domingo, 16 de septiembre de 2012

Mateo, Apóstol.


Apóstol y Evangelista, 21 de septiembre
 
Mateo, Apóstol.
Mateo, Apóstol.

Apóstol y Evangelista

Martirologio Romano: Fiesta de san Mateo, apóstol y evangelista, llamado antes Leví, que al ser invitado por Jesús para seguirle, dejó su oficio de publicano o recaudador de impuestos y, elegido entre los apóstoles, escribió un evangelio en que se proclama principalmente que Jesucristo es hijo de David, hijo de Abrahán, dando plenitud al Antiguo Testamento.


Mateo significa: "regalo de Dios".

Se llamaba también Leví, y era hijo de Alfeo.

Su oficio era el de recaudador de impuestos, un cargo muy odiado por los judíos, porque esos impuestos se recolectaban para una nación extranjera. Los publicanos o recaudadores de impuestos se enriquecían fácilmente. Y quizás a Mateo le atraía la idea de hacerse rico prontamente, pero una vez que se encontró con Jesucristo ya dejó para siempre su ambición de dinero y se dedicó por completo a buscar la salvación de las almas y el Reino de Dios.

Como ejercía su oficio en Cafarnaum, y en esa ciudad pasaba Jesús muchos días y obraba milagros maravillosos, ya seguramente Mateo lo había escuchado varias veces y le había impresionado el modo de ser y de hablar de este Maestro formidable. Y un día, estando él en su oficina de cobranzas, quizás pensando acerca de lo que debería hacer en el futuro, vio aparecer frente a él nada menos que al Divino Maestro el cual le hizo una propuesta totalmente inesperada: "Ven y sígueme".

Mateo aceptó sin más la invitación de Jesús y renunciando a su empleo tan productivo, se fue con El, no ya a ganar dinero, sino almas. No ya a conseguir altos empleos en la tierra, sino un puesto de primera clase en el cielo. San Jerónimo dice que la llamada de Jesús a Mateo es una lección para que todos los pecadores del mundo sepan que, sea cual fuere la vida que han llevado hasta el momento, en cualquier día y en cualquier hora pueden dedicarse a servir a Cristo, y El los acepta con gusto.

Mateo dispuso despedirse de su vida de empleado público dando un gran almuerzo a todos sus amigos, y el invitado de honor era nada menos que Jesús. Y con Él, sus apóstoles. Y como allí se reunió la flor y nata de los pecadores y publicanos, los fariseos se escandalizaron horriblemente y llamaron a varios de los apóstoles para protestarles por semejante actuación de su jefe. "¿Cómo es que su maestro se atreve a comer con publicanos y pecadores?"

Jesús respondió a estas protestas de los fariseos con una noticia que a todos nos debe llenar de alegría: "No necesitan médico los que están sanos, sino los que están enfermos. Yo no he venido a buscar santos sino pecadores. Y a salvar lo que estaba perdido". Probablemente mientras decía estas bellas palabras estaba pensando en varios de nosotros.

Desde entonces Mateo va siempre al lado de Jesús. Presencia sus milagros, oye sus sabios sermones y le colabora predicando y catequizando por los pueblos y organizando las multitudes cuando siguen ansiosas de oír al gran profeta de Nazaret. Jesús lo nombra como uno de sus 12 preferidos, a los cuales llamó apóstoles (o enviados, o embajadores) y en Pentecostés recibe el Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego. Los judíos le dieron 39 azotes por predicar que Jesús sí había resucitado (y lo mismo hicieron con los otros apóstoles) y cuando estalló la terrible persecución contra los cristianos en Jerusalén, Mateo se fue al extranjero a evangelizar, y dicen que predicó en Etiopía y que allá murió martirizado.

En todo el mundo es conocido este santo, y lo será por siempre, a causa del maravilloso librito que él escribió: "El evangelio según San Mateo". Este corto escrito de sólo 28 capítulos y 50 páginas, ha sido la delicia de predicadores y catequistas durante 20 siglos en todos los continentes. San Mateo en su evangelio (palabra que significa: "Buenas Noticias") copia sermones muy famosos de Jesús, como por ej. El Sermón de la Montaña (el sermón más bello pronunciado en esta tierra), el sermón de las Parábolas, y el que les dijo a sus apóstoles cuando los iba mandar a su primera predicación. Narra milagros muy interesantes, y describe de manera impresionante la Pasión y Muerte de Jesús. Termina contando su resurrección gloriosa.

El fin del evangelio de San Mateo es probar que Jesucristo sí es el Mesías o Salvador anunciado por los profetas y por el Antiguo Testamento. Este evangelio fue escrito especialmente para los judíos que se convertían al cristianismo, y por eso fue redactado en el idioma de ellos, el arameo.

Quizás no haya en el mundo otro libro que haya convertido más pecadores y que haya entusiasmado a más personas por Jesucristo y su doctrina, que el evangelio según San Mateo. No dejemos de leerlo y meditarlo.

A cada uno de los 4 evangelistas se les representa por medio de uno de los 4 seres vivientes que, según el profeta, acompañan al Hijo del hombre (un león: el valor. El toro: la fuerza. El águila: los altos vuelos. Y el hombre: la inteligencia). A San Marcos se le representa con un león. A San Lucas con un toro (porque empieza su evangelio narrando el sacrifico de una res que estaban ofreciendo en el templo). A San Juan por medio del águila, porque este evangelio es el que más alto se ha elevado en sus pensamientos y escritos. Y a San Mateo lo pintan teniendo al lado a un ángel en forma de hombre, porque su evangelio comienza haciendo la lista de los antepasados de Jesús como hombre, y narrando la aparición de un ángel a San José.

Que San Mateo, gran evangelizador, le pida a Jesús que nos conceda un gran entusiasmo por leer, meditar y practicar siempre su santo evangelio.

Decía Jesús "Convertíos y creed en el evangelio" (Mc. 1, 15). 
 
 
San Mateo Evangelista
Lima Cathedral St Matthew.jpg
Estatua de San Mateo en el frontis de la Catedral de Lima
Apóstol y Evangelista
Nombre Mateo Leví
Venerado en Iglesia Ortodoxa, Iglesia Católica, Iglesia Copta
Principal Santuario Catedral de Salerno
Festividad 21 de septiembre rito romano
16 de noviembre rito bizantino
Atributos Libro, figura humana
Patronazgo Salerno, Monzón (Huesca)
Mateo el Evangelista, en hebreo מתי (también conocido como Mateo Leví, Leví de Alfeo o Mateo el Apóstol) fue uno de los doce apóstoles elegidos por Jesús de Nazaret. La tradición cristiana le atribuye la autoría del evangelio de Mateo, pero la crítica actual descarta esta atribución.1
Etimológicamente, el nombre español Mateo proviene del griego Mathaios (Ματθαιος) y éste, del arameo Mattai, una forma corta del hebreo MattanYah, que significa ‘don de Yah’ (el Dios Yahvéh).

Contenido

Fuentes bíblicas

Mateo es citado en los Evangelios como Leví, hijo de Alfeo, publicano y recaudador de impuestos en Cafarnaúm (Mateo 9:9, Marcos 2:14, Lucas 5:27-29). Existen pequeñas diferencias en el tratamiento que dan a Mateo los distintos Evangelios.
En el Evangelio de Lucas se le llama Leví. En el de Marcos, se le da el nombre de Mateo en la lista de los apóstoles, pero es llamado Leví cuando se relata la historia de su vocación. Según los tres sinópticos, lo dejó todo al ser llamado por Jesús. Ese mismo día hizo una gran fiesta a la que asistieron Jesús y sus discípulos.
Es mencionado en los Hechos de los Apóstoles, aunque apenas se ofrece información sobre él (Hechos 1:13). Es también uno de los pocos discípulos mencionados por su nombre en el Evangelio de Tomás.
Según Eusebio de Cesarea, predicó durante quince años en Judea, donde escribió su Evangelio hacia el año 80. Según Rufino, después se marchó a Etiopía.
Algunas tradiciones afirman que fue martirizado en Etiopía. En cambio, de acuerdo con Epifanio de Salamis –obispo de Chipre–, Mateo murió en Hierápolis (en Partia) y quien sufrió martirio en Etiopía habría sido Matías, el sustituto de Judas Iscariote.
Mateo es considerado santo por todas las confesiones cristianas que admiten esta distinción. La Iglesia Católica celebra su fiesta el 21 de septiembre y la Ortodoxa el 16. Según la tradición, sus restos se conservan en Salerno (Italia).

Atribución del evangelio de Mateo

La tradición cristiana atribuye a Mateo la autoría del Evangelio de Mateo que lleva su nombre (kata Mathaion: ‘de Mateo’ o ‘según Mateo’). El primer autor conocido en establecer esta atribución fue Papías, quien, hacia 110 ó 120, en un texto citado por Eusebio de Cesarea, dice que «Mateo [...] puso en orden los logia en dialecto hebreo e interpretó cada uno como pudo" (Historia eclesiástica, III, 39,16). De acuerdo con esta información, algunos antiguos autores cristianos consideraron a Mateo autor de un primer evangelio, escrito en arameo, lengua vernácula de Palestina del Siglo I, cuya traducción al griego sería el texto ahora conocido como evangelio de Mateo. San Ireneo de Lyon, Clemente de Alejandría, Eusebio de Cesarea, Orígenes y Jerónimo de Estridón se cuentan entre los que consideraron al apóstol Mateo autor de este evangelio.
El primitivo original semítico está perdido aunque varios autores primitivos lo citan; pareció basarse en los dichos de Jesucristo y fue utilizado por Mateo para su propia predicación. La Iglesia utilizó con carácter oficial canónico el nuevo texto griego, aparentemente traducido por el mismo Mateo. El Evangelio de Mateo, es el Evangelio eclesiástico por excelencia, no solo por ser el más utilizado por la tradición primitiva de la Iglesia, sino porque en su estructura y formulación encarna una preocupación eclesial apologética vivida en las primeras generaciones cristianas.
El objetivo del Evangelio está claro desde su redacción original: es el de demostrar a los judíos que en Jesucristo se cumplen todas las profecías del Antiguo Testamento relativas al Mesías.
Cada vez más, los críticos descartan la teoría de que fue escrito después del Evangelio de San Marcos, ya que éste contiene muchos detalles que Mateo no cita.
La inspiración de San Mateo, por Caravaggio.

Iconografía

Al igual que los otros evangelistas, Mateo es representado a menudo en el arte cristiano. Su atributo particular es un hombre alado, en alusión al tetramorfos del profeta Ezequiel (Ez 1,10; cf Ap 4,7) tan común en la representación de los evangelistas. Destacan sobre todo las pinturas realizadas por Caravaggio para la iglesia de San Luis de los Franceses (Capilla Contarelli), en Roma.

Notas

  1. PIÑERO, Antonio: Todos los Evangelios. Edaf, 2009, pág. 44.
 
 
San Mateo
Apóstol y Evangelista

Mateo significa: "regalo de Dios".
Se llamaba también Leví, y era hijo de Alfeo.
Su oficio era el de recaudador de impuestos, un cargo muy odiado por los judíos, porque esos impuestos se recolectaban para una nación extranjera. Los publicanos o recaudadores de impuestos se enriquecían fácilmente. Y quizás a Mateo le atraía la idea de hacerse rico prontamente, pero una vez que se encontró con Jesucristo ya dejó para siempre su ambición de dinero y se dedicó por completo a buscar la salvación de las almas y el Reino de Dios.
Como ejercía su oficio en Cafarnaum, y en esa ciudad pasaba Jesús muchos días y obraba milagros maravillosos, ya seguramente Mateo lo había escuchado varias veces y le había impresionado el modo de ser y de hablar de este Maestro formidable. Y un día, estando él en su oficina de cobranzas, quizás pensando acerca de lo que debería hacer en el futuro, vio aparecer frente a él nada menos que al Divino Maestro el cual le hizo una propuesta totalmente inesperada: "Ven y sígueme".
Mateo aceptó sin más la invitación de Jesús y renunciando a su empleo tan productivo, se fue con El, no ya a ganar dinero, sino almas. No ya a conseguir altos empleos en la tierra, sino un puesto de primera clase en el cielo. San Jerónimo dice que la llamada de Jesús a Mateo es una lección para que todos los pecadores del mundo sepan que, sea cual fuere la vida que han llevado hasta el momento, en cualquier día y en cualquier hora pueden dedicarse a servir a Cristo, y El los acepta con gusto.
Mateo dispuso despedirse de su vida de empleado público dando un gran almuerzo a todos sus amigos, y el invitado de honor era nada menos que Jesús. Y con Él, sus apóstoles. Y como allí se reunió la flor y nata de los pecadores y publicanos, los fariseos se escandalizaron horriblemente y llamaron a varios de los apóstoles para protestarles por semejante actuación de su jefe. "¿Cómo es que su maestro se atreve a comer con publicanos y pecadores?"
Jesús respondió a estas protestas de los fariseos con una noticia que a todos nos debe llenar de alegría: "No necesitan médico los que están sanos, sino los que están enfermos. Yo no he venido a buscar santos sino pecadores. Y a salvar lo que estaba perdido". Probablemente mientras decía estas bellas palabras estaba pensando en varios de nosotros.

Desde entonces Mateo va siempre al lado de Jesús. Presencia sus milagros, oye sus sabios sermones y le colabora predicando y catequizando por los pueblos y organizando las multitudes cuando siguen ansiosas de oír al gran profeta de Nazaret. Jesús lo nombra como uno de sus 12 preferidos, a los cuales llamó apóstoles (o enviados, o embajadores) y en Pentecostés recibe el Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego. Los judíos le dieron 39 azotes por predicar que Jesús sí había resucitado (y lo mismo hicieron con los otros apóstoles) y cuando estalló la terrible persecución contra los cristianos en Jerusalén, Mateo se fue al extranjero a evangelizar, y dicen que predicó en Etiopía y que allá murió martirizado.

En todo el mundo es conocido este santo, y lo será por siempre, a causa del maravilloso librito que él escribió: "El evangelio según San Mateo". Este corto escrito de sólo 28 capítulos y 50 páginas, ha sido la delicia de predicadores y catequistas durante 20 siglos en todos los continentes. San Mateo en su evangelio (palabra que significa: "Buenas Noticias") copia sermones muy famosos de Jesús, como por ej. El Sermón de la Montaña (el sermón más bello pronunciado en esta tierra), el sermón de las Parábolas, y el que les dijo a sus apóstoles cuando los iba mandar a su primera predicación. Narra milagros muy interesantes, y describe de manera impresionante la Pasión y Muerte de Jesús. Termina contando su resurrección gloriosa.
El fin del evangelio de San Mateo es probar que Jesucristo sí es el Mesías o Salvador anunciado por los profetas y por el Antiguo Testamento. Este evangelio fue escrito especialmente para los judíos que se convertían al cristianismo, y por eso fue redactado en el idioma de ellos, el arameo.
Quizás no haya en el mundo otro libro que haya convertido más pecadores y que haya entusiasmado a más personas por Jesucristo y su doctrina, que el evangelio según San Mateo. No dejemos de leerlo y meditarlo.
A cada uno de los 4 evangelistas se les representa por medio de uno de los 4 seres vivientes que, según el profeta, acompañan al Hijo del hombre (un león: el valor. El toro: la fuerza. El águila: los altos vuelos. Y el hombre: la inteligencia). A San Marcos se le representa con un león. A San Lucas con un toro (porque empieza su evangelio narrando el sacrifico de una res que estaban ofreciendo en el templo). A San Juan por medio del águila, porque este evangelio es el que más alto se ha elevado en sus pensamientos y escritos. Y a San Mateo lo pintan teniendo al lado a un ángel en forma de hombre, porque su evangelio comienza haciendo la lista de los antepasados de Jesús como hombre, y narrando la aparición de un ángel a San José.
Que San Mateo, gran evangelizador, le pida a Jesús que nos conceda un gran entusiasmo por leer, meditar y practicar siempre su santo evangelio.
Decía Jesús "Convertíos y creed en el evangelio" (Mc. 1, 15).
 

San Mateo
San Mateo
San Mateo
También conocido como Leví
Fiesta: 21 de septiembre

Etim.: Del griego, mathhaios; del arameo, mattai, es una forma corta del hebreo, mattanyah, que significa "regalo de Yahvé".


Ver también:
12 Apóstoles
Uno de los doce Apóstoles y autor del primer Evangelio.
Su símbolo: hombre con alas
>>>Patrón de banqueros, contadores y fuerzas de seguridad.
Nació en Cafarnaún, y, cuando Jesús lo llamó, ejercía el oficio de recaudador de impuestos. Escribió el evangelio en lengua aramea y, según la tradición, predicó en Oriente.

San Mateo es llamado por dos Evangelistas: Levi, ambos nombres son de origen Judíos. El último lo obtuvo antes de su conversión, el otro lo tomo después, para mostrar la renuncia a su profesión y que era un hombre nuevo. Hijo de Alfeo, vivió en Cafarnaun, en el lago de Galilea.
Fue por profesión un publicano, o colector de impuestos para los Romanos. Entre los Judíos, estos publicanos fueron mas infames y odiosos porque esta nación los miraba como enemigos de su privilegio de libertad natural que Dios les había dado, y como personas manchadas por su conversación frecuente y asociación con los paganos, y la esclavización sobre sus compatriotas. Los Judíos los aborrecían universalmente, veían sus propiedades o dinero como fortunas de ladrones , les prohibieron su comunión y participación en su actividades religiosas, al igual que de todos eventos de la sociedad cívica y de comercio. Tertuliano esta ciertamente equivocado cuando afirma que solo los gentiles fueron empleados en este oficio sórdido como San Jerónimo demuestra en varios pasajes de los evangelios. Y es cierto que San Mateo fue Judío, aunque un publicano.
Su oficio dice haber consistido particularmente en acumular costumbres de comodidades que vinieron por el Genesareth o Tiberias, y un peaje que los pasajeros pagaban al venir por agua; San Marco dice que San Mateo mantuvo su oficio de cobro de peaje alado del lago, donde el se sentaba. Jesús, habiendo últimamente curado un paralítico famoso, salio de Cafarnaúm, y camino sobre los bancos del lago o mar de Genesareth, enseñando las personas que le seguían. Aquí el observó a Mateo que realizaba su trabajo de cobro de peaje a quien el llamo a venir y a seguirle. El hombre era rico, disfrutaba de un sueldo lucrativo, era un hombre sabio y prudente, y entendía perfectamente lo que seguir a Jesús le costaría. Pero el no tuvo miramientos y dejo todos sus intereses y relaciones para hacerse un discipular del Señor. No sabemos si el ya estaba relacionado con la persona o doctrina de nuestro Salvador, especialmente como estaba cerca de Cafarnaúm, y su casa parece haber sido en la ciudad, donde Cristo había vivido por algún tiempo, había predicado y hechos muchos milagros, por lo cual el estaba en algún medido preparando a recibir la impresión que el llamado de Jesús había hecho sobre el.
San Jerónimo dice que un cierto aire de majestad brillaron en la continencia de Nuestro Divino Redentor, y traspaso su alma y lo atrajo fuertemente. Este apóstol, a la primera invitación, rompió todas ataduras; dejo sus riquezas, su familia, su preocupaciones del mundo, sus placeres, y su profesión. Su conversión fue sincera y perfecta. San Mateo nunca regreso a su oficio porque era una profesión peligrosa, y una ocasión de avaricia, opresión, y extorsión. San Mateo, al convertirse, para mostrar que no estaba descontento con su cambio, pero que lo miraba como su mas gran felicidad, entretuvo a Nuestro Señor y sus discípulos en una gran comida en su casa a donde invito sus amigos, especialmente los de su ultima profesión, como si esperaba que por medio de la divina conversación de Nuestro Salvador, ellos también quizás sean convertidos.
Después de la ascensión de Nuestro Señor, San Mateo predicó por varios años en Judea y en los países cercanos hasta la dispersión de los apóstoles. Un poco antes de la dispersión escribió su evangelio, o pequeña historia de Nuestro Bendito Redentor. Que la compilo antes de su dispersión aparece no solo porque fue escrito antes de los otros evangelios, sino también el Apóstol Bartolomé se llevo una copia con el a la India, y la dejo allí. San Mateo escribo su evangelio para satisfacer los conversos de Palestina. El Evangelio de San Mateo desciende a un detalle mas particular y completo en las acciones de Cristo que los otros tres, pero desde el Capitulo V al XIV el frecuentemente se distingue de los otros en la serie de su narrativos, ignorando el orden del tiempo, para que esas instrucciones que tienen mas afinidad una con la otra, estén relacionadas juntas. Este evangelista mas bien enfoca sobre las lecciones de moralidad de Nuestro Salvador, y describe su temporal o generación humana, en que las promesas hechas a Abraham y David respecto al nacimiento del Mesías de su semilla fueron realizados; tal argumento inducía de manera particular a los Judíos para que creyeran en el.
San Mateo, después de haber hecho una gran cosecha de almas en Judea, fue a predicar la fe a las naciones barbaras e incivilizadas del Este. El era una persona muy devota a la contemplación celestial y llevaba una vida austera, usando una dieta muy rigurosa; pues no comía carne en vez satisfacía su apetito con hierbas, raíces, semillas. San Ambrosio dice que Dios le abrió el País de los Persas. Rufinus y Sócrates nos dicen que el llevo el evangelio a Etiopía, significando probablemente las partes Sur y Este de Asia. San Paulino menciona que el terminó su curso en Parthia. Venantus Fortunatus relata que el sufrió el martirio en Nudubaz, una ciudad en esas partes. Dorotheus dice que el fue honorablemente enterrado en Hierapolis en Porthia. Sus reliquias fueron traídas al Oeste, Papa Gregorio VII, en una carta al Obispo de Salerno en 1080, testifica que fueron guardados en una iglesia que tenia el nombre de la ciudad. Todavía están en este lugar.
Predicó entre los judíos por 15 años, incluyendo posiblemente a los judíos de Etiopía, Africa. Murió mártir.


21 de septiembre
SAN MATEO,   Apóstol y Evangelista
Jesús vio a un hombre sentado en el banco de los
impuestos, llamado Mateo, y le dijo: Sígueme; y él,
levantándose, lo siguió.
(Mateo, 9, 9).
   San Mateo, "Leví, el publicano", dejó, al llamarlo Jesucristo, sus bienes reunidos percibiendo impuestos. Después de la Ascensión, escribió primero su Evangelio a pedido de los hebreos convertidos, fuese después a predicar a Egipto y de allí pasó a Etiopía, donde resucitó a la hija del rey. La hija mayor del rey, Ifigenia, oyó del Apóstol el elogio de la virginidad y se obligó con voto de perpetua castidad ella y otras doscientas jóvenes. Hirtaco, usurpador del reino, quiso casarse con ella, pero San Mateo la animó a perseverar en su voto. El bárbaro rey envió soldados que masacraron al santo Apóstol al pie del altar.
MEDITACIÓN
SOBRE SAN MATEO
   I. Nuestro Señor, viendo a San Mateo sentado en el banco de los impuestos, lo llamó para hacerlo su discípulo. De inmediato se levantó San Mateo y lo siguió. Jesucristo pasa, nos mira y nos llama: rindámonos a la invitación de la gracia, cuando Jesús se haya alejado, quien sabe si aun lo podamos encontrar... Levantémonos prontamente, renunciemos al pecado con una voluntad firme de no volver a caer en él. Desde tanto tiempo nos llama Jesucristo, y siempre estamos en el mismo estado, siempre tibios en su servicio, siempre apegados a nuestros placeres.
   II. San Mateo es uno de los cuatro Evangelistas; mas no se contentó con escribir el admirable Evangelio que tenemos en nuestras manos, quiso predicar a los etíopes lo que había escrito. Tú no puedes escribir ni anunciar el Evangelio como hizo él, pero puedes y debes obedecer al Evangelio tanto como él. Tienes fe: que tus actos estén de acuerdo
con tu creencia. Hay que acordar nuestra vida con el Evangelio. (San Crisólogo)
   III. San Mateo fue mártir, se puede decir, de la hermosa virtud de la castidad. Tu vida debe ser un martirio continuo. Es preciso que te prives de tus placeres más dulces, que mueras incesantemente a ti mismo por la mortificación de tus sentidos, de tus pasiones y de tu voluntad propia. Esto es duro, lo confieso, pero el paraíso bien merece la pena de que se sufra algo. Es duro, sí, pero mucho más duro será para los réprobos oír esta sentencia: ¡Id, malditos, al fuego eterno!
La fidelidad a la vocación
Orad por la propagación de la fe.
ORACIÓN
    Asistidnos, Señor, por los méritos de San Mateo, vuestro Apóstol y Evangelista, a fin de que su intercesión nos procure los dones que no podemos obtener por nosotros mismos. Por J. C. N. S. Amén.

No hay comentarios: