viernes, 11 de mayo de 2012

Solo hechos...


Hubo una vez un hombre que calficaron de miserable, por lo que profesaban poco respeto hacia él. Se sentían superiores a este hombre y en una ocasión, en la que aportó muy poco a una respetable organización de caridad,  lo criticaron abiertamente.
No mucho tiempo después, el caballero visitó a uno de sus críticos. Este último quedó sorprendido al escuchar a aquel hombre, a quien había catalogado como tacaño, y que ya por varias semanas venía subsistiendo con lo imprescindible. Le contó que tiempo atrás, contrajo grandes deudas, pero desde su conversión, decidió pagar hasta el último céntimo a sus acreedores. También le explicó que por ello, no compraba nada para su satisfacción personal y gastaba sólo en lo más elemental.
Cristo me ha convertido en un hombre honesto, dijo y por tener que enfrentar tantos compromisos, puedo dar muy pocas ofrendas adicionales a diezmo. Tengo que saldar toda responsabilidad con mis vecinos seculares. y mostrarles que la gracia de Dios puede obrar en el corazón de un hombre que una vez fue deshonesto.
Entonces su critico le ofreció disculpas a aquel hombre y le pidió perdón.
Es fácil encontrar faltas en otros, cuando no conocemos las circunstancias o motivos que fomentaron sus actos. También es impresionante cómo escasos sucesos, puedan alterar para siempre nuestra percepción de una situación. Cuando nos sintamos inclinados a juzgar, será un buen momento para suplicar a Dios la sabiduría y paciencia para entender las acciones.
Proverbios 11, 12
El que menosprecia a su prójimo carece de entendimiento, pero el hombre prudente guarda silencio.

No hay comentarios: