Thomas Merton
Una breve
mirada hacia la experiencia contemplativa.
Lo único que
puede salvar al mundo del colapso moral completo es una revolución espiritual.
Si todos los cristianos cumpliéramos con el credo que profesamos, esa
revolución se produciría. La expresión fundamental de este espíritu
revolucionario la constituyen el deseo de apartarse de lo mundano, el desapego
y la unión con Dios.
El ser
humano se encuentra en la mayor crisis de su historia porque la propia religión
se encuentra en la balanza. El desasosiego actual en cinco continentes, con
seres humanos cada vez más temerosos de ser aniquilados, ha puesto de rodillas
a muchos.
Hoy el
problema religioso real no se trata de las persecuciones a la Iglesia sino en las almas
de quienes entre nosotros creen en Dios de corazón y reconocen su obligación de
amarlo y servirlo ¡pero no lo hacen!
El mundo en
que vivimos, es terreno reseco para la semilla de la verdad de Dios. No puedes
amar a Dios a menos que lo conozcas. Y no podrás conocerlo a menos que
dispongas de algo de tiempo y algo de paz para orar/meditar, rezar, pensar en
El y estudiar Su Verdad. En nuestra civilización el tiempo y la paz no se
logran fácilmente. No podemos dedicarnos a Dios sin asumir una vida
interior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario