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José Samsó i Elias, Beato |
Sacerdote y Mártir
En Mataró, Cataluña, España, Beato José Samsó i
Elías, sacerdote y mártir durante la persecución religiosa en España.
(† 1936)
Fecha de beatificación: 23 de enero de 2010,
en la basílica de Santa María de Santa María de
la ciudad barcelonesa de Mataró –de la que fue párroco–,
la ceremonia fue oficiada por el Cardenal Arzobispo de la
Archidiócesis de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, en representación de S.S.
Benedicto XVI.
José Samsó Elías nació
en Castellbisbal el 17 de enero de 1887. Cursó la
carrera sacerdotal en el Seminario Conciliar de Barcelona, distinguiéndose en
todos los cursos por su talento privilegiado y piedad ejemplar,
todo lo cual le hacía acreedor de las mejores calificaciones.
En los últimos años de su carrera sacerdotal, habiendo fijado
en él su atención el Obispo José Laguarda, lo distinguió
como su secretario particular, cargo en el cual estuvo hasta
que fue consagrado Presbítero el 12 de marzo de 1910,
celebrando su primera misa el día de San José, en
la Capilla del Centro Obrero de la Sagrada Familia de
la calle Calabria de Barcelona.
El
23 de julio de 1910 fue nombrado Coadjutor de la
parroquia de San Julián de Argentona. Allí permaneció durante 7
años. El 11 de enero de 1917 fue nombrado párroco
de la parroquia de Sant Joan de Mediona. A la
muerte del párroco de Santa María de Mataró, Dr. Roig,
José Samsó quedó nombrado Ecónomo-Arcipreste de la ciudad de Mataró
y titular de dicha parroquia.
Fue un modelo de sacerdote entregado
totalmente al ministerio de párroco. Severo consigo mismo, por temperamento
y por virtud, pero comprensivo con los demás y dotado
de las cualidades de gobierno para regir las comunidades que
le fueron encomendadas.
Destacó en el ministerio de la caridad y
de la catequesis. Su obra más conocida en este sentido
es la Guía para catequistas, preparada ya en marzo de
1936, pero que no fue publicada hasta 1940.
Su dirección espiritual
animó a muchas personas a seguir su vocación sacerdotal o
religiosa, implantó la puntualidad en el horario de las misas,
buscaba la perfección en los actos litúrgicos para alcanzar su
máximo esplendor del culto, y trabajó intensamente en la decoración
interior de la iglesia de Santa María, que en 1928
fue distinguida con el título de Basílica Menor.
En octubre de
1934, un grupo de hombres armados entró en la rectoría
de Santa María, amenazando al rector y a la gente
que estaba con él, les obligaron a ir a la
nave central y apilar sillas, y le ordenaron al rector
que las prendiera. Samsó se negó, a pesar de las
amenazas.
Aquellos hombres incendiaron un altar y algunos utensilios. Cuando pudieron
llegar algunos feligreses el fuego se pudo apagar. El párroco
perdonó a aquellos hombres y no quiso revelar su identidad
cuando fue invitado a hacerlo por la autoridad judicial.
Desde ese
día y hasta su detención en 1936, el sacerdote manifestó
varias veces que se acercaba una persecución de sangre. El
peligro para él y su condición de sacerdote y rector
le llevó a aceptar generosamente la posibilidad del martirio, con
una actitud de esperanza.
Al iniciarse
la Guerra Civil, se refugió en casa de unos feligreses,
hasta que, en la madrugada del 28 de julio de
1936, intentando abandonar la ciudad por razones de prudencia, fue
detenido y encarcelado por su condición de sacerdote. Después de
un mes de cautiverio en la prisión de Mataró, se
puso precio a su vida, y atado de manos, emprendió
su Vía Crucis hacia el cementerio de Mataró, donde fue
asesinado el 1 de septiembre de 1936. “Murió perdonando
a sus ejecutores y con una gran ejemplaridad cristiana”, han
indicado.
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