Símaco (*
Cerdeña, ha.
450 – †
Roma,
19 de julio de
514).
Papa nº 51 de la
Iglesia católica de
498 a
514.
Biografía
Hijo de un tal Fortunato, fue
archidiácono durante el pontificado de
Anastasio II a quien sucedió en el pontificado al ser elegido por una parte del clero romano.
El mismo día de su elección, el
22 de noviembre de
498, una facción disidente del clero romano apoyada por el emperador bizantino
Anastasio I, y encabezada por el senador Festo, procedió a la elección del arcipreste de
Santa Práxedes,
Lorenzo, como
antipapa.
Ante la existencia de dos pontífices, el rey
ostrogodo Teodorico el Grande, intentó acabar con el naciente cisma apoyando a Símaco quien, el
1 de marzo de
499 convocó un concilio en Roma en el que Lorenzo, tras aceptar la legitimidad de su rival como pontifíce, fue nombrando obispo de
Nocera.
En este sínodo se decretó que todo clérigo que, durante el pontificado
de un papa, intrigase para elegir a su futuro sucesor, sería
excomulgado.
El cisma sin embargo se reinició cuando, en
501,
el senador Festo acusó a Símaco de diversos crímenes y convenció a
Lorenzo para que regresase a Roma. El Papa se negó a comparecer ante el
rey para responder de las acusaciones alegando que ningún poder temporal
tenía jurisdicción sobre él.
Se convocó nuevamente un
sínodo conocido como " Synodus Palmaris" que, el
23 de octubre de
502, decretó que ninguna corte humana podía enjuiciar a un papa ya que este sólo podía ser juzgado por Dios.
Ante esto, Teodorico instaló a Lorenzo en el
Palacio de Letrán como papa, con lo que el cisma se mantuvo abierto durante cuatro años hasta que, en
506,
el rey retiró su apoyo a Lorenzo por su excesiva connivencia con la
corte bizantina y, tras expulsar a todos los probizantinos, apoyó
definitivamente a Símaco.
Durante su pontificado, Símaco apoyó económicamente a los obispos de
África que se encontraban desterrados en Cerdeña tras las persecuciones a que los
vándalos, de doctrina
arriana,
habían sometido a la Iglesia del norte de África. También concedió la
libertad a los esclavos que mantenía la Iglesia y, asimismo, se le
atribuye la construcción inicial del Palacio Vaticano.
Falleció el 19 de julio de 514.
Véase también
Enlaces externos
Simaco, Santo |
LI Papa, 19 de julio |
|
|
Simaco, Santo |
LI Papa
Martirologio Romano: En Roma, en la basílica de
San Pedro, san Símaco, papa, a quien los cismáticos amargaron
durante largo tiempo la vida y murió finalmente como un
auténtico confesor de la fe. († 514) El Líber Pontificalis afirma que san Símaco
era hijo de un tal Fortunato y que nació en
Cerdeña. Recibió el bautismo en Roma, donde llegó a ser
archidiácono del papa Anastasio II, a quien sucedió en el
pontificado el año 490. Pero el día mismo de la
elección de san Símaco, una minoría del clero, que simpatizaba
con Bizancio, se reunió en Santa María la Mayor y
eligió papa a Lorenzo, arcipreste de Santa Práxedes. En la
empresa les ayudó, con dinero, un senador llamado Festo, a
quien Anastasio, el emperador de Constantinopla que debía proteger más
tarde a los monofisitas, había pagado para que procurase que
el nuevo papa confirmase el documento imperial conocido con el
nombre de «Nenótikon de Zenón», condenado por su predecesor.
Tanto
san Símaco como Lorenzo apelaron al arriano Teodorico, rey de
Ravena, quien zanjó la cuestión en favor de san Símaco,
porque éste había sido elegido antes que Lorenzo y por
un número mayor de miembros del clero. Teodorico aprovechó la
ocasión para afirmar que Símaco «amaba al clero y al
pueblo y era bueno, prudente, amable y gracioso». Sin embargo,
la sentencia de Teodorico no puso fin a las dificultades
que habían de perturbar la primera mitad del pontificado de
san Símaco.
