jueves, 10 de octubre de 2013

Jakob Kern, Beato


Sacerdote, 20 Octubre
 
Jakob Kern, Beato
Jakob Kern, Beato

Francisco Alejandro Kern, nació en Viena, Austria, el 11 de abril de 1897, provenía de una modesta familia vienesa de obreros. La primera guerra mundial le impidió bruscamente proseguir sus estudios en el seminario menor de Hollabrunn.

Una grave herida de guerra convirtió en un calvario, como él mismo decía, su breve existencia terrena en el seminario mayor y en el monasterio de Ceras.

Por amor a Cristo no se aferró a la vida, sino que la ofreció conscientemente por los demás. En un primer momento quería ser sacerdote diocesano. Pero un acontecimiento le hizo cambiar de camino. Cuando un religioso premonstratense abandonó el convento, afiliándose a la Iglesia nacional checa que se había formado tras la reciente separación de Roma, Jakob Kern descubrió su vocación en este triste evento. Quiso reparar la acción del aquel religioso. Jakob Kern ocupó su lugar en el monasterio de Geras.

Su enfermedad, sin embargo, progresó cruelmente. Durante la estación de Pascua de 1923 contrajo influenza, sus heridas de guerra descargaban pus. Como una consecuencia una costilla debió ser extraida. Debido a su condición debilitada los doctores tenían que operar sin anestesia. El paciente soportó el dolor con conciencia llena y incluso se disculpó al cirujano por causar tanto problema.

Pareció recuperarse después de una corta estancia en Meran, pero sus pulmones se deterioraron rápidamente. Su profesión solemne estaba fijada pra el 20 de octubre de 1924, pero una nueva cirugía se programó para ese mismo día. Al recibir la sagrada comunión el día preiva a su operación dijo: "Mañana será mi última sagrada comunión. Yo celebraré mi profesión solemne en cielo". Él murió durante la cirugía y fue enterrado en Geras cinco días despues.

El beato Jakob Kern se nos presenta como testigo de la fidelidad al sacerdocio. Al inicio era un deseo de infancia que se expresaba imitando al sacerdote en el altar. Sucesivamente, el deseo maduró. A través de la purificación del dolor, apareció el profundo significado de su vocación sacerdotal: unir su vida al sacrificio de Cristo en la cruz y ofrecerla en sustitución por la salvación de los demás.

Fue beatificado por Su Santidad, Juan Pablo II, el 21 de Junio de 1998.




Beato Jacobo Kern, religioso presbítero
fecha: 20 de octubre
n.: 1897 - †: 1924 - país: Austria
canonización: B: Juan Pablo II 21 jun 1998
hagiografía: Vaticano
En Viena, en Austria, beato Jacobo (Francisco Alejandro) Kern, presbítero de la Orden Premonstratense, que, movilizado durante la guerra, fue herido en combate y, más tarde, se entregó al ministerio pastoral. Afectado por una larga y penosa enfermedad, la sobrellevó con admirable fortaleza de ánimo.

Jakob Kern provenía de una modesta familia vienesa de obreros. La primera guerra mundial le impidió bruscamente proseguir sus estudios en el seminario menor de Hollabrunn. Una grave herida de guerra convirtió en un calvario, como él mismo decía, su breve existencia terrena en el seminario mayor y en el monasterio de Geras. Por amor a Cristo no se aferró a la vida, sino que la ofreció conscientemente por los demás. En un primer momento quería ser sacerdote diocesano. Pero un acontecimiento le hizo cambiar de camino. Cuando un religioso premonstratense abandonó el convento, afiliándose a la Iglesia nacional checa que se había formado tras la reciente separación de Roma, Jakob Kern descubrió su vocación en este triste evento. Quiso reparar la acción del aquel religioso. Jakob Kern ocupó su lugar en el monasterio de Geras y el Señor aceptó la ofrenda del «sustituto».

El beato Jakob Kern se nos presenta como testigo de la fidelidad al sacerdocio. Al inicio era un deseo de infancia, que se expresaba imitando al sacerdote en el altar. Sucesivamente, el deseo maduró. A través de la purificación del dolor, apareció el profundo significado de su vocación sacerdotal: unir su vida al sacrificio de Cristo en la cruz y ofrecerla en sustitución por la salvación de los demás.

Ojalá que el beato Jakob Kern, que era un estudiante inquieto y activo, estimule a muchos jóvenes a acoger con generosidad la llamada al sacerdocio para seguir a Cristo. Sus palabras de entonces se dirigen a nosotros: «Hoy, más que nunca, hacen falta sacerdotes auténticos y santos. Todas las oraciones, todos los sacrificios, todos los esfuerzos y todos los sufrimientos, hechos con recta intención, se convierten en la semilla divina que, más tarde o más temprano, dará su fruto».

Extraído de la homilía en la misa de beatificación, por SS Juan Pablo II el 21 de junio de 1998. La homilía completa puede leerse en el sitio del Vaticano.

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