viernes 21 de mayo de 2010
Su vida
San Pedro Poveda, nombre completo, Pedro José Luis Francisco Javier Poveda Castroverde (Linares, Jaén, 3 de diciembre de 1874 - Madrid, 28 de julio de 1936) fue un sacerdote, pedagogo y escritor español, protector de gitanos. Víctima de la represión en la zona republicana durante la Guerra Civil, fue fusilado en las tapias del cementerio de la Almudena junto a otros centenares de personas. La Iglesia Católica lo canonizó en 2003.
Era hijo de José Poveda y de Linarejos Castroverde. Desde muy joven decide ser sacerdote y en 1888 entra en el Seminario de Jaén. En Jaén oye hablar del Padre Manjón y admira la labor socioeducativa que realiza en las cuevas del Sacromonte, en Granada. El seminarista Poveda se aficiona a enseñar la Doctrina a los niños más pobres.
En 1884 obtiene una beca para estudiar en el Seminario de Guadix (Granada), donde fue ordenado sacerdote en 1897, en donde hizo vida misionera en las cuevas del pueblo homónimo, trasladándose a vivir a una de las cuevas. Aporta recursos, predica misiones populares y despierta la sensibilidad de toda la ciudad por la situación de indigencia de estos barrios, organizando las Conferencias de San Vicente de Paul.
En 1902, convencido de la importancia de la educación, funda las Escuelas del Sagrado Corazón para niños y niñas pobres, aplicando los métodos de la Escuela Nueva contextualizados para aquella población, al estilo de las Escuelas del Ave María, del Padre Manjón.
El padre Poveda también fue nombrado canónigo de la Basílica de Santa María la Real de Covadonga en 1906. Comenzó el proyecto de preparar profesores cristianos laicos para evangelizar, al publicar diversos escritos sobre la problemática educativa y la formación del profesorado.
En Gijón, en 1911, abre una Academia Pedagógica para maestros y, preocupado por la promoción de la mujer, abre una Academia Femenina para estudiantes de Magisterio.
En 1913 vive en Jaén, donde ayudado por la joven estudiante de la Escuela Superior de Magisterio Josefa Segovia Morón, crea la Institución Teresiana, trabajando con profesores y maestros, tomando el peso la misión de los seglares en la Iglesia. A esta etapa pertenecen algunos de sus más importantes escritos de espiritualidad.
Nombrado Capellán Real en 1921, se traslada a Madrid, donde trabaja activamente en la Comisión Nacional contra el Analfabetismo, con las estudiantes y profesores y con los marginados, en colaboración de María de Echarri, periodista y creadora de los sindicatos femeninos católicos.
La Institución Teresiana es aprobada por el Papa Pío XI en 1924 como Pía Unión de Fieles a nivel internacional para que hombres y mujeres, desde sus diversas profesiones y especialmente en el ámbito de la educación y la cultura, trabajen por la transformación humana y social, según el Evangelio. Se le confía la organización de las Estudiantes Católicas y de las Juventudes Femeninas Universitarias, pertenecientes a la naciente Acción Católica Femenina. Impulsa el espíritu misionero, donde contará con la inestimable ayuda de Magdalena Martín Ayuso.
La Institución Teresiana llega a Chile gracias al empeño y colaboración de Adela Edwards. Interviene decisivamente en la fundación de la Asociación de Maestros Católicos y de la Federación de Amigos de la Enseñanza (FAE). Impulsa asimismo la Asociación Nacional de Padres de Familia, convencido de la importancia que tienen los distintos agentes educativos y especialmente la familia.
Desde el 24 de mayo de 1930, ingresa en la Hermandad del Refugio de Madrid para servir a los pobres y a los niños huérfanos y abandonados.
Los orígenes de la "Institución Teresiana"
Funda en 1911 la asociación Institución Teresiana, y en 1924, dicha asociación recibe aprobación pontificia, de parte del papa Pío XII. Josefa Segovia Morón fue la primera directora general de dicha asociación. Fue profesor del seminario de Jaén y se trasladó a Madrid, donde continuó trabajando con laicos y profesores católicos y ayudando a los más desamparados.
Muerte y canonización
En 1921, el padre Poveda se trasladó a Madrid con un nombramiento como capellán de la Casa Real Española. Murió fusilado en Madrid el 28 de julio de 1936, a los 61 años de edad, por el bando repúblicano. Sus últimas palabras fueron:
Soy sacerdote de Cristo.
Fue beatificado en Roma en 1993 junto a Victoria Díez, también miembro de la Institución Teresiana, y canonizado en Madrid en 2003, por el papa Juan Pablo II. Sus reliquias yacen actualmente en el Centro Santa María de los Negrales, de la Institución Teresiana, en la sierra madrileña a 40 kilómetros de Madrid en donde también se veneran los restos de Josefa Segovia Morón.
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