El nombre del santo no figura en los martirologios
más antiguos, y apenas sabemos algo sobre su vida. Cuando
Trasimundo, el rey arriano, desterró a Cerdeña a muchos obispos
del África, San Símaco les envió dinero y vestidos para
ellos y sus fieles. Todavía se conserva la carta que
les escribió para consolarlos y que les envió junto con
algunas reliquias de mártires. San Símaco fundó tres posadas para
los pobres, socorrió a las víctimas de las incursiones de
los bárbaros en el norte de Italia y rescató a
numerosos cautivos. También decoró o restauró varias iglesias de Roma
y construyó las basílicas de San Andrés, de San Pancracio
extra muros y de Santa Inés, en la Vía Aurelia.
Según la costumbre de la época, todos estos hechos se
conmemoraron en inscripciones. En una de ellas, refiriéndose al fin
de las dificultades con el antipapa Lorenzo, san Símaco dice:
«Los lobos han cesado de mordernos». El santo Pontífice murió
el 19 de julio de 514 y fue sepultado en
San Pedro.
SAN SÌMACO
498-514 d.C.
Fue Símaco natural de Cerdeña,
y arcediano de la Iglesia de Roma en tiempo del Papa Anastasio, a quien sucedió
en la Santa Sede el año 498. Festo, patricio romano, había sido ganado por
Anastasio, emperador de Constantinopla y protector de los Eutiquianos para
procurar del Papa Anastasio una confirmación del Henoticon de Zenón, edicto
imperial en favor de los herejes, como refiere Teofanes. Muerto aquel Papa,
Festo con sus máquinas ganó varios votos para elevar al pontificado al
arcipestre de Santa Práxedes.
Ambos habían sido ordenados en un mismo día: Símaco en la Basílica
de Constantino, y Lorenzo en el de Nuestra Señora. Teodorico, rey de Italia,
aunque arriano, mandó que fuese confirmada la elección que se hubiese hecho
primero y a pluralidad de votos por el mayor número por cuya regla fue
reconocido por legítimo Papa Símaco. Éste convocó un Concilio en Roma de 63
obispos y 67 presbíteros, el cual para precaver facciones y partidos en las
eleccines de los Papas, que si alguno prometía su voto a otro o trataba en
alguna junta sobre el asunto, vivo todavía el Papa de quien se ventilase la
sucesión, fuera excomulgado y depuesto, y que muerto aquél fuese tenido por
legítimo el que quedase elegido por la mayor parte de los votos del clero.
Lorenzo suscribió a estos decretos el primero de los presbíteros,
y después fue hecho obispo de Nocera. A poco tiempo algunos clérigos y
senadores, a diligencias de Festo y Provino, volvieron a llamar secretamente a
Lorenzo a Roma, y renovaron el cisma que según algunos historiadores fue el
primero que se conoció en aquella Iglesia, aunque los novacianos habían
intentado antes formar uno. Los cismáticos acusaban a Símaco de muchos crímenes;
y el rey Teodorico mandó que se celebrase un sínodo en Roma para el intento.
Los obispos de Liguria, Emilia y Venecia entraton en Ravena de camino para Roma,
y representaron al rey con mucho ahínco, que el Papa debía convocar el conciio
pues que aquel derecho le tocaba por su primacía a la Santa Sede derivada de
San Pedro y tenida por autoridad de los concilios mismos, así mismo que no había
ejemplar de que el Pontífice hubiese de sujetarse al juicio de sus inferiores.
El rey les mostró las cartas del Papa por las que convenía en la convocación
y aún la hacía de su autoridad y a la verdad que el Pontífice dice que Símaco
convocó este concilio.
Túvose, pues el sínodo en Roma en septiembre del año 501, y
declaró al Papa Símaco inocente de las acusaciones contra él alegadas,
condenando a ser castigados por cismáticos todos los que osasen celebrar Misa
con consentimiento suyo, pero perdonando a los que habían levantado el cisma,
con tal de que diesen alguna satisfacción al Papa. Cuando se llevó este
decreto a las Galias todos los obispos se conmovieron y encargaron a San Avito,
obispo de Viena, que escribese en nombre de todos ellos sobre el asunto. Este
dirigió a Fausto y Símaco, patricios que habían sido ambos cónsules, quejándose
de que había sido acusado el Papa ante el Príncipe, los obispos en vez de
oponerse a una injusticia como aquella, habían tomado a su cargo el juzgarle:
"Porque no es fácil de concebir, dice él, cómo un superior puede ser
juzgado de sus inferiores, especialmente la cabeza de la Iglesia".
El Papa Símaco escribió al emperador Anastasio, declarándole que
no podía mantener comunión con él, mientras la tuviese con Acacio. Aquél príncipe
esperó siempre esta amenaza del celo de este Papa, y por eso no le había
escrito la enhorabuena por su elevación al pontificado, como era siempre
costumbre. También le acusó de maniqueismo, aunque Símaco había desterrado a
los Maniqueos de Roma, y no cesó un punto de contradecir en todo al Papa,
temiendo su conocido celo contra su secta favorita los Acéfalos. Símaco
compuso una apología contra este emperador, en que demuestra la dignidad del
sacerdocio cristiano. Escribió a los obispos orientales exhortándoles a sufrir
destierros y todas las persecuciones antes hacer traición a la verdad divina.
Habiendo el rey Trasimundo desterrado a Cerdeña a muchos obispos
africanos católicos, el Papa Símaco les enviaba anualmente vestidos y dinero;
y aún se encuentra entre las obras de Ennodio una carta que este Papa les
escribió confortándoles. Esta la acompañó con muchas reliquias de Mártires,
como de San Nazario y San Román. Redimió a muchos cautivos, y dio 169 libras
de plata en ornamentos a varias iglesias de Roma, y a la capilla de la Santa
Cruz una de oro de diez libras de peso, en que incluyó un pedazo de la
verdadera Cruz de Cristo. En un copón, o ciborio, en el lenguaje de aquel
tiempo tabernáculo, que dio a la Iglesia San Pablo, mandó que se grabasen las
figuras de Nuestro Salvador y de los doce Apóstoles.
Él estableció que se cantase todos los domingos y en las
festividades de los Mártires, como testifican los Pontificales, el himno de
divina alabanza llamado Gloria in excelsis. Ocupó la silla pontifica 15 años y
ocho meses, y murió el 19 de julio del año 514.
Era patrística Papado: 22 de noviembre de 498 – 19 de julio de 514 Predecesor: Anastasio II. Sucesor: San Hormisdas. Nombre como Papa: San Símaco. Nombre propio: Anastasio. Lugar de nacimiento: Cerdeña.San Símaco fue archidiácono durante el papado de su antecesor, Anastasio II. El
mismo día de su elección, el 22 de noviembre de 498, un grupo disidente
del clero apoyado por el emperador bizantino Anastasio I y encabezada
por el senador Festo, eligió al arcipreste de Santa Práxedes, Lorenzo,
como antipapa. Ante esto, el rey ostrogodo Teodorico el Grande,
tuvo que intervenir en el conflicto eligiendo a Símaco como el verdadero
pontífice. El antipapa, tuvo que aceptar la legitimidad del nuevo
pontífice y éste lo designó como obispo de Nocera. Desde ese momento se decretó que toda persona que intentara ocupar el lugar de un Papa sería excomulgado. Pero los problemas no terminaron allí pues en el 501, el senador Festo, acusó al Papa de diversos crímenes, pero Símaco
se negó a responder a las acusaciones alegando que ninguna corte humana
podía enjuciarlo pues él sólo podía ser juzgado por Dios. Esto fue
convenido en un sínodo conocido como Synodus Palmaris, en el 502. Ante
esto, el rey Teodorico instaló al antipapa Lorenzo en el Palacio de
Letrán como Papa hasta que cuatro años después le retiró su apoyo para
luego aceptar como pontífie nuevamente a Símaco. En cuanto a sus
obras se sabe que apoyó económicamente a los obispos de África y
concedió la libertad a los esclavos que mantenía la Iglesia e inició la
construcción del Palacio Vaticano. San Símaco falleció el 19 de julio de 514. *
Esta lista de Papas se basa en el catálogo oficial del Vaticano
publicado en el 2003. Conforman la lista 265 Pontífices reconocidos
oficialmente por la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana, de los
cuales 24 han ejercido el pontificado durante menos de un año y 10 lo
ejercieron durante más de 20 años. La lista va desde San Pedro, el
primer Papa hasta Benedicto XVI.
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