miércoles, 8 de agosto de 2012

Román, Santo


Mártir, 9 de agosto
 
Román, Santo
Román, Santo

Mártir Laico

Martirologio Romano: En Roma, en el cementerio de san Lorenzo, en la vía Tiburtina, san Román, mártir (c. 258).
La vida de nuestro santo estuvo muy ligada a la de San Lorenzo, y es por eso que la Iglesia celebra su fiesta en la víspera de San Lorenzo. Sólo sabemos que Román era un soldado a las órdenes del emperador Valeriano. Como tal, participaba activamente en la persecución de cristianos, y probablemente fue él quien capturó a San Lorenzo.

Estuvo presente en su interrogatorio, y ya entonces comenzó a pensar en todo lo que decía aquel hombre. Román había escuchado muchas historias acerca de los cristianos: que eran caníbales, que practicaban el incesto y que se entregaban a extrañas orgías. Pero nada de eso correspondía con la actitud de su prisionero, que no hacía más que hablar del amor de Dios y de la fe en un mundo mejor. Días más tarde, cuando tuvo que presenciar la tortura de San Lorenzo, Román seguía meditando. ¿Era posible que, efectivamente, Dios hubiera venido al mundo y se hubiera dejado matar sólo por amor?

Fue entonces cuando reparó en la actitud del mártir ante los tormentos. No gritaba, ni imploraba perdón, y mucho menos parecía dispuesto a abjurar de su fe. Nuestro santo pensó que tal valor y alegría no podían ser meramente humanos: sin duda estaban inspirados por un ser superior, quizá aquel Jesús del que hablaba San Lorenzo. En ese momento vio a un ángel que estaba limpiando amorosamente las heridas del preso. Ya no lo dudó más: en su corazón se convirtió al cristianismo, y así se lo manifestó al mártir al oído.

Deseando bautizarse, se ofreció para escoltar al prisionero hasta la celda. Una vez allí buscó un poco de agua e imploró al santo que oficiase el sacramento: San Lorenzo lo hizo encantado, feliz que su martirio diese frutos tan rápidos.

Después del bautismo, Román no pudo contenerse, y le reveló al emperador que se había vuelto cristiano a través del ejemplo de aquel hombre. Valerio no lo dudó ni un instante: lo despojó del rango de soldado imperial y ordenó que fuese decapitado.

No hay comentarios: