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Estanislao de Kostka, Santo |
Patrono de los novicios y seminaristas
Su celebración litúrgica se celebra
el 13 de agosto
Martirologio Romano: En Roma, san Estanislao de
Kostka. Polaco de origen, con el deseo de entrar en
la Compañía de Jesús huyó de la casa paterna y
se dirigió a pie a Roma, siendo admitido allí en
el noviciado por san Francisco de Borja y, consumado en
breve tiempo realizando los mas humildes servicios, murió resplandeciente de
santidad (1568).
Etimológicamente: Estanislao = Gloria y honor de su
grupo
De este santo tan joven
ha quedado una frase muy popular. Le preguntaron qué hay
que hacer para demostrarle a la Virgen que la amamos,
y respondió: "Ofrecerle pequeños homenajes, pero no dejar nunca de
ofrecérselos".
Era hijo de un rico senador de Polonia, y nació
en el castillo de su padre en 1550. A los
14 años entró a estudiar en un colegio de Jesuitas,
pero tropezó con tres grandes obstaculos para su felicidad. El
primero fue que su padre lo hizo hospedar en una
casa de un calvinista protestante, el cual trataba mal a
los católicos que eran fervorosos. El segundo fue su hermano
mayor Pablo, fiestero y mundano (todo lo contrario a Estanislao
que era recogido y piadoso). Y tercero, que el profesor
que su padre les consigió para que les dirigiera, le
tenía una antipatía especial y lo trataba con gran dureza.
Todo esto le fue formando la personalidad y lo fue
desprendiendo del mundo donde la gente no sabe hacer felices
a los demás.
Como su hermano lo trataba mal, y el
calvinista protestante no lo dejaba comulgar y el profesor era
muy duro, y su padre se oponía a que se
hiciera religioso, Estanislao dispuso huir de su casa e irse
lejos, muy lejos, donde puediera realizar sus ideales religiosos. Quiso
hacerse Jesuita en su país pero los padres de esa
comunidad no se atrevieron a recibirlo por temor a echarse
de enemigo a su padre. Entonces emprendió un viaje a
pie a 500 kilómetros. Primero a Alemania, donde fue recibido
amablemente por el superior regional de los Jesuitas. San Pedro
Canisio, y luego hasta Roma, donde el superior general San
Francisco de Borja lo recibió con especial cariño.
Al principio los
religiosos lo emplearon en oficios humildes y domésticos, como lavar
loza, servir en el comedor, etc. (a él que era
de familia rica y distinguida), y lo hizo con muy
buena voluntad y verdadera alegría.
Luego fue admitido en el noviciado
donde resultó ser un verdadero modelo de santidad para todos.
Se propuso hacer extraordinariamente bien las cosas ordinarias. Solamente alcanzó
a durar nueve meses en aquella vida religiosa, pero fueron
suficientes para dejar gran fama de piadoso, amable, servicial, buen
trabajador, y excelente estudiante.
Su amor a Jesús Sacramentado era tan
ardiente que cuando entraba al templo, su rostro se le
volvía resplandeciente o se enrojecía. Y durante la santa misa
o después de comulgar, frecuentemente era arrebatado en éxtasis, y
quedaba como fuera de sí, sin darse cuenta de lo
que sucedía a su alrededor.
Polonia, el país de Estanislao, es
una tierra donde hace intenso frío. Y en cambio los
calores de Roma son casi insoportables en el mes de
agosto. Y esto afectó fuertemente la salud del joven novicio
y al principio de agosto empezó a sentirse muy mal.
El 10 de agosto charlando con un religioso le dijo:
"Estoy pensando cómo será de grande y bonita en el
cielo la fiesta de la Asunción de la Virgen María.
Desearía ir este año a presenciarla". Y Dios le concedió
su buen deseo.
Empezó a agravarse, y aunque los padres de
la comunidad creían que la enfermedad le pasaría muy pronto,
él estaba seguro de que la hora de su muerte
estaba para llegar.
Y así el 15 de agosto de 1568,
cuando sólo tenía 18 años, voló a la eternidad. Fue
a presenciar la fiesta de la Asunción de la Virgen,
en el cielo, como era su deseo.
Poco después llegó el
hermano a llevárselo por la fuerza a Polonia, y se
encontró con la amarga noticia de que había muerto. El
pobre Pablo quedó toda la vida con el remordimiento de
haber tratado tan duramente a Estanislao, y llegó a ser
después un fervoroso creyente, y asistió a la beatificación de
su hermano.
Por su intercesión se obtuvieron numerosos milagros, y el
Santo Padre Pablo V lo canonizó el 31 de Diciembre
de 1726 declarándolo patrono de los novicios y de los
que se preparan al sacerdocio.
ORACION Querido Benjamín de la Iglesia, abrasado serafín
de la Compañía de Jesús, cuyo sagrado instituto abrazasteis por orden
de la misma Reina de los Ángeles, haciendo para ello
en traje de peregrino un largo y penoso viaje. Hermoso
Estanislao, en cuyos dichosos brazos descansó el niño Dios, trayéndote milagrosamente
la salud y recreándote con su dulcísimo presencia. Ángel en carne
humana, a quién repetidas veces los Espíritus angélicos dieron milagrosamente el
Pan de los Ángeles. Nobilísimo joven, que niño secular contenías con
vuestra modestia a la juventud disoluta, y ya novicio de la
Compañía arrastrabais a otros con vuestro noble ejemplo a la más
sublime perfección. Tu, cuyo pecho abrigaba tanto fuego de amor
divino, que no cesó de abrasaroS hasta consumiros, haced, amabilísimo santo
mío, que prenda en mi corazón un centella de la llama
celestial, que consumiendo mi amor propio, purifique mi espíritu de
manera que logre después de este destierro, entregar mi alma
en los brazos de María Santísima, y reinar con Vos
eternamente en el cielo. Amén.
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