|
Francisca de Amboise, Beata |
Religiosa Carmelita
Martirologio Romano: En el convento de Nuestra Señora des
Cöts, de Nantes, en Francia, beata Francisca de Amboise, que,
siendo duquesa de Bretaña, fundó en Vannes el primer Carmelo
femenino francés, donde se retiró como sierva de Cristo al
quedar viuda (1475).
Nació en Thouars (Francia) el 28 de Septiembre
de 1427, hija del vizconde Luis y de la baronesa
María de Rieux.
A los cuatro años fue prometida esposa de
Pedro, hijo del duque de Bretaña. Su futura suegra, Juana,
hermana del rey Carlos VII de Francia, imprimió en su
alma un espíritu profundamente cristiano.
El 1450, en lacatedralde Reims, era
coronada como Duquesa de Bretaña juntamente con su esposo, Pedro.
De común acuerdo con él, decidieron conservarse castos y ofrecer
a la alta sociedad un modelo de hogar cristiano con
la práctica asidua de excelsas virtudes Juntos se consagraron a
la Virgen María en su santuario de Folgoët, donde dejaron
fundada una misa para ser celebrada todos los sábados.
Francisca supo
frenar los excesos de la moda femenina en la corte
y se dedicó particularmente a obras de piedad y caridad.
Todos
los miércoles sentaba a su mesa a 11 doncellas pobres,
el día de Navidad escogía a un niño pobre, lo
vestía con traje nuevo ylo hospedaba como representante del Niño
Jesús, el jueves santo lavaba los pies a doce pobres
y les ofrecía un traje nuevo.
Trabajó tanto en favor de
la religión catolica que, según dice un historiador, "Dios se
sirvió de esta joven para realizar una reforma general en
la Bretaña y para hacer reflorecer, después de tantas desgracias
y misenas, un siglo de Oro"
Muerto su esposo y conocedora
a fondo de las miserias de la corte, resolvió hacerse
monja de clausura. Mil dificultades le salieron al paso; Luis
Xl, rey de Francia, puso en juego todos los medios
para que desistiera, pero todo fue en vano, y el
monarca acabó de desengañarse cuando ella en el acto de
recibir la comunión, hizo en alta voz el voto de
castidad.
Después de un providencial encuentro con el beato Juan Soreth
(+1471), a la sazón Prior General de los carmelitas, se
decidió a ingresar entre las monjas carmelitas de clausura que
habían sido instituidas poco antes canónicamente por la Bula de
Nicolás V "Cum nula", del 7 de Octubre de 1452.
El
mismo Beato le impuso con toda solemnidad el hábito una
vez resueltos todos sus compromisos ducales.
Junto con un grupo de
carmelitas venidas de Bélgica, inició Francisca su vida religiosa en
el convento de Bondón, fundado por ella misma.
Renunció a sus
títulos y no quiso trato ni distinción especial, sino ser
considerada como Humilde sierva de Cristo".
Desde entonces su gran empeño
fue la de hacer efectiva su total entrega a Dios.
Nombrada
priora por la comunidad, tuvo que dirigirse más tarde con
el mismo título a un nuevo convento, fundado también por
ella cerca de Nantes.
En el ejercicio de este cargo alimentaba
el espíritu de sus religiosas con sabias "Exhortaciones", que fueron
publicadas más tarde. Ella era ejemplar en todas las virtudes,
descollando por su espíritu de oración y penítencia.
Insistió siempre en
la práctica del silencio, la obediencia y la pobreza. Introdujo
la comunión frecuente y una estricta clausura. Fueron sus últimas
palabras:
"¡Adiós, hijas mías! Voy a probarlo que es amar a
Dios sobre todas las cosas".
Bien puede ser llamada como la
"Madre" de las carmelitas, ya que es la primera santa
desde que el Carmelo femenino tuvo existencia canónica.
El 4.11.1485 expiró
santamente.
Su culto fue reconocido por el papa Pío IX el
16 de julio de 1867.
|
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario