miércoles, 18 de abril de 2012

Aprender a ser agradecidos


La gratitud genuina también puede ser expresada en la decisión de dar de lo que tengo al que lo necesita, como nosotros hemos recibido favores en otras ocasiones
Aprender a ser agradecidos
Aprender a ser agradecidos
Agradecer, Amar, y Reparar. Se trata de los verbos más poderosos en la construcción, el mantenimiento y el enriquecimiento de las relaciones humanas en todos los niveles, desde los más personales hasta los más sociales. Son tres verbos cuyo aprendizaje requiere madurez personal y por tanto responsabilidad, sensibilidad, humildad y empatía (Sergio Sinay).

Hay muchas personas que en general son capaces de agradecer aquello que la vida les pone en el camino, son portadores de energía positiva, tienen gran capacidad de simpatizar en las relaciones sociales. Son personas sinceras y esencialmente sanas.

Otras muchas parecen incapaces de conectar con la gratitud porque siempre se encuentran insatisfechas con lo que les sucede. Este tipo de personas abunda en nuestros días. Gran parte de la sociedad actual no entiende lo que es la gratitud, y esto es propio de actitudes débiles.

En este sentido, San Francisco de Asís con toda sabiduría nos hace este reclamo: “¿Será necesario encontrar a alguien que sufra más que yo para que aprenda a agradecer lo que tengo?”. Cuantas veces los creyentes nos olvidamos de dar gracias a Dios.

Muy diferente es la gratitud especulativa que está basada en una cadena de favores, es un tanto mezquina: “Hoy por ti, mañana por mí”. Son personas que llevan consigo el Libro de Contabilidad de favores que han hecho a lo largo de la vida: Suelen ser egoístas.

Así como “el movimiento se demuestra andando, el agradecimiento se demuestra siendo agradecido” y “es de gente bien nacida ser agradecida”: Son dichos que nos enseñaron nuestros padres.

La gratitud genuina también puede ser expresada en la decisión de dar de lo que tengo al que lo necesita, como nosotros hemos recibido favores en otras ocasiones.

Comenta el español Santiago Martín: El agradecimiento es sanador y enseña lo positivo y bueno de la vida. Realmente es una gran terapia.

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