miércoles, 30 de octubre de 2013

Para darme por entero

 

No hay camino más seguro que consagrarnos por completo al amor de Dios.
 
                
Para darme por entero

Viviendo quiero, Señor, mimetizarme en Ti;

comulgando fundirme en Ti.

Hasta yo desaparecer y quedes solo Tú,

amando en mí.

Exprime, Señor, tu viña;

derrama hasta la última gota de mis uvas,

y luego, conságrame a Ti.

Haz del efervescente vino de mis venas

tu calmo sacrificio.

Hazme sangre de tu sangre,

para darme por entero

como Tú, querido Jesús.

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