La oración no es magia sino un acto de amor y confianza en Dios y su poder para transformarnos. Aquí una plegaria para superar el difícil estado de depresión.
Amado Señor, a veces me siento tan deprimido que no consigo ni rezar.
Por favor, libérame de este cautiverio.
Yo Te agradezco, Señor, por Tu poder libertador y, en el nombre de Jesús,
expulsa de mí todo espíritu de depresión, de odio, de miedo, de autopiedad,
de opresión, de culpa, de falta de perdón,
y de cualquier otra fuerza negativa que haya atacado mí corazón.
Señor, destruye todas las cadenas que me atan.
Jesús, Te pido que yo pueda sentir Tu presencia cercana y bondadosa.
Cura mis recuerdos dolorosos. Lléname con Tu amor, Tu paz, Tu alegría.
Te pido que restaures en mí la alegría de mi salvación.
Señor Jesús, permite que la alegría brote como un río de las profundidades de mi ser. Yo Te amo, Jesús, yo Te alabo.
Trae a mi pensamiento todas las cosas por las que puedo agradecerte.
Señor, ayúdame a alcanzarte y a tocarte; a mantener mis ojos puestos en Ti y no en los problemas.
Yo Te agradezco, Señor,que me guías por valles oscuros.
En Ti y junto a Ti, ningun mal temeré.
Amén.
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