiones. - De la confianza en Dios y tranquilidad de ánimo del Padre Champagnat en aquellos tiempos turbulentos, y de cómo supo infundirías también en los Hermanos. - Del registro que las autoridades civiles efectuaron en la casa del Hermitage. - De la supresión de la escuela de Feurs, y de la fundación del Colegio de la Côte-Saint-André
CAPÍTULO XVIII. - De cómo el Padre Champagnat reanudó las diligencias para conseguir la autorización legal del Instituto. - Del servicio que en esas circunstancias prestaron a los Hermanos Maristas los Hermanos de Saint-Paul. - Del incremento que tomó el Instituto a pesar de las múltiples dificultades que le salieron al paso. - De cómo el Fundador se determinó a dar Reglas impresas a los Hermanos
CAPÍTULO XIX. - La Santa Sede aprueba la Sociedad de Padres Maristas. - Aportación del Padre Champagnat a esa obra de apostolado
CAPÍTULO XX. - De la fundación de nuevas escuelas. - El Padre Marcelino Champagnat vuelve a entablar negociaciones, para conseguir la autorización legal del Instituto. - En vista de su precario estado de salud, resuelve que se le nombre un sucesor
CAPÍTULO XXI. - Fundación del noviciado de Vauban. - Se agrava la enfermedad del Padre Champagnat y éste pone orden a los negocios temporales del Instituto. - Prepárase a la muerte con una confesión general y con la recepción del Santo Viático. - Consejos que da a los Hermanos en esta ocasión
CAPÍTULO XXII. - De cómo el Padre Marcelino Champagnat dictó su testamento espiritual. - De las advertencias que hizo a varios Hermanos. - De las visitas que recibió y de los consuelos que tuvo. - De cómo iban creciendo su piedad, fervor y amor a Dios a medida que se acrecentaban sus sufrimientos. - De su agonía, santa muerte y honras fúnebres
CAPÍTULO XXIII. - Testimonios de fervorosa adhesión que dieron los Hermanos a su Fundador con plegarias en sufragio de su alma, y con la entera sumisión a su sucesor en el gobierno del Instituto. - Los Hermanos de Saint-Paul-Trois-Châteaux y los de Viviers se unen al Instituto de los Hermanos Maristas. - De la creciente prosperidad del Instituto. - Fundación del Noviciado de Beaucamps. - El Instituto de los Hermanos Maristas reconocido por el Gobierno de Francia. - En el segundo Capítulo General se revisaron las Reglas y quedaron definitivamente aprobadas. - De la aprobación del Instituto por la Santa Sede. - Se introduce la causa de beatificación de Marcelino Champagnat
PARTE SEGUNDA
Espíritu y virtudes del Beato Marcelino Champagnat
CAPÍTULO I.
- Retrato y carácter del Beato Marcelino. -De lo que
pensaba acerca de la tristeza y acerca del gozo santo. -
Del esmero que ponía en reformar el carácter de los
Hermanos Espíritu y virtudes del Beato Marcelino Champagnat
CAPÍTULO II. - Del espíritu de fe del Beato Marcelino Champagnat
CAPÍTULO III. - De la confianza en Dios del Padre Marcelino Champagnat
CAPÍTULO IV. - Del amor que el Beato Marcelino tenía a la oración. - Del cuidado que puso en formar a los Hermanos en cada santo ejercicio
CAPÍTULO V. - Del recogimiento del Beato Marcelino Champagnat y del cuidado que ponía en mantenerse en la presencia de Dios
CAPÍTULO VI. - Del amor del Beato Marcelino Champagnat a Nuestro Señor Jesucristo
CAPÍTULO VII. - De la devoción que el Beato Marcelino Champagnat profesaba a la Santísima Virgen
CAPÍTULO VIII. - Del respeto grande y de la humilde sumisión que el Beato Marcelino Champagnat tenía a sus superiores
CAPÍTULO IX. - Del amor que el Beato Marcelino Champagnat tenía a la pobreza
CAPÍTULO X. - Del desapego que el Beato Marcelino Champagnat tenía de los parientes, y de todas las criaturas
CAPÍTULO XI. - Del amor que el Padre Marcelino Champagnat tenía a la mortificación
CAPÍTULO XII. - De la humildad del Beato Padre Marcelino Champagnat
CAPÍTULO XIII. - Del amor que el Beato Padre Marcelino Champagnat tenía a la pureza; del extremo horror que le causaba el vicio y, en general, toda clase de pecados
CAPÍTULO XIV. - Del amor que el Beato Marcelino Champagnat tenía al trabajo
CAPÍTULO XV. - Del amor grande y adhesión que el Beato Padre Marcelino Champagnat tenía a los Hermanos
CAPÍTULO XVI. - Del cuidado que el Beato Padre Marcelino Champagnat ponía en corregir de sus defectos a los Hermanos y en formarlos en la práctica de la virtud
CAPÍTULO XVII. - Del cuidado exquisito que el Beato Marcelino Champagnat ponía en la formación de los Hermanos Directores
CAPÍTULO XVIII. - De los medios que el Beato Padre Marcelino Champagnat tomaba para conservar a los Hermanos en su vocación
CAPÍTULO XIX. - De las precauciones que el Beato Padre Marcelino Champagnat tomaba para que los Hermanos conservasen el espíritu de su estado, y de la firmeza con que mantenía la observancia de la Regla
CAPÍTULO XX. - Del celo del Beato Padre Marcelino Champagnat por la gloria de Dios y la salvación de las almas
CAPÍTUILO XXI. - De la caridad que el Beato Marcelino Champagnat tenía para con los pobres
CAPÍTULO XXII. - De lo que el Beato Padre Marcelino Champagnat hizo en pro de la enseñanza primaria de los niños y para conseguir la perfecta disciplina en las escuelas
CAPÍTULO XXIII. - Indicaciones del Beato Marcelino Champagnat sobre la educación de los niños
CAPÍTULO XXIV. - De la constancia del Beato Padre Marcelino Champagnat en el bien y en todas sus empresas
Cronología de la causa del P. Fundador Marcelino Champagnat
-
21.07.1888 - 22.12.1891
Proceso Ordinario en la Diócesis de Lyon. -
31.01.1892 - 02.04.1894
Proceso sobre los escritos -
20.11.1894 - 11.05.1895
Proceso sobre el no culto -
12.12.1895
Aprobación de los escritos -
3.07.1897
Aprobación de la validez del Proceso de no culto -
25.05.1896
Decreto de la introducción de la causa -
7.04.1897 - 24.07.1899
Proceso Apostólico sobre la fama de santidad -
1.12.1900
Aprobación del Proceso Apostólico sobre la fama de santidad con decreto -
7.04.1897 – 11.01.1902
Proceso Apostólico sobre las virtudes -
12.12.1903
Decreto de Aprobación del Proceso Apostólico sobre las virtudes
Presentación de la Positio super virtutibus -
3.05.1910
Congregación antepreparatoria -
12.03.1912
Congregación preparatoria -
22.06.1920
Congregación general -
11.07.1920
Publicación del decreto sobre la Heroicidad de las Virtudes por el Papa Benedicto XV -
10.1939
Curación de la Sra. Georgina Grondin de un tumor maligno en Waterville (Maine, USA) -
12.11.1941
Curación del Sr. Juan Ranaivo, de meningitis cerebroespinal, ocurrida en Antsirabé (Madagascar). -
3.05.1955
Decreto de reconocimiento como milagrosas las dos curaciones: a) la Sra. Georgina Grondin y b) Sr. Juan Ranaivo. -
29.05.1955
El Papa Pío XII proclamó a Marcelino Champagnat como Beato en la Basílica de San Pedro. -
21.06.1957
La Sagrada Congregación de los Ritos concede el Decretum reassumptionis causae. -
07.1976
Curación del hermano heriberto Weber Nellessen, producida en Montevideo (Uruguay). -
26.06.1997
Los peritos médicos miembros de la Consulta consideraron que la enfermedad del hermano Heriberto era una “Grave afección pulmonar caracterizada por diseminación nodular bilateral con una marcada insuficiencia respiratoria en el sujeto con gravísima repercusión del estado general”. Y que la curación fue “muy rápida, completa, duradera e inexplicable”. -
20.02.1998
Los Consultores Teólogos en su Congreso peculiar reconocieron la preternaturalidad de la curación atribuyéndola a la intercesión del Beato Marcelino Champagnat -
2.06.1998
La Congregación ordinaria de los Eminentísmos Cardenales y Excelentísimos Obispos concluye por unanimidad que se trata de un auténtico milagro -
3.07.1998
El Papa Juan Pablo II promulga el decreto sobre el milagro -
9.01.1999
El Papa Juan Pablo II convoca el Consistorio ordinario que se celebra en el Palacio Apostólico Vaticano.para el voto sobre algunas Causas de Canonización: Marcelino Benito José Champagnat, Juan Calabria y Agustina Livia Pieatrantoni.y se anuncia la fecha del 18 de abril de 1999 para la canonización de los tres Beatos. -
18.04.1999
Fecha reservada por el Papa Juan Pablo II para la canonización de Marcelino Champagnat, Juan Calabria y Agustina Livia Pietrantoni.
Escritos de Marcelino Champagnat.
Cartas de Marcelino (Traducción del H. antonio Aragón)
- Cartas en orden cronológico
- Cartas y Circulares del P. Champagnat dirigidas a los Hermanos
- Cartas del P. Champagnat al Sr. Mazelier
- Cartas del P. Champagnat a diversas personas
6 DE JUNIO
SAN MARCELINO CHAMPAGNAT
Misa de la solemnidad de S. Marcelino Champagnat
SACERDOTE
SOLEMNIDAD
ANTIFONA DE
INGRESO
«Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que
son como ellos es el Reino de Dios. Os lo aseguro que el que no acepte el reino
de Dios como un niño, no entrará en él. » (Mc 10, 14-15)
GLORIA
COLECTA
Padre santo, que
por medio de tu Hijo unigénito has revelado el mandamiento de la nueva ley y
nos has dado a San Marcelino como ejemplo admirable del modo de vivirlo,
concédenos, te rogamos, que también nosotros, siguiendo sus enseñanzas, amemos a
los hermanos de corazón, y conduzcamos el mundo al conocimiento de la verdad de
Cristo.
Que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amen.
.
1ª LECTURA
Derramé
las instrucciones como profecía
Lectura
del Libro del Eclesiástico (24, 30-34)
Yo, sabiduría,
hice brotar ríos.
Yo soy como canal
que sale del río,
como acueducto que entra en el paraíso.
Yo dije: “Regaré mi huerto y empaparé mis prados”.
Y he aquí que mi canal se hizo río,
y el río se hizo mar.
Haré lucir la doctrina desde la aurora,
y llevaré hasta muy lejos su luz.
Penetraré las partes más escondidas de la tierra,
Velaré sobre los que duermen,
E iluminaré a los que esperan en Dios.
Derramaré las instrucciones como profecía,
y la transmitiré a las futuras generaciones.
Y lo continuaré haciendo con sus descendientes
Para siempre.
Ved que no he trabajado para mí,
sino para todos cuantos buscan la sabiduría.
SALMO RESPONSORIAL
(Sal.
111, 1-9)
R.-
Dichoso el hombre a quien tú educas, Señor.
Dichoso quien teme al Señor
y ama de
corazón sus mandatos.
Su linaje
será poderoso en la tierra,
la descendencia
del justo será bendita.
R/
En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad
es constante, sin falta.
En las
tinieblas brilla como luz
el que es
justo, clemente y compasivo.
R/
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
El hombre justo
jamás vacilará,
su recuerdo
será perpetuo.
R/
No temerá las
malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.
Su corazón
está seguro, sin temor,
hasta que
vea derrotados a sus enemigos.
R/
Reparte limosna a los pobres;
su caridad
es constante, sin falta,
y alzará la
frente con dignidad.
R/
2ª LECTURA
Qué dulzura, qué delicia convivir los hermanos unidos. Sal 133,1
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 1,
12-14; 2, 44-47
Después de subir Jesús al cielo, los apóstoles se
volvieron a Jerusalém, desde el monte que llaman de los Olivos, que dista de
Jerusalén lo que se permite caminar en
sábado. Llegados a casa subieron a la
sala, donde se alojaban: Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomás,
Bartolomé y Mateo, Santiago el de Alfeo, Simón el Celotes y Judas el de
Santiago.
Todos ellos se
dedicaban a la oración en común, junto con algunas mujeres, entre ellas María, la Madre de Jesús, y con sus hermanos.
Los creyentes vivían todos unidos y
lo tenían todo en común; vendían posesiones
y bienes y lo repartían entre todos, según la necesidad de cada uno. A
diario acudían al templo todos unidos, celebraban la fracción del pan en las
casas y comían juntos alabando a Dios con alegría y de todo corazón; eran bien vistos por todo el pueblo y día tras día
el Señor iba agregando al grupo los que
se iban salvando.
ALELUYA Mt
5,3
Dichosos los pobres en el espíritu,
Porque de ellos es el Reino de los cielos
EVANGELIO
Quien acoge a un niño de éstos por causa mía, me acoge
a mí .
+ Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 18,
1-7.10
En aquel tiempo se acercaron los discípulos a Jesús y le
preguntaron: ¿Quién es el más importante en el Reino de los Cielos? El llamó a un niño,
lo puso en medio y dijo: Os digo qué, si no volvéis a ser como niños, no entraréis
en el Reino de los Cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre, me
acoge a mí. Pero si alguien escandaliza a uno de estos pequeños que creen en
mí, más le valdría que le colgaran al
cuello una piedra de molino y lo hundieran en el fondo del mar.
¡Ay del mundo a causa de los escándalos! Es inevitable que haya escándalos,
pero ¡Ay del hombre por quien viene ese escándalo!
Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles
están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial.
CREDO
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sea
agradable Señor, nuestra ofrenda; y concédenos que, llenos nosotros del Espíritu de tu amor, perseveremos
en la enseñanza de los apóstoles, en la unión
fraterna, en la fracción del pan y en la oración. Por Cristo, nuestro Señor.
PREFACIO (de los Santos Pastores o de los Santos
Religiosos)
ANTIFONA DE COMUNION:
Jn.
19, 26-27
Jesús, al ver a su madre, y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.»
Luego dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el
discípulo la recibió en su casa.
POSTCOMUNIÓN
Señor, que nos
has alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, concédenos, a quienes celebramos las grandes obras que ha
llevado a cabo en tu Iglesia por medio de San Marcelino, que robustecidos con
la fuerza de este sacramento, podamos siempre emprender mayores obras de apostolado.
Por Cristo, nuestro Señor...
Liturgia de las Horas de la solemnidad de S. Marcelino
San Marcelino Champagnat
Sacerdote
Solemnidad
Nacido en 1789
en Marlhes, Francia, Marcelino, Sacerdote de la Sociedad de María,
dolorido por el estado de ignorancia de los niños del campo, fundó el Instituto
de los HERMANOS MARISTAS de la ENSEÑANZA para su educación cristiana. Encendido
de un amor singular por la Madre de Dios, aprendió de ella la práctica de la
humildad y del amor hacia Dios y hacia los hombres. Quiso que sus
discípulos la tuviesen por Madre y como
norma en la educación de los jóvenes. Murió en el Hermitage, cerca de Saint
Chamond, Francia, el 6 de junio de 1840.
I VÍSPERAS
HIMNO del común de los Santos.
O otro himno aprobado por la autoridad eclesiástica.
SALMODIA
Ant. 1 Os daré pastores conforme a mi corazón, que os apacienten con ciencia y
doctrina (T. P. Aleluya).
SALMO 112
Alabad el nombre del Señor
“Para establecer esta familia el Señor se
sirvió de un hombre sin talento, para que sólo en él, y por siempre, recayera
la gloria”. (S. Marcelino Champagnat, Vida,
1989, II, c. 12, p. 409)
Alabad,
siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre:
de la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.
El Señor se
eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor Dios nuestro,
que se eleva en su trono
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra?
Levanta del
polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlos con los príncipes,
los príncipes de su pueblo;
a la estéril le da un puesto en la
casa,
como madre feliz de hijos.
Ant. Os daré pastores conforme a mi
corazón, que os apacienten con ciencia y doctrina (T. P. Aleluya).
Ant. 2 Yo
mismo apacentaré mis ovejas; buscaré a las
perdidas y
haré volver a
las descarriadas (T. P. Aleluya).
SALMO 145
Bienaventurado el que espera en el Señor
“El Señor no nos abandonará jamás, si no
somos nosotros los que le abandonemos primero” (S. Marcelino Champagnat, Vida 1989, II, c.3, p. 203).
Alaba, alma mía, al Señor:
alabaré
al Señor mientras viva,
tañeré
para mi Dios mientras exista.
No confiéis en los príncipes,
seres
de polvo que no pueden salvar;
exhalan
el espíritu y vuelven al polvo,
ese
día perecen sus planes.
Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob,
el
que espera en el Señor, su Dios,
que
hizo el cielo y la tierra,
el
mar y cuanto hay en él;
que mantiene su fidelidad perpetuamente,
que
hace justicia a los oprimidos,
que
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos,
el
Señor abre los ojos del ciego,
el
Señor endereza a los que ya se doblan,
el
Señor ama a los justos.
Ant. 2 Yo
mismo apacentaré mis ovejas; buscaré a las
perdidas y
haré volver a
las descarriadas (T. P. Aleluya).
El Señor
guarda a los peregrinos,
sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los
malvados.
El Señor reina
eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad.
Ant. Yo mismo apacentaré mis ovejas;
buscaré a las perdidas y
haré volver a
las descarriadas (T. P. Aleluya).
Ant. 3. El Buen Pastor ha dado su vida por
las ovejas (T. P. Aleluya).
CÁNTICO (Ef 1, 3-10)
Dios Salvador
“Un Hermano es algo muy grande; un alma sobre
la que Dios tiene designios especiales de misericordia” (Sent. C 1, p.19).
Bendito sea
Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona
de Cristo
con toda clase de bienes
espirituales y celestiales.
Él nos eligió
en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos santos
e irreprochables ante él por el
amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha
concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo,
por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y
prudencia
ha sido un derroche para con
nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su
voluntad.
Éste es el
plan:
había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento
culminante:
recapitular en Cristo todas las
cosas
del cielo y de la tierra.
Ant. El Buen Pastor ha dado su vida por las ovejas
(T. P. Aleluya).
LECTURA BREVE
|
Flp 3, 7-8
|
Todo
lo que para mí era ganancia lo consideré pérdida comparado con Cristo; más aún,
todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo
Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar
a Cristo.
RESPONSORIO BREVE
Fuera
del tiempo Pascual
R/ El Señor lo amó * y lo enalteció. El Señor lo amó y lo enalteció..
V/
Lo revistió con vestidura de gloria. * Y
lo enalteció.
R/ Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu
Santo. * El Señor lo amó y lo enalteció.
Tiempo
Pascual
R/ El Señor lo amó y lo
enalteció. * Aleluya, aleluya.
V/ El Señor lo amó y lo
enalteció, Aleluya, aleluya.
R/ Lo revistió con vestiduras
de Gloria.
V/ Aleluya, aleluya.
R/ Gloria al Padre, al Hijo y
al Espíritu Santo.
V/ El Señor lo amó y lo enalteció.
Aleluya, aleluya.
Magníficat ant: Guarda, hijo mío, los consejos de tu padre, no
rechaces las instrucciones de tu madre; llévalos siempre en tu corazón (T.P. Aleluya).
MAGNÍFICAT
El alma exulta en el Señor
“Con la gracia de Dios y la protección de
María haréis el Bien. Sin embargo, cuidaros de confiar en vosotros mismos”
(S. Marcelino Champagnat, Vida, II,
c. 2, p. 292).
Proclama mi alma la grandeza del Señor ,
se alegra mi espíritu en Dios, mi
Salvador;
porque ha mirado la humillación de
su esclava.
Desde ahora me
felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras
grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace
proezas con su brazo:
dispersa los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a
Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
como lo había prometido a nuestros
padres
a favor de Abrahán y su descendencia
por siempre.
Gloria al
Padre.
Ant. Guarda, hijo
mío, los consejos de tu padre, no rechaces las instrucciones de tu madre;
llévalos siempre en tu corazón (T.P.
Aleluya).
PRECES
Pidamos a Dios
Padre, fuente de toda santidad, que, con la intercesión de San Marcelino, nos
impulse a una vida santa, y digamos:
Seamos santos, porque tú, Señor, eres santo.
Tú que has
querido que nos llamemos hijos tuyos,
--- haz que con todos tus hijos cantemos
tus grandezas.
Tú que nos has dado a María como madre y Primera Superiora,
--- haz
que todos cantemos las alabanzas de nuestra Madre.
Tú que has
querido que San Marcelino fundase un Instituto dedicado a la educación de los
niños y de los jóvenes,
--- haz que sigamos su ejemplo de ternura hacia
los necesitados.
Tú que has querido que nos esparciésemos por todas las diócesis del
mundo,
--- haz que
nuestra comunidad se vea incrementada de
santas y fervorosas vocaciones.
Padre nuestro.
ORACIÓN
Padre
Santo, que por medio de tu Hijo unigénito has revelado el mandamiento de la
nueva ley y nos has dado a San Marcelino como ejemplo admirable del modo de
vivirlo, concédenos, te rogamos, que también nosotros, siguiendo sus
enseñanzas, amemos a nuestros Hermanos
de corazón y conduzcamos el mundo
al conocimiento de la verdad de Cristo.
Que vive y reina contigo.
INVITATORIO
V. / Señor ábreme los labios
R./ Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. En la fiesta de San Marcelino, venid
adoremos al supremo Pastor, Cristo el Señor (T. P. Aleluya).
SALMO 94
Venid,
aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos
salva;
entremos a su presencia dándole
gracias,
aclamándolo con cantos.
Se
repite la antífona.
Porque
el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la
tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus
manos.
Se
repite la antífona.
Entrad,
postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador
nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Se
repite la antífona.
Ojalá
escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en
Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a
prueba
y me tentaron, aunque habían visto
mis obras.
Se
repite la antífona.
Durante cuarenta años
aquella generación me asqueó, y
dije:
“Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso”».
Se repite la antífona.
Gloria
al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el
principio, ahora y siempre,
por los siglos
de los siglos. Amén
Ant. En la fiesta de San Marcelino, venid
adoremos al supremo Pastor, Cristo el Señor (T. P. Aleluya).
OFICIO DE LAS LECTURAS
V./ Dios mío
ven en mi auxilio. Gloria al Padre. Como era …(Aleluya)
HIMNO: por un pastor o
cualquier otro himno o cántico adaptado, que sea aprobado por la autoridad
eclesiástica.
.
SALMODIA
Ant. 1 Quien quiera ser el primero,
que sea el último de todos y el siervo de todos (T. P. Aleluya).
SALMO 20, 2-8.14
Acción de gracias por el Rey - Mesías
“Vuestra confianza en la bondad del Señor
debe ser grande porque sólo le tenéis a
él como apoyo y sostén” (S.
Marcelino Champagnat, Vida II, c. 3, p. 302).
Señor, el rey
se alegra por tu fuerza,
¡y cuánto goza con tu victoria!
Le has concedido el deseo de su
corazón,
no le has negado lo que pedían su
labios.
Te adelantaste
a bendecirlo con el éxito,
y has puesto en su cabeza una corona
de oro fino.
Te pidió vida, y se la has
concedido,
años que se prolongan sin término.
Tu victoria ha
engrandecido su fama,
lo has vestido de honor y majestad.
Le concedes bendiciones incesantes,
lo colmas de gozo en tu presencia;
porque el rey confía en el Señor,
y con la gracia del Altísimo no
fracasará.
Levántate,
Señor, con tu fuerza,
y al son de instrumentos cantaremos
tu poder.
Ant. Quien quiera
ser el primero, que sea el último de todos y el siervo de todos (T. P.
Aleluya).
Ant.2 Cuando se manifieste el supremo Pastor,
recibiréis la corona de gloria que no se marchita (T. P. Aleluya).
SALMO 91, I (1-9)
Alabanza al Señor creador
“En efecto, es para mí una verdadera
consolación saber que formáis un solo corazón y una sola alma…y que todos buscáis
la gloria de Dios y los intereses de su santa religión” (S. Marcelino
Champagnat, Lettres, Doc. 132, p.
267).
Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu
misericordia
y de noche tu fidelidad,
con arpas de diez cuerdas y laúdes,
sobre arpegios de cítaras.
Tus acciones,
Señor, son mi alegría,
y mi júbilo, las obras de tus manos.
¡Qué magníficas son tus obras,
Señor,
qué profundos tus designios!
El ignorante no los entiende
ni el necio se da cuenta.
Aunque germinen como hierba los malvados
y florezcan los
malhechores,
serán destruidos para
siempre.
Tú, en cambio, Señor,
eres excelso por los
siglos.
Ant. Cuando se manifieste el supremo Pastor,
recibiréis la corona de gloria que no se marchita (T. P. Aleluya).
Ant. 3 Siervo bueno y
fiel, entra en la gloria de tu Señor.
SALMO 91, II (10-16)
“Dios dice al impío como a las olas del mar:
Llegaréis hasta aquí y no iréis más allá”
(S. Marcelino Champagnat, Lettres,
Doc. 16, p. 56).
Porque tus
enemigos, Señor, perecerán,
los malhechores serán dispersados;
pero a mí me das la fuerza de un
búfalo
y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos despreciarán a mis
enemigos,
mis oídos escucharán su derrota.
El justo
crecerá como una palmera,
se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro
Dios;
en la vejez
seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es
justo,
que en mi Roca no existe la maldad.
Ant. Siervo bueno y
fiel, entra en la gloria de tu Señor.
V./ Escucharás una palabra de mi boca (T. P. Aleluya).
R./ Y les darás la alarma de mi parte ( T.
P. Aleluya).
PRIMERA LECTURA
De la carta
del apóstol San Pablo a los Colosenses
|
Col. 3, 1-17
|
Vuestra vida está con Cristo escondida en Dios.
Hermanos Ya que habéis resucitado con
Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la
derecha de Dios; aspirad a los bienes de
arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está
escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también
vosotros apareceréis, junto con él, en gloria.
En consecuencia dad muerte a todo lo
terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia, que es una
idolatría. Eso es lo que atrae el
castigo de Dios sobre los desobedientes.
Entre ellos andabais también vosotros,
cuando vivíais de esa manera; ahora, en cambio deshaceos de todo eso: ira,
coraje, maldad, calumnias y groserías, ¡fuera de vuestra boca! No sigáis
engañándoos unos a otros.
Despojaos del hombre viejo, con sus
obras, y revestíos del nuevo, que se va renovando como imagen de su Creador,
hasta llegar a conocerlo. En este orden nuevo no hay distinción entre judíos y
gentiles, circuncisos e incircuncisos, bárbaros y escitas, esclavos y libres,
porque Cristo es la síntesis de todo y
está en todos.
Como elegidos de Dios, santos y amados,
vestíos de la misericordia entrañable,
bondad, humildad, dulzura, comprensión. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas
contra otro. El Señor os perdonado: haced vosotros lo mismo.
Y, por encima de esto, el amor, que es
el ceñidor de la unidad consumada. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en
vuestro corazón; a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo. Y sed
agradecidos.
La palabra de Cristo habite en vosotros
en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; corregíos
mutuamente. Cantad a Dios, dadle gracias
de corazón, con salmos, himnos y
cánticos inspirados. Y, todo lo que de
palabra o de obra realicéis, sea todo en
nombre del Señor Jesús, ofreciendo la
Acción de gracias a Dios Padre por medio de él.
RESPONSORIO
|
Ga 3, 27-28;
Ef 4, 24
|
R/ Los que os habéis incorporado a Cristo por el bautismo os habéis revestido
de Cristo. Ya no hay distinción entre judíos ni gentiles; * Porque todos sois uno en Cristo Jesús.(T.P. Aleluya)
V/ Vestíos de la nueva condición humana,
creada a imagen de Dios: justicia y
santidad verdaderas.
R/ * porque todos sois uno en Cristo Jesús. (T.P. Aleluya)
SEGUNDA LECTURA
Del ‘Testamento
espiritual’ de S. Marcelino Champagnat
(Constituciones
de los Hermanos Maristas, p. 158)
Ojalá se pudiera afirmar
de los Hermanitos de María : «mirad como se aman».
Muero lleno de respeto, gratitud y
sumisión al Superior General de la Sociedad de María y animado por los
sentimientos de la unión más perfecta con todos los miembros que la componen,
especialmente con los Hermanos que el Señor ha confiado a mis desvelos y que
siempre han sido tan queridos de mi corazón.
Deseo
que reine siempre entre los Hermanos de María
una obediencia total y perfecta; que los súbditos, viendo en los
Superiores la persona de Jesucristo, los obedezcan de corazón y espíritu, y
renuncien siempre, si fuere necesario, a la voluntad y juicio propios.
Recuerden que el religioso obediente cantará victoria y que la obediencia es,
sobre todo, el cimiento y soporte de la comunidad. Animados de este espíritu,
sométanse ciegamente los Hermanitos de María
no sólo a los Superiores mayores, sino a cuantos estén encargados de
dirigirlos y guiarlos. Penétrense bien de esta verdad de fe: el Superior
representa a Jesucristo, y, cuando manda, debe ser obedecido como si mandara el
mismo Cristo.
Os
suplico también, muy queridos Hermanos, con todo el cariño de mi alma y por el
que vosotros me profesáis, que os comportéis de tal modo que la caridad reine
siempre entre vosotros. Amaos unos a otros como Cristo os ha amado. No haya
entre vosotros sino un corazón y un mismo espíritu. Ojalá se pudiera afirmar de
los Hermanitos de María lo que se decía de los primeros Cristianos: “¡Mirad
cómo se aman”!… Es el deseo más vivo de mi corazón en estos últimos instantes
de mi vida. Sí, carísimos Hermanos míos, escuchad las últimas palabras de
vuestro padre, que son las de nuestro amadísimo Salvador: “Amaos unos a otros”.
Deseo,
queridísimos Hermanos míos, que esta caridad, que debe uniros a todos, como
miembros de un mismo cuerpo, alcance a las demás congregaciones. Os conjuro,
por la caridad sin límites de Jesucristo, que no envidiéis jamás a nadie, y
menos aún a quienes Dios llama al estado religioso para trabajar, como
vosotros, en la educación de la juventud. Sed los primeros en alegraros de sus éxitos y apenaos por sus
fracasos. Encomendadlos a menudo a Dios y a la divina Madre. Dadles con gusto
la preferencia. Jamás prestéis oídos a los dichos que pudieran perjudicarlos.
Que la gloria de Dios y el honor de María sean vuestro único fin y vuestra sola
ambición.
Un
mismo espíritu y un mismo afecto os una
a los Padres de la Sociedad de María como ramas de un mismo tronco y
como hijos de una misma familia y de una Buena Madre, María Santísima.
O bien
Cuesta vivir como buen
religioso, pero la gracia lo suaviza todo.
Pido también al Señor y deseo con toda mi alma, que
perseveréis fielmente en el santo ejercicio de la presencia de Dios, alma de la
oración, de la meditación y de todas las virtudes. Constituyan siempre la
humildad y la sencillez el carácter distintivo
de los Hermanitos de María. Una tierna y filial devoción a nuestra buena
Madre os anime en todo tiempo y circunstancia. Hacedla amar por doquiera cuanto
os sea posible. Es la primera Superiora de toda la Sociedad. A la devoción a
María juntad la del glorioso San José, su dignísimo esposo; ya sabéis que es
uno de nuestros primeros patronos. Desempeñáis el oficio de ángeles custodios
de los niños que os están confiados: tributad también a estos espíritus puros
culto particular de amor, respeto y confianza.
Hermanos míos muy queridos: sed fieles a vuestra
vocación; amadla y perseverad en ella con entereza. Manteneos en un espíritu
recio de pobreza y desprendimiento. La observancia diaria de vuestras santas
Reglas os libre de faltar jamás al voto
sagrado que os une a la más bella y delicada de las virtudes. Cuesta vivir como
buen religioso, pero la gracia lo suaviza todo. Jesús y María os ayudarán.
Además esta vida es muy breve y la otra no tendrá fin. ¡qué consolador resulta,
cuando se va a parecer delante de Dios, recordar que se ha vivido baja el
amparo de María y en su sociedad! Dígnese esta buena Madre conservaros,
multiplicaros y santificaros. Que la gracia de Nuestros Señor Jesucristo, el
amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo estén siempre con vosotros.
Os dejo a todos, confiadamente, en los Sagrados
Corazones de Jesús y de María, hasta que tengamos la dicha de vernos juntos en
la eterna bienaventuranza.
Esta es mi
última y expresa voluntad para gloria de Jesús y de María.
RESPONSORIO
|
Flp 3, 17; 4,
9; 1 Co 10
|
R/ Hermanos, sed imitadores míos y fijaos
en los que viven según el modelo que tenéis en nosotros. * Todo cuanto habéis aprendido, recibido, oído y visto
en mí ponedlo en obra y el Dios de la paz estará con vosotros .
V/ Os conjuro, Hermanos, por el nombre de
nuestro Señor Jesucristo, a que tengáis todos un mismo hablar.
V/ Lo que habéis aprendido.
HIMNO: TE DEUM
ORACIÓN
Padre Santo, que por medio de tu
Hijo unigénito has revelado el mandamiento de la nueva ley y nos has dado a San
Marcelino como ejemplo admirable del modo de vivirlo, concédenos, te rogamos,
que también nosotros, siguiendo sus enseñanzas, amemos a nuestros hermanos de
corazón, y conduzcamos el mundo al
conocimiento de la verdad de Cristo.
Que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén
LAUDES
HIMNO: (Por un pastor)
O
cualquier otro himno o cántico adaptado, que sea aprobado por la autoridad eclesiástica.
SALMODIA
Ant. 1. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar
una ciudad puesta en lo alto de un monte. (T. P. Aleluya).
SALMO 62, 2-9
El alma tiene sed del Señor
“Oremos, oremos y en todo deseemos y
busquemos la santa voluntad del Señor”
(S. Marcelino Champagnat, Lettres,
Doc. 182, p. 370).
Oh Dios, tú
eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como
tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te
contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida
te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de
manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el
lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con
júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Ant. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede
ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. (T. P. Aleluya).
Ant. 2 Alumbre así vuestra luz a los
hombres, para que vean vuestras buenas
obras y den gloria a vuestro Padre. (T. P. Aleluya).
CÁNTICO
|
Dan.
3,57-88.56
|
Toda criatura alabe al Señor
“Todo
era, para Marcelino, una ocasión para elevar su alma a Dios y bendecirlo: Su
alma prorrumpía en actos de amor, alabanza y acción de gracias”
(Cf. Vida, 1989, II, c. 5 p. 325).
Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor;
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al
Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor
ejércitos del Señor,
bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos,
bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid
al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos
por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la
tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al
Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos
por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor,
Santos y humildes de corazón, bendecid al
Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor;
ensalzadlo con himnos
por los siglos.
Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo,
ensalcémoslo con
himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
Ant. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den
gloria a vuestro Padre. (T. P. Aleluya).
Ant. 3 La palabra de
Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo. (T. P. Aleluya).
Salmo 149
La fiesta de los amigos de Dios
“La devoción del corazón se manifiesta dando gracias a Dios
por sus beneficios y alabando las perfecciones divinas”
( Sent. C.14, § II, p. 124).
Cantad al
Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea
de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su
nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los
humildes.
Que los fieles
festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar
venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la
sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Ant. La palabra de Dios es viva y eficaz, más
tajante que espada de doble filo. (T. P. Aleluya).
LECTURA BREVE
|
Hb 13, 7-9a
|
Acordaos de vuestros dirigentes, que os anunciaron la
palabra de Dios; fijaos en el desenlace de su vida e imitad su fe. Jesucristo
es el mismo ayer y hoy y siempre. No os dejéis arrastrar por doctrinas
complicadas y extrañas.
RESPONSORIO BREVE
R/. Sobre tus murallas Jerusalén, * He
colocado centinelas. Sobre tus murallas
(T.P. Aleluya)
V/ Ni de día ni de noche dejarán de anunciar el nombre
del Señor.* He colocado centinelas.
(T.P. Aleluya)
V/ Gloria al Padre. Sobre. (T.P. Aleluya).
BENEDICTUS, Ant. El que es de Cristo es una criatura nueva; lo antiguo ha pasado; lo nuevo ha comenzado. Todo esto viene de Dios
(T.P. Aleluya).
BENEDICTUS
|
Lc 1. 68-79
|
“El Hermano es el colaborador y el socio de Jesucristo en la obra de la salvación de las almas” (S: Marcelino Champagnat (Sent. C.1, p. 20).
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por la boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que no
odian:
realizando la misericordia que tuvo
con nuestros padres,
recordando su santa alianza,
y el juramente que juró a nuestro
padre Abrahán.
Para
concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los
enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros
días.
Y a ti, niño,
te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la
entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo
alto,
para iluminar a los que viven en
tinieblas
y en la sombra de la muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y
siempre,
por los siglos de los siglos. Amen
Ant. El que es de Cristo es una criatura nueva; lo antiguo ha pasado; lo nuevo ha comenzado. Todo esto viene de Dios
(T.P. Aleluya).
PRECES
El
Hijo del Dios de la vida a querido nacer
en una familia humana, adorémosle y supliquémosle:
R/ Te adoramos Señor, Dios
nuestro.
--Jesús,
Hijo del Dios de la vida, esplendor del Padre, luz eterna.
R/
--
Jesús, Rey de la gloria, sol de justicia, Hijo de María.
R/
--
Jesús, consejero maravilloso, Dios fuerte, Dios eterno, Príncipe de la paz.
R/
--
Jesús, hermano de los pobres, buen pastor, sabiduría eterna, bondad sin
medida, nuestro camino y nuestra vida.
R/
--
Jesús, Maestro infatigable, enséñanos a ser acogedores para
todos los jóvenes y niños que nos has confiado.
R/
Padre Nuestro
ORACIÓN
Padre Santo, que por medio de tu
Hijo unigénito has revelado el mandamiento de la nueva ley y nos has dado a San
Marcelino como ejemplo admirable del modo de vivirlo, concédenos, te rogamos,
que también nosotros, siguiendo sus enseñanzas, amemos a nuestros Hermanos de
corazón, y conduzcamos el mundo al
conocimiento de la verdad de Cristo.
Que vive y reina contigo en la unidad el
Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
La conclusión de la Hora en el ordinario, p.
854.
HORA INTERMEDIA
TERCIA, SEXTA, NONA
Todo del común de
Pastores
V/ Dios mío,
ven en mi auxilio.
Gloria al Padre. Como era. (T. P. Aleluya).
HIMNO
Ant. Padre, como tú me enviaste al mundo, así
también los envío yo al mundo (T. P.
Aleluya)
(SALMOS DEL DÍA DE LA
SEMANA)
LECTURA BREVE
|
I Tm 4, 16
|
Cúidate tú y cuida las enseñanzas; sé
constante; si lo haces, te salvarás a ti y a los que te escuchan.
V/ Escogió el Señor a su
siervo (T. P. Aleluya)
R/ Para pastorear a Jacob, su
heredad. (T. P. Aleluya)
SEXTA
Ant.
El que os
recibe a vosotros me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me ha
enviado (T. P. Aleluya).
(SALMOS DEL DÍA DE LA
SEMANA)
LECTURA BREVE
|
I Tm. 1, 12
|
Doy
gracias a Cristo Jesús, nuestro Señor, que me hizo capaz, se fió de mí y me
confió este ministerio.
V/ No me avergüenzo del
Evangelio. (T. P. Aleluya).
R/ Que es una fuerza de Dios
para la salvación. (T. P. Aleluya).
NONA
Ant. Nosotros somos colaboradores de Dios, y
vosotros, campo de Dios, edificio de Dios (T. P. Aleluya).
(SALMOS DEL DÍA DE LA
SEMANA)
LECTURA BREVE
|
1 tm 3, 13
|
Los
que se hayan distinguido en el servicio progresarán y tendrán libertad para
exponer la fe en Cristo Jesús. (T. P. Aleluya).
V/ Si el Señor no construye la casa. (T.
P. Aleluya).
R/ En vano se cansan los albañiles. (T. P. Aleluya).
ORACIÓN
Padre Santo, que por medio de tu
Hijo unigénito has revelado el mandamiento de la nueva ley y nos has dado a San
Marcelino como ejemplo admirable del modo de vivirlo, concédenos, te rogamos,
que también nosotros, siguiendo sus enseñanzas, amemos a los Hermanos hasta el
final, y conduzcamos el mundo al conocimiento de la verdad de Cristo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que es Dios y vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, por
los siglos de los siglos. Amén.
II VÍSPERAS
HIMNO
Por un pastor U otro cántico o himno adaptado y aprobado por la autoridad
eclesiástica.
SALMODIA
1ª Ant. Dios me ha
hecho ministro del Evangelio por la gracia que me ha dado. (T. P. Aleluya).
SALMO 14
¿Quién es digno de estar delante del
Señor?
“No hay ningún bien verdadero que no les
desee y que no esté dispuesto a hacerlo y emprenderlo todo para procurárselo”
(S. Marcelino Champagnat, Lettres,
Doc. 168, p. 332)..
Señor, ¿quién
puede hospedarse en tu tienda
y habitar en tu monte santo?
El que procede
honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua,
el que no hace
mal a su prójimo
ni difama al vecino ,
el que considera despreciable al
impío
y honra a los que temen al Señor,
el que no
retracta lo que juró
aun en daño propio,
el que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el
inocente.
El que así
obra, nunca fallará.
Ant. Dios me ha
hecho ministro del Evangelio por la gracia que me ha dado. (T. P. Aleluya).
2ª Ant. Construye, Oh Dios, nuestra casa,
construye nuestra ciudad. T.P. Aleluya)
SALMO 126
El esfuerzo humano es inútil ante Dios
«Cuando todo
parece ir bien, reconozco más la verdad de lo que dice el Rey profeta: ‘Si Dios
no construye la casa….’» (S. Marcelino Champagnat, Lettres, Doc. 169, p. 334).
Si
el Señor no construye la casa ,
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vigilan los centinelas.
Es
inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy tarde,
que comáis el pan de vuestros
sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras
duermen!
La
herencia que da el Señor son los hijos;
su salario, el fruto del vientre:
son saetas en mano de un guerrero,
los hijos de la juventud.
Dichoso el hombre que llena
con ellas su aljaba:
no quedará derrotado cuando litigue
con sus adversarios en la plaza.
Ant. Construye, Oh Dios, nuestra casa,
construye nuestra ciudad. T.P. Aleluya)
3ª Ant. Cristo se despojó de sí mismo asumiendo la
condición de siervo (T.P. Aleluya)
CÁNTICO
|
cf. Ap 15, 3-4
|
Himno de adoración y de alabanza
“Todos los días cuando subo al
altar, ruego al divino Maestro que os colme de la abundancia de sus
bendiciones” (S. Marcelino Chaqmpagnat, Lettres,
Doc. 79, p. 191).
Grandes y
maravillosas son tus obras,
Señor, Dios
omnipotente,
justos y
verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los
siglos!
¿Quién no
temerá, Señor,
y glorificará
tu nombre?
Porque tú solo
eres santo,
porque vendrán
todas las naciones
y se postrarán
en tu acatamiento,
porque
tus juicios se hicieron manifiestos.
Ant. Cristo se despojó de sí mismo asumiendo la
condición de siervo (T.P. Aleluya)
LECTURA BREVE
|
1 P 5, 1-4
|
A los ancianos que están entre vosotros
los exhorto yo, anciano como ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y
partícipe de la gloria que está por manifestarse. Apacentad la grey de Dios que
os está encomendada, vigilando, no forzando, sino voluntariamente, según Dios,
no por mezquino afán de ganancia, sino de corazón; no tiranizando a los que os
ha tocado cuidar, sino siendo modelos de la grey. Cuando aparezca el Pastor
,recibiréis la corona de gloria que no se marchita.
RESPONSORIO BREVE
R/ Verdadero amigo de tus hermanos, * ruega por tu pueblo. (T.P. Aleluya)
Verdadero amigo de tus hermanos, ruega por tu
pueblo.
V/ Has dado la vida por los
hermanos. (T.P. Aleluya)
* Ruega por tu pueblo.
V/ Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. (T.P. Aleluya)
R/ Verdadero amigo de tus hermanos, ruega
por tu pueblo.
Ant. del Magnificat: Te doy gracias, Cristo buen Pastor,
que me has guiado a la gloria: que el rebaño que me has dado esté conmigo en tu
reino. (T. P. Aleluya).
CANTICO DEL MAGNÍFICAT
Alegría del alma en el Señor
“Los hijos de María tendrán el máximo empeño
y aplicación para trazar en ellos mismos una perfecta imagen de su Madre “
(S. Marcelino Champagnat, Règle, ms.
132/6, p. 30).
Proclama
mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi
salvador
porque
ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones
porque
el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su
nombre es santo,
y su
misericordia llega a sus fieles
de
generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa
a los soberbios de corazón,
derriba
del trono a los poderosos
y
ensalza a los humildes,
a los
hambrientos los colma de vienes
y a
los ricos los despide vacíos.
Auxilia Israel, su siervo,
acordándose
de su misericordia
--como
la había prometido a nuestros padres—
a
favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria….
Ant. Te doy gracias, Cristo buen Pastor, que
me has guiado a la gloria: que el rebaño que me has dado esté conmigo en tu
reino. (T. P. Aleluya).
PRECES
Confiando
en tu amor y sumisos a tu voluntad, Señor te rogamos:
R/ Te rogamos, Señor.
Por
nuestro Instituto para que sea siempre un instrumento eficaz en la construcción
del reino de Dios.
R/ Te rogamos, Señor.
Ilumina
a los que nos dirigen para que después de haber discernido tu voluntad nos la
transmitan sin ningún compromiso.
R/ Te rogamos, Señor.
Por
todos los Hermanos que derrochan esfuerzos en llevar a los jóvenes y a los
niños al conocimiento de la verdad de Evangelio.-
R/ Te rogamos, Señor.
Por
nuestros Hermanos que sufren enfermedades, para que acepten ser dependientes de
otros y acepten humildemente tu voluntad sobre ellos.
R/ Te rogamos, Señor.
Recibe
Señor a nuestros difuntos para que, con María, nuestra Buena Madre y con San
Marcelino, nuestro padre, gocen de tu presencia por toda la eternidad.
R/ Te rogamos, Señor.
PADRE NUESTRO
ORACIÓN
Padre Santo, que por medio de tu
Hijo unigénito has revelado el mandamiento de la nueva ley y nos has dado a San
Marcelino como ejemplo admirable del modo de vivirlo, concédenos, te rogamos,
que también nosotros, siguiendo sus enseñanzas, amemos a los Hermanos de
corazón, y conduzcamos el mundo al conocimiento
de la verdad de Cristo .
Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que es Dios y vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, por
los siglos de los siglos. Amén.
COMPLETAS
V/ Dios mío, ven en mi auxilio.
R/ Señor, date prisa
en socorrerme.
Gloria
al Padre…..
Hermanos:
Llegados al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos
humildemente nuestros pecados.
Yo
confieso ante Dios todopoderoso
y ante
vosotros, hermanos,
que he
pecado mucho
de
pensamiento, palabra, obra y omisión,
por mi
culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por
eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los
ángeles, a los santos
que
intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.
Se puede usar
cualquiera otra fórmula reconocida.
HIMNO
Ant. Durante la noche bendecid al
Señor (T. P. Aleluya).
SALMO 90
A la sombra del Omnipotente
Tú que
habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del
Omnipotente,
di al Señor, “refugio mío, alcázar
mío,
Dios mío, confío en ti”.
Él te
librará de la red del cazador,
de la peste funesta.
Te cubrirá con sus plumas,
bajo sus alas te refugiarás:
su brazo es escudo y armadura.
No
temerás el espanto nocturno,
ni la flecha que vuela de día,
ni la peste que se desliza por las
tinieblas,
ni la epidemia que devasta a
mediodía.
Caerán
a tu izquierda mil,
diez mil a tu derecha;
a ti no te alcanzará.
Nada
más mirar con tus ojos,
verás la paga de los malvados,
porque hiciste del Señor tu refugio,
tomaste al Altísimo por defensa.
No te
cercará la desgracia,
ni la plaga llegará hasta tu tienda,
porque a sus ángeles ha dado órdenes
para que te guarden en tus caminos;
te
llevarán en sus palmas,
para que tu pie no tropiece en la
piedra;
caminarás sobre áspides y víboras,
pisotearás leones y dragones.
“Se
puso ante mí: lo libraré;
lo protegeré porque conoce mi
nombre,
me invocará y lo escucharé.
Con él
estaré en la tribulación,
lo defenderá, la glorificaré
lo saciaré de largos días
y le haré ver mi salvación.”
LECTURA BREVE
Verán al Señor de cara a cara y llevarán
su nombre en la frente. Ya no habrá más
noche, ni necesitarán luz de lámpara o de sol, porque el Señor Dios irradiará
luz sobre ellos, y reinarán por los siglos de los siglos.
RESPONSORIO BREVE
R/ A tus manos, Señor, * En comiendo mi espíritu. (T.P. Aleluya)
A tus manos , Señor, encomiendo mi espíritu.
V/ Tú, el Dios leal, nos librarás. (T.P. Aleluya)
* Encomiendo mi espíritu.
V/ Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. (T.P. Aleluya)
R/ A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
CANTO EVANGÉLICO
Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para
que velemos con Cristo y descansemos en paz (T.P. Aleluya).
NUNC DIMITIS
Cristo, luz de las naciones
Ahora, señor, según tu promesa,
puedes
dejar a tu siervo irse en paz.
Porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a
quien has presentado ante todas los pueblos:
luz para alumbrar a las naciones
y
gloria de tu pueblo Israel.
Gloria al Padre ….
ORACIÓN
Humildemente te pedimos, Señor, que
después de haber celebrado este día los misterios de la resurrección de tu
Hijo, sin temor alguno, descansemos en tu paz y mañana nos levantemos alegres
para cantar nuevamente tus alabanzas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
CONCLUSIÓN
El Señor todopoderoso nos conceda una
noche tranquila y una muerte santa. Amén
CANTO DE UNA ANTÍFONA DE LA VIRGEN
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- BEATO MARCELINO CHAMPAGNAT Fundador. +Año 1840
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