jueves, 24 de octubre de 2013

"Señales de resurrección" y la Oración de Jesús. Experiencia personal.


Icono escrito por el Higúmeno Hmje. David Argibay (*)
El primer libro que leí sobre espiritualidad cristiana oriental fue la Filocalia de la Oración de Jesús.(1)
Fue como entrar a un mundo en ese momento desconocido para mí, y quedé deslumbrada por la profundidad de sus palabras. En una parte dice:

"El corazón es el lugar donde el alma y el cuerpo se comunican en las profundidades del ser. De este modo, los efectos de la Oración del corazón se hacen sentir en el cuerpo tanto como en el alma".

Justo en ese tiempo estaba en una época de una gran búsqueda del sentido de muchas cosas ( y sigo...), y creo que esa chispa del Espíritu comenzó a calentar mi corazón, llevándome por caminos que en ese momento nunca hubiera imaginado.

"El cuerpo recibe también los efectos de la ILUMINACIÓN. 'Si tu ojo -tu corazón- está sano, todo tu cuerpo será iluminado'(Mt 6,22). Cuando la Oración de Jesús se convierte en Oración del Corazón, su primer efecto es la iluminación."

¿Iluminado? -me preguntaba- ¿Cómo será eso de que la repetición incesante de una oración  pueda llegar a "sanar tu corazón" hasta el punto de "iluminar todo tu cuerpo"? ¿Tendré que aprenderme todas esas técnicas de respiración, de meditación, etc. para ir por ese camino? ¿Cómo podré permanecer en oración todo el día con tantas tareas que te quitan la concentración?. ¿Si ahora comienzo a practicarla sin ningun tipo de instrucción, pero con mucha fe y buena intención, me bastará con mi sólo esfuerzo para purificar mi corazón?.

"La iluminación aportada por la Oración del corazón viene sólo de la gracia. Sólo la gracia divina posee en sí misma la facultad de comunicar la deificación a los seres de una manera analógica; entonces la naturaleza resplandece con una luz sobrenatural y se encuentra transportada por encima de sus propios límites por una sobreabundancia de gloria"

Pero, siendo sincera, creo que a muchos nos pasa, no somos tan constantes para las cosas, y cuando nuestro interior es un desorden total, más todavía. Por lo tanto se imaginarán lo mucho que me duró eso de "si me bastará con mi sólo esfuerzo". En ese momento aún no estaba preparada para comprender algunas cosas ( no es que ahora lo esté...), y aunque la tenía como un elemento más en mi vida espiritual, ella en silencio y lentamente fue haciendo su obra.

"La iluminación no se produce sin trabajo: ella, a veces, sólo es dada al término de una prolongada espera, de una larga pena. Ello se debe a que el corazón es también dominio del pecado, de lo oscuro, de las tinieblas. No olvidemos el sentido de las palabras de la Oración: 'Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, pecador'. Es necesario forzar esa oscuridad por la contrición y el verdadero arrepentimiento, a menudo por las 'las lágrimas'; es la 'gracia del enternecimiento' la que imprime en la mirada y el rostro de los espirituales de Oriente una dulzura semejante."

Hoy quiero aprender más, sé tan poco sobre la Oración de Jesús, y voy comprendiendo que todo lo que tenga que ver con  la espiritualidad cristiana oriental está profundamente unido a la Divina Liturgia. Me acuerdo que en un primer mail que mandé al monasterio católico bizantino para manifestar algunas inquietudes que tenía, me contestó el Padre David diciéndome entre otras cosas "La Divina Liturgia (Santa Misa Bizantina) es el centro de la vida que todo lo ilumina, y para nosotros (los monjes) la Vida es una especie de liturgia continua". Luego, entonces cada día éstas palabras fueron cobrando más sentido para mí, y fui tomando conciencia de qué importante es la oración para el alma, y cómo el Espíritu es el gran protagonista en esta tarea: "La vida espiritual consiste en la adquisición del Espíritu Santo" decía San Serafín de Sarov.(2)

"Por el Espíritu Santo que vive en Cristo y, en consecuencia, en la Iglesia, el Señor sigue ejercitando su poder en la Iglesia, no sólo con palabras, sino con actos directos. Este poder lo ejerce, particularmente, a través de los sacramentos, la liturgia y la respuesta fiel, positiva, que da a las plegarias de la Iglesia. La Iglesia mantiene su lazo con Cristo por la fe que se manifiesta en la oración (....). En la oración, el alma pierde su rigidez y se vuelve sensible, receptiva y abierta a la energía de Dios. La Iglesia es el lugar y la forma del poder de Dios, perpetuamente activo en y entre los hombres, porque es el lugar de la oración. La oración pide que Dios actúe, y Dios actúa gracias a la oración. La iglesia es el lugar del encuentro sensible entre nuestra oración y el poder de Dios (....). La Iglesia es el campo del Espíritu y, por tanto, es el lugar en donde se realiza la salvación. Hay que recordar que las oraciones de los creyentes en sus casas o en cualquier otro lugar son también oraciones de la Iglesia, porque la Iglesia está presente en todas partes, allí donde se encuentra uno de sus miembros." (3)

Volviendo al texto sobre "La Filocalia de la Oración de Jesús", con respecto a lo que comentaba al principio sobre la "iluminación", en una parte dice (aludiendo al que el cuerpo también recibe los efectos de la oración):

"Bajo el resplandor de las "energías divinas", las "energías del corazón" son vivificadas a su vez y, por su resplandor, transfiguran al ser entero, como bajo la acción de un sol interior."

Como le sucedió a San Serafín de Sarov, cuyo rostro se iluminó como un sol, cuando conversaba con su discípulo Motovilov, quien sorprendido le dijo cómo lo veía. "No tengas miedo, dijo San Serafín. Tú te has vuelto tan luminoso como yo, tú también estás, ahora, en la plenitud del Espíritu Santo. De otro modo no habrías podido verme así." (2)
Icono de San Serafín de Sarov que está en la Iglesia del Monasterio


Y a continuación el texto completo, que más me impactó, en aquel entonces ( y el motivo del nombre de este blog): 

" Pero junto a esas gracias extraordinarias, cuántas otras más comunes pero igualmente auténticas, en cientos, en miles de humildes y simples creyentes, a través de toda Rusia...y el mundo entero. Así resplandecían esos rostros de ancianos, de mujeres, de niños que hemos visto en todas las iglesias, totalmente iluminados, durante la celebración de la Divina Liturgia. Cuando salían de la Divina Liturgia, todos los hombres y todas las mujeres de nuestra aldea eran como Teóforos, es decir "Portadores de Dios". Todos habían comulgado. Y en sus venas corría la sangre de Dios. Eran hijos de Dios y deificados. Ciertamente, tales gentes son campesinos rudos, y pobres. Ellos saben lo que son...Y , saliendo de la Iglesia, llevaban a Dios en ellos. Y marchaban con precaución. Como se marcha cuando se transporta algo inestimable. Y ellos eran así Teóforos, "Portadores de Dios".Cuando se lleva una lámpara o un cirio, se tiene el rostro iluminado por la llama; cuando se lleva en sí a Dios, que es la luz de las luces, se está iluminado desde adentro, de tal manera que toda la carne y todo el cuerpo son transfigurados, embellecidos...No he visto jamás piel ni carne más bellas que las del rostro de los Teóforos, de las gentes que llevaban en ellos la deslumbrante luz de Dios. Su carne era deificada, sin peso ni volumen, transfigurada por la luz del Espíritu divino. Esa luz pura, inmaterial, que ya transfigura el cuerpo, es una anticipación de la resurrección. Esas son las señales de la Resurrección futura. Es cuerpo terrestre está, ya, como revestido con el cuerpo espiritual, con el traje blanco de los redimidos por Jesucristo "La alegría espiritual que viene del espíritu al cuerpo, no está totalmente corrompida por la comunión del cuerpo , sino que transforma al cuerpo y lo vuelve espiritual". 
 
Desde entonces cada vez que comulgo pienso: "¡Soy teófora, portadora de Dios! como la Santísima Virgen María cuando llevó en su vientre al Niño Jesús". Y sin dudas va cambiando mi manera de relacionarme con mi prójimo: cuando van saliendo de comulgar los veo marchar con un semblante diferente, y hasta a veces me dan ganas de inclinarme frente a cada uno, conciente del majestuoso Tesoro que esconden en su interior. Luego doy gracias a Dios por permitirnos llevar este Don inestimable, por venir Él primero a nuestro encuentro para darnos su Espíritu, para darnos Vida: 

"Rey Celestial, Consolador, Espíritu de la Verdad, que estás en todo lugar y todo lo llenas, Tesoro de bienes y dador de Vida, ven y mora en nosotros, y purifícanos de toda mancha, y salva, Oh Bueno, nuestras almas" (Oración de la liturgia bizantina).

Por eso hoy por hoy ( y lo que me cuesta vencer esto...) en vez de desanimarme como muchas veces, conociendo las inclinaciones de mi corazón desordenado, vivo con gran gratitud esta inefable misericordia de nuestro Dios, y comienzan a cobrar verdadero sentido estas palabras de San Pablo (2 Cor 4, 7. 16-18) tantas veces escuchada y meditadas:

"Pero nosotros llevamos este tesoro en recipientes de barro, para que se vea bien que este poder extraordinario no procede de nosotros, sino de Dios." "Por eso, no nos desanimamos...Nuestra angustia que es leve y pasajera, nos prepara una gloria eterna que supera toda medida. Porque no tenemos puesta la mirada en las cosas visibles, sino en las invisibles: lo que se ve es transitorio, lo que no se ve es eterno."

