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Susana, Santa |
Mártir
Martirologio Romano: En Roma, conmemoración de santa Susana, bajo cuyo
nombre, celebrado entre los mártires en los anales antiguos, en
el siglo VI fue dedicada a Dios la basílica del
Título de Gaio, junto a las termas de Diocleciano (s.
inc.).
Etimológicamente: Susana = Aquella que conserva la pureza o
la gracia, es de origen hebreo.
La Iglesia celebra junto con San Tiburcio a
Santa Susana virgen y mártir. Se cuenta que era hija
de un sabio sacerdote llamado Gabino y sobrina del Papa
San Cayo. Era tan encantadora como bella y su erudición
igualaba a la de su padre. El emperador Diocleciano, que
buscaba esposa para su hijastro Maximiano, oyó tantas alabanzas de
Susana, que mandó a Claudio, un tío de la joven
que trabajaba en la corte, a decir a Gabino que
quería casar a Susana con Maximiano. Pero, en cuanto Susana
se enteró del honor con que la distinguía el emperador,
declaró que era esposa de Cristo y que no podía
aceptar otro marido. Su tío Claudio fue, sin embargo, a
visitarla y la saludó con un beso y, al ver
que Susana se resistía a aceptarlo, le explicó que se
trataba de una simple muestra de afecto. La joven replicó:
"Lo que me repugna no es el beso sino tu
boca, profanada por los sacrificios a los ídolos." Claudio le
preguntó: "¿Cómo puedo limpiar mi boca?" "Arrepiéntete y recibe el
bautismo", fue la respuesta.
La actitud de Susana en el asunto
del matrimonio con Maximiano, impresionó tanto a Claudio, que se
instruyó y recibió el bautismo, junto con su esposa, Prepedigna,
y sus dos hijos. En seguida, puso en libertad a
sus esclavos y repartió sus bienes entre los pobres. Como
Claudio no volviese a la corte,
Diocleciano envió a su
hermano Máximo, otro cortesano, a averiguar la respuesta de Susana
y a preguntar por la salud de Claudio, a quien
creía enfermo. Máximo encontró a Claudio muy consumido por las
penitencias, y éste le comunicó la decisión de Susana. Ambos
fueron juntos a visitar a la joven y, después, discutieron
el asunto con Gabino y el Papa San Cayo. Los
cuatro hermanos comprendieron que no tenían derecho a apartar a
Susana de su vocación, a pesar del peligro en que
ello ponía a toda la familia. Máximo recibió también el
bautismo y repartió sus bienes a los pobres. Cuando Diocleciano
se enteró de la decisión de Susana y de la
conversión de los dos hermanos, montó en cólera y dio
permiso a uno de sus favoritos, llamado Julián, quien quería
vengarse de ellos, de arrestar a todos los miembros de
la familia y hacer de ellos lo que quisiese.
Temiendo
tal vez que Diocleciano se arrepintiera, Julián mandó trasladar inmediatamente
a Máximo y Claudio y a la esposa y los
hijos de este último a Cumas, donde los quemó vivos
y ordenó que sus cenizas fuesen arrojadas al mar. Santa
Susana y su padre fueron decapitados en su propia casa.
¡Felicidades
a quien lleve este nombre!
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