martes, 29 de mayo de 2012

La primera evidencia arqueológica de la existencia de la Belén bíblica



 
Se ha descubierto en Jerusalén un sello de arcilla, de 1,5 centímetros, con la inscripción «Bat Lejem», que puede datarse entre los siglos VII y VIII a. C.

Arqueólogos israelíes han hallado en Jerusalén un sello de arcilla con la inscripción «Bat Lejem», que supone la primera evidencia arqueológica de la existencia de Belén durante el periodo en que aparece enunciada en la Biblia, informó hoy la Autoridad de Antigüedades de Israel.

Se trata de una especie de esfera de arcilla que se usaba para sellar documentos u objetos, de 1,5 centímetros, desempolvada en las polémicas excavaciones del «Proyecto Ciudad de David», en el poblado palestino de Silwán, en el territorio ocupado de Jerusalén Este.

La pieza, que podría datarse entre los siglos VII u VIII antes de Cristo, por lo que es medio milenio posterior a las Cartas de Amarna, una correspondencia, sobre todo diplomática, inscrita en lengua acadia sobre tablillas de arcilla entre la Administración del Egipto faraónico y los grandes reinos de la época o sus vasallos en la zona. Allí aparece mencionada por primera vez «Bit-Lahmi», en una misiva en la que el rey de Jerusalén pide ayuda al egipcio para reconquistarla.

Una ciudad del reino de Judea
El descubrimiento anunciado hoy remite a una época posterior, la del Primer Templo Judío (1006-586 a. C.), en la que aparece citada en el Antiguo Testamento como parte del reino de Judea. «Es la primera vez que el nombre de Belén aparece fuera de la Biblia en una inscripción del período del Primer Templo, lo que prueba que Belén era una ciudad en el reino de Judea y posiblemente también en periodos anteriores», señaló el responsable de las excavaciones, Eli Shukron, en un comunicado.

A tenor de la inscripción, Shukron estima que «se envió un cargamento desde Belén al rey de Jerusalén en el séptimo año del reinado» de un monarca que no se especifica, pero que podría ser Ezequías, Manases o Josías.

La pieza es un sello administrativo que se usaba para sellar cargamentos de impuestos que se enviaban al sistema fiscal del reino de Judea a finales de los siglos VII u VIII antes de Cristo.




 "Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes..." (Mateo 2:1)

Belén es una pequeña ciudad situada al sur de Jerusalén a unos 9 km al sur, enclavada en los Montes de Judea, en Cisjordania. Se encuentra administrada en la actualidad por la Autoridad Palestina. Su población ronda los 30.000 habitantes, la mayoría de los cuales son cristianos.


La ciudad tiene gran significado para todos los cristianos y musulmanes al ser el lugar de nacimiento de Jesús de Nazaret según los evangelios de Lucas y Mateo. El gobierno de Israel ha rodeado la ciudad de murallas y pasos de control para evitar ataques terroristas, esto ha provocado una gran disminución del turismo.



Aunque Belén ya no es una ciudad judía, es venerada por los judíos como la ciudad natal y lugar de nacimiento de David, rey de Israel, así como el sitio tradicional de la Tumba de Raquel, esposa de Jacob, en las afueras de la ciudad. Si bien también es el hogar de muchos musulmanes, Belén sigue siendo el hogar de una de las mayores comunidades de árabes cristianos en el Oriente Medio. Los cristianos en Belén pertenecen a varios credos: católico, ortodoxo, protestante y copto, entre otros. El centro de todos los credos es la Iglesia de la Natividad, en el lugar que se supone nació Jesús.
Objetos, motivos y souvenires de la Natividad se encuentran por todas partes de la ciudad y se venden como recuerdo a los turistas.
Casi todos los viajeros que llegan a través de Belén a Jerusalén deben atravesar un puesto de control militar israelí que se encuentra en la carretera que une las dos localidades. Todos los viajeros son sometidos a rigurosos interrogatorios y búsquedas. Si la seguridad de punto de control se intensifica (por lo general debido a las perturbaciones locales o tensión), los autobuses y taxis de servicio pueden ser retrasados o cancelados por completo. Sin embargo, para entrar en Belén no hay punto de control.


Que ver…



-Basílica de la Natividad-


En el centro de Belén se encuentra la Iglesia de la Natividad, construida directamente sobre la cueva donde nació Jesucristo. La primera construcción se remonta al reinado de Constantino, 330 A.C. Es, por tanto, una de las estructuras Bizantinas más antiguas. Las grandes puertas de la catedral fueron clausuradas para evitar la fácil penetración y profanación del santuario por los no creyentes.

A la cueva del nacimiento se desciende desde el interior de la basílica por dos escaleras cortas. El piso de la cueva ha sido cubierto de mármol. El lugar del nacimiento está marcado por una estrella de plata que tiene un orificio para poder ver el piso de piedra original. En la estrella están inscritas las palabras: "Hic De Virgine Maria Iesus Christus Natus Est" (Aquí, de la Virgen María, nació Cristo Jesús). Cincuenta y tres lámparas se mantienen aquí encendidas día y noche. Diariamente la Misa de Navidad, con los creyentes de rodillas sobre el piso.



-Interior de la Basilica-


-Mezquita de Omar-


-Las Catacumbas-

Entre otras atracciones de la ciudad se destacan las catacumbas. En los primeros tiempos del cristianismo, los fieles no podían enterrar a sus muertos en los cementerios comunes, por lo que crearon una serie de galerías subterráneas. En la actualidad, existen muchas de ellas que se pueden visitar con guías que explican los múltiples símbolos que se encuentran en el lugar.



-La Tumba de Raquel-

La Tumba de Raquel es un lugar sagrado del judaísmo, situado entre la ciudad cisjordana de Belén y el barrio jerosolimitano de Giló. Las autoridades israelíes han creado una extensión de la barrera israelí de Cisjordania que se adentra en territorio cisjordano y envuelve la carretera de acceso y la propia tumba. El lugar es visitado por decenas de miles de turistas cada año, siendo su principal festividad los días 28 y 29 de octubre, cuando miles de judíos ortodoxos acuden a visitarla.
Según la Torá, Raquel fue sepultada en el camino de Efratá, o sea Belén, donde Jacob erigió una estela sobre su sepulcro. No obstante, la ubicación exacta de la tumba de Raquel es un tema discutido. Un pasaje del Libro de Jeremías parece indicar que se encuentra en el límite norte de Benjamín, hacia Efraím, a diez millas al norte de Jerusalén aproximadamente. Sin embargo la tradición, desde el cuarto siglo por lo menos, ubica la tumba a cuatro millas al sur de Jerusalén y una milla al norte de Belén.
En febrero de 2010 fue declarada por el Gobierno de Israel, junto con la Tumba de los Patriarcas en Hebrón, Lugar de Patrimonio Nacional. La declaración originó protestas por parte de jóvenes palestinos en diversas ciudades de Cisjordania.



-La gruta de la leche-

A unos 300 pasos al este del Santuario de la Natividad, se encuentra una Gruta de forma irregular, excavada en roca, llamada la Gruta de la Leche. Se dice que allí reposó un día la Virgen, y la leyenda añade que amamantando al Niño Jesús cayó una gota de leche en la piedra de la gruta, y ésta, de improviso, se hizo blanca. También es el lugar donde la creencia popular dice que la Sagrada Familia halló refugio durante la matanza de los Santos Inocentes en Belén a manos de los soldados del rey Herodes.
A la entrada de la capilla, se encuentra una bonita escultura de San José conduciendo un pequeño burro, que lleva en su lomo la Virgen María y al Niño Dios en brazos de su Madre.
Entre los siglos XVII y XIX los peregrinos europeos extrajeron de allí pequeñas muescas para llevárselas a sus respectivos países y, en la actualidad, las mujeres que desean concebir un hijo aún vienen a esta cueva para rezar en la capilla.
Tradicionalmente las mujeres que tenían dificultades para tener hijos solían recoger restos de la piedra del santuario para colocarlos debajo del colchón, mientras que mujeres con hijos molían restos de la roca blanca y los mezclaban con la leche que bebían durante el período de lactancia. Hoy en día este lugar es muy frecuentado por las mujeres del lugar cristianas o musulmanas, que recurren a la intercesión de la Virgen con el fin de obtener abundancia de leche para alimentar a sus criaturas. En el recinto de la capilla hay restos del pavimento de mosaico con diseños geométricos de la iglesia bizantina y una tumba cruzada, cavada en la roca.
Hay una sala en su interior donde aparecen muchas fotografías de niños. Son las criaturas que han nacido después de que los padres -que no podían tener hijos- tomaran los polvos de la pared de la Gruta de la leche, acudiendo a la intercesión de Santa María.

No estaría mal visitar esta ciudad, una Belén visitando Belén, seguro que sería especial…si, conocer el lugar por el que llevo uno de mis nombres.

 

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