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Aniano de Alejandría, Santo |
Obispo
Martirologio Romano: Conmemoración de san Aniano, obispo de Alejandría
de Egipto, que, como narra Eusebio, desde el octavo año
de Nerón fue el primer sucesor de san Marcos en
el episcopado de esta ciudad, que ejerció durante veintidós años,
y que fue un hombre de Dios, admirable en su
comportamiento. († c.85)
Etimológicamente: Aniano = Aquel consagrado a la diosa
Anna Perenna, diosa de la luna o del año =
Aquel que es inmortal, es de origen latino. También los zapateros van al
cielo. Perteneció al primer siglo de la vida cristiana. Juramentaba
a cada instante, sobre todo cuando las cosas no le
iban muy bien en su trabajo o se encontraba con
gente que no le caía bien o le había hecho
o dicho algo que lo le gustase. Sin embargo
no juraba por Júpiter, Hécules o los demás dioses paganos,
sino por el gran Dios del cielo.
Según la leyenda, San
Marcos llegó a Alejandría, procedente de Cirene y la Pentápolis,
entrando por Racotis, un suburbio de este puerto; fue a
su zapatería para arreglase los calzados. Y mientras se los
arreglaba Aniano se clavó el punzón en el dedo, y
como era habitual, ya que era un hombre mal hablado,
comenzó a imprecar. Marcos, en lugar de dejarlo tirado
y salir huyendo, se acercó a él, le curó el
dedo herido y le tranquilizó. Este fue el comienzo
para que san Marcos comenzase a hablar del Dios único
y verdadero con su amigo, se hospedó en casa de
Aniano al que convirtió junto con su familia al cristianismo.
Ante el surgimiento de una pequeña comunidad cristiana en esta
ciudad, San Marcos ordenó a Aniano obispo de la misma,
conjuntamente con tres presbíteros y siete diáconos, quedando a cargo
del pequeño grupo de fieles y con la encomienda de
velar por éstos. San Marcos se marchó de Alejandría por
dos años, durante los cuales visitó Roma, Aquileia y Rávena,
convirtiendo a la población local de estos y otros lugares.
A su regreso, encontró que la iglesia alejandrina había crecido
considerablemente, ya que estos construyeron un templo en Bucalis, en
la parte oriental del puerto, y la presidió hasta su
muerte. Después del martirio de San Marcos, fue Aniano quien
ocupó la sede episcopal de Alejandría durante alrededor de 20
años, en su administración el número de cristianos egipcios aumentó,
por lo que Aniano ordenó nuevos presbíteros y diáconos; aun
así, la evangelización de Alejandría y el resto de Egipto
nos es desconocido, aunque se tiene la idea de que
el número de conversos fue exiguo, pero lo suficientemente notorios
como para provocar la hostilidad de la población pagana hacia
la nueva fe.
Aniano murió anciano y fue enterrado al
lado de San Marcos en el templo de Bucalis.
San Epifanio nombra en sus libros que una iglesia de
Alejandría se levantó en su honor.
¡Felicidades quien lleve este nombre!
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