|
Pedro del Barco, Santo |
Nació en 1088, en Ávila, España.
Educado muy cristianamente, desde la
niñez dio muestras de sus virtudes. Al quedarse huérfano se
retiró a un rincón de lo que es hoy la
Ribera barcense. Empezó a roturar y a labrar estas tierras,
así como a socorrer a los pobres y a enseñar
a las gentes. Creció la fama de su virtud y
el Obispo de Segovia le nombró canónigo de sus Catedral.
En
el año 1149 regresó al Barco con su amigo San
Pascual, natural de Tormellas. Como estaba muy viejo buscó a
un mozalbete para que lo ayudara. la tradición y la
leyenda dicen que pidió al Señor que le diera a
conocer el momento de su muerte. Le anunció que sucedería
cuando el agua de la fuente en que bebía se
convirtiese en vino. En octubre de 1155, San Pedro tuvo
sed y pidió al muchacho le trajeses un poco de
agua, al probarla observó que era vino. A los 3
días murió.
La tradición y la leyenda siguen contando: Como no
hubo acuerdo sobre dónde enterrarle, se decidió montarle en una
mula, a la que habían vendado los ojos; en el
lugar donde se parase, allí se le enterraría. La mula
partió de El Barco, pasó Piedrahíta y al llegar a
Ávila, se dirigió a la Iglesia de San Vicente donde
se paró y dejó marcada su huella, conservándose ésta actualmente.
La mula cayó muerta y fue enterrada en el trozo
de muralla más cercano a la iglesia, que conserva todavía
el nombre de “Cubo de la mula”.
San Pedro fue enterrado
en la iglesia y allí permanece, salvo el húmero que
fue extraído para depositarlo en la ermita de San Pedro,
en El Barco de Ávila. Actualmente está en el Museo
de la Iglesia Parroquial.
|
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario