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Nicolás Roland, Beato |
Presbítero y Fundador del Instituto las Hermanas del Niño Jesús
Martirologio
Romano: En Reims, en Francia, beato Nicolás Roland, presbítero,
que, preocupado por la formación cristiana de la infancia, estableció
escuelas para las niñas pobres, entonces excluidas de cualquier forma
de instrucción, y fundó la Institución de Hermanas del Niño
Jesús. († 1678)
Fecha de beatificación: 16 de octubre de 1994,
por el Papa Juan Pablo II. Es el tercer componente de aquel fantástico
trío de grandes educadores y fundadores, que a través de
sus obras iluminaron, junto a otros santos, la Francia en
los “seicientos”, y que han sido elevados al honor de
los altares; ellos son: San Juan Bautista de La Salle
(1651-1719), fundador de los “Hermanos de las Escuelas Cristianas”, el
beato Nicolás Barré (1621-1686), fundador de las "Escuelas de Caridad",
luego Hermanas Maestras del Niño Jesús y el beato Nicola
Roland, fundador de las Hermanas del Santo Niño Jesús de
Reims, de que hablaremos en este artículo.
El Beato Nicolás
Roland nació en Reims, Francia, el 8 de diciembre de
1642, fue el hijo mayor del comerciante Juan Bautista Roland
y Nicole Beuvelet, la familia también tuvo a la pequeña
Adrienne, la única que quedaba de los cinco hijos de
la primera boda de su padre, viudo de María Favart.
Nicola fue confiado a una nodriza muy religiosa; dotado
de gran inteligencia alrededor de los cinco años aprendió a
leer; en 1650, a los ocho años, comenzó a asistir
a las «pequeñas escuelas», finalizando sus estudios en 1658 en
el colegio de los Jesuitas de Reims.
De aspecto agradable, no
tardó en introducirse en la vida mundana de la burguesía,
participando con placer en entretenimientos y diversiones; después de
una aparente desilusión amorosa, comenzó a viajar por toda Francia,
para ganar experiencia laboral.
Al término de aquel período de
incertidumbre sobre su futuro, decidió dedicarse a la vida eclesiástica,
por lo que en 1660 se trasladó a París, alojándose
en casa de un artesano en una zona popular, para
poder asistir a los dos años de filosofía necesarios para
ser admitido en el bienio de teología.
En París frecuentó
los entornos más fervorosos, poniéndose en contacto con asociaciones católicas
activas en lo social: los “Amigos de padre Bagot”, los
fundadores de la Sociedad de las Misiones Extranjeras, practica en
los Retiros en Bons Enfant de San Vicente de Paúl
(1581 -1660); asiste al Seminario de San Sulpicio fundado por
el Siervo de Dios Jean-Jacques Olier (1608 -1657), y también
al de San Nicolás del Chardonnet; al finalizar sus
estudios obtuvo el doctorado en teología.
Recibe el diaconado en
1664, y es revestido del hábito eclesiástico y la ordenación
sacerdotal en fecha que no se ha podido determinar, pero
se sabe que el 3 de marzo de 1665 fue
nombrado canónico teologal, es decir predicador en la catedral de
Reims, no perdiendo jamás sus contactos en París, ciudad a
la que regresó con frecuencia.
Su frecuente visita a los
parisienses Institutos de los Lazaristas (Congregación de la Misión de
San Vicente de Paúl), Sulpicianos y Misiones Extranjeras, hicieron crecer
en él la obligación de buscar y concretar nuevas propuestas
que tuvieran como centro la población más repudiada y la
infancia abandonada, todos ellos necesitados de actividades caritativas, apoyo y
educación.
Después de un paréntesis por la peste que asoló Reims
en el verano de 1668, el Padre Nicolás Roland continuó
con sus actividades como predicador de la Catedral organizando conferencias
para el clero, además se dedicó a misiones en el
campo, trasladándose normalmente a pie, y haciendo frente a la
fatiga, dificultades y peligros.
A lo largo de su vida
fue director espiritual de laicos de toda condición social e
incluso de personas consagradas, entre ellas de San Juan Bautista
de La Salle.
En 1670 predicó la Cuaresma en Rouen y
esto fue de gran importancia en su vida, aquí conoció
al sacerdote de Saint-Amand, Antoine de La Haya, hombre de
grandes virtudes; el contacto con él le llevó a penetrar
más profundamente en la vida espiritual y lo llevó a
descubrir la importancia del papel de las escuela en la
difusión de la fe católica.
En Rouen también conoció al
Beato Nicolás Barré y el grupo de hombres y mujeres
dedicados a las escuelas gratuitas, esta fue una experiencia decisiva,
el padre de Roland dijo: "Estoy decidido a trabajar para
establecer escuelas gratuitas para la educación de los niñas".
Retornó
a Reims, done ya se ocupaba en ayudar a los
enfermos en el Hôtel-Dieu, y desde 1670, también a un
orfanato. Empezó a considerar el poner en práctica la idea
de una comunidad similar a la de Rouen; le escribió
al padre Barré y consiguió que este le envíe dos
hermanas de Rouen, para dirigir el orfanato que había sido
trasladado a un nuevo edificio más grande y además para
instituir escuelas populares en todos los distritos de Reims.
El 27
de diciembre de 1670, llegaron las Hermanas Francisca Duval y
Anne Le Coeur, que prácticamente pusieron las raíces de una
pequeña nueva congregación, el padre Roland celebró el 8 de
enero de 1671 la primera misa en el nuevo orfanato
dedicado al "Santo Niño Jesús”, más tarde se abrieron algunas
aulas para la educación de las pequeñas.
En 1672 conoció
a San Juan Bautista de La Salle, futuro fundador de
los Hermanos de las Escuelas Cristianas, a quien quiso convencerlo,
sin lograrlo, de renunciar a la canonjía para tomar la
administración de una parroquia.
Mientras tanto las hermanas crecieron en
número y el padre Roland fue a París para despachar
las prácticas, para que el grupo fuera el principio de
una nueva Congregación entregada a la instrucción de la infancia
sobre la estela de la de Rouen; regresó a Reims
el 7 de abril de 1678, Jueves Santo; el 19
de abril cayó gravemente enfermo, tanto que el 23 ante
la presencia de notarios, dictó su minucioso testamento, cuyo ejecutorios
debían de ser el diácono Nicolás Rogier y el canónigo
Juan Bautista de La Salle.
A esta último, Roland le
pidió ser el sucesor de sus obras y completar la
organización de la Congregación de Hermanas del Santo Niño Jesús,
que él había fundado en Reims en la línea de
aquella de Rouen, pero con una característica especial, como afirma
en sus escritos, especialmente en el “Avis aux régulières” (opinión
a los regulares).
De La Salle, aunque no se sentía
atraído por esta forma de apostolado, aceptó la petición de
su amigo Roland en su lecho de muerte, del orfanato
dijo: "Es obra de Dios; la cuidará cuando yo
ya no pueda ocuparme de ella".
Después de recibir los
últimos Sacramentos, rodeado de los canónigos que acudieron a ayudarle,
Nicolás Roland murió en paz el 27 de abril de
1678, con apenas 36 años, fue enterrado en la cripta
de la capilla de las Hermanas del Santo Niño Jesús
de Reims.
Juan Bautista de La Salle, de inmediato se
puso a trabajar en lo que se le había pedido,
y el 9 de mayo de 1678 recibió la aprobación
temporal de las reglas o constituciones, preparadas sumariamente por el
padre Roland, mismas que recibieron su aprobación definitiva el 12
de noviembre de 1683 y así las Hermanas pudieron emitir
por primera vez sus votos el 8 de febrero de
1684.
Por otra parte s. Juan Bautista de La Salle, que
había entendido las profundas ideas de Nicolás Roland, queriendo crear
para los niños el equivalente de las escuelas de las
niñas, fundó el “Instituto de los Hermanos de las Escuelas
Cristianas".
En este contexto, Nicolás Roland aparece como uno de
los principales precursores del apostolado del siglo XVII, en el
campo de la educación elemental y la catequesis, pero extrañamente
su nombre sigue siendo poco conocido hasta hoy, su primera
"Vida" escrita por A. Hammesse apareció recién en 1888 pero
desde entonces el interés en conocerlo más no ha disminuido.
Tampoco
su causa de beatificación, introducida en el 1942, estuvo libre
de obstáculos y largo silencio. Fue beatificado 16 de
octubre de 1994 en Roma por el Papa Juan Pablo
II, su fiesta litúrgica es 27 de abril.
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