sábado, 19 de mayo de 2012

San Ivo de Kermartin


San Ivo Hélory de Kermartin
Weyden Ivo.jpg
San Ivo, por Rogier van der Weyden
Nacimiento 17 de octubre de 1253
Kermartin cerca Tréguier, Bretaña
Fallecimiento 19 de mayo de 1303
Louannec, Bretaña
Venerado en Iglesia Católica
Canonización junio de 1347 por Clemente VI
Festividad 19 de mayo
Patronazgo abogado de los pobres
San Ivo de Kermartin ((francés Yves Hélory de Kermartin, bretón Erwan Helouri a Gervarzhin) (17 de octubre de 1253 en Kermartin, una aldea cercana a Tréguier en la Bretaña, Francia - 19 de mayo de 1303 en Louannec, Bretaña). Santo francés, y patrón de los abogados y de los niños abandonados. San Ivo es asimismo santo patrón de la Bretaña. Su fiesta se celebra el 19 de mayo.

Vida

Era hijo de Helori, señor de Kermartin, y Azo de Kenquis. En 1267 Ivo fue enviado a la Universidad de París, donde se graduó en derecho. De París pasó a Orleans en 1277 para estudiar Derecho canónico. A su retorno a la Bretaña y habiendo recibido las órdenes menores fue designado "oficial", el título dado a un juez eclesiástico, del archidecanato de Rennes (1280); mientras tanto estudió las Sagradas Escrituras, y hay fuertes razones para creer que algún tiempo después se unió a la Tercera orden de San Francisco en Guingamp. Fue invitado por el Obispo de Tréguier para pasar a ser su oficial, aceptando el ofrecimiento en 1284. Mostró gran celo y rectitud en el desempeño de sus deberes y no desistió en la resistencia a la injusta fiscalidad del rey, que consideraba una violación de los derechos de la Santa Iglesia. Por su caridad, se ganó pronto el título de abogado de los pobres. Habiendo sido ya ordenado fue designado a la parroquia de Tredrez en el año 1285 y ocho años más tarde a Louannec, donde falleció de muerte natural, tras una vida de trabajo duro y constante ayuno.

Veneración

Las reliquias de san Ivo y san Tugdual en una procesión atravesando las puertas de la Catedral de Tréguier en 2005. En el relicario, la calavera de san Ivo.
Fue enterrado en Tréguier, y fue canonizado en junio de 1347 por Clemente VI, su fiesta sigue siendo celebrada el 19 de mayo. Es uno de los considerados patrones de los abogados. En su tumba fue inscrito en latín:
SANCTVS IVO ERAT BRITO/ ADVOCATUS ET NON LATRO/ RES MIRANDA POPULO.
Su traducción aproximada es: "San Ivo era bretón/ Abogado y no ladrón/ Maravilla para el pueblo." La traducción literal, es un chascarrillo que se refiere al hecho de que en aquella época los abogados tenían fama de ladrones. La Iglesia de Sant'Ivo alla Sapienza en Roma está dedicada a él. Poéticamente se le conoce como "el abogado de los pobres".

Iconografía

Se le suele representar con una bolsa en su mano derecha (representando el dinero que repartió entre los pobres en vida) y un rollo de papel en la otra por su cargo de juez. Otra representación bastante común es la que le muestra entre un hombre rico y uno pobre.

Véase también

Enlaces externos


Velas

 
San Ivo
Patrono de los abogados
(año 1303)

Los vecinos de San Ivo compusieron un epitafio bien especial que dice:
San Ivo era bretón.
Era abogado y no era ladrón.
Santo Dios: ¡que admiración!.
Cristo en la CruzSan Ivo, el abogado santo al cual los juristas de muchos países tiene como Patrono, nació en la provincia de Bretaña en Francia. Su padre lo envió a estudiar a la Universidad de París, y allí dirigido por famosos profesores de derecho, obtuvo su doctorado como abogado.
En sus tiempos de estudiante oyó leer aquella célebre frase de Jesús: "Ciertos malos espíritus no se alejan sino con la oración y la mortificación" (Mc. 9,29), y se propuso desde entonces dedicar buen tiempo cada día a la oración y mortificarse lo más que le fuera posible en las miradas, en las comidas, en el lujo en el vestir, y en descansos que no fueran muy necesarios. Empezó a abstenerse de comer carne y nunca tomaba bebidas alcohólicas. Vestía pobremente y lo que ahorraba con todo esto, lo dedicaba a ayudar a los pobres. Y Dios lo premió concediéndole una gran santidad y una generosidad inmensa en favor de los necesitados.
Al volver a su tierra natal (Bretaña) fue nombrado juez del tribunal y en el ejercicio de su cargo se dedicó a proteger a los huérfanos, a defender a los más pobres y a administrar la justicia con tal imparcialidad y bondad, que aun aquellos a quienes tenía que decretar castigos, lo seguían amando y estimando.
Su gran bondad le ganó el título de "Abogado de los pobres". No contento con ayudar a los que vivían en su región, se trasladaba a otras provincias a defender a los que no tenían con qué pagar un abogado, y a menudo pagaba los gastos que los pobres tenían que hacer para poder defender sus derechos.
Visitaba las cárceles y llevaba regalos a los presos y les hacía gratuitamente memoriales de defensa a los que no podían conseguirse un abogado.
En aquel tiempo los que querían ganar un pleito les llevaban costosos regalos a los jueces. San Ivo no aceptó jamás ni el más pequeño regalo de ninguno de sus clientes, porque no quería dejarse comprar ni inclinarse con parcialidad hacia ninguno.
Cuando le llevaban un pleito, él se esmeraba por tratar de obtener que los dos litigantes arreglaran todo amigablemente en privado, sin tener que hacerlo por medio de demandas públicas. Así obtuvo que muchos litigantes terminaran siendo amigos y se evitaran los grandes gastos que les podían ocasionar los pleitos judiciales.

Después de trabajar bastante tiempo como juez, San Ivo fue ordenado sacerdote, y
 desde entonces, los últimos quince años de su vida los dedicó totalmente a la predicación y a la administración de los sacramentos. Consiguió dinero de donaciones y construyó un hospital para enfermos pobres. Todo lo que llegaba lo repartía entre los más necesitados. Solamente se quedaba con la ropa para cambiarse. Lo demás lo regalaba. Una noche se dio cuenta de que un pobre estaba durmiendo en el andén de la casa cural, entonces se levantó y le dio su propia cama y él durmió en el puro suelo.
De muchas partes llegaban personas litigantes a obtener que San Ivo hiciera las paces entre ellos y él lograba con admirable facilidad poner de acuerdo a los que antes estaban alegando. Y aprovechaba de todas estas ocasiones para predicar a la gente acerca de la Vida Eterna que nos espera y de lo mucho que debemos amar a Dios y al prójimo.
Alguien le aconsejó que no regalara todo lo que recibía. Que hiciera ahorros para cuando llegara a ser viejo y él le respondió: - Y ¿quién me asegura que voy a llegar a ser viejo? En cambio lo que sí es totalmente seguro es que el buen Dios me devolverá cien veces más lo que yo regale a los pobres". Y siguió repartiendo con gran generosidad.
A principios de mayo del año 1303 empezó a sentirse muy débil. Pero no por eso dejó de dedicar largos ratos a la oración y a la meditación y a ayudar a pacificar a cuantos estuvieran peleados o en discusiones y pleitos.
El 19 de mayo del año 1303 estaba tan débil que no podía mantenerse de pie y necesitaba que lo sostuvieran. Sin embargo celebró así la Santa Misa. Después de la Misa se recostó y pidió que le administraran la Unción de los enfermos y murió plácidamente, como quien duerme en la tierra para despertar en el cielo. Tenía 50 años.

 San Ivo.pdf

1 comentario:

David Romero Abogado en Línea dijo...


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