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Ponciano e Hipólito, Santos |
Mártires
Martirologio Romano: Santos mártires Ponciano, Papa, e Hipólito, presbítero, que
fueron deportados juntos a Cerdeña, y con igual condena, adornados,
al parecer, con la misma corona, fueron trasladados finalmente a
Roma, Hipólito, al cementerio de la vía Tiburtina, y el
papa Ponciano, al cementerio de Calisto (c. 236).
Al llegar
Ponciano a la Cátedra de Pedro, en el año 230,
encontró a la Iglesia dividida por un cisma, cuyo autor
era el sacerdote Hipólito, un maestro afamado por su conocimiento
de la Escritura y por la profundidad de su pensamiento.
Hipólito no se había avenido a aceptar la elección del
diácono Calixto como papa (217) y, a partir de ese
momento, se había erigido en jefe de una comunidad disidente,
estimando que él representaba a la tradición, en tanto que
Calixto y sus sucesores cedían peligrosamente al último capricho.
El
año 235 estalló la persecución de Maximiano. Constatando que los
cristianos de Roma se apoyaban en los dos obispos, el
emperador mandó que arrestasen a ambos, y les condenó a
trabajos forzados.
Para que la Iglesia no se viera privada
de cabeza en circunstancias tan difíciles, Ponciano renunció a su
cargo e Hipólito hizo otro tanto.
Deportados a Cerdeña, se
unieron en una misma confesión de fe, y no tardaron
en encontrar la muerte. Después de la persecución, el papa
Fabián (236-250), pudo llevar a Roma los cuerpos de ambos
mártires. El 13 de agosto es precisamente el aniversario de
esta traslación.
Pronto se echó en olvido que Hipólito había
sido el autor del cisma. Sólo se tuvo presente al
mártir y doctor, hasta tal punto que un dibujo del
siglo IV asocia sus nombres a los de Pedro y
Pablo, Sixto y Lorenzo.
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