jueves, 17 de octubre de 2013

Honorato de Vercelli, Santo


Obispo, 29 Octubre
 
Honorato de Vercelli, Santo
Honorato de Vercelli, Santo

El Obispo Honorato de Vercelli tiene unido su nombre al de su contemporáneo San Ambrosio.

En muchas pinturas se lo representa dando la comunión al moribundo obispo general de Milán, señal de una fuerte unión episcopal.

Vivió a finales del siglo III e inicio del siglo IV, era difícil con la comunidad dividida por cismas y herejías.

En Vercelli luego de la muerte del obispo Limenio, la elección de Honorato como obispo tuvo mucha oposición. San Ambrosio tuvo que usar toda su autoridad para consagrarlo personalmente.

Los hechos demostraron que su confianza estaba bien fundada, como lo recuerda una placa en la Catedral de Vercelli.

Honorato fue un digno discípulo de Eusebio y un predicador incansable de la doctrina católica en contra las influencias arianas.

Su labor episcopal duró aproximadamente dos décadas.



San Honorato de Vercelli, obispo
fecha: 29 de octubre
†: s. IV/ V - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: Santi e Beati
En Vercelli, en la Liguria, san Honorato, obispo, el cual, discípulo de san Eusebio en el monasterio y compañero suyo también en la cárcel, sucedió a su maestro en la sede, para seguir enseñando la doctrina verdadera, y a la hora de la muerte mereció dar el viático al obispo san Ambrosio..

Un especial vínculo une, en la figura del obispo Honorato, a la Iglesia de Vercelli con la de Milán, ya que fue él quien administró los sacramentos a san Ambrosio en su lecho de muerte, así como el gran obispo de Milán había apoyado la propuesta de que fuera Honorato el sucesor del obispo Limenio en la cátedra de Vercelli. Pues a la muerte de éste la Iglesia de Vercelli estaba dividida por desacuerdos en la elección del sucesor, y esas desaveniencias venían agravadas por la predicación de dos sacerdotes milaneses que se oponían a la reforma que había intentado implantar Limenio, siguiendo a san Eusebio de Vercelli en temas de discuiplina ascética y celibato de los sacerdotes. El problema se resolvió gracias a la intervención de Ambrosio, primero con una carta, que fue su última obra, y luego personalmente, en el 396, consagrando obispo a Honorato, que ya era un miembro respetado del monasterio de Eusebio.

De la acción pastoral del santo es testimonio un poema grabado en la lápida de su tumba, situada en la catedral de la ciudad junto a las de Eusebio y Limenio. En el texto Honorato es descripto como un digno discípulo de Eusebio, el maestro, con quien había compartido el dolor del exilio y la prisión como predicador de la Iglesia ortodoxa y de la doctrina católica, contra la influencia, aun presente, de los arrianos. Su episcopado duró unos veinte años y puso fin un 29 de octubre, aunque no sabemos exactamente de qué año. Sus reliquias descansan en un altar lateral de la Catedral de Vercelli. La iconografía del santo, además del aspecto típico de un santo obispo de edad avanzada, tiene como carácter específico presentarlo junto a Ambrosio moribundo.

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