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Severo de Nápoles, Santo |
Obispo
Martirologio Romano: En Nápoles, de la Campania, san Severo,
obispo, al que san Ambrosio amó como a un hermano
y su Iglesia como a un padre (c. 409).
Etimológicamente: Severo = Aquel que se comporta de forma austera
o inflexible, es de origen latino. En el catálogo de los obispos napolitanos ocupa el
duodécimo lugar; de su vida anterior a su ministerio
episcopal, no se sabe prácticamente nada.
San Severo sirvió su episcopado
de febrero de 363 al 29 de abril de 409,
por lo tanto algunas décadas después de la libertad de
culto establecida por Constantino a favor de los cristianos (año
313); fue ciertamente un período en que las dos religiones,
pagana y cristiana, fueron obligadas a convivir, y los retrocesos
al paganismo fueron frecuentes.
Su obra se desarrolló después de estos
retornos al paganismo y los violentos ataques de los heréticos
arrianos; los seguidores del herético Ario de Alejandría (280
-336) afirmaban que el Verbo, encarnado en Jesús, no tenía
misma sustancia del Padre, y que era tan sólo
la primera de sus criaturas; la herejía condenada por
los Concilios de Alejandría del 321 y Nicea del 325,
provocó una lucha a veces también violenta, entre las dos
posiciones existentes en la Iglesia de aquel entonces.
La Iglesia de
Nápoles, con la guía iluminada de San Severo, refloreció en
la fe auténtica del cristianismo; reestableció en la ciudad
las obras de su predecesor san Máximo (siglo IV) quien
murió en el destierro en Oriente, durante la persecución ariana.
Hace
falta decir que san Máximo fue el décimo obispo de
Nápoles y san Severo el duodécimo, entre los dos estuvo
el usurpador ariano Zosimo, quien durante sus seis años de
episcopado, retornó a la fe original, por lo que si
está legítimamente considerado como el 11° obispo.
Varios documentos antiguos confirman
que se ganó, no sólo consideración y cariño de los
cristianos, sino también la de los paganos. Fue amigo de
san Ambrosio (340 -397) obispo de Milán, a quien tuvo
ocasión de conocer durante el Concilio plenario realizado en el
392 en Capua.
Le son atribuidas la construcción de cuatro basílicas,
de una de ellas, engalanada con mármoles y preciosos mosaicos
fue dedicada al Salvador, de esta antigua basílica llamada luego
San Giorgio el Mayor, ha quedado tan sólo la cúpula.
A Severo es atribuida también la construcción del célebre
Baptisterio de Nápoles, anterior con cerca de treinta años a
aquel erigido en Laterano por Sisto III (432 -440) siendo
por tanto el más antiguo de occidente. El Baptisterio
está actualmente adosado a la basílica de Santa Restituta en
la Catedral de Nápoles; también llamado "San Giovanni in
fonte", se inspira en cánones orientales, con preciosos mosaicos traídos
de otros baptisterios.
Fuera de los muros de la ciudad, Severo
hizo construir a poca distancia de la Basílica de San
Fortunato, una basílica cementerial, dónde hizo colocar las reliquias del
obispo san Máximo y que parece fue incluso su primera
sepultura. De esta basílica, sus reliquias fueron trasladadas hacia
la mitad del siglo IX, a un oratorio de la
Basílica urbana de S. Severo en el barrio Sanità, propiedad
de una Congregación sacerdotal. En el 1310 el arzobispo
Humberto de Ormont, quien antes fuera el abad de la
Basílica de San Severo, colocó las reliquias bajo el altar
mayor, dentro de un magnífico tabernáculo de mármol, que algunos
estudiosos atribuyen a Tino de Camaino o a su escuela.
Este último traslado de las reliquias, despertó el culto
por el santo obispo, que se había visto bastante adormecido,
luego de que en el año 1294 se popularizara la
devoción hacia el mártir dominico san Pedro de Verona.
San Severo
también es patrono de la ciudad y diócesis de San
Severo, en la provincia de Foggia.
¡Felicidades a quienes llevan este
nombre!
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