Quizás ese simple texto de la Filocalia, que por ahi para cualquiera puede pasar desapercibido, se convirtió desde el momento que lo leí en un gran anhelo de mi corazón, anhelo que con el transcurrir de los días, se va haciendo cada vez mayor, una necesidad por la que lucho cada día ( la gran mayoría sin grandes resultados..) y que aún no pierdo las esperanzas poder concretarla aquí:

"La gloria que los santos poseen desde hoy en sus almas, cubrirá, revestirá y elevará a los cielos a los cuerpos desnudos, el día de la Resurrección...He aquí por qué, en la Resurrección, su cuerpo mismo recibirá los bienes eternos del Espíritu y se unirá a la gloria de la que sus almas poseen desde ahora la experiencia."

"¿Qué es entonces la oración espiritual?, dice Isaac de Nínive; ella es el símbolo de nuestra condición futura".

Hoy, Domingo de Resurrección, 10º después de Pentecostés, 19 de julio según el calendario juliano (1 de agosto según el calendario gregoriano), se celebra el Hallazgo de las reliquias de San Serafín de Sarov (1903) y Santa Macrina, hermana de San Basilio. 
San Serafín es uno de los santos patronos o protectores del Monasterio Católico Bizantino de la Transfiguración del Señor (junto a San Sergio de Radonezh), y la Providencia ha querido y me ha guiado para comenzar hoy justamente este Blog bajo su protección.
Que éstos grandes santos de la tradición eslava oriental bendigan este Blog, protejan y custodien los frutos que, por medio de sus publicaciones vayan iluminando el alma de todos sus lectores y seguidores.

Los animo de todo corazón, tanto a los hermanos católicos de rito latino como de rito bizantino,  a seguir profundizando cada día más en la oración. "Es por medio de la oración que se va logrando la divinización del hombre mediante la liturgia. Sólo si llevamos esa liturgia al corazón, esa liturgia se hace oración en nosotros y somos así transformados. Es en el corazón donde nos encontramos con esa fuente de vida divina. Es en el corazón donde el hombre se siente como en casa, es el lugar del encuentro auténtico con nosotros mismos, con los demás y con Dios vivo. El corazón reclama su Presencia. El corazón tiende hacia esa Presencia que sacia y sólo en el corazón se da ese encuentro con Dios, si nosotros le abrimos. Y lo abrimos, si oramos"(4).

"La Divina Liturgia (o la Santa Misa) es el centro de la vida que TODO lo ilumina": nuestra oración, nuestro trabajo, nuestros deberes, nuestras relaciones personales, los deseos más profundos de nuestro corazón. Allí busquemos la fuente de la Vida, que iluminará TODO lo que necesitemos para nuestra vida y para "tener Vida" y en abundancia (Jn 10,10), todas las demás preocupaciones, entonces, ya sean materiales o espirituales (hasta la santa inquietud de cómo orar mejor) se irán resolviendo paulatinamente de una manera natural, por añadidura (Mt 6, 33).

Frecuentemente nos perturba la inquietud de vernos tan limitados y que no vemos para nada que estemos creciendo algo espiritualmente, pero recordemos que una planta cuando crece no hace ruido, primero es tan solo un brotecito, pero cuando un buen día nos damos cuenta, llega a transformarse en un gran árbol, con muchas ramas, y grandes frutos, incluso sirve para dar refugio a los pájaros del cielo, y sombra y amparo para quien lo necesite - me dijo un día mi padre espiritual-, y quiero compartirlo con ustedes para animarlos a no bajar los brazos y a seguir confiados los caminos del Señor, más allá de cualquier circunstancia difícil en la que se encuentren y más allá de las limitaciones humanas, faltas o caídas. Que si Dios se ocupa de los pajaritos y las plantas, cuánto más de sus hijos.

Que la Madre de Dios del Portal de Iver nos cubra con su manto, y  con su amor maternal nos ayude a ser verdaderos Teóforos "portadores de Dios".Amin.



Glosario:

*Higúmeno: superior de un monasterio en las iglesias orientales (sería como el Abad en los monasterios latinos)
*Hmje: Hieromonje: monje sacerdote
(1)La Filocalia de la oración de Jesús (Ed. Lumen).
(2)Instrucciones Espirituales. Conversaciones con Motovilov (Ed. Lumen).
(3)Oración de Jesús y Experiencia del Espíritu Santo (Ed.Narcea)
(4)Viviendo el misterio de la Liturgia (de catholic.net)

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