Una oración sencilla, en los labios de los más pequeños, para aquellos más “grandes”.
Querido Jesús,
te quiero pedir por mis abuelitos.
Dales mucha salud
y que no se enfermen.
Ayúdalos para que estén bien,
contentos, sanos,
que tengan lo necesario
para ser muy felices,
y que no les falte nunca la alegría
y las ganas de vivir.
Que no se sientan solos
ni tristes o cansados.
Que descubran que Tú
estás siempre con ellos,
porque nos quieres a todos
y nunca nos abandonas.
Dame fuerzas
para quererlos mucho,
para visitarlos,
cuidarlos con cariño
y atenderlos como merecen.
Acompáñalos siempre, Señor,
que te sientan a su lado,
y muchas gracias por mis abuelos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario