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Adilio Daronch, Beato |
Nació el 25 de octubre de 1908 en una familia
descendiente de emigrantes de Italia. Sus abuelos, Sebastiano Daronch y
Francesca Schena, llegaron a Brasil en 1890, junto con sus
hijos Luigi, Vincenzo, Giovanna Maria y Pietro, el padre de
Adílio. Se establecieron cerca de Río de Janeiro, pero Pietro,
a la edad de 18 años, se trasladó a Dona
Francisca (distante 30 km) para trabajar como aprendiz de zapatero
y talabartero. El 15 de enero de 1905, se casó
con Judithe Segabinazzi. El nuevo matrimonio se instaló en Dona
Francisca, donde nacieron sus tres primeros hijos: Herminia, Abílio
Francisco y Adílio. Sin embargo, algunos años después, la familia
tuvo que trasladarse a Passo Fundo y luego a Nonoai.
Pietro y Judithe formaron un ambiente familiar unido y profundamente
religioso. Eran muy caritativos. Dado que tenían una farmacia, aprovechaban
la ocasión para ayudar a muchos enfermos que no tenían
recursos: distribuían medicinas, sobre todo en el tiempo de
la epidemia de fiebre española, en 1918, que mató a
millones de personas en todo el mundo. Pietro murió el
5 de mayo de 1923 y Judithe el 23 de
marzo de 1932.
Adílio era un niño sencillo y religioso.
Le gustaba mucho orar y acompañar al párroco don Manuel.
Sobre todo le ayudaba en las misas como monaguillo.
Cuando
don Manuel recibió el encargo de dirigirse a la floresta
de Três Passos, cerca de la frontera con Argentina, para
realizar una visita pastoral a un grupo de colonos brasileños
de origen alemán, tenía decidido llevar como acompañante a Cândido
dos Santos, pero este se enfermó. Entonces pidió a Judithe
Daronch que le permitiera llevarse a su hijo Adílio. Así
la divina Providencia condujo al joven acólito hasta la gloria
del martirio.
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