Una oración para quienes viven consumidos por el apuro.
Estoy viviendo muy de prisa, Señor,
no me detengo en nada.
Paso de una actividad a otra,
las circunstancias me van absorviendo
Dicen que este es el mal del siglo,
pero no me gusta, Señor, vivir tan apurado.
Los días y las noches pasan presurosas
y creo que dejo de hacer cosas muy bellas.
Mi vida se desliza vertiginosa;
quiero detenerme y ver una puesta de sol
que tiñe de rojo el agua de la laguna,
o las nubes sobre las montañas.
Quiero encontrar tiempo para visitar a un enfermo
y darme tiempo para leer.
Sigo repitiendo: "No tengo tiempo."
Cuando veo el reloj, mi día ya pasó
y yo ni me di cuenta...
Dejo de disfrutar, de saborear la riqueza del momento.
No tengo tiempo para detenerme a ver la belleza de las flores,
las miradas tiernas de los niños,
los pétalos finos de una rosa
y a los pájaros trinar.
Dame fuerzas, Señor,
para detener mi carrera.
Quiero sentir la paz para darla
a mis hermanos que, como yo, corren y corren.
Que comprendamos que estas vida es un perigrinar hacia Ti
y no una maratón hacia el vacío.
Dame, Señor, serenidad para vivir,
calma para poder amar a todos.
Sin prisas, sin atropellamientos.
Te ofrezco mi jornada de hoy, Señor
llénala de tu amor y serinidad
y que pueda trasmitirlo a quienes me rodean.
Amén.
no me detengo en nada.
Paso de una actividad a otra,
las circunstancias me van absorviendo
Dicen que este es el mal del siglo,
pero no me gusta, Señor, vivir tan apurado.
Los días y las noches pasan presurosas
y creo que dejo de hacer cosas muy bellas.
Mi vida se desliza vertiginosa;
quiero detenerme y ver una puesta de sol
que tiñe de rojo el agua de la laguna,
o las nubes sobre las montañas.
Quiero encontrar tiempo para visitar a un enfermo
y darme tiempo para leer.
Sigo repitiendo: "No tengo tiempo."
Cuando veo el reloj, mi día ya pasó
y yo ni me di cuenta...
Dejo de disfrutar, de saborear la riqueza del momento.
No tengo tiempo para detenerme a ver la belleza de las flores,
las miradas tiernas de los niños,
los pétalos finos de una rosa
y a los pájaros trinar.
Dame fuerzas, Señor,
para detener mi carrera.
Quiero sentir la paz para darla
a mis hermanos que, como yo, corren y corren.
Que comprendamos que estas vida es un perigrinar hacia Ti
y no una maratón hacia el vacío.
Dame, Señor, serenidad para vivir,
calma para poder amar a todos.
Sin prisas, sin atropellamientos.
Te ofrezco mi jornada de hoy, Señor
llénala de tu amor y serinidad
y que pueda trasmitirlo a quienes me rodean.
Amén.
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