ÍNDICE
Capítulo I EL ANFITRIÓN 1. La Eucaristía, obra de la Trinidad 2. El Padre, fuente y fin de la Eucaristía 3. La Eucaristía, banquete del Señor Jesús 4. La Eucaristía, efusión del Espíritu Santo Capítulo II LOS INVITADOS 1. ¿Quiénes están invitados? 2. Los que no acuden 3. Los que acuden sin traje de fiesta 4. Entonces, ¿cómo hay que acudir? Capítulo III LA PREPARACIÓN 1. Las figuras de la Eucaristía en el Antiguo Testamento 2. El anuncio de la Eucaristía en la vida de Jesús Capítulo IV EL DÍA DE LA FIESTA 1. El Domingo 2. El Año Litúrgico Capítulo V EL LUGAR DE LA FIESTA 1. ¿Dónde celebramos la Eucaristía? 2. Historia del templo cristiano 3. El templo cristiano según el Vaticano II Capítulo VI LA CELEBRACIÓN 1. Desarrollo general de la celebración 2. Posturas y gestos litúrgicos 3. Vestidos e insignias litúrgicos Capítulo VII EL DIÁLOGO 1. Un Dios que nos habla 2. Los Ritos iniciales 3. La Liturgia de la Palabra Capítulo VIII EL BANQUETE 1. Los Sagrados Misterios 2. El misterio del Matrimonio 3. La Liturgia Eucarística Capítulo IX LA DESPEDIDA 1. El Rito de conclusión 2. La Eucaristía, fuente y cima de la vida cristiana |
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PRESENTACIÓN
Motivos de una elección El día 20 de enero de 2003, en la audiencia concedida a los responsables de los Equipos de Nuestra Señora, reunidos para celebrar el centenario del nacimiento de su fundador Henri Caffarel, el Papa Juan Pablo II les dirigió un importante discurso, en el que, reconociendo las aportaciones originales de esta asociación de laicos a la misión de la Iglesia, propuso con claridad los nuevos retos y necesidades que la Iglesia le pide en la hora actual. Entre las peticiones del Santo Padre, queremos destacar ésta: «Misterio de alianza y comunión, el compromiso de los esposos les invita a poner su fuerza en la Eucaristía, "fuente del matrimonio cristiano" (Familiaris consortio, 57) y modelo para su amor. En efecto, las diferentes fases de la liturgia eucarística invitan a los esposos a vivir la vida conyugal y familiar a ejemplo de Cristo, que se da a los hombres por amor. Ellos buscarán en este sacramento la audacia necesaria para la acogida, el perdón, el diálogo y la comunión de los corazones. Será también una ayuda para afrontar las inevitables dificultades de toda vida familiar. Que puedan ser los miembros de los Equipos los primeros testigos de la gracia que aporta una participación regular en la vida sacramental y en la Misa dominical, "celebración de la presencia viva del Resucitado en medio de los suyos" (Juan Pablo II, Dies Domini, 31), y antídoto para afrontar y superar obstáculos y tensiones». En este curso 2004-2005, en el que la Iglesia entera, por decisión del mismo Pontífice, va a reflexionar sobre el misterio de la Eucaristía, los Equipos de Nuestra Señora de la Superregión de España han decidido sumarse a esta iniciativa, y hacerlo desde su propio carisma: la vivencia de la espiritualidad conyugal como testimonio del Evangelio en el mundo. Para ello han elegido como tema de estudio la profundización en el misterio y la celebración de la Eucaristía, y de modo especial, su relación constitutiva y esencial con el misterio y la vivencia del Matrimonio cristiano, según las palabras del Papa antes citadas. Opciones teológicas Un tema tan rico y complejo como la Eucaristía, permite ser abordado desde perspectivas y enfoques muy distintos, como de hecho ha ocurrido a lo largo de la tradición cristiana. Aquí lo presentamos desde la conciencia creyente de la Iglesia actual, que, inspirándose en la enseñanza del Concilio Vaticano II, se ha ido desarrollando y plasmando tanto en la enseñanza del Magisterio de la Iglesia como en la producción teológica sobre el tema. Y esto nos ha llevado a tomar algunas opciones que desde el principio queremos descubrir. En primer lugar, hemos privilegiado dos de los nombres con que se intenta expresar la inagotable riqueza de este sacramento. Primero , «Banquete del Señor», porque con su significado inmediato de comida principal y festiva, es el que mejor refleja el sentido de la Cena pascual que el Señor celebró con sus discípulos la noche antes de morir, y, además, el que descubre su carácter de anticipación del banquete de bodas del Cordero, meta final de toda la historia humana. Y, en segundo lugar, «Eucaristía», porque, además de ser hoy el más usado, recuerda también la actitud fundamental de bendición y acción de gracias que Jesús quiso expresar en la institución de su memorial. Además de los nombres, tres ideas principales van a conformar toda nuestra reflexión. La primera resalta que la Eucaristía es, al mismo tiempo y de forma indivisible, «anuncio y celebración», es decir, proclamación del misterio central de la fe cristiana, y acción comunitaria y festiva de todo el Pueblo de Dios, que le sirve a Cristo de instrumento para seguir realizando su obra salvadora. La segunda quiere subrayar precisamente que lo que la Eucaristía anuncia y celebra es «el misterio pascual de Cristo», es decir, su muerte y resurrección, que constituyen la culminación de toda la vida y mensaje de Jesús, e incluso de toda la historia de la salvación. Y la tercera apunta al fin para el que fue instituida la Eucaristía: hacer que los fieles vivan ese misterio pascual y den testimonio del mismo en el mundo. Esta última idea nos lleva a destacar con fuerza que la Eucaristía es fuente y cima de toda la vida cristiana y de toda la obra misionera de la Iglesia; y, en concreto, fuente y cima del matrimonio cristiano y de su misión. Presentación metodológica El subtítulo habla de un «itinerario catequético». En efecto, lo que presentamos es una «catequesis mistagógica», es decir, una reflexión que, partiendo de lo visible y experimentable de la Eucaristía, intenta explicar sus contenidos y efectos invisibles; es un proceso que va del signo al significado, del «sacramento» al «misterio». Y una catequesis en forma de «itinerario», de proceso en varias etapas, que coinciden con los diferentes capítulos. Estas etapas se adaptan a la costumbre de los Equipos de distribuir su estudio a lo largo de los nueve meses útiles del curso, de octubre a junio. Pero, además, constituyen un camino pedagógico progresivo, que, siguiendo el orden lógico de los elementos objetivos que se dan en un banquete (anfitrión, invitados, preparación, día, lugar, ritual, conversación, comida, despedida), llevan a penetrar en el significado profundo de lo que se celebra y en las actitudes que exige y genera. Toda catequesis cristiana intenta transmitir los contenidos de la fe, educar para la relación con Dios y enseñar a vivir según las exigencias del Evangelio. Y conseguir estos tres objetivos es lo que intenta también este librito. La parte más larga de cada capítulo está destinada a transmitir el contenido de la fe en la Eucaristía y la explicación de los diferentes momentos de su celebración. Hemos querido ofrecer todos aquellos elementos bíblicos, históricos y teológicos que resultan imprescindibles para que el cristiano normal pueda comprender el significado de lo que celebra y de cómo lo celebra; sobre todo teniendo en cuenta el déficit formativo que padece en este campo la generalidad de los cristianos. Pero, con ser importante lo que desarrolla la primera y más larga parte del capítulo, no podríamos hablar de catequesis si no se intentaran también los otros dos objetivos. Por eso, al final de cada capítulo figura una sección titulada «Para la reflexión y la oración», que consideramos decisiva aunque sea más breve. Porque es precisamente en ella donde aparecen las indicaciones que intentan mover y dirigir a personas y matrimonios, para que crezcan en la relación con Dios, participen con fruto en la Eucaristía y adopten en la vida las actitudes que ello supone. Un último apartado de cada capítulo intenta servir a otra característica del método de los Equipos, que juzgamos además muy útil y conveniente: lo que comienza con una reflexión personal y de pareja, concluye con una reflexión compartida con otros matrimonios en el seno de un pequeño equipo. Para esta reunión se ofrecen, primero, una serie de cuestiones destinadas a canalizar el diálogo en común. Estas cuestiones se orientan en una doble dirección: ayudar a sintetizar el contenido esencial del tema y servir de pista para los compromisos de vida que exige. En segundo lugar, se ofrece también un texto bíblico, que servirá de punto de partida de la oración compartida, momento central de la reunión del equipo. Sólo nos resta hacer una confesión de humildad. Hemos intentado ofrecer un material que fuese, a la vez, serio y asequible para el mayor número de cristianos. Teniendo en cuenta la complejidad y riqueza del tema abordado, no nos ha resultado siempre fácil encontrar la pedagogía adecuada. Contábamos, además, con pocos precedentes. Por eso, sólo podemos confiar en la buena voluntad de los creyentes que nos sigan y, sobre todo, en la acción iluminadora del Espíritu, Maestro interior que nos da los ojos de la fe para penetrar, aunque sea entre sombras, en el insondable misterio de Dios. A él, a nuestro Señor Jesús que nos dio la vida y al Padre que nos ha querido comunicar su amor, ofrecemos este balbuceo, agradecido pero pobre, que ha nacido de nuestro amor a él y a todos los queridos matrimonios de los Equipos de Nuestra Señora de España. |
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El autor de estas catequesis, Miguel Payá Andrés, es sacerdotede la diócesis de Valencia y Decano de su Facultad de Teología «San Vicente Ferrer». Las escribió para los Equipos de Nuestra Señora (ENS), movimiento de espiritualidad matrimonial, en los que es Consiliario del Equipo Superregional de España. Se publicaron en la Carta de los Equipos de Nuestra Señora, n.º 220, correspondiente a julio-agosto de 2004, como «tema de estudio» para los equipos. La dirección de éstos es: Equipos de Nuestra Señora: Secretariado Internacional; 49, Rue de la Glacière; 75013 París.- Secretariado Español; C/ San Marcos, 3 - 1.º - 1.ª; Tel./Fax 91 521 62 82; 28004 Madrid. www.equiposens.org. E-mail: ensespana@svmemory.com. |
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SIGLAS DE LA SAGRADA ESCRITURA
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DOCUMENTOS ECLESIALES
Catecismo de la Iglesia Católica. Código de Derecho Canónico. Juan Pablo II, Carta apostólica «Dies Domini». Juan Pablo II, Carta encíclica «Ecclesia de Eucaristía». Ordenación General del Misal Romano. Vaticano II, «Dei Verbum», Constitución sobre la Divina Revelación. Vaticano II, «Gaudium et spes», Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual. Vaticano II, «Lumen gentium», Constitución dogmática sobre la Iglesia. Vaticano II, «Presbyterorum Ordinis», Decreto sobre los presbíteros. Vaticano II, «Sacrosanctum Concilium», Constitución sobre la Sagrada Liturgia. |
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*"Deja el amor del mundo y sus dulcedumbres, como sueños de los que uno despierta; arroja tus cuidados, abandona todo pensamiento vano, renuncia a tu cuerpo. Porque vivir de la oración no significa sino enajenarse del mundo visible e invisible. Nada. A no ser el unirme a Ti en la oración de recogimiento. Unos desean la gloria; otros las riquezas. Yo anhelo sólo a Dios y pongo en Ti solamente la esperanza de mi alma devastada por la pasión"
miércoles, 30 de mayo de 2012
EL BANQUETE DEL SEÑOR.
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