viernes, 7 de octubre de 2011

EL ALFA Y LA OMEGA


"Son la primera y la última letras del alfabeto clásico griego. En el libro del Apocalipsis dice de sí mismo Cristo, que El es el alfa y la omega, el principio y el fin. El Señor es el primero en todo y es también quien tiene la última palabra de todo cuanto existe, ha existido o existirá. El es el primogénito de toda criatura y así es el primero en todo. Por El se ha hecho todo cuanto existe y todo se ha puesto bajos sus pies. En El se recapitularán todas las cosas celestes y terrestres. Ha sido constituido Señor de todo lo creado y todo se mantiene en El. Cristo es el primero y el último, el que es, el que era y el que viene. Por eso es el alfa y la omega. Con El todo da comienzo, porque es Dios, existe desde siempre y para siempre. No ha sido creado sino engendrado, consustancial al Padre. Antes de la creación del universo ya existía, Yo soy el que soy, le dice a Moisés. Es la Palabra eterna del Padre, y por ser Dios, no hay nada anterior a El. Es el alfa. Y también lo es porque es el principio creador de cuanto existe. Todo ha sido creado por El y para El. Hágase la luz, y la luz se hizo, y vió Dios que era bueno. Y así con todas las demás criaturas hizo Dios como leemos en el libro del Génesis. Es la Palabra creadora del Padre, aquella que da el ser a lo existente, vida a los vivientes, porque encierra la potencia del ser de Dios. Por eso El es el único que es plenamente. Nosotros las criaturas llamadas a la existencia lo somos por que participamos de su ser, nos ha hecho a nosotros partícipes de su existencia. Existimos porque Dios quiere, y porque El quiere nos mantenemos en el ser. ¿Qué tenemos que no nos haya sido dado? ¿Qué cosa podemos decir que es de nuestra propiedad? Todo se lo debemos a Dios, todo cuanto somos y tenemos, es obra gratuita de sus manos, es puro don suyo. Por eso es el alfa, el comienzo de la creación toda. Y dice también soy la omega. Lo último, porque toda la creación está llamada a volver a su Creador. Existimos en el tiempo y en el espacio, y estamos limitados por estos parámetros de finitud. Antes de la fundación del universo no había nada, sólo Dios. origen de todo. El creó de la nada todo cuanto existe, o mejor dicho, creó de sí mismo todo lo que existe. Y todo tiene como destino el mismo origen de dónde ha tomado su comienzo, Dios. Salimos de El y a El estamos llamados a retornar. Todas las cosas serán recapituladas en Cristo, a El toda gloria y todo honor. Ante El toda rodilla se doble, en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame, Jesucristo es Señor para gloria de Dios Padre. Así exclama lleno del Espíritu el Apóstol. Así también nosotros nos quedamos admirados de la excelsa grandeza de nuestro Dios. ¡Qué abismo insondable de amor! ¡Qué misterio de misericordia! Es verdaderamente el alfa y la omega. El principio y el fin de todo lo creado.

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