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Gotardo de Hildesheim, Santo |
Había nacido Gotardo -o Godofredo- en Baviera, en Reichersdorf, en
el año 960. No disponemos de datos que se
refieran a su niñez. Se le conoce ya con datos
fiables cuando en el 990 era monje benedictino en Nieder
Altaich y, más tarde, abad electo de la abadía de
Altaich, cerca del lugar donde nació.
Fue elegido abad
de este monasterio en el que devolvió toda la pureza
original a la regla de San Benito, un tanto relajada
en muchas comunidades, por lo que después se le confió
la reforma de otros monasterios.
Terminó sucediendo a
san Bernardo de Hildesheim en su diócesis, muy lejos
ya de su Baviera natal. Tiene muchos devotos en Austria
y Prusia, y se le invoca contra la gota y
el reumatismo, pero ha pasado a la historia sobre todo
como un gran obispo constructor de iglesias y asilos para
pobres.
Hildesheim es ciudad del noroeste de Alemania, en la Baja
Sajonia, al pie del macizo montañoso del Harz, cerca de
Hannover. Hoy es un gran centro industrial y de comunicaciones;
en el siglo XIII era una ciudad libre del Sacro
Imperio Romano Germánico y antes, en el siglo XI, san
Bernardo la convirtió en un centro importante de del arte
románico. Ya era obispado desde el comienzo del siglo IX.
Traemos a la memoria a Hildesheim porque Gotardo fue su
Obispo.
Recorrió diversos monasterios de las regiones del Rhin, introduciendo la
disciplina que devolvía toda su pureza original a la regla
de san Benito, un tanto relajada en muchas comunidades, y
con justicia puede ser considerado como uno de los reformadores
más conspicuos de su época.
También bajo otro aspecto se estudia
su personalidad. Es uno de los animadores de la cultura
del siglo XI. Su obra de constructor sacro fue posible
por la confluencia de entusiasmos de otro gran hombre contemporáneo
suyo, Enrique II (973-1024), rey germano, coronado por el papa
Benedicto VIII como emperador del Sacro Imperio Romano (1002), último
de los gobernantes sajones, nacido en Abbach, también en Baviera,
que fue un rey peleón -guerra contra Boleslao para recuperar
Bohemia del 1004 al 1018; invadió Italia y fue proclamado
rey de los lombardos; y en 1021 una tercera campaña
militar en el sur de Italia, contra los bizantinos, para
someter Capua y Salerno-.
Fue la unión de los esfuerzos de
un emperador artista procurando la construcción de catedrales del románico
y un hombre santo canonizado en 1146 famoso por su
piedad y por contribuir a la reforma eclesiástica.
Conocida la persona
del reformador entusiasta de las obras sacras, el emperador Enrique
II confió a Gotardo la reforma de otros cenobios, como
las abadías de Hersfeld y Tergensee, y desde que en
el 1022 sucedió a san Bernardo en su diócesis, también
fue su epígono en la continuación de los proyectos artísticos
bernardinos, llegando a terminar la catedral y la iglesia de
San Miguel de Hildesheim.
Su labor pastoral no quedó agotada en
las piedras por mucho arte que pudiera sacarse de ellas.
Se esforzó igualmente en arbitrar medios que facilitaran la enseñanza
de la juventud, proporcionó al pueblo sencillo escuelas y hospitales,
y fundó asilos para pobres. Quizá sea por este trato
directo con la enfermedad que intentaba aliviar en los dolientes,
por lo que se le acostumbra a invocar entre sus
muchos devotos en Austria y Prusia contra la gota y
los reumatismos. De todos modos, ha pasado a la historia
sobre todo como un gran obispo constructor.
Murió en el 1038.
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