domingo, 27 de mayo de 2012

EL CRUCIFIJO DE SAN DAMIÁN Y SAN FRANCISCO DE ASÍS


 


MENSAJES FRANCISCANOS
Este sitio te brinda la oportunidad
de entrar en contacto
con la espiritualidad franciscana
¡Oh alto y glorioso Dios
ilumina las tinieblas
de mi corazon.
Dame fe recta,
esperanza cierta
caridad perfecta
Sentido y conocimiento
para cumplir
tu santo y veraz mandamiento
   Oración ante el Cristo 
      de San Damian


Francisco de Asís
nació en la parte meridional
de Italia en el año de 1182
Tras una juventud disipada
Dios sale a su encuentro
y lo convierte en su Juglar.
Francisco supo hacer que toda la Creación  participara de la alabanza al Buen Dios
Fraternidad y Minoridad 
Sencillez y Alegría
dan sentido a su vida.
.

Francisco de Asís nace
en plena Edad Media, hace 8 siglos

 De su padre,  Pedro Bernadone
rico comerciante en telas,
aprendió a ser intrepido en la busqueda
de sus sueños.

De su madre, Madona Pica,
fina dama  venida de Francia,
recibió una sensiblidad especial
para lo bello y lo bueno.
Trabaja en la tienda de su padre,
pero no deja de ser sensible
a  las necesidades de los más pobres.
Siempre tuvo un ansia de gloria
de hacer algo que valiera la pena,
de trascender...
y como el único medio de hacerlo
era la guerra,
pues partió para la guerra.
.Dios sale a su encuentro
y le pregunta:
"¿A quién te conviene más servir
al patrón o al siervo?"
Francisco entendió el mensaje
y se dió cuenta de que había
una gloria mayor que la humana...
y volvió a su tierra.
  Hacía oración y contemplaba la naturaleza
Un día, en el encuentro con un leproso
sintió  que Dios le pedía vencerse a sí mismo:
lo hizo y experimentó un gran cambio.
Estaba orando en la Capilla  de San Damián
Jesús le habló desde la imagen
de un crucifijo y le encomendó la misión
de reconstruír su Iglesia...
Francisco se puso manos a la obra.
t.
Su cambio ocasionó la ruptura
con su padre...
Francisco le regresó su  apellido,
su derecho a herencia,
y hasta la ropa que traía puesta.
.Su ejemplo atrajo a otros
pues en medio de su pobreza y sencillez,
experimentaba  una plenitud de vida
que nadie más ofrecía.
Pronto los hermanos crecieron
y se organizaron
llevando la Buena Nueva
de la Paz y el Bien
de nuestro Señor Jesucristo
por todos lados.
La Iglesia aceptó la forma de vida
de Francisco...
aunque pasando por problemas,
incomprensiones y rechazos.
Clara de Asís, una gran mujer,
siguió el ejemplo de Francisco
aunque era noble y rica.
Fundó la Segunda Orden,
la familia de las Hermanas Clarisas.

En plena  época de las Cruzadas
Francisco va a predicar a los musulmanes:
para él todo hombre debe conocer
el amor de Dios manifestado
en Jesucristo.
En el Monte Alvernia,
su  amor al Crucificado
le floreció en llagas.
En Greccio, Francisco
celebró la Navidad
representando el Nacimiento.
"He concluído mi tarea
Cristo les enseñe a cumplir la suya"

EL CRUCIFIJO DE SAN DAMIÁN Y SAN FRANCISCO DE ASÍS

 
Relato de Celano (2 Cel 10)
Ya cambiado perfectamente en su corazón, a punto de cambiar también en su cuerpo, anda Francisco un día cerca de la iglesia de San Damián, que estaba casi derruida y abandonada de todos. Entra en ella, guiándole el Espíritu, a orar, se postra suplicante y devoto ante el crucifijo, y, visitado con toques no acostumbrados en el alma, se reconoce luego distinto de cuando había entrado. Y en este trance, la imagen de Cristo crucificado -cosa nunca oída-, desplegando los labios, habla desde el cuadro a Francisco. Llamándolo por su nombre: «Francisco -le dice-, vete, repara mi casa, que, como ves, se viene del todo al suelo». Presa de temblor, Francisco se pasma y como que pierde el sentido por lo que ha oído. Se apronta a obedecer, se reconcentra todo él en la orden recibida.
 
Relato de San Buenaventura (LM 2,1)
Salió un día Francisco al campo a meditar, y al pasear junto a la iglesia de San Damián, cuya vetusta fábrica amenazaba ruina, entró en ella -movido por el Espíritu- a hacer oración; y mientras oraba postrado ante la imagen del Crucificado, de pronto se sintió inundado de una gran consolación espiritual. Fijó sus ojos, arrasados en lágrimas, en la cruz del Señor, y he aquí que oyó con sus oídos corporales una voz procedente de la misma cruz que le dijo tres veces: «¡Francisco, vete y repara mi casa, que, como ves, está a punto de arruinarse toda ella!» Quedó estremecido Francisco, pues estaba solo en la iglesia, al percibir voz tan maravillosa, y, sintiendo en su corazón el poder de la palabra divina, fue arrebatado en éxtasis. Vuelto en sí, se dispone a obedecer, y concentra todo su esfuerzo en la decisión de reparar materialmente la iglesia.
 
Relato de los Tres Compañeros (TC 13)
A los pocos días, cuando se paseaba junto a la iglesia de San Damián, percibió en espíritu que le decían que entrara a orar en ella. Luego que entró se puso a orar fervorosamente ante una imagen del Crucificado, que piadosa y benignamente le habló así: «Francisco, ¿no ves que mi casa se derrumba? Anda, pues, y repárala». Y él, con gran temblor y estupor, contestó: «De muy buena gana lo haré, Señor». Entendió que se le hablaba de aquella iglesia de San Damián, que, por su vetusta antigüedad, amenazaba inminente ruina. Con estas palabras fue lleno de tan gran gozo e iluminado de tanta claridad, que sintió realmente en su alma que había sido Cristo crucificado el que le había hablado.
 

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