ESTUDIOS |
Como lo anticipara en la página
de bienvenida de este sitio, la sección "Estudios sobre
Hildegarda" recoge los diversos trabajos que surgirán a
partir de lecturas, reflexiones, elaboraciones, tareas de investigación,
esquemas de trabajo, participación en Jornadas, colaboraciones
de otras personas que deseen brindar su aporte, cuestionamientos, problemas
aún no resueltos..., en una palabra y para decirlo con Machado:
"Caminante, no hay camino, se hace camino al andar". Y así,
caminando, presento una ponencia con la que participé de la "Semana
Tomista" organizada por la Sociedad Tomista Argentina en el año
2000, cuya temática convocante era "La educación"."Una maestra indocta... y un buey mudo": Esta ponencia ofrece una breve presentación de la religiosa benedictina Santa Hildegarda de Bingen (siglo XII), y da algunas características docentes de su persona y su actividad, al tiempo que señala posibles puntos de encuentro con Santo Tomás de Aquino en el mismo sentido.En las Jornadas "Diálogos entre Literatura, Estética y Teología", llevadas a cabo en la Universidad Católica Argentina en mayo de 2002, participé con una ponencia que también se hace presente en este sitio. "El arte de Hildegarda de Bingen (o Dios, el Artista)": Esta comunicación intenta presentar, en esbozo tan sólo, una de las múltiples facetas de Hildegarda de Bingen: la de la artista. La actividad artística de la abadesa abarca lo pictórico, lo literario y lo musical, con características tan peculiares que, luego de recordar algunos conceptos acerca del arte, de la inspiración artística y de la obra de arte, podremos llegar a preguntarnos: "¿El arte de Hildegarda de Bingen, o Dios, el Artista?"Asimismo incorporo un trabajo sobre el contexto en que transcurrió la vida de la abadesa de Bingen. "El siglo XII como contexto de Hildegarda de Bingen": Hildegarda nació en 1098 y murió en 1179, en el por entonces Sacro Imperio Romano Germánico; su vida transcurrió, por tanto, a lo largo de casi todo el siglo XII. Veamos algunas características, muchas veces en contraposición, que harán de este siglo una época muy particular. Publicado en: CUADERNOS MONÁSTICOS. 2004; 29(151): 447-487.Y también una consideración sobre la cultura monástica, y principalmente benedictina, en el siglo XII. "La cultura monástica": En la exposición de este tema se ha tomado como hilo conductor el excelente trabajo de Jean Leclercq: Cultura y vida cristiana. Iniciación a los autores monásticos medievales (Salamanca: Sígueme, 1965, 333 p. Colección Nueva Alianza, 3), complementándolo con otras referencias.Una traducción de la visión primera del Liber divinorum operum. "Hildegardis Bingensis, Liber divinorum operum I, 1": Se trata de una traducción (ya publicada en este sitio), con algunas notas orientativas, trabajo publicado en la revista STYLOS (Instituto de Estudios Grecolatinos "Prof. F. Nóvoa"), 2002; 11(11): 63-82..El 27 de junio de 2003 y como cierre de las Jornadas organizadas por el Instituto de Estudios Grecolatinos "Prof. F. Nóvoa" leí una conferencia cuyo título es: "Tengswich ataca, Hildegarda se defiende. Los motivos de la abadesa": versa sobre la carta que Tengswich, maestra de la comunidad de canonesas de Andernach, dirigiera en tono sumamente crítico a la benedictina Hildegarda de Bingen, y la respuesta de ésta, enmarcada en el contexto de su vida en ese momento. Publicado en: STYLOS (Instituto de Estudios Grecolatinos “Prof. F. Nóvoa”, UCA, ISSN. 0327-8859). 2003; 12(12): 7-23. “Scivias I, 1, de Hildegarda de Bingen: Análisis y comentario al modo de una lectio medievalis”, trabajo publicado en la revista STYLOS (Instituto de Estudios Grecolatinos “Prof. F. Nóvoa”, UCA, ISSN. 0327-8859). 2004; 13(13): 13-36.Y más conferencias, más trabajos, más publicaciones..., que iré subiendo a este sitio de a poco. Pero al menos, aquí está la noticia. “Carta de Hildegarda de Bingen al Papa Anastasio (1153-54)”. Traducción de una carta de contenido admonitorio y profético. Publicada en la revista VERSIONES (Revista del Centro de Traducciones Filosóficas “Alfonso el Sabio”). 2004; 6: 13-17. |
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SUS OBRAS
|
ACTUALIDAD
DE
HILDEGARDA DE BINGEN |
Hildegarda de Bingen (abadesa benedictina alemana, s. XII) es una interesantísima y multifacética figura, tanto por su vida cuanto por su obra, en la que advertimos –para citar sólo algunos– aspectos: teológicos (creación, redención, escatología); filosóficos (cosmología, antropología, ética, en absoluta interrelación entre sí y con la teología); psicológicos (junto a la tradicional tipología masculina, una novedosa tipología femenina); médicos (una medicina holística en cuanto al concepto de la salud, y naturista en cuanto a los medios para la salud); musicales (compositora –música y texto– de varias obras de estilo original, entre las que se destaca un drama cantado en el que se enfrentan virtudes y vicios); pictóricos (las visiones de dos obras de su gran trilogía están ilustradas, siendo los dibujos necesarios para la comprensión integral de los textos); eclesiales (sus giras de predicaciones, al clero y al pueblo, en iglesias y plazas); pastorales (su copiosa correspondencia).
En el siglo XII confluyen, contraponiéndose, el pensamiento monástico y el pensamiento escolástico. Simplificando hasta llegar casi al falseamiento de la realidad, podríamos hablar de la contraposición fe vs. razón, San Agustín vs. Aristóteles y sus comentaristas árabes y judíos, Sagrada Escritura vs. filosofía, etc. La abadesa de Bingen logra una armoniosa síntesis integradora, recibida con beneplácito ya en su época y reclamada desde diversos puntos de la geografía de Europa, como lo muestra una carta de Juan de Salisbury, desde París. El estudio de tal síntesis a lo largo de una obra enciclopédica, obra muy poco conocida en los países de habla hispana –y muy trabajada desde los años setenta en Alemania y Estados Unidos de Norteamérica, y últimamente en Italia y España–, es una de las propuestas de este sitio.
Por otra parte, los múltiples aspectos de la actividad y de la obra de Hildegarda de Bingen llevan la inconfundible impronta del modo femenino de pensar, de escribir, de actuar, de vivir: en una palabra, de ser. Y aún así logró en su tiempo la aceptación, el respeto y la veneración de Papas, reyes, nobleza, jerarquía eclesiástica y religiosa, intelectuales, médicos, pueblo, etc. Aceptaron su ciencia, respetaron su presencia, veneraron sus virtudes. El estudio de este modo femenino y la valorización de la mujer medieval en sus diversas actividades es otra de mis propuestas.
Finalmente, la importante labor editorial de los últimos años en torno a Hildegarda de Bingen; los sitios de Internet que le han sido dedicados (en lengua alemana, italiana e inglesa, principalmente; ninguno en lengua española); los artículos en sitios de variados intereses (ecología, medicina naturista, feminismo, mujeres de la historia, historia de las ciencias, historia de la medicina, historia de la religión, etc.); los cursos, seminarios y doctorados, especialmente en Estados Unidos; la labor discográfica inclusive por conjuntos musicales que se han constituido específicamente para la ejecución de la música de la abadesa..., todo ello aparece justificado por la gran modernidad que se reconoce a Hildegarda de Bingen, los temas que trató y el modo como los trabajó, entendiendo que constituyen un gran aporte –y necesario– para el hombre de hoy y su mundo. El estudio de estos aportes y su clara y correcta formulación es otro motivo fundante de este sitio.
En ocasión de cumplirse los novecientos años del nacimiento de la Sibila del Rin aparecieron muchos sitios en Internet; lamentablemente, no todos subsisten. Sin embargo, y porque daban cuenta de la actualidad de Hildegarda, haré referencia a algunos de ellos.
La Universidad de Vermont, el St. Michael's College y el Trinity College se unieron para patrocinar una conferencia internacional sobre la vida y obras de Hildegarda de Bingen (Burlington, noviembre de 1998), dirigida por Shyla Foster (http://www.trinityvt.edu/hildegard/about.htm). Los temas convocantes de la conferencia fueron: Hildegarda como escritora de cartas; Hildegarda como compositora; La vida religiosa de las mujeres en la Edad Media; La influencia de Hildegarda en la Edad Media tardía; Hildegarda como predicadora; Hildegarda como un fenómeno medieval y moderno; Hildegarda y la tradición mística; Hildegarda como científica; Hildegarda y sus hagiógrafos; La correspondencia de Hildegarda en el contexto de las cartas de mujeres medievales; La música de Hildegarda en el contexto de la música litúrgica medieval; La relación de Hildegarda con sus secretarios varones en el contexto de las colaboraciones medievales masculino/femenino; La ciencia y la medicina de Hildegarda; Género e identidad en las obras de Hildegarda; Antropología teológica y papeles genéricos; La recepción de Hildegarda en la Edad Media y la influencia de su pensamiento apocalíptico en la Edad Media tardía .
En Malaspina University College se proponían los siguientes temas para ensayos sobre Hildegarda (http://www.mala.bc.ca/~black/lbsthome/hildess.htm):
-
¿Qué beneficio obtendría una persona que viviera en Nanaimo en el siglo XX, si pudiera leer las reflexiones líricas de una mística cristiana alemana del siglo XII? Base su discusión en textos tomados de los escritos de Hildegarda.
- Compare la visión del Cristianismo de Hildegarda tal como aparece expresada en sus visiones líricas, con la versión de la Epístola a los Romanos de San Pablo, o con el "Infierno" de La Divina Comedia del Dante.
- Una de las cuestiones centrales de la teología y la práctica cristianas es la conciliación de las demandas del cuerpo con las del espíritu (por ejemplo, superando el dualismo latente en la forma como nos pensamos a nosotros mismos). ¿Qué puede deducir ud., a partir del relato de las visiones de Hildegarda, de su posición sobre este tema?
- Basado en sus lecturas de los escritos de Hildegarda, ¿la considera una feminista? Si es así, investigue qué significación podría tener ese término en relación con la visión de la vida sustentada por Hildegarda.
- Basado en sus lecturas del Dante y de Hildegarda, discuta dos o tres puntos que ud. considere temas centrales en el cristianismo medieval. Si lo desea, puede comparar puntos específicos, considerando similitudes y diferencias entre ambos escritores. Por ejemplo, podría focalizarse en el tratamiento que cada uno de ellos hace del pecado.
- Como una mística visionaria, Hildegarda se valía más de imágenes que de lo que nosotros podríamos llamar un argumento racional, para expresarse. ¿Cuán efectiva es su imaginería en la comunicación de un sentido emocionalmente coherente de la vida buena? Enfoque el tema en dos o tres pasajes específicos, y concéntrese en ellos.
- "La cosmología que presenta Hildegarda... es un inspirado (y apasionado) intento de representar el mundo de manera que nosotros, sus oyentes, pudiésemos entender mejor qué es lo que debemos hacer en orden a cumplir mejor el plan divino y expresar la plenitud y la bondad de nuestra propia naturaleza." Evalúe esta apreciación de Hildegarda. En particular, qué podemos tomar de Hildegarda que constituyese una guía para nuestro obrar en nuestra vida cotidiana.
- Discuta la visión de Hildegarda sobre la importancia del mundo natural para una apropiada comprensión de los propósitos de la vida.
- En el Libro de las obras divinas: Compare y contraste la noción de mal en Hildegarda (Visión 1) y en Agustín. ¿Cuál le parece más convincente?
- Compare y contraste la caracterización de Dios en Hildegarda y en: a) Agustín; b) Tomás de Aquino; c) los autores de Génesis y Éxodo.
- Hildegarda de Bingen y su época. Lugares comunes y originalidad (comparación con Bernardo Silvestre, Honorio de Autun, Ruperto de Deutz).
- La relación entre Eva y María, tema que tiene connotaciones teológicas y antropológicas.
- La cultura de Hildegarda: cultura monástica, cultura de mujer.
- Las precisiones de Hildegarda para el gobernante cristiano: el Papa, el Emperador (la correspondencia de Hildegarda).
- Sobre la vida religiosa (correspondencia).
- Sobre dirección espiritual (correspondencia).
- El bestiario de Hildegarda.
- Las pinturas de Hildegarda. Reflexión sobre la religión, el arte y la literatura.
- La música de Hildegarda. Una teología de la música.
- La medicina de Hildegarda. Salud y enfermedad.
- La medicina de Hildegarda. Los remedios.
- La visión de Hildegarda sobre el matrimonio.
- La visión de Hildegarda sobre la Iglesia.
- Concepción de la mujer en tiempos de Hildegarda.
- Hildegarda y el sacerdocio: grandeza y miseria. Las advertencias.
- El contexto de Hildegarda: diversos ángulos a considerar.
- Algunos temas teológicos: la Eucaristía, el Purgatorio...
- Los ángeles en Scivias I, 6.
- Los cátaros en dos cartas de Hildegarda.
- El concepto de viriditas.
LIBROS:
Briendl, Ellen. Hierbas divinas. Santa Hildegarda, la herborista de Dios. Girona: Tikal Ediciones, s/f. 317 p.
Burnett McInerney, Maud. Hildegard of Bingen. A Book of Essays. New York: Garland Publishing, Inc., 1998. 257 p.
Cirlot, Victoria (ed.). Vida y visiones de Hildegard von Bingen. Madrid: Siruela, 1997. 269 p. (Selección de lecturas medievales, 46).
Craine, Renate. Hildegard. Prophet of the Cosmic Christ. New York: The Crossroad Publishing Company, 1997. 160 p. [Series "A Spiritual Legacy"]
Davidson, Audrey Ekdahl (ed.). The Ordo Virtutum of Hildegard of Bingen. Critical Studies. Kalamazoo, Michigan: Medieval Institute Publications, Western Michigan University, 1992. 128 p.
Épiney-Burgard, Georgette; Zum Brunn, Émilie. Mujeres trovadoras de Dios. Una tradición silenciada de la Europa medieval. Barcelona: Paidós, 1998, p. 35-72 (Cap. 1, "Hildegarda de Bingen (1098-1179)"; cap. 2, "Cartas y visiones de Hildegarda").
Fierro, Nancy. Hildegard of Bingen and Her Vision of the Feminine. Kansas City: Sheed & Ward, 1994. 51 p.
Flanagan, Sabina. Hildegard of Bingen, 1098-1179. A Visionary Life. 2nd edition. London/New York: Routledge, 1998. 227 p.
Fox, Matthew. Illuminations of Hildegard of Bingen. Text by Hildegard of Bingen with commentary by Matthew Fox, O.P. Santa Fe, New Mexico: Bear & Company, 1985. 128 p.
Fumagalli Beonio-Brocchieri, Mariateresa. "Hildegarda la profetisa". En: Bertini, Ferruccio (ed.). La mujer medieval. Versión española de Margarita García Galán. Madrid: Alianza, 1991, p. 177-201.
Gössmann, Elisabeth. Hildegard of Bingen. Four Papers. Toronto: 1995.
Gouguenheim, Sylvain. La Sibylle du Rhin. Hildegarde de Bingen, abbesse et prophétesse rhénane. Paris: Publications de la Sorbonne, 1996. 211 p.
Gronau, Eduard. Hildegard. Vita di una donna profetica alle origini dell'età moderna. Milano: Editrice Àncora Milano, 1991. 617 p.
Hertzka, Gottfried. Piccola farmacia di Sant'Ildegarda. Milano: Editrice Àncora Milano, 1994. 288 p.
Hopkins, Andrea. Most Wise et Valiant Ladies. London: Collins & Brown, 1997. 160 p.
King-Lenzmeier, Anne H. Hildegard of Bingen. An Integrated Vision. Collegeville (Minnesota): A Michael Glazier Book, The Liturgical Press, 2001. 231 p.
Maddocks, Fiona. Hildegard of Bingen. The Woman of Her Age. New York: Doubleday, 2001. 332 p.
Newman, Barbara. Sister of Wisdom; St. Hildegard’s Theology of the Feminine. 2ª ed. Berkeley: University of California Press, 1997.
Newman, Barbara (ed.). Voice of the Living Light. Hildegard of Bingen and Her World. California: University of California Press, 1998. 278 p.
Ohanneson, Joan. Una luz tan intensa. Hildegard von Bingen. Barcelona: Ediciones B, 1998. 380 p.
Pernoud, Régine. Hildegarde de Bingen. Conscience inspirée du XIIe siècle. 2me. éd. Paris: Éd. Du Rocher, 1995. 188 p.
Schiller, Reinhard. Remedios Naturistas de Santa Hildegarda. Barcelona: Tikal, s/f. 203 p.
Schipperges, Heinrich. Hildegard of Bingen. Healing and the Nature of the Cosmos. 2nd print. Princeton: Markus Wiener Publishers, 1998. 122 p.
Schipperges, Heinrich. The World of Hildegard of Bingen. Her Life, Times and Visions. Transl. by John Cumming. Collegeville, Minnesota: The Liturgical Press, 1998. 160 p.
Strehlow, Wighard. Spiritual Remedies. Rochester, Vermont: Healing Arts Press, 2002. 257 p.
Strehlow, Wighard and Hertzka, Gottfried. Hildegard of Bingen’Medicine. Transl. from the German by Karin Anderson Strehlow. Santa Fe, New Mexico: Bear & Company, 1988. 161 p.
Strickerschmidt, Hildegard. Santa Ildegarda. Guarigione del corpo e dell'anima. Salute e forza vitale. Consigli pratici per una vita positivi. Rivarolo Can.se (To): Centro di Benessere Psicofisico, 1995. 176 p.
Ulrich, Ingeborg. Hildegard of Bingen. Mystic, Healer, Companion of the Angels. Collegeville (Minnesota): The Liturgical Press,1993. 255 p.
Wörman Sur, Carolyn. The feminine images of God in the visions of Saint Hildegard of Bingen's Scivias. Lewiston, New York: The Edwin Mellen Press, 1993. 226 p.
ARTÍCULOS:
Aguirre, Ximena. “Hildegard von Bingen: una imagen que se construye desde y para la divinidad”. Cyber Humanitatis (Revista Electrónica de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, ISSN 0717-2869). Invierno 2001; 19:
Allen, Prudence. “Two Medieval Views on Woman’s Identity: Hildegard of Bingen and Thomas Aquinas”. Studies in Religion/Sciences Religieuses. 1987; 16(1), 21-36.
Bartlett, Anne Clark. "Commentary, Polemic, and Prophecy in Hildegard of Bingen's Solutiones Triginta Octo Quaestionum". Viator. 1992; 23: 153-65.
Billy, Dennis J. "Redemption in Hildegard of Bingen's Scivias". The American Benedictine Review. 1997; 48(4): 361-95.
Cirlot, Victoria. “Hildegard von Bingen y Juan de Patmos: la experiencia visionaria en el siglo XII”. Cyber Humanitatis (Revista Electrónica de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, ISSN 0717-2869). Invierno 2001; 19:
Cirlot, Victoria. "La facultad visionaria: la figura sembrada de ojos en el Scivias de Hildegard von Bingen". Axis Mundi (Paidós). 1998; 5: 20-30.
D’Alverny, Marie-Thérèse. “Comment les théologiens et les philosophes voient la femme”. Cahiers de la Civilisation médiévale. 1977; 20: 105-28.
Deploige, Jerome. “Hildegard de Bingen y su libro Scivias. Ideología y conocimientos de una religiosa del siglo XII”. Cyber Humanitatis (Revista Electrónica de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, ISSN 0717-2869). Otoño 1999; 10:
Dronke, Peter. “New Approaches to the School of Chartres”. Anuario de Estudios Medievales. 1969 [1971]; 6: 117-40.
Dronke, Peter. “Problemata Hildegardiana”. Mittellateinisches Jahrbuch. 1981; 16: 97-131.
Dronke, Peter. “The Composition of Hildegard of Bingen’s Symphonia”. Sacris Erudiri. 1969-70; 19: 381-93.
Feiss, Hugh. "Hildegard's Vision of the Eucharist (Scivias 2.6): Theology and Pastoral Practice". The American Benedictine Review. 1998; 49(2): 165-94.
Flanagan, Sabina. “For God Distinguishes the People of Earth as in Heaven: Hildegard of Bingen’s Social Ideas”. The Journal Of Religious History. February 1998; 22(1), 14-34.
Flisfisch, Ma. Isabel. “Hildegard de Bingen: Visio Ecclesiae, Symphonia (Antífonas 46-49)”. Cyber Humanitatis (Revista Electrónica de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, ISSN 0717-2869). Invierno 2001; 19:
Fuentes Bardelli, Ítalo. “La música en la Symphonia de Hildegard von Bingen”. Cyber Humanitatis (Revista Electrónica de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, ISSN 0717-2869). Otoño 1999; 10:
Gebhard, José Luis Salomón. “Testimonio visionario y literatura confesional. Una propuesta de lectura de Scivias, de Hildegard von Bingen”. Cyber Humanitatis (Revista Electrónica de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, ISSN 0717-2869). Primavera 2001; 20:
Góngora, María Eugenia. “Una pluma en la mano de Dios: una imagen en tres cartas de Hildegard de Bingen (1098-1179)”. Cyber Humanitatis (Revista Electrónica de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, ISSN 0717-2869). Invierno 2001; 19:
Gössmann, Elisabeth. “The Philosophical Anthropology of Hildegard of Bingen”. Mystics Quarterly. 1987; 13: 146-54.
Gouguenheim, S. “La place de la femme dans la création et dans la société chez Hildegarde de Bingen”. Revue Mabillon. 1991; 2: 99-118.
Hozeski, Bruce W. “Hildegard von Bingen’s Ordo Virtutum: The Earliest Morality Play”. The American Benedictine Review. 1975; 26: 251-59.
Kerby-Fulton, Kathryn. “A Return to 'the First Dawn of Justice’: Hildegard’s Visions of Clerical Reform and the Eremitical Life”. The American Benedictine Review. 1989; 40: 383-407.
Meli, Beatriz. “La textualidad de la Symphonia de Hildegard de Bingen en el contexto de la memoria conventual”. Cyber Humanitatis (Revista Electrónica de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Uiversidad de Chile, ISSN 0717-2869). Invierno 2001; 19:
Moulinier, Laurence. “Les Merveilles de la nature vues par Hildegarde de Bingen (XIIe siècle)”. En: Miracles, prodiges, et merveilles au Moyen Âge, 115-31. XXVe Congrès de la Société des Historiens Médiévistes de l’Enseignement Supérieur. Paris: 1995.
Ortúzar, Ma. José. “De gustu pomi: Hildegard y la condición humana”. Cyber Humanitatis (Revista Electrónica de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, ISSN 0717-2869). Invierno 2001; 19:
Sancy, Danièle. “Iconographie de la prophétie: L’Image d’Hildegarde de Bingen dans le Liber divinorum operum”. Mélanges de l’École Française de Rome. 1990; 102: 405-16.
Schmitt, Miriam. "Hildegard of Bingen: Viriditas, Web of Greening Life-energy". The American Benedictine Review. 1999; 50(3-4): 253-76; 357-80.
Scholtz, Bernhard W. “Hildegard von Bingen on the Nature of Woman”. The American Benedictine Review. 1980; 31(4): 361-83.
Wiethaus, Ulrike. “Cathar Influences in Hildegard of Bingen’s Play ‘Ordo Virtutum’”. The American Benedictine Review. 1987; 38: 192-203.
ACTUALIDAD
DE
HILDEGARDA DE BINGEN |
Hildegarda de Bingen (abadesa benedictina alemana, s. XII) es una interesantísima y multifacética figura, tanto por su vida cuanto por su obra, en la que advertimos –para citar sólo algunos– aspectos: teológicos (creación, redención, escatología); filosóficos (cosmología, antropología, ética, en absoluta interrelación entre sí y con la teología); psicológicos (junto a la tradicional tipología masculina, una novedosa tipología femenina); médicos (una medicina holística en cuanto al concepto de la salud, y naturista en cuanto a los medios para la salud); musicales (compositora –música y texto– de varias obras de estilo original, entre las que se destaca un drama cantado en el que se enfrentan virtudes y vicios); pictóricos (las visiones de dos obras de su gran trilogía están ilustradas, siendo los dibujos necesarios para la comprensión integral de los textos); eclesiales (sus giras de predicaciones, al clero y al pueblo, en iglesias y plazas); pastorales (su copiosa correspondencia).
En el siglo XII confluyen, contraponiéndose, el pensamiento monástico y el pensamiento escolástico. Simplificando hasta llegar casi al falseamiento de la realidad, podríamos hablar de la contraposición fe vs. razón, San Agustín vs. Aristóteles y sus comentaristas árabes y judíos, Sagrada Escritura vs. filosofía, etc. La abadesa de Bingen logra una armoniosa síntesis integradora, recibida con beneplácito ya en su época y reclamada desde diversos puntos de la geografía de Europa, como lo muestra una carta de Juan de Salisbury, desde París. El estudio de tal síntesis a lo largo de una obra enciclopédica, obra muy poco conocida en los países de habla hispana –y muy trabajada desde los años setenta en Alemania y Estados Unidos de Norteamérica, y últimamente en Italia y España–, es una de las propuestas de este sitio.
Por otra parte, los múltiples aspectos de la actividad y de la obra de Hildegarda de Bingen llevan la inconfundible impronta del modo femenino de pensar, de escribir, de actuar, de vivir: en una palabra, de ser. Y aún así logró en su tiempo la aceptación, el respeto y la veneración de Papas, reyes, nobleza, jerarquía eclesiástica y religiosa, intelectuales, médicos, pueblo, etc. Aceptaron su ciencia, respetaron su presencia, veneraron sus virtudes. El estudio de este modo femenino y la valorización de la mujer medieval en sus diversas actividades es otra de mis propuestas.
Finalmente, la importante labor editorial de los últimos años en torno a Hildegarda de Bingen; los sitios de Internet que le han sido dedicados (en lengua alemana, italiana e inglesa, principalmente; ninguno en lengua española); los artículos en sitios de variados intereses (ecología, medicina naturista, feminismo, mujeres de la historia, historia de las ciencias, historia de la medicina, historia de la religión, etc.); los cursos, seminarios y doctorados, especialmente en Estados Unidos; la labor discográfica inclusive por conjuntos musicales que se han constituido específicamente para la ejecución de la música de la abadesa..., todo ello aparece justificado por la gran modernidad que se reconoce a Hildegarda de Bingen, los temas que trató y el modo como los trabajó, entendiendo que constituyen un gran aporte –y necesario– para el hombre de hoy y su mundo. El estudio de estos aportes y su clara y correcta formulación es otro motivo fundante de este sitio.
En ocasión de cumplirse los novecientos años del nacimiento de la Sibila del Rin aparecieron muchos sitios en Internet; lamentablemente, no todos subsisten. Sin embargo, y porque daban cuenta de la actualidad de Hildegarda, haré referencia a algunos de ellos.
La Universidad de Vermont, el St. Michael's College y el Trinity College se unieron para patrocinar una conferencia internacional sobre la vida y obras de Hildegarda de Bingen (Burlington, noviembre de 1998), dirigida por Shyla Foster (http://www.trinityvt.edu/hildegard/about.htm). Los temas convocantes de la conferencia fueron: Hildegarda como escritora de cartas; Hildegarda como compositora; La vida religiosa de las mujeres en la Edad Media; La influencia de Hildegarda en la Edad Media tardía; Hildegarda como predicadora; Hildegarda como un fenómeno medieval y moderno; Hildegarda y la tradición mística; Hildegarda como científica; Hildegarda y sus hagiógrafos; La correspondencia de Hildegarda en el contexto de las cartas de mujeres medievales; La música de Hildegarda en el contexto de la música litúrgica medieval; La relación de Hildegarda con sus secretarios varones en el contexto de las colaboraciones medievales masculino/femenino; La ciencia y la medicina de Hildegarda; Género e identidad en las obras de Hildegarda; Antropología teológica y papeles genéricos; La recepción de Hildegarda en la Edad Media y la influencia de su pensamiento apocalíptico en la Edad Media tardía .
En Malaspina University College se proponían los siguientes temas para ensayos sobre Hildegarda (http://www.mala.bc.ca/~black/lbsthome/hildess.htm):
-
¿Qué beneficio obtendría una persona que viviera en Nanaimo en el siglo XX, si pudiera leer las reflexiones líricas de una mística cristiana alemana del siglo XII? Base su discusión en textos tomados de los escritos de Hildegarda.
- Compare la visión del Cristianismo de Hildegarda tal como aparece expresada en sus visiones líricas, con la versión de la Epístola a los Romanos de San Pablo, o con el "Infierno" de La Divina Comedia del Dante.
- Una de las cuestiones centrales de la teología y la práctica cristianas es la conciliación de las demandas del cuerpo con las del espíritu (por ejemplo, superando el dualismo latente en la forma como nos pensamos a nosotros mismos). ¿Qué puede deducir ud., a partir del relato de las visiones de Hildegarda, de su posición sobre este tema?
- Basado en sus lecturas de los escritos de Hildegarda, ¿la considera una feminista? Si es así, investigue qué significación podría tener ese término en relación con la visión de la vida sustentada por Hildegarda.
- Basado en sus lecturas del Dante y de Hildegarda, discuta dos o tres puntos que ud. considere temas centrales en el cristianismo medieval. Si lo desea, puede comparar puntos específicos, considerando similitudes y diferencias entre ambos escritores. Por ejemplo, podría focalizarse en el tratamiento que cada uno de ellos hace del pecado.
- Como una mística visionaria, Hildegarda se valía más de imágenes que de lo que nosotros podríamos llamar un argumento racional, para expresarse. ¿Cuán efectiva es su imaginería en la comunicación de un sentido emocionalmente coherente de la vida buena? Enfoque el tema en dos o tres pasajes específicos, y concéntrese en ellos.
- "La cosmología que presenta Hildegarda... es un inspirado (y apasionado) intento de representar el mundo de manera que nosotros, sus oyentes, pudiésemos entender mejor qué es lo que debemos hacer en orden a cumplir mejor el plan divino y expresar la plenitud y la bondad de nuestra propia naturaleza." Evalúe esta apreciación de Hildegarda. En particular, qué podemos tomar de Hildegarda que constituyese una guía para nuestro obrar en nuestra vida cotidiana.
- Discuta la visión de Hildegarda sobre la importancia del mundo natural para una apropiada comprensión de los propósitos de la vida.
- En el Libro de las obras divinas: Compare y contraste la noción de mal en Hildegarda (Visión 1) y en Agustín. ¿Cuál le parece más convincente?
- Compare y contraste la caracterización de Dios en Hildegarda y en: a) Agustín; b) Tomás de Aquino; c) los autores de Génesis y Éxodo.
- Hildegarda de Bingen y su época. Lugares comunes y originalidad (comparación con Bernardo Silvestre, Honorio de Autun, Ruperto de Deutz).
- La relación entre Eva y María, tema que tiene connotaciones teológicas y antropológicas.
- La cultura de Hildegarda: cultura monástica, cultura de mujer.
- Las precisiones de Hildegarda para el gobernante cristiano: el Papa, el Emperador (la correspondencia de Hildegarda).
- Sobre la vida religiosa (correspondencia).
- Sobre dirección espiritual (correspondencia).
- El bestiario de Hildegarda.
- Las pinturas de Hildegarda. Reflexión sobre la religión, el arte y la literatura.
- La música de Hildegarda. Una teología de la música.
- La medicina de Hildegarda. Salud y enfermedad.
- La medicina de Hildegarda. Los remedios.
- La visión de Hildegarda sobre el matrimonio.
- La visión de Hildegarda sobre la Iglesia.
- Concepción de la mujer en tiempos de Hildegarda.
- Hildegarda y el sacerdocio: grandeza y miseria. Las advertencias.
- El contexto de Hildegarda: diversos ángulos a considerar.
- Algunos temas teológicos: la Eucaristía, el Purgatorio...
- Los ángeles en Scivias I, 6.
- Los cátaros en dos cartas de Hildegarda.
- El concepto de viriditas.
Entre las numerosas obras de Hildegarda de Bingen dos de ellas, Scivias (Conoce los caminos del Señor , 1141-51), y Liber divinorum operum (El libro de las obras divinas, 1163-74), incluyen bellísimas pinturas que aparecen como el medio de transmisión de los contenidos, y no sólo como una ilustración. Son, además, imágenes cenestésicas, riquísimas y muy elaboradas.
SCIVIAS
Primera Parte
v.1. Visión
del Señor sobre el monte santo
v.2. El destierro del Paraíso v.3. El universo v.4-1. El hombre en su tabernáculo v.4-2. Salida del alma de su tabernáculo v.4-3. Firmeza del alma ante la tentación v.5. La Sinagoga v.6. Los coros de los Ángeles
Segunda Parte
v.1. El Redentor
v.2. La Trinidad v.3. La Iglesia v.4. La Confirmación v.5. Los órdenes de la Iglesia v.6-1. El sacrificio de Cristo y la Iglesia v.6-2. El pan de vida v.7-1. La antigua sepiente v.7-2. El tentador
Tercera Parte
v.1-1. El que en su trono está sentado
v.1-2. Las estrellas caídas v.2. El Edificio de la salvación v.3-1. La torre de la premonición v.3-2. Las cinco Virtudes v.4-1. La columna de la Palabra de Dios v.4-2. La visión de Dios v.5. La ira de Dios v.6. El muro de la Antigua Alianza v.7. La columna de la Trinidad v.8. La columna de la salvación v.9. La torre de la Iglesia v.10. El Hijo del Hombre v.11. Venida del impío y plenitud de los tiempos v.12-1. Siega y vendimia de las naciones v.12-2. Los nuevos cielos, la nueva tierra v.13. Cánticos de júbilo y celebración |
LIBER DIVINORUM OPERUM
Primera Parte
v.1. El Amor de Dios, la vida
y la salvación
v.2. El macrocosmos v.3. La naturaleza humana como un microcosmos v.4. La interacción entre lo celestial, lo natural y lo humano.
Segunda Parte
Tercera Parte
v.1. El significado de la historia
v.2. La preparación de la venida de Cristo v.3. El Amor, la Humildad y la Paz v.4. La plenitud de los tiempos: la Encarnación v.5. Los |
ESTUDIOS |
Como lo anticipara en la página de bienvenida de este sitio, la sección "Estudios sobre Hildegarda" recoge los diversos trabajos que surgirán a partir de lecturas, reflexiones, elaboraciones, tareas de investigación, esquemas de trabajo, participación en Jornadas, colaboraciones de otras personas que deseen brindar su aporte, cuestionamientos, problemas aún no resueltos..., en una palabra y para decirlo con Machado: "Caminante, no hay camino, se hace camino al andar". Y así, caminando, presento una ponencia con la que participé de la "Semana Tomista" organizada por la Sociedad Tomista Argentina en el año 2000, cuya temática convocante era "La educación".
"Una maestra indocta... y un buey mudo": Esta ponencia ofrece una breve presentación de la religiosa benedictina Santa Hildegarda de Bingen (siglo XII), y da algunas características docentes de su persona y su actividad, al tiempo que señala posibles puntos de encuentro con Santo Tomás de Aquino en el mismo sentido.En las Jornadas "Diálogos entre Literatura, Estética y Teología", llevadas a cabo en la Universidad Católica Argentina en mayo de 2002, participé con una ponencia que también se hace presente en este sitio.
"El arte de Hildegarda de Bingen (o Dios, el Artista)": Esta comunicación intenta presentar, en esbozo tan sólo, una de las múltiples facetas de Hildegarda de Bingen: la de la artista. La actividad artística de la abadesa abarca lo pictórico, lo literario y lo musical, con características tan peculiares que, luego de recordar algunos conceptos acerca del arte, de la inspiración artística y de la obra de arte, podremos llegar a preguntarnos: "¿El arte de Hildegarda de Bingen, o Dios, el Artista?"Asimismo incorporo un trabajo sobre el contexto en que transcurrió la vida de la abadesa de Bingen.
"El siglo XII como contexto de Hildegarda de Bingen": Hildegarda nació en 1098 y murió en 1179, en el por entonces Sacro Imperio Romano Germánico; su vida transcurrió, por tanto, a lo largo de casi todo el siglo XII. Veamos algunas características, muchas veces en contraposición, que harán de este siglo una época muy particular. Publicado en: CUADERNOS MONÁSTICOS. 2004; 29(151): 447-487.Y también una consideración sobre la cultura monástica, y principalmente benedictina, en el siglo XII.
"La cultura monástica": En la exposición de este tema se ha tomado como hilo conductor el excelente trabajo de Jean Leclercq: Cultura y vida cristiana. Iniciación a los autores monásticos medievales (Salamanca: Sígueme, 1965, 333 p. Colección Nueva Alianza, 3), complementándolo con otras referencias.Una traducción de la visión primera del Liber divinorum operum.
"Hildegardis Bingensis, Liber divinorum operum I, 1": Se trata de una traducción (ya publicada en este sitio), con algunas notas orientativas, trabajo publicado en la revista STYLOS (Instituto de Estudios Grecolatinos "Prof. F. Nóvoa"), 2002; 11(11): 63-82..El 27 de junio de 2003 y como cierre de las Jornadas organizadas por el Instituto de Estudios Grecolatinos "Prof. F. Nóvoa" leí una conferencia cuyo título es:
"Tengswich ataca, Hildegarda se defiende. Los motivos de la abadesa": versa sobre la carta que Tengswich, maestra de la comunidad de canonesas de Andernach, dirigiera en tono sumamente crítico a la benedictina Hildegarda de Bingen, y la respuesta de ésta, enmarcada en el contexto de su vida en ese momento. Publicado en: STYLOS (Instituto de Estudios Grecolatinos “Prof. F. Nóvoa”, UCA, ISSN. 0327-8859). 2003; 12(12): 7-23.
“Scivias I, 1, de Hildegarda de Bingen: Análisis y comentario al modo de una lectio medievalis”, trabajo publicado en la revista STYLOS (Instituto de Estudios Grecolatinos “Prof. F. Nóvoa”, UCA, ISSN. 0327-8859). 2004; 13(13): 13-36.Y más conferencias, más trabajos, más publicaciones..., que iré subiendo a este sitio de a poco. Pero al menos, aquí está la noticia.
“Y Dios creó una forma para el amor del hombre, y así la mujer es el amor del hombre”. Es la conferencia inaugural de la "Segunda Jornada Interdisciplinaria: “CONOCIENDO A HILDEGARDA. LA ABADESA DE BINGEN Y SU TIEMPO”, celebrada en la Facultad de Filosofía y Letras, UCA, el 26 de agosto de 2005.
“La ubicación de los puntos cardinales en las iluminaciones de la abadesa de Bingen”. Es una ponencia presentada en la mencionada Jornada (agosto de 2005), que se centra en la pintura de la única visión de l asegunda parte del Libro de las obras divinas.
“Carta de Hildegarda de Bingen al Papa Anastasio (1153-54)”. Traducción de una carta de contenido admonitorio y profético. Publicada en la revista VERSIONES (Revista del Centro de Traducciones Filosóficas “Alfonso el Sabio”). 2004; 6: 13-17.
“PORQUE YO SOY LA VIDA. Hildegarda de Bingen y una pintura ¿metafísica?”Trabajo leído en las "Ias Jornadas de Metafísica y Antropología del siglo XII", celebradas en la Universidad Nacional de Cuyo y organizadas por el Departamento de Filosofía Medieval (Univ. de Navarra) y el Centro de Estudios Filosóficos Medievales (Univ. Nacional de Cuyo), los días 1 y 2 de septiembre de 2004. Publicado en: SOTO BRUNA, MARÍA JESÚS (ed.). Metafísica y Antropología en el siglo XII. Barcelona: EUNSA, 2005, p. 319-33.
"El hombre y su caída original en dos visiones de Hildegarda de Bingen" es el título de una ponencia presentada en las "Jornadas de Filosofía Patrística y Medieval: Cuestiones de Antropología y de Ética" organizadas por la Cátedra de Historia de la Filosofía Medieval y del Renacimiento (Escuela de Filosofía, Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario). Publicado en: FILIPPI, SILVANA (ed.). Cuestiones de Antropología y Ética en la Filosofía Patrística y Medieval. Rosario: Fac. de Humanidades y Artes — Univ. Nacional de Rosario — Instituto Superior Don Bosco, 2006, p. 101-15.
“El arte de Hildegarda de Bingen”, marcó la tercera de mis intervenciones en la Jornada Hildegardiana de agosto de 2005,, con texto, proyección de las pinturas y música de Hildegarda.
"Hildegarda de Bingen y la divina ley natural" es el título de la ponencia con la que participé en las "III Jornadas Internacionales de PensamientoMedieval" organizadas por la Universidad de Navarra, la Universidad Nacional de Cuyo y la Universidad Católica Argentina en torno al tema: "La ley natural y su problemática filosófica", y que se celebraron entre el 30 de agosto y el 1º de septiembre de 2006.
"Dios, el Filósofo. Una 'osadía' de Hildegarda de Bingen", artículo publicado en: BELTRÁN, O.; DELBOSCO, H.J.; FRANCK, J.F.; ROLDÁN, J.P. (ed.). Contemplata aliis tradere. Miscelánea Homenaje al Prof. J.R. Courrèges en su 75º aniversario. Buenos Aires: Dunken, 2007, p. 151-60.
"Temor de Dios, el principio de la sabiduría" es la ponencia que juntamente con la Hna. Hildegardis OSB presenté en la III Jornada Hildegardiana, el 24 de agosto de 2007.
"El Magnificat del cuerpo, por Hildegarda de Bingen", ponencia presentada en la XXXII SEMANA TOMISTA (Fac. de Filosofía y Letras, UCA, septiembre de 2007).
"La mirada de Hildegarda, o sobre la cultura monástica y la cultura escolástica en el siglo XII", conferencia que se enmarca en el contexto de las actividades del CENTRO DE ESTUDIOS HILDEGARDIANOS (en formación). (en la Corporación de Abogados Católicos, 13 de agosto de 2008).
"El Magnificat del cuerpo, por Hildegarda de Bingen", la segunda conferencia del ciclo llevado a cabo por el CENTRO DE ESTUDIOS HILDEGARDIANOS (en la Corporación de Abogados Católicos, 17 de septiembre de 2008, día de Santa Hildegarda).
"El Señor del huerto: una parábola de Hildegarda de Bingen", tercera conferencia del ciclo de actividades del CENTRO DE ETUDIOS HILDEGARDIANOS (en la Corporación de Abogados Católicosr, el 22 de octubre de 2008)
"En el corazón de la Iglesia, o las advertencias de Hildegarda", cuarta y última conferencia del CENTRO DE ESTUDIOS HILDEGARDIANOS (en la Corporación de Abogados Católicosr, el 12 de noviembre de 2008)
"El dulce gusto de la manzana. Hildegarda y la caída original", conferencia de apertura del ciclo "El camino del símbolo", organizado por el Instituto de Teología y Arte Sagrado "San Ireneo", el 22 de abril de 2009.
"Veinticuatro filósofos y una monja, o la fulgurante presencia de la Trinidad", segunda conferencia del ciclo mencionado (29 de abril de 2009).
"El libro de los merecimientos de la vida, 1. La Flojedad de Ánimo y la Divina Victoria", ponencia con la que colaboré en la IV Jornada Hildegardiana, el 18 de septiembre de 2009.
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Hildegarda de Bingen
Hildegarda de Bingen O.S.B. | |
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Protestificatio de Scivias, Fol. 1, Facsímil de Eibingen del códice de Ruperstberg |
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Nacimiento | 1098 Bermersheim |
Fallecimiento | 17 de septiembre de 1179 Bingen |
Venerado en | Iglesia Católica |
Principal Santuario | Abadía de Eibingen, Alemania |
Festividad | 17 de septiembre |
Atributos | Hábito benedictino |
Biografía
Sus primeros años
Hildegarda nació en Bermersheim en el valle del Rin, actualmente Renania-Palatinado en Alemania, durante el verano del año 1098,1 en el seno de una familia noble alemana bien acomodada.2 Fue la menor de los diez hijos de Hildebert de Bermersheim y Mechtild, y por eso fue considerada como el diezmo para Dios y le fue consagrada desde su nacimiento, según la mentalidad medieval.3 De esta manera, se le dedicó a la vida religiosa y fue entregada para su educación a Jutta de Spanheim, quien era hija del conde Stephan de Spanheim y, por tanto, noble como ella,4 y quien le instruyó en el rezo del salterio, en la lectura del latín —aunque no le enseñó a escribirlo o, cuando menos, no con pericia—, 2 3 en la lectura de la Sagrada Escritura y en el canto gregoriano.Durante algunos años maestra y discípula vivieron en el castillo de Spanheim. Cuando Hildegard cumplió catorce años, ambas se enclaustraron en el monasterio de Disibodenberg.5 Este monasterio era masculino, pero acogió un pequeño grupo de reclusas en una celda anexa, bajo la dirección de Jutta. La ceremonia de clausura solemne fue celebrada el 1 de noviembre de 1112, participando también Hildegarda, Jutta y otra reclusa más, también infante. En 1114 la celda se transforma en un pequeño monasterio, a fin de poder albergar el creciente número de vocaciones. En ese mismo año emitió la profesión religiosa Hildegarda en manos del obispo Otto de Bamberg,6 sujetándose así a la regla benedictina. De esta manera continuó su educación monástica rudimentaria dirigida por Jutta.nota 1
Jutta murió en 1136, con fama de santidad tras llevar una vida de mucha austeridad y ascesis, que incluía largos ayunos y penitencias corporales.7 Hildegarda, a pesar de su juventud, fue electa como abadesa (magistra) de manera unánime por la comunidad de monjas, que en ese momento había crecido más.4
Visionaria y escritora
Desde muy niña, Hildegarda tuvo visiones. En una hagiografía posterior escrita por el monje Theoderic von Echternach se consignó el testimonio de la propia Hildegard, donde señala que desde los tres años tuvo la visión de «una luz tal que mi alma tembló».8 3 Estos hechos continuaron aún durante los años en que estuvo bajo la instrucción de Jutta, quien, al parecer, se dio cuenta de ellos, a pesar de que Hildegarda los mantenía en secreto. Vivía estos episodios conscientemente,nota 2 es decir, sin perder los sentidos ni sufrir éxtasis.9 Ella los describió como una gran luz en la que se presentaban imágenes, formas y colores; además iban acompañados de una voz que le explicaba lo que veía y, en algunos casos, de música.nota 3En 1141, a la edad de cuarenta y dos años, le sobrevino un episodio de visiones más fuerte, durante el cual recibió la orden sobrenatural de escribir las visiones que en adelante tuviese.10 A partir de entonces, Hildegarda escribe sus experiencias, que darán como resultado el primer libro, llamado Scivias (Conoce los caminos), que no concluirá hasta 1151. A tal fin, tomó como secretario y amanuense a uno de los monjes de Disibodenberg, llamado Volmar, y, como colaboradora, a una de sus monjas, llamada Ricardis de Stade.6
No obstante, seguía teniendo reticencias en hacer públicas sus revelaciones y los textos resultantes de ellos, por lo que para disipar sus dudas recurrió a uno de los hombres más prominentes y con mayor reputación espiritual de su tiempo: Bernardo de Claraval, a quien le dirigiría una sentida carta pidiéndole consejo sobre la naturaleza de sus visiones y la pertinencia de hacerlas de conocimiento general. En dicha misiva enviada hacia 1146 le menciona al ilustre monje cisterciense que le había visto en una visión «como un hombre que veía directo al sol audaz y sin miedo» y al mismo tiempo que reconoce su debilidad le implora su consejo:
[...]La respuesta de Bernardo no fue ni muy extensa ni tan elocuente como la enviada por Hildegarda,12 pero en ella le invitaba a «reconocer este don como una gracia y a responder a él ansionsamente con humildad y devoción [...]».13 Además, parece que el abad de Claraval posteriormente intervino ante el papa Eugenio III en favor de Hildegarda, ya que tenía trato personal con el obispo de Roma por ser éste también cisterciense y antiguo discípulo suyo.14
Padre, estoy profundamente perturbada por una visión que se me ha aparecido por medio de una revelación divina y que no he visto con mis ojos carnales, sino solamente en mi espíritu. Desdichada, y aún más desdichada en mi condición mujeril, desde mi infancia he visto grandes maravillas que mi lengua no las puede expresar, pero que el Espíritu de Dios me ha enseñado que las debo creer. [...]
Por medio de esta visión, que tocó mi corazón y mi alma como una flama quemante, me fueron mostradas cosas profundísimas. Sin embargo, no recibí estas enseñanzas en alemán, en el cual nunca he tenido instrucción. Sé leer en el nivel más elemental, pero no comprenderlo plenamente. Por favor, dame tu opinión sobre estas cosas, porque soy ignorante y sin experiencia en las cosas materiales y solamente se me ha instruido interiormente en mí espíritu. De ahí mi habla vacilante. [...]
Hildegarda a Bernardo, abad de Claraval.11
Precisamente, el arzobispo bajo cuya jurisdicción se encontraba el monasterio de Disibodenberg, Enrique de Mainz, quien estaba enterado de las visiones y profecías de Hildegarda, mandó una comisión al papa Eugenio para informarle de lo sucedido y lograr que se declarara sobre la naturaleza de tales dones.15 El papa se encontraba por aquellos días en Tréveris para presidir el sínodo que se celebró en aquella ciudad entre 1147 y 1148.
En 1148, un comité de teólogos, encabezado por Albero de Chiny, obispo de Verdún, a petición del papa, estudia y aprueba parte de Scivias.2 El mismo papa leería públicamente algunos textos durante el sínodo de Tréveris y declararía que tales visiones serían fruto de la intervención del Espíritu Santo.16 Tras la aprobación, envió una carta a Hildegarda, pidiéndole que continuase escribiendo sus visiones. Con ello da comienzo no sólo la actividad literaria aprobada canónicamente, sino la relación epistolar con múltiples personalidades de la época, tanto políticas como eclesiásticas, tales como San Bernardo, Federico I Barbarroja, Enrique II de Inglaterra o Leonor de Aquitania, que pedían sus consejos y orientaciones. Tal fue su reconocimiento, que llegó a ser conocida como la Sibila del Rin. La gente la buscaba para escuchar sus palabras de sabiduría, para curarse o para que la guiara.
Fundadora
También en 1148 y todavía durante la redacción del Scivias, una visión le hace concebir a Hildegarda partir de Disibodenberg a un lugar «donde no había agua y donde nada era placentero»17 inspirándole así la fundación de un monasterio en la colina de san Ruperto (Rupertsberg), cerca de Bingen al oeste del río Rin, para trasladar a la crecida comunidad y emanciparla de los monjes de Disibodenberg.Sin embargo, el abad Kuno, entonces abad de Disibodenberg, se opuso a su salida, lo que le contrarió en gran medida, al punto de ocasionarle trastornos físicos, que fueron atribuidos a causas divinas:18
«Decían que había sido engañada por la vanidad. Cuando lo oí, mi corazón se afligió, mi carne y mis venas se secaron, y durante muchos días yací en cama.»Ante esta situación intervino la marquesa Ricardis de Stade (Richardis von Stade),20 madre de la monja que servía de secretaria a Hildegarda, quien logra convencer al arzobispo de Maguncia para que dé la autorización de la salida de las religiosas y para la fundación del nuevo monasterio. Hacia 1150, se trasladó a Rupertsberg con cerca de veinte de sus monjas, obtuvo el permiso del conde Bernardo de Hildesheim,21 propietario del terreno elegido y fundó el monasterio de Rupertsberg, del cual, se convirtió en abadesa.
Vita II, V19
Por esta época, su asistente y secretaria Ricardis, le abandona para convertirse en abadesa del convento de Bassum en Sajonia, no obstante la tristeza y oposición de Hildegarda, que luego se reflejaron en serias cartas de protesta al arzobispo Hartwig de Bremen, hermano de Ricardis, quien influyó para obtener el cargo abacial, y llegando a apelar hasta al papa, sin conseguir que la monja volviera. Ricardis murió al año de la separación.22
Un año después del traslado concluye el Scivias y de esta misma época datan sus los libros de contenidos físicos (Physica) y médicos (Causae et Curae). Asimismo comienza la colección de cantos que tituló Symphonia armonie celestium revelationum, los cuales compuso para las necesidades litúrgicas de su comunidad. Según algunas dataciones también de 1150 dataría el inicio del Liber vitae meritorum.23
Hacia 1163, como fruto de sus constantes visiones, comienza la escritura del Liber divinorum operum la tercera de sus tres obras más importantes y que tardaría alrededor de diez años en concluir. Sin embargo, la abadesa intercaló la vida de escritora y contemplativa con la de predicación y fundación, ya que en 1165 fundó un segundo monasterio en Eibingen, que visitaba regularmente dos veces a la semana.
Predicación e intervención política
La labor de escritora de Hildegarda se vio interrumpida muchas veces por los viajes de predicación. Si bien la clausura en sus tiempos no era tan rígida como lo sería a partir de Bonifacio VIII,nota 4 no dejó de sorprender y admirar a sus contemporáneos que una abadesa abandonara su monasterio para predicar.El contenido de su predicación gira en torno a la redención, la conversión (criticando duramente la corrupción eclesiástica) y la oposición firme contra los cátaros, por quienes rogó a los gobernantes para que fueran castigados, pero no ajusticiados.nota 5
En total fueron cuatro viajes, el primero entre 1158 y 1159 en el que viajó a Mainz y a Wurzburgo. En 1160 realizó el segundo a Tréveris y a Metz. En su tercer predicación entre 1161 y 1163 viajó por el Rin hasta Colonia. En el último de sus viajes comprendido entre 1170 y 1171 predicó en la región de Suabia. 24
Además de los viajes de predicación, Hildegarda también usó las cartas para hacer sentir su opinión ante personajes notables. Durante el cisma generado tras la elección del antipapa Víctor IV por parte del emperador Federico I Barbarroja en oposición al papa romano Alejandro III, así como de las imposiciones subsecuentes de dos antipapas más, Hildegarda hizo serias advertencias proféticas al segundo de estos, que había asumido el nombre de Pascalis, así como al emperador mismo.25
En el año de 1173, poco antes de concluir el Liber divinorum operum, murió el monje Volmar su más cercano colaborador y secretario, lo que la orilló a ayudarse de los monjes de la abadía de san Eucharius de Tréveris para terminar dicha obra.26 Durante algún tiempo el monge Gottfried de Disibodenberg le sirvió como escritor, quien además comenzó una obra biográfica de la profetisa, sin embargo, también moriría al poco tiempo en 1176. El último de sus secretarios lo encontraría en el monje Guibert de Gembloux, un monje flamenco, con el que había sostenido conversación epistolar iniciada por el interés de éste sobre la manera en que Hildegarda tenía sus visiones.27
Última batalla
La última situación crítica a la que tuvo que enfrentarse Hildegarda aconteció en 1178, cuando dieron sepultura en el cementerio conventual a un noble excomulgado. Por haber sido excomulgado, el derecho canónico prohibía su entierro en suelo sagrado. Se pidió a Hildegarda que exhumara el cadáver. Ella se negó e incluso hizo desaparecer cualquier rastro del enterramiento, para que nadie pudiera buscarlo. Sostuvo que había sido reconciliado con la Iglesia antes de morir. Los prelados de Maguncia, en ausencia del arzobispo Christian, que estaba en Roma, pusieron un interdicto al monasterio. Por él se prohibía el uso de las campanas, los instrumentos y los cantos en la vida y liturgia de Rupertsberg. Hildegarda se defendió enviando una importante carta28 , donde recoge el significado teológico de la música.Al regresar el arzobispo en marzo de 1179, se presentaron testigos que apoyaban la versión de Hildegarda y fue levantado el interdicto.
Muerte y veneración
A los pocos meses de ser levantado el interdicto, el 17 de septiembre de 1179 a los 81 años de edad murió Hildegarda. Las crónicas hagiográficas cuentan que a la hora de la muerte aparecieron dos arcos muy brillantes y de diferentes colores que formaban una cruz en el cielo.29 Entre 1180 y 1190 el monje Teoderico de Echternach escribe la Vita de Hildegarda, recogiendo pasajes autobiográficos. Gregorio IX abrió el proceso de canonización en 1227, aunque no se concluyó. Fue reabierto por Inocencio IV en 1244, sin que llegase a concluirse tampoco. Sin embargo, debido a la difusión de su culto se la inscribió en el Martirologio romano,nota 6 incluyéndose además su nombre en algunas letanías; se extrajeron reliquias de su sepulcro; se celebró su fiesta litúrgica, y se la representó como santa en pinturas y esculturas.Sus reliquias fueron conservadas en el convento de Rupertsberg hasta su destrucción en 1632 en la Guerra de los Treinta Años, cuando fueron llevadas a Colonia y después a Ebingen donde fueron depositadas en la iglesia parroquial en donde aún reposan.
En 1940 se aprobó oficialmente su celebración para las iglesias locales. Con motivo del 800 aniversario de su muerte, Juan Pablo II se refirió a ella como profetisa y santa.30 De la misma manera, en 2006, el papa Benedicto XVI también se refirió a Hildegarda como santa y la encomió como una de las grandes mujeres de la cristiandad junto con Catalina de Siena, Teresa de Ávila y la madre Teresa de Calcuta.31
En el año 2009 la directora alemana Margarethe von Trotta filmó la película "Visión: La historia de Hildegard Von Bingen" (Vision. Aus dem Leben der Hildegard von Bingen), basada en la vida de esta santa. Estrenada en español el 27 de agosto de 2010.32
En el año 2010 el papa Benedicto XVI le dedicó las Audiencias Generales del 1 y 8 de septiembre, dentro del marco de una serie de catequesis sobre escritores cristianos, siendo la primera mujer presentada en estas catequesis; recordó, entre otras cosas, que los contemporáneos de Hildegarda la consideraron con el título de "profetisa teutónica" y puntualizando el valor teológico de sus escritos y enseñanzas.33 34
En diciembre de 2011 el papa Benedicto XVI anunció su decisión de otorgar a santa Hildegarda el título de "Doctora de la Iglesia".35 El 10 de mayo de 2012 procedió a inscribirla en el catálogo de los santos y extender su culto litúrgico a la Iglesia universal, en una "canonización equivalente", paso previo para poder declararla Doctora.36 37
Obra
La producción intelectual de Hildegarda de Bingen fue bastante prolífica ocupando desde tratados místicos y litúrgicos hasta textos sobre medicina, cosmología y música. Fueron escritos en latín medieval culto, el cual provenía de sus secretarios que transcribían sus visiones probablemente dictadas en alemán, ya que según el propio testimonio que virtió la santa en sus obras desconocía o conocía incipientemente el latín.Debido a lo variado de los temas empleó un gran número de estilos siendo el más común el de la alegoría religiosa utilizado para describir sus visiones en sus tratados místicos y proféticos; también el estilo epistolar fue bastante de su uso; la homilética y el tratado médico fueron otros estilos hildegardianos.
Fuentes
Sus obras fueron heredadas a la posterioridad gracias al interés de los monjes que la admiraron y le ayudaron a escribir sus obras encabezados por Guibert de Gembaux, que tras su muerte terminaron de transcribir las obras de la abadesa, las compilaron e ilustraron con miniaturas. Entre los manuscritos medievales que se han conservado en donde se contienen las obras escritas y musicales de la profetisa teutónica se encuentran:Riesencodex
El códice de Wiesbaden, conocido en alemán como «Riesencodex» (Códice gigante) por su gran tamaño (46 x 30 cm) y peso (15 kg), es un manuscrito medieval de 481 folios, cuya datación oscila entre los últimos años de vida de Hildegarda y algunos posteriores a su muerte, siendo la fecha más tardía el año 1200. Su riqueza artística ha llegado a algunos investigadores a dudar de que haya sido creado en Rupertsberg o Eibingen.38No obstante, el manuscrito se encontraba en el convento de Rupertsberg en los tiempos de su destrucción en el siglo XVII, por lo que fue trasladado a Eibingen al igual que las reliquias de la santa, siendo resguardado en el monasterio fundado por ella en aquel lugar donde yació hasta su traslado en 1814 a la entonces recién creada biblioteca de Wiesbaden (actualmente Universidad y biblioteca estatal de RheinMain). Durante la Segunda Guerra Mundial fue casi destruido, pero su contenido se conservó gracias a fotocopias y facsímiles extraídos durante las primeras décadas del siglo XX.39
Contiene una versión de sus tres principales obras místicas: Scivias, Liber vitae meritorum y Liber divinorum operum. También es la fuente de todas sus composiciones musicales, sus obras acerca de la Lengua Ignota, trabajos hagiográficos (Vita sancti Ruperti), algunas cartas, homilías y la Vita escrita por el monje Theoderic.
Obras literarias
De las obras religiosas que escribió Hildegarda, destacan tres de carácter teológico: Scivias, sobre teología dogmática; Liber Vitae Meritorum, sobre teología moral; y Liber Divinorum Operum, sobre cosmología, antropología y teodicea.Además escribió obras de carácter científico: Liber Simplicis Medicinae o Physica, sobre las propiedades curativas de plantas y animales desde una perspectiva holística; y Liber Compositae Medicinae o Causae et curae, sobre el origen de las enfermedades y su tratamiento desde el punto de vista teórico.
Otra de sus obras destacable es Lingua ignota, primera lengua artificial de la historia, por la que fue nombrada patrona de los esperantistas.
Obras musicales
Hildegarda compuso setenta y ocho obras musicales, agrupadas en Symphonia armonie celestium revelationum: 43 antífonas, 18 responsorios, 4 himnos, 7 secuencias, 2 sinfonías (con el significado propio del siglo XII), 1 aleluya, 1 kyrie, 1 pieza libre y 1 oratorio (fascinante, pues el oratorio se inventó en el siglo XVII). Además, compuso un auto sacramental musicalizado llamado Ordo Virtutum ("Orden de las virtudes", en latín), sobre las virtudes.
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Galería de imágenes
Véase también
Notas
- ↑ En el Libro II de la Vita de Theoderich de Echternach se recoge un relato autobiográfico donde Hildegarda así lo afirma, al tiempo que se refiere a Jutta como mujer iletrada
- ↑ En el prólogo del Liber Divinorum Operum explica: «despierta de cuerpo y mente en los misterios celestes, lo vi con los ojos interiores de mi espíritu y oí con los oídos interiores, y no en sueños ni en éxtasis».
- ↑ En una carta de Hildegarda dirigida al monje Guibert de Gembloux Epist. CIII, conocida también como «De modo visionis suae», describe su experiencia visionaria y la manera en que esta «forma de ver» acontecía.
- ↑ En 1298, Bonifacio VIII con la bula Periculoso prohíbe que las monjas salgan del monasterio sin permiso del obispo. Además dispuso que las que tuviesen cargos de responsabilidad (abadesas, prioras) usaran de procuradores que las representasen. De este modo, dejaron de poder actuar por sí mismas.
- ↑ Se conserva algún sermón entre las cartas de Hildegarda, pues algunos eclesiásticos pidieron que se los enviara escritos. Así por ejemplo, la Epist. XLIX recoge un sermón pronunciado en Trier y la Epist. XLVII uno pronunciado en Maguncia.
- ↑ El texto, en la actual edición española, dice así: "En el monasterio de Rupertsberg, cerca de Bingen, en Hesse, actual Alemania, santa Hildegardis, virgen, que expuso y describió piadosamente en libros los conocimientos conseguidos experimentalmente, tanto sobre ciencias naturales, médicas y musicales, como de contemplación mística."
Referencias
- ↑ Van der Linde, Antonius (1880). «Hildegard, Sanct (Hildegarda, Santa)» (en alemán). Allgemeine Deutsche Biographie, herausgegeben von der Historischen Kommission bei der Bayerischen Akademie der Wissenschaften Volumen 12. págs. 407–408. En Wikisource. Consultado el 13 de agosto de 2011.
- ↑ a b c Mershman, Francis (1913), «St. Hildegard» (en inglés), Enciclopedia católica (Catholic Encyclopedia) en Wikisource, consultado el 13 de agosto.
- ↑ a b c Lerman, Kristina. «The Life and Works of Hildegard von Bingen (1098-1179)» (en inglés). Consultado el 13 de agosto de 2011.. En Internet History Sourcebooks Project de la Universidad Fordham de Nueva York.
- ↑ a b Flanagan, Sabina (1995). James Hardin, Universidad del Carolina del Sur y Will Hasty, Universidad de Florida (ed.): «Hildegard von Bingen» (en inglés). Dictionary of Literary Biography, Volume 148: German Writers and Works of the Early Middle Ages: 800-1170. Consultado el 13 de agosto de 2011.. En Hildegard.org Página dedicada a Hildegarda de Bingen.
- ↑ Cirlot & Garí, 2008; pp. 48 y 49
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- ↑ Cirlot & Garí, 2008; p. 49
- ↑ Cirlot, 2009; p. 51
- ↑ Dickens, 2009; p. 33
- ↑ Dickens, 2009; p. 27
- ↑ Hildegarda de Bingen, 1998.
- ↑ Cirlot & Garí, 2008; p. 53
- ↑ Hildegarda de Bingen, op. cit.; p. 31
- ↑ Harmless, 2007; p. 62
- ↑ Harmless, 2007; p. 63
- ↑ Flanagan, op. cit.
- ↑ Vita II, V
- ↑ Dickens, p. 27
- ↑ Cirlot, 2009; p. 54
- ↑ Cirlot, 2009; pp. 54 y 98
- ↑ Mershman, 1913; op. cit.
- ↑ Flanagan, op. cit.
- ↑ Lerman. Op. cit.
- ↑ Harmless. Op. cit. p. 64
- ↑ Cirlot & Garí, 2008. p. 61
- ↑ Cirlot & Garí, 2008. p. 65
- ↑ Épiney-Burgard & Zum Brunn. 1998. p. 39
- ↑ Epist. XXIII
- ↑ Vita III, XXVII; Dickens, 2009. p. 28
- ↑ Carta de Juan Pablo II al cardenal Hermann Volk, obispo de Maguncia, con ocasión del 800 aniversario de la muerte de Santa Hildegarda.
- ↑ Encuentro del santo padre Benedicto XVI a los sacerdotes y diáconos de la diócesis de Roma 2 de marzo de 2006
- ↑ The Internet Movie Database. «Vision - Aus dem Leben der Hildegard von Bingen.».
- ↑ Zenit (01 de septiembre de 2010). «El Papa presenta por primera vez a una escritora, Hildegarda de Bingen.». Consultado el 01 de septiembre de 2010.
- ↑ Zenit (8 de septiembre de 2010). «Benedicto XVI: Santa Hildegarda de Bingen, teóloga y artista.». Consultado el 8 de septiembre de 2010.
- ↑ Andrea Tornielli (15 de diciembre de 2011). «La Sibila del Rhin, Doctora de la Iglesia.». Vatican Insider. Consultado el 5 de enero de 2012.
- ↑ «Decretos de la Congregación para las Causas de los Santos». News.va (10 de mayo de 2012). Consultado el 10 de mayo de 2012.
- ↑ «Una gran intelectual». L'Osservatore Romano (12 de mayo de 2012). Consultado el 12 de mayo de 2012.
- ↑ Cirlot & Garí, 2008. p. 66
- ↑ Hochschule RheinMain. University of Applied Sciences. «The Wiesbaden Codex (Hildegard of Bingen)» (en inglés). Consultado el 20 de mayo de 2012. En alemán.
Bibliografía
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- Sobre Santa Hildegarda
- Chiaia, María (2006). El dulce canto del corazón. Mujeres místicas, desde Hildegarda a Simone Weil. Madrid: Narcea ediciones. ISBN 978-84-277-1465-6.
- Cirlot, Victoria (1997 (3ª edición 2009)). Vida y visiones de Hildegard von Bingen. Nueva edición revisada. Hildegard von Bingen, Theoderich von Echternach. El Árbol del Paraíso 64. Madrid: Ediciones Siruela. ISBN 978-84-9841-333-5.
- – & Garí, Blanca (2008). La mirada interior. Escritoras místicas y visionarias de la Edad Media. El Árbol del Paraíso 59. Madrid: Ediciones Siruela. ISBN 978-84-9841-182-9.
- – (2005). Hildegard von Bingen y la tradición visionaria de occidente. Barcelona: Herder Editorial. ISBN 978-84-254-2411-3.
- Épiney-Burgard, Georgette & Zum Brunn, Émilie (1998). Mujeres trovadoras de Dios: una tradición silenciada de la Europa medieval. Barcelona: Ediciones Paidós. ISBN 978-84-493-0485-9.
- Feldmann, Christian (2009). Hildegarda de Bingen. Una vida entre la genialidad y la fe. Barcelona: Herder Editorial. ISBN 978-84-254-2596-7.
- Pernoud, Régine (1998). Hildegarda de Bingen: Una conciencia inspirada del siglo XII. Barcelona: Paidós Ibérica. ISBN 978-84-493-0617-4.
- Otra bibliografía
- Dickens, Andrea Janelle (2009). The Female Mystic. I. B. Tauris. ISBN 9781845116415.
- Harmless, William (2007). Mystics (1 edición). USA: Oxford University Press. ISBN 9780195300390.
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Hildegarda de Bingen.
- Sitio dedicado a Hildegarda de Bingen
- Catálogo de obras y discografía
- Obras en castellano
- Vision - Aus dem Leben der Hildegard von Bingen (2009) Película sobre Hildegarda de Margarethe von Trotta (Imdb)
- Zenit. Benedicto XVI: Santa Hildegarda de Bingen. Audiencias Generales del 1 de septiembre 2010 y del 8 de septiembre 2010.
- Una gran intelectual. Artículo en el L'Osservatore Romano. 11 de mayo de 2012.
SE ESTRENA UNA PELICULA SOBRE SANTA HILDEGARDA
Esta
película biográfica sobre Santa Hildegarda de Bingen comienza con un
prólogo que nos muestra la costumbre medieval de entregar el décimo
hijo al servicio de Dios, como fue el caso de Hildegarda de Bingen,
que la vemos ingresar siendo niña en el monasterio masculino de
Disibodenberg (San Disibo) en 1112. Allí había una pequeña comunidad
femenina, bajo la autoridad de Jutta de Sponheim, que con los años se
segregaría por decisión de Hildegarda, fundando el monasterio de
Rupertsberg.
Tras
una elipsis de muchos años, el film nos presenta ya a una Hildegarda
adulta, seguidora fiel de su maestra Jutta, a la que sucede como
abadesa cuando esta fallece en 1136. Entonces comienzan sus visiones
místicas, sus enfrentamientos con el abad de Disibodenberg, y los
problemas internos de su comunidad. La santa en esos años adquiere
fama por su sabiduría, su forma de gobernar, su música y sus
conocimientos en ciencias médicas y naturales. Monarcas y nobles piden
sus consejos y buscan sus profecías. Tras obtener el beneplácito de
San Bernardo, y la autorización del Papa, comienza a publicar sus
visiones, que Hildegarda dicta a su discípula Ricarda de Stade, un
personaje dramático muy importante en la película. El film termina en
1158, momento en que la santa abadesa, rompiendo las costumbres de la
época, se marcha a predicar por el valle del Rhin.
Visión
es, valga la redundancia, la visión que Margarethe von Trotta tiene
del Medievo en general, y de Hildegarda en particular. Esta directora,
esposa durante veinte años de Volker Schlondorff, fue una de las más
importantes representantes del Nuevo Cine Alemán, y ahora está
desarrollando un proyecto sobre Hannah Arendt. En su aproximación
histórica podemos encontrar aciertos y desenfoques, resultando un
balance positivo. Desde el punto de vista estético la película es muy
brillante. Su trabajo con la luz, su dirección artística y su banda
sonora son excelentes; y los momentos musicales diegéticos son
extraordinarios. El casting es también muy bueno, y la actriz
Barbara Sukowa encarna con convicción a Santa Hildegarda. Por otra
parte, los hechos históricos parecen retratados con honestidad, aunque
el guión resulta algo episódico y sincopado, y ello impide dar
coherencia al desarrollo interior de los personajes.
Algo
más discutible es la visión global que ofrece Von Trotta. Hildegarda
parece demasiado excéntrica, y no están suficientemente subrayados los
aspectos de su persona que la llevaron a los altares. El discipulado
cristiano tiene aquí demasiados tintes psico-afectivos, a veces
llevados a la exageración, y que pueden dar a entender dependencias
poco sanas. Por otra parte, el film nos da una visión del medievo un
poco lúgubre (especialmente en los dos primeros minutos del film), sin
llegar ni de lejos a los delirios de ciertas películas como El
nombre de la Rosa. En definitiva, lo que falta por parte de la directora
es una comprensión empática de la fe y la experiencia cristiana, y
por ello, a pesar de su inteligente oficio y evidente buena voluntad,
el film no llega al cien por cien de sus posibilidades expresivas. No
obstante, como decíamos al principio, el balance es claramente
positivo, y presenta un boceto amable del benedictismo.
El
Papa Benedicto XVI le ha dedicado a esta mujer dos catequesis este
mes de septiembre.Benedicto XVI ha destacado de Hildegarda de Bingen
su gran cultura, su espíritu místico y su don de gobierno. “Esta santa
habla hoy con su valerosa capacidad de discernir los signos de los
tiempos, con su amor por la creación, su medicina, su poesía, su
música, que hoy está siendo reconstruida, su amor por Cristo y por su
Iglesia, sufriente también en aquel tiempo, herida también en aquel
tiempo por los pecados de los sacerdotes y de los laicos, y tanto más
amada como cuerpo de Cristo”. Visión es una buena ocasión para conocer a esta mujer extraordinaria.
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