2 de agosto
La Imagen, revestida como reina, con el niño y el cetro, con los colores de la bandera boliviana. En su vestido, la Eucaristía y los ángeles en adoración. |
NUESTRA SEÑORA DE COPACABANA,
Patrona de Bolivia
En la frontera de Perú y Bolivia, en la parte que corresponde a ésta última, la península de Copacabana se adentra en el lago Titicaca acercándose a las islas del Sol y de la Luna, antiguos lugares sagrados de los Incas. En este lugar, a más de cuatro mil metros sobre el nivel del mar, a 139 km. de La Paz, Bolivia y recostado sobre una colina, surge el culto a la "Santísima Virgen de la Candelaria, Nuestra Señora de Copacabana".
En el pequeño pueblo de Copacabana, sus habitantes vivían divididos en dos grupos, los Anansayas y los Urinsayas. A pesar de haber recibido la fe, vivían apegados a sus antiguas supersticiones. Las malas cosechas y otras desventuras los obligaron a pensar en atraerse los favores del cielo y resolvieron los Anansayas erigir una cofradía y ponerla bajo la advocación de la Virgen de la Candelaria. Se opusieron los Urinsayas alegando que ellos tenían pensado dedicarla a San Sebastián, pero al final no se hizo nada.
Un buen hombre llamado Francisco Tito Yupanqui, descendiente del Inca Huayna Capac(1), no abandonó la idea y concibió el proyecto de labrar una imagen de la Virgen pensando que una vez hecha y trasladada al pueblo sería más fácil establecer la cofradía propuesta. Este escultor aficionado, ayudado por su hermano Felipe, trabajó una imagen de la Virgen en arcilla, de una vara de alto. Por los resultados, esta imagen debió representar la buena voluntad alejada de las gracias naturales de María. Fue colocada a un lado del altar por el Padre Antonio de Almeida, que hacía de párroco o predicador. Al dejar Copacabana don Antonio de Almeida, se hizo cargo de Copacabana el predicador bachiller don Antonio Montoro, quien al ver esa imagen desgarbada, tosca y sin proporciones, mandó sacarla del altar y llevarla con desaire a un rincón de la sacristía.
Humillado Francisco Tito por este contratiempo y aconsejado por los suyos, marchó a Potosí, que contaba con destacados maestros en escultura de imágenes sagradas. Llegó a adquirir en el taller del maestro Diego Ortiz, cierto dominio en la escultura y en la preparación de la madera. Con esos conocimientos se resolvió trabajar la imagen definitiva de la Candelaria. Buscó por todas las iglesias de Potosí una imagen de la Virgen que pudiera servirle de modelo. Le indicaron una en Santo Domingo. Se fijó en ella con suma atención para grabarla en su mente y antes de comenzar su trabajo, hizo celebrar una Misa en honor de la Santísima Trinidad, para obtener sobre su obra la bendición divina.
Desde un principio la imagen cobró fama de ser milagrosa, lo cual se extendió por toda la comarca, el Virreinato y el Continente entero. Los Padres Agustinos construyeron la primera Capilla Mayor entre 1614 y 1618. El Virrey de Lima, Conde de Lemos, apoyó moral y materialmente la construcción de la Basílica desde 1668 y asistió a la inauguración de la misma en 1678.
El templo actual data de 1805 y la imagen fue coronada durante el pontificado de Pío Xl. Con el paso del tiempo los fieles donaron, para adorno de la imagen, gran cantidad de valiosas joyas y el templo se llenó de regalos y tesoros. Cuando se independiza Bolivia en 1825 existía una ascendente y permanente presencia de la Virgen de Copacabana en la fe de ese pueblo. Sin embargo, en 1826 el Presidente de Bolivia, Mariscal Antonio José de Sucre, expropió todas las joyas coloniales del tesoro del Santuario de la Virgen para fundirlas en las primeras monedas de oro y plata de Bolivia.
El 1 de Agosto de 1925, año del primer Centenario de la independencia de Bolivia, la Virgen de Copacabana fue coronada como Reina de esa nación. El 7 de Noviembre de 1940, el Templo Mariano de Copacabana, fue declarado Basílica Menor.
El cuerpo de la imagen está totalmente laminado en oro fino y en sus ropajes se reproducen los colores y las vestiduras propias de una princesa inca. Su forma original está permanentemente cubierta por lujosos mantos y trajes superpuestos a la talla, luciendo además una larga peluca de pelo natural. La imagen, que mide un poco más de cuatro pies, sostiene al Niño de manera muy peculiar, como si éste estuviera a punto de caerse. En su mano derecha sostiene un canastillo y un bastón de mando, regalo y recuerdo de la visita que en 1669 le hizo el Virrey del Perú. La imagen original nunca sale de su santuario y para las procesiones se utiliza una copia de la misma. Es típico del santuario, que los que lo visitan salgan de él caminando hacia atrás, con la intención de no darle la espalda a su querida patrona cuya fiesta original se celebraba el 2 de febrero, día de la Purificación de María, y luego se ha trasladado al 5 de agosto, con liturgia propia y gran celebración popular.
(1) Francisco Tito Yupanqui, de sangre real, era descendiente directo de los Reyes Incas. Nació en Copacabana y en el escudo de armas que concedió el Emperador Carlos V a sus antepasados tenía el lema "Ave María". Se conoce poco de su vida anterior a la confección de la imagen de la Candelaria y su vida posterior a la entronización de la sagrada imagen.
Virgen de Copacabana
Virgen de la Candelaria de Copacabana | |
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Imagen de la Virgen de la Candelaria, conducida a Copacabana por su escultor Francisco Tito Yupanki |
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Venerada en | Iglesia Católica |
Templo | Basílica de Nuestra Señora de Copacabana en Copacabana (Bolivia) |
Festividad | 2 de febrero y 5 de agosto |
Simbología | La candela y la canasta con dos tórtolas |
Patrona de | De la Policía Nacional de Bolivia y "Reina de la Nación" |
Fecha de la imagen | 1583 |
Estilo | Tallado |
Su fiesta se celebra el 2 de febrero y también el 5 de agosto. Fue coronada y declarada "Reina de la Nación" en 1925.
El culto a la Virgen de Copacabana se inició en 1583 en el pueblo de Copacabana, a más de 3.800 metros sobre el nivel del mar, y a 139 km de la ciudad de La Paz, y recostado sobre una colina, donde la península de Copacabana se adentra en el lago Titicaca, lugar que corresponde a Bolivia, acercándose a las islas del Sol y de la Luna, antiguos lugares sagrados para los aymaras e incas.
Su veneración se extiendió desde sus inicios a diversas países de América, como Argentina, Brasil, Colombia y Perú; y también a países de Europa, como España. Asimismo, varios lugares llevan el nombre de Copacabana en Argentina, Brasil y Colombia.
Durante la colonia Copacabana, que era parte del Collao o Provincia de Chucuito, fue evangelizado y catequizado por los padres dominicos desde 1539 hasta 1574. Con este propósito establecieron una doctrina en Copacabana y en los otros pueblos vecinos como Pomata, Chucuito, Acora, Ilavi, Juli, Zepita y Yunguyo.1 Los dominicos, aparte de propagar la fe cristiana católica, como orden mariana, propagaron también una profunda devoción a la Virgen María en toda esta región. Además de propagar el rezo del Rosario, cabe recordar que los dominicos eran desde 1530 los custodios de uno de los santuarios marianos más importantes de España, el Santuario de Nuestra Señora de la Candelaria de las Islas Canarias.2
En el pueblo de Copacabana, alrededor de 1580 sus habitantes vivían divididos en dos grupos, los Anansayas y los Urinsayas. A pesar de haber recibido la fe cristiana, vivían apegados a su religión primigenia. Las malas cosechas y otras desventuras los obligaron a pensar en atraerse los favores del cielo y resolvieron los Anansayas erigir una cofradía y ponerla bajo la advocación de la Virgen de la Candelaria. Mientras que los Urinsayas se opusieron alegando que ellos tenían pensado dedicarla a San Sebastián, pero al final no se hizo nada.
Un hombre llamado Tito Yupanki, descendiente del inca Wayna Qhapak, no abandonó la idea y concibió el proyecto de labrar una imagen de la Vírgen pensando que una vez hecha y trasladada al pueblo sería más fácil establecer la cofradía propuesta. Este escultor aficionado, ayudado por su hermano Felipe, trabajó la imagen de la Vírgen en arcilla, de una vara de alto, por los resultados, esta imagen debió representar la buena voluntad alejada de las gracias naturales de María. Fue colocada a un lado del altar por el Padre Antonio de Almedia, que hacía de párroco. Al dejar Copacabana don Antonio, se hizo cargo de Copacabana el predicador bachiller don Antonio Montoro, quien al ver esa imagen desgarbada, tosca y sin proporciones, mandó sacarla del altar y llevarla con el desaire a un rincón de la sacristía.
Humillado Francisco Tito por este contratiempo y aconsejado por los suyos, marchó a Potosí, que contaba con destacados maestros en escultura de imágenes sagradas. Llegó a adquirir en el taller del Maestro Diego Ortiz, cierto dominio en la escultura y en el tallado de la madera. Con esos conocimientos se resolvió trabajar la imagen definitiva de la Candelaria. Buscó por todas las iglesias de Potosí una imagen de la Virgen que pudiera servirle de modelo, encontrando en el Convento de Santo Domingo a la Virgen del Rosario. Se fijó en ella con suma atención para grabarla en su mente y antes de comenzar su trabajo, hizo celebrar una misa en honor de la Santísima Trinidad, para obtener sobre su obra la bendición divina.
Los Urinsayas, en principio, admitieron fundar la cofradía, pero no aceptaron la efigie labrada por Yupanqui, por lo que éste empezó a buscar comprador. En La Paz, la imagen llegó a manos del cura de Copacabana quien decidió llevar la imagen al pueblo. El 2 de febrero de 1583, la imagen de María, llegó a la población de Copacabana, lo que hace de este santuario mariano uno de los más antiguos de América, junto al santuario de Guadalupe en México. Todo el pueblo salió gozoso a recibirla y con gran alegría la condujeron a la Iglesia donde se celebró una misa en su honor y se entronizó la imagen de la Virgen.
Descripción de la Imagen
El cuerpo de la imagen está tallado en madera de maguey y esta totalmente laminado en oro fino y en sus ropajes se reproducen los colores y las vestiduras propias de una princesa inca. Su forma original esta permanentemente cubierta por lujosos mantos y trajes superpuestos a la talla, luciendo además una larga peluca de pelo natural. La imagen, que mide un poco más de cuatro pies, sostiene a un niño de manera muy peculiar, como si estuviera a punto de caerse. En su mano derecha sostiene un canastillo y un bastón de mando, regalo y recuerdo de la visita que en 1669 le hizo el Virrey del Perú.La imagen original nunca sale de su santuario, para las procesiones se utiliza una réplica de la misma. Es típico del santuario, que los que visitan salgan de él caminando hacia atrás, con la intención de no darle la espalda a su querida Madre cuya fiesta se celebra el 2 de febrero, día de la Purificación de María o fiesta de la Virgen de la Candelaria, pero, también se celebra el 5 de agosto, con liturgia propia y gran celebración popular.
Construcción del Templo Mayor
Desde un principio la imagen cobró fama de ser milagrosa, lo cual se extendió por toda la comarca, el Virreinato y el continente entero. Los padres Agustinos construyeron la primera capilla Mayor, entre los años 1614 y 1618. El Virrey de Lima, Conde de Lemos, apoyó moral y económicamente la construcción de la Basílica desde 1668 y asistió a la inauguración de la misma en el año 1678.En la actualidad la Basílica data del año 1805 y la imagen fue coronada durante el pontificado del Papa Pío XI en 1925, con el paso del tiempo los fieles donaron, para adorno de la imagen, gran cantidad de valiosas joyas y el templo se llenó de regalos y tesoros. Cuando se independizó Bolivia en el año 1825, existía un ascendiente y permanente presencia de la Virgen de Copacabana en la fe de todo el pueblo.
En 1826 el Presidente de la República de Bolivia, el Mariscal Antonio José de Sucre, expropió todas las joyas coloniales del tesoro del Santuario de la Virgen para fundirlas en las primeras monedas de oro y plata de Bolivia.
Distinciones
- El 1 de agosto de 1925, año del primer centenario de la Independencia de Bolivia, en ocasión de la celebración del Primer Congreso Eucarístico Nacional, la Vírgen de Copacabana fue coronada como Reina de la Nación por el Breve Apostólico de Pío XI de 29 de julio de 1925.
- El 2 de diciembre de 1954, la Policía Nacional de Bolivia la proclamó "Patrona del Cuerpo Nacional de la Policia" y le concedió el grado de "Generala".
- En 1969 la Fuerza Naval Boliviana le confirió el grado de "Almirante".
Devoción en otros países
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- Argentina
La celebración se realiza el segundo y tercer domingo de octubre, en el Barrio General San Martín, más conocido como Barrio Charrúa. La primera fecha indicada, luego de la celebración de la misa de fiesta, se realiza la procesión de la imagen de la Virgen de Copacabana por algunas calles de la zona, seguido de los grupos folclóricos de danzas; la segunda fecha se realiza propiamente la demostración de los danzas propias de Bolivia, como se hacen en las entradas típicas en las fiestas en Bolivia.5
Copacabana. En la localidad de Copacabana de la Provincia de Catamarca, también se celebra su fiesta.
Copacabana. En la localidad de Copacabana de la Provincia de Córdoba se celebra su fiesta el 2 de febrero.
Luján. Desde el año 1956 se realiza cada primer domingo de agosto una peregrinación a la Basílica de Nuestra Señora de Luján, donde se celebra una misa de fiesta en honor a la Virgen de Copacabana. Y también se celebra una misa los primeros domingos de Febrero, Mayo y Noviembre en el camarín de la Virgen.
Punta Corral. Según los datos históricos la Virgen de Copacabana se apareció a un pastor en julio de 1835. Cada año, desde varios lugares, sus devotos realizan una multitudinaria peregrinación el día Lunes Santo hasta Punta Corral.6 Luego retornan hacia Tumbaya y Tilcara, en la Provincia de Jujuy, transportando dos imágenes de la Virgen de Copacabana, para después continuar con la fiesta el Sábado de Gloria. Posteriormente, el día 17 de julio se lo devuelven las imágenes a la capilla de Punta Corral.7
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- Brasil
Río de Janeiro. El siglo XVII en el antiguo barrio Sacopenapã, se levantó una capilla en honor a la Virgen de Copacabana, donde se entronizó una réplica llevada desde Copacabana. La imagen terminó por dar nombre a la famosa playa de Copacabana y al barrio de Copacabana.
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- Colombia
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- España
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- Perú
Véase también
- Basílica de Nuestra Señora de Copacabana
- Copacabana (Bolivia)
- Francisco Tito Yupanqui
- Virgen de Copacabana (Película)
- Virgen La Bella
- Virgen de Urkupiña
- Virgen de Cotoca
- Virgen de Chaguaya
- Virgen del Socavón
- Virgen del Carmen, Patrona de Bolivia.
Referencias
- ↑ Rojas Crespo, Gerardo Wilmer (2002). «Dominicos», en Barnadas Josep M., ed., Diccionario Histórico de Bolivia, I,. Sucre: Grupo de Estudios Históricos. p. 705-707
- ↑ «Convento Nuestra Señora de Candelaria, Historia». Consultado el 29 de marzo de 2011.
- ↑ «Nuevo puente aéreo entre Argentina y Bolivia (Página 12)» (14 de mayo de 2010). Consultado el 25 de noviembre de 2010.
- ↑ «Bolivia en Buenos Aires (La Nación)» (2008). Consultado el 18 de mayo de 2009.
- ↑ «Ficha etnográfica, Virgen de Copacabana (Barrio Charrúa)» (2003-2004). Consultado el 3 de noviembre de 2009.
- ↑ «Punta Corral». Consultado el 28 de noviembre de 2010.
- ↑ «Virgen de Copacabana de Punta Corral, Jujuy, Argentina». Consultado el 28 de noviembre de 2010.
- ↑ Gaviria Correa, Anibal, ed. (2000). Municipios de Mi Tierra. 29 Barbosa,Girardota,Copacabana. El Mundo, Medellín.
- ↑ «Nuestra Señora de Copacabana, una devoción andina patrona de Rubielos Altos (Cuenca)» (2002). Consultado el 28 de noviembre de 2010.
- ↑ «Santuario Arquidiocesano de Nuestra Señora de Copacabana de Lima». Consultado el 28 de noviembre de 2010.
Bibliografía
- ELÍAS Julio María, Copacauana-Copacabana, La Paz 1978.
- LAUMONIER Isabel, Festividad de Nuestra Señora de Copacabana: Un foco de cohesión de los migrantes bolivianos en la Argentina, Buenos Aires 1990.
- LÚJAN López Francisco B., «Nuestra Señora de Copacabana, una devoción andina patrona de Rubielos Altos (Cuenca). Su origen y difusión», Revista Murciana de Antropología, 8 (2002) 193-246.
- RAMOS Gavilán Alonso, Historia del Santuario de Nuestra Señora de Copacabana (1621), La Paz 1976.
- SANTA CRUZ Victor, Historia de Copacabana, La Paz 1971.
- SERNA Sánchez Cristobál, Tiempo, Espacio e Historia de Copacabana, La Paz 2002.
- VALDA Martínez Edgar Armando, Potosí y la Virgen de Copacabana: F. T. Yupanqui, la ch'ujlla y la Janaxkacha, Potosí 1992.
Enlaces externos
- Nuestra Señora de Copacabana, Bolivia
- Virgen de Copacabana, Reina de Bolivia
- La Virgen de Copacabana
- Tito Yupanqui
- Tito Yupanqui: El soñador de la Virgen de Copacabana
- Tito Yupanqui vivió tres milagros hasta esculpir a la Virgen
- Visita Bolivia - Copacabana
- Copacabana - Bolivia
- Copacabana: Una Virgen venerada en el Brasil
Nuestra Señora de
Copacabana
Bolivia
Copacabana
es una ciudad y puerto de Bolivia, capital de la provincia de Manco Cápac,
sobre el lago Titicaca.Copacabana se halla enclavada a las orillas del Lago Sagrado o Titicaca, en la península del mismo nombre. El grandioso escenario que le rodea está compuesto por el macizo andino de la Cordillera Real.
Desde los primeros días de la Conquista del Collao por los hermanos Pizarro, hacia el 1538, se comenzó a predicar el Evangelio. Esta misión difícil en esos momentos la tomaron los religiosos de la Orden de Santo Domingo.
Francisco Tito Yupanqui, de sangre ral, era descendiente directo de los Reyes Incas. Nació en Copacabana y en el escudo de armas que concedió el Emperador Carlos V a sus antepasados tenía el lema "Ave María". Se conoce poco de su vida anterior a la confección de la imagen de la Candelaria y su vida posterior a la entronización de la sagrada imagen.
Desde niño demostró profundo amor a la Santísima Virgen María y por este amor defendió el deseo de su parcialidad, pues era Hanansaya, que la imagen de la Candelaria presidiera en el altar mayor de la humilde capilla de Copacabana y el anhelo de contar con la Cofradía para honrar a la Santísima Virgen.
Tenía inclinación natural a la pintura y a la escultura. Carecía, en cambio, del conocimiento de las elementales reglas de estas nobles artes.
No obstante, ayudado por su hermano Felipe, trabajó una imagen de la Virgen en arcilla, de una vara de alto. Por los resultados, esta imagen debió representar la buena voluntad alejada de las gracias naturales de María. Fue colocada a un lado del altar por el padre Antonio de Almeida, que hacía de párroco o doctrinero. Al dejar Copacabana don Antonio de Almeida, se hizo cargo de Copacabana el doctrinante bachiller don Antonio Montoro, quien al ver esa imagen desgarbada, tosca, sin proporciones, mandó sacarla del altar y llevarla con desaire a un rincón de la sacristía.
Humillado Francisco Tito por este contratiempo y aconsejado por los suyos, marchó a Potosí, que a la sazón contaba con destacados maestros en escultura de imágenes sagradas. El sincero y profundo amor que experimentaba a la Santísima Virgen era más eficaz que su inclinación natural a la imaginería y la pintura.
Con fervientes oraciones y ayunos, comprometió la bondad de María para proporcionar a su pueblo una imagen digna de veneración. Con esta santa preocupación buscaba, el pobre escultos, por todas las iglesias de Potosí una imagen de la Virgen que pudiera servirle de modelo. Le indicaron una en Santo Domingo. Se fijó en ella con suma atención para grabarla en su mente.
Tito Yupanqui, el sencillo amante de la Virgen María, llegó a adquirir en el taller del maestro Diego Ortiz, cierto dominio en la escultura y en la preparación de la madera. Con esos conocimientos se resolvió trabajar la imagen definitiva de la Candelaria. Antes de comenzar su trabajo, hizo celebrar una Misa en honor de la Santísima Trinidad, para obtener sobre su obra la bendición divina.
Fue indecible el gozo que experimentaba Francisco Tito Yupanqui mientras daba los últimos toques a su bendita y amada Virgen Candelaria.
Llegó al pueblo de Copacabana la preciosa imagen en medio de los sollozos de la confusa procesión. Fue un triunfo de la Virgen la llegada a su trono de gloria. Desde allí dio comienzo a su maternal misericordia, derramando a manos llenas milagros extraordinarios y gracias sin cuento.
Los milagros otorgados por la Virgen de Copacabana a cuantos la han invocado con fe y confianza, son innumerables.
Nuestra Señora de Copacabana
Revestida como reina con el niño y el cetro, con los colores de la bandera boliviana. Note en su vestido la Eucaristía y los ángeles en adoraciónFoto: corazones.org, de la cripta de la Basílica de Luján, Argentina |
Nuestra Señora de la Candelaria de Copacabana
Fiesta: 5 de agosto.
La península de Copacabana se adentra en el lago Titicaca, acercándose a las islas del Sol y de la Luna, antiguos lugares sagrados de los Incas. Allí, a cuatro mil ocho metros sobre el nivel del mar, la Madre de Dios quiso acercarse a sus hijos para así atraerlos al verdadero Dios. Lo hizo con la mayor delicadeza y respeto. Lo hizo con el amor de Madre que busca a sus hijos mas pequeños. Su rostro tiene rasgos indígenas y es toda dulzura con su Niño en brazos, que parece caerse pero no. La Madre lo sostiene segura. El Niño es el gran regalo que la madre obsequia. Así surge el culto a la "Santísima Virgen de la Candelaria, Nuestra Señora de Copacabana".
Es una efigie de poco mas de cuatro pies modelada enteramente en pasta de maguey y terminada en estuco. El cuerpo de la imagen está totalmente laminado en oro fino y en sus ropajes se reproducen los colores y las vestiduras propias de una princesa inca. Su forma original permanece permanentemente cubierta por hermosos mantos y trajes. Su pelo es largo sobre sus hombros.
Fue tallada por Francisco Tito Yupanqui, descendiente del Inca Huayna Capac. Era escultor aficionado y aunque puso mucho empeño en su obra, era inexperto. Sus primeros intentos fueron rechazados uno tras otro, hasta que finalmente Dios le recompensó con poder lograr esta imagen de la Virgen que fue humildemente entronizada en una pobre iglesia de adobe y piedras el 2 de febrero de 1583, lo que hace de este santuario mariano uno de los más antiguos de las Américas.
El templo actual data de 1805 y la imagen fue coronada durante el pontificado de Pío XI. Con el paso del tiempo los fieles donaron, para adorno de la imagen, gran cantidad de valiosas joyas y el templo se llenó de regalos y tesoros. Riqueza que fue posteriormente saqueada por generales, presidentes y dictadores de turno. A pesar de ello, la "Coyeta", como la llaman los quechuas y los aimaraes; lleva al cuello, en las manos y el pecho, ricas alhajas y de sus orejas cuelgan valiosos pendientes de piedras preciosas obsequiados por sus devotos. En su mano derecha sostiene un canastillo y un bastón de mando, regalo y recuerdo de la visita que en 1669 le hizo el virrey del Perú.
La imagen original nunca sale de su santuario y para las procesiones se utiliza una copia de la misma.
Es típico del santuario, basílica desde 1949, que los que lo visitan salgan de él caminando hacia atrás, con la intención de no darle la espalda a su querida patrona.
Su fiesta originalmente se celebraba el 2 de febrero, día de la Purificación de María, y luego se ha trasladado al 5 de agosto, con liturgia propia y gran celebración popular.